Estamos ante una historia bien contada que lleva al racismo como telón de fondo. De entrada se presenta como sospechoso de un crimen al negro de turno que pasaba por el pueblo, que luego resulta ser policía y, aún así, el sheriff es incapaz de pedir disculpas como es debido. Es lo que tiene ser de color en un pueblo del sur en otra época. Y apara colmo, cuando se sabe que Poitier es un poli experimentado en homicidios y hay que pedirle ayuda para resolver el caso, la cosa cambia de color (nunca mejor dicho).

La dirección está bien, al igual que la interpretación. El guión es bueno y el metraje mantiene el ritmo adecuado a lo largo de sus 110 min., que nunca se hacen largos.

El personaje principal resulta poco creíble, al igual que la historia en si. Sin embargo, la película mantiene buen ritmo y la dirección es de cierto nivel, con lo que la obra acaba siendo interesante.

Tiene momentos duros en su intento de retratar un guerra bastante cruel.

Aunque a muchos les pueda parecer una trama limitada y un guión que no termina de encajar, hay que tener en cuenta que el monyaje de Wilder era de 3 horas y media y que sus productores le obligaron a acortar la película, dejándola en esos 125 minutos. De ahí algunas deficiencias. Sin embargo, me parece una película maravillosa y que sería interesantísimo que algunas vez se hiciera un montaje del director.

Cuando fue acortada, Billy, entre desesperación e ironía, respondió a un periodista que le preguntaba, que qué le parecía que hubieran dicho que su película era demasiado larga; con un sonoro: "demasiado larga, demasiado larga, para la gente todo es demasiado largo, excepto la vida y el pene".

Buena comedia que va en busca del crimen perfecto, de la que, perfectamente, podrían haber bebido Misión Imposible o Once's eleven. Reúne un curioso grupo de personajes para llevar a cabo el difícil golpe en Turquía.

Lo que más habla en favor de esta película es que no pierde de vista el guión para irse por los Cerros de Úbeda con gracias sin sentido, y lo mejor, sin duda, Peter Ustinov. Este tipo de papeles no se le resisten.

Dentro del argumento, hay que destacar toda al escena del robo, sencillamente memorable, cargada de un suspense digno del mejor Hitchcock. Quizás lo que hace decaer la obra es la pérdida de fuelle a medida que se acerca el final, con la escena del loro mecánico rozando el ridículo. Eso fue, lo que a mi modo ver hizo que no tuviera una mayor puntuación.

Los efectos especiales te atrapan desde el primer momento. Son espectaculares.

Cameron es uno de los pocos directores que parece funcionar mejor cuando tiene dinero que cuando no lo tiene. A otros les pasa todo lo contrario, en cuanto le dan una película de alto presupuesto empieza su cuesta abajo.

Creo que además de sus efectos lo más interesante de la película, aunque muchos no lo crean, es su falta de pretensión. El guión es bastante sencillo y nada complicado. En manos de otro director podríamos haber terminado en un sin fin de filosofías baratas y estrambóticas que intentaran explicar la vida en este planeta y dar una falsa profundad a los personajes. Y digo falsa porque, quizás, habrían hecho que el espectador se perdiera lo que estaba viendo mientras intentara entender lo que pasaba como en otras muchas películas.