Si con Crudo, la anterior película de está joven directora nos dejó una historia interesante con Titane nos muestra una fabulosa tortuosa
donde la identidad de género, la superación de la perdida un ser querido y la locura se mezclan en una historia inquietante. La película es por momentos desconcertante pero no por eso es mala. Quizá adolece de no aclarar algunos puntos del guión, deja muchas cosas en el aire. La película bebé del Cronenberg más retorcido y tiene escenas inquietantes. Merece un visionado sin lugar a dudas.

Interesante película donde los frondosos bosques de Oregón son un personaje más. La película se nutre del mito de los pieles rojas de del Wendigo, el cual H.P Lovecraft reflejó en más de un relato. Con una atmósfera asfixiante, fotografía oscura la película es muy llevadera.
El transfondo del maltrato y los abusos de menores está muy bien reflejado en la otra intrahistoria, paralela a la historia del monstruo.
Buena peli.

La película del director Gary Sherman, que un par de años después rodó la memorable muertos y enterrados, consigue aquí una muy buena ambientación, donde las catacumbas del metro de Londres son un personaje más. La sordidez se palpa en el ambiente. Buen manejo de la fotografía y las escenas gore son más que dignas. Los actores están aceptables, sobre todo Hugo Armstrong en el papel de caníbal mutante. Donald Pleasence, como inspector está sobre actuado. Dignísima película que hoy en día ya es de culto.

Haber. Puntúo con un 6 por la excelente ambientación y la muy buena fotografía. Pero han conseguido que una novela trepidante sea una serie lenta.¿ Aburrida?, no. Pero hay momentos que la serie es pesada. Los cambios de guión que se han hecho no distorsionan mucho la historia y no están mal. El reparto, ufff, no sé, veo muy sobreactuado a Nerea Barros y los demás quitando al personaje de Chesca, se parecen poco o nada a la novela. Con tan buena materia prima se podría haber logrado una serie de época y no algo tan plano. Pero bueno esperemos que la Red púrpura mejore.

Miedo me da de ver películas basadas en los grandes clásicos del terror. Candyman de Clive Barker sin ser una gran película tenía ese toque místico de su literatura. Está revisión es un bodrio en toda regla que no respeta los orígenes de la historia y la convierte en una película racista, donde los blancos son los monstruos. A Jordan Pelee se le ve el plumero de su gen racista y es vomitivo. Sólo destaco el buen hacer de la directora con la cámara en algunas escenas. Malísima película.