Esta es un tipo de películas de las cuales me hacen seguir confiando todavía en que se pueden hacer grandes producciones. La película, en la cual actúan actores de la talla de Don Cheadle y Matt Dillon, esta cargadas de historias que suceden día a día sin que metan acción desenfrenada y fantástica, por lo cual podremos ver buenas historia sin tener que echarle imaginación para poder creerte que personajes de carne y hueso están haciendo cosas increíbles. El director ha sabido enlazar las escenas de manera que no te pierdas en el hilo de las historias, las cuales tienen un gran guión. He de añadir que incluso Sandra Bullock, en mi opinión una actriz mediocre, no lo hace nada mal. Id a verla, no os arrepentiréis.

Cuando veo una película así me alegro, me alegro ya que como estudiante de audiovisuales me da esperanza de que, si una producción de este tipo se puede realizar, editar y emitir, cuando yo proponga algo, tendrá posibilidades de producirse.

Ahora en serio, coger una película asiática antigua que, si era mala, hacerla peor, con la excusa de que esta hecho queriendo para salir de rositas, pues miren caballeros, esforzaos y curraros algo desde un principio y si lo que queréis es causar risas en lugar de llantos, procuraros guionistas buenos, actores cómicos y situaciones menos patéticas.

Por eso le doy a esta película una puntuación negativa, es decir, aunque no sea muy coherente, menos de cero.