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6,9
5.059
7
20 de mayo de 2010
20 de mayo de 2010
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Drama criminal? ¡Si esto es una comedia! Una comedia trágica, de esas que ya no se ven hoy en día por lo complejas y reveladoras, de esas que son difíciles de captar pues al final no sabes reír o llorar, y puedes mirar al de al lado si quieres, el también te estará mirando de seguro, preguntándose exactamente lo mismo.
Llora, por el poema visual, difícil de leer claro está, que resultan ser los planos en extremo largos y elaborados, y una truculenta trama (algo estereotípica, hay que admitirlo) de desenlace perturbador, tan propio de Kitano. Ríe, por sus descarados guiños al western americano, por el desierto de cemento que conforma la atmosfera del largo, y sobre todo por el extraño y autentico personaje que crea e interpreta de manera genial el mismo director de la peli.
¿Mala o buena? No lo sé, pero a mí me parece increíble, fascinante, indescriptible o como quieran llamarle, que sea más creíble ver al más frío y cruento Yakuza bailando y jugando cual niño en vacaciones de verano, que asesinando a diestra y siniestra a matones de otro clan.
¿Locura, burla, sátira? Por el contrario, es un mensaje cuerdo, realista, cruel eso sí, pero sobre todo honesto. Un mensaje acerca de la profundidad de la violencia, que siempre hemos visto en la pantalla lejos de nuestra situación personal. Y quizás por eso disgusta, porque a nadie le gusta enfrentarse a esa violencia ridícula que hace parte de nosotros, a ese niño despiadado y asesino juguetón que llevamos todos por dentro.
Sin duda, un paso más en el arte de preguntarnos quiénes somos.
Llora, por el poema visual, difícil de leer claro está, que resultan ser los planos en extremo largos y elaborados, y una truculenta trama (algo estereotípica, hay que admitirlo) de desenlace perturbador, tan propio de Kitano. Ríe, por sus descarados guiños al western americano, por el desierto de cemento que conforma la atmosfera del largo, y sobre todo por el extraño y autentico personaje que crea e interpreta de manera genial el mismo director de la peli.
¿Mala o buena? No lo sé, pero a mí me parece increíble, fascinante, indescriptible o como quieran llamarle, que sea más creíble ver al más frío y cruento Yakuza bailando y jugando cual niño en vacaciones de verano, que asesinando a diestra y siniestra a matones de otro clan.
¿Locura, burla, sátira? Por el contrario, es un mensaje cuerdo, realista, cruel eso sí, pero sobre todo honesto. Un mensaje acerca de la profundidad de la violencia, que siempre hemos visto en la pantalla lejos de nuestra situación personal. Y quizás por eso disgusta, porque a nadie le gusta enfrentarse a esa violencia ridícula que hace parte de nosotros, a ese niño despiadado y asesino juguetón que llevamos todos por dentro.
Sin duda, un paso más en el arte de preguntarnos quiénes somos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Pese que el desenlace utilice el mismo recurso de Hana Bi, lo cual le quita impresión, sinceramente un suicidio no puede ser más hermoso, como los son los de Kitano. Se exagera el uso de la sangre, eso sí (cosa que después vemos de manera más sutil y agradable en Hana Bi), pero el sentido completo de la construcción resulta ser arrollador.
Tremendo guiño a Caracol Reed y su “Tercer Hombre” del 49. Consejo: Vean los dos largometrajes, analícenlos y plantéense la interesante pregunta de en dónde queda mejor. Espero que lo hagan, y no puedan responderla pues así se disfrutan más las preguntas, el arte y quizás la vida, sin respuestas absolutas.
Tremendo guiño a Caracol Reed y su “Tercer Hombre” del 49. Consejo: Vean los dos largometrajes, analícenlos y plantéense la interesante pregunta de en dónde queda mejor. Espero que lo hagan, y no puedan responderla pues así se disfrutan más las preguntas, el arte y quizás la vida, sin respuestas absolutas.

6,3
25.443
2
7 de abril de 2010
7 de abril de 2010
3 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si bien la idea que desarrolla la película, y la fuerte, y por qué no decirlo, romántica primera secuencia son rescatables, el resto de la película destruye por completo estos logros que pudieran llegar a ser meritorios. La película NO es romántica, es, a riesgo de sonar radical, un melodrama demasiado superficial, que estereotipa a los personajes en actitudes inerciales sin sentido e interpretaciones que pretendiendo entretener y afectar al público, llegan casi a insultarlo.
Es triste ver la pobre interpretación de Hilary Swank que a leguas se nota discorde con el papel, y mucho más después de haber presenciado su magistral actuación en Millon Dollar Baby (Clint Eastwood). Lo único que pudiera llegar a ser interesante es ver a un Gerard Butler tierno y sensible después de haber conocido al tremendo Leonidas interpretado por este mismo en 300(Zack Snyder), pero pese a que haya cierta fuerza en este personaje, la película termina empobreciéndolo también.
Este es un claro ejemplo entre la gran brecha que existe entre lo empalagosamente romanticón y la maraña confusa y complicada que es el amor y que otras películas han intentado, de una muy buena manera, tratar de crear dentro de sus historias.
¿Por qué, si les apasiona el amor como arte, no le echan una ojeada a Paris J’taime o como es conocida en español, Paris, Te amo, donde varios directores de culto, como los Coen, Gus van Sant, o Cristopher Doyle por medio de breves y geniales historias se acercan de manera magistral a este extraño e intenso sentimiento humano?
Es triste ver la pobre interpretación de Hilary Swank que a leguas se nota discorde con el papel, y mucho más después de haber presenciado su magistral actuación en Millon Dollar Baby (Clint Eastwood). Lo único que pudiera llegar a ser interesante es ver a un Gerard Butler tierno y sensible después de haber conocido al tremendo Leonidas interpretado por este mismo en 300(Zack Snyder), pero pese a que haya cierta fuerza en este personaje, la película termina empobreciéndolo también.
Este es un claro ejemplo entre la gran brecha que existe entre lo empalagosamente romanticón y la maraña confusa y complicada que es el amor y que otras películas han intentado, de una muy buena manera, tratar de crear dentro de sus historias.
¿Por qué, si les apasiona el amor como arte, no le echan una ojeada a Paris J’taime o como es conocida en español, Paris, Te amo, donde varios directores de culto, como los Coen, Gus van Sant, o Cristopher Doyle por medio de breves y geniales historias se acercan de manera magistral a este extraño e intenso sentimiento humano?

6,5
4.063
8
22 de mayo de 2010
22 de mayo de 2010
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tan despiadado como el fuego, y encantador como una flor, fue el primer paso en la larga y magnífica marcha cinematográfica de Kitano. (Metáfora que este utilizaría después para darle nombre a su obra maestra).
Cuesta creer que este haya sido el primer trabajo como director de este maestro oriental de mirada inexpresiva y carcajada sombría. Es claro, hay errores de coherencia en las acciones y sin sentidos narrativos, justificables por la evidente falta de experiencia, pero cómo justificar que Kitano logré su tan polémica y por qué no decirlo, hermosa estética, de planos que son casi poemas, y la profundidad cruenta y reflexiva que le otorga a sus obras, en su primera película.
Cómo llegar a tan alto nivel en su primera incursión, en su primer disparo.
“Violent Cop” refleja la genialidad de un director nihilista, que ve al mundo con una mirada autentica y diferente, que convierte al violento policía tan típico en el cine, que golpea al que se le interponga y abusa de la autoridad otorgada, en un ser de carne y hueso, de confusión y necesidad, de dilemas morales que todos hemos tenido en algún momento. Y el típico enfrentamiento fantástico entre el matón mafioso y el héroe policía, en una situación de reveladora, casi tangible, sangrienta pero hermosa, fantástica pero innegable.
A los estereotipos, Kitano los vuelve humanos, demasiado reales, demasiado crueles. Y al desenlace de su primera e inquietante melodía, lo vuelve un perturbador e indescriptible disparo a la consciencia del espectador.
¿Les dolerá? A mí sí que me dolió. –sensación fantástica el dolor que provoca Kitano– Casi me desangro en preguntas sin respuesta.
Cuesta creer que este haya sido el primer trabajo como director de este maestro oriental de mirada inexpresiva y carcajada sombría. Es claro, hay errores de coherencia en las acciones y sin sentidos narrativos, justificables por la evidente falta de experiencia, pero cómo justificar que Kitano logré su tan polémica y por qué no decirlo, hermosa estética, de planos que son casi poemas, y la profundidad cruenta y reflexiva que le otorga a sus obras, en su primera película.
Cómo llegar a tan alto nivel en su primera incursión, en su primer disparo.
“Violent Cop” refleja la genialidad de un director nihilista, que ve al mundo con una mirada autentica y diferente, que convierte al violento policía tan típico en el cine, que golpea al que se le interponga y abusa de la autoridad otorgada, en un ser de carne y hueso, de confusión y necesidad, de dilemas morales que todos hemos tenido en algún momento. Y el típico enfrentamiento fantástico entre el matón mafioso y el héroe policía, en una situación de reveladora, casi tangible, sangrienta pero hermosa, fantástica pero innegable.
A los estereotipos, Kitano los vuelve humanos, demasiado reales, demasiado crueles. Y al desenlace de su primera e inquietante melodía, lo vuelve un perturbador e indescriptible disparo a la consciencia del espectador.
¿Les dolerá? A mí sí que me dolió. –sensación fantástica el dolor que provoca Kitano– Casi me desangro en preguntas sin respuesta.

6,6
2.301
4
20 de mayo de 2010
20 de mayo de 2010
2 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es cierto, Paraiso Travel podría llegar a competir con películas de nombre internacionales, pues el manejo de la fotografía, la caracterización de los personajes y la autentica narrativa –en ocasiones vacía y sin sentido– emiten destellos de arte efímero. Pero de seguro le iría muy mal, pues además de esto, y de la curiosa interpretación de Jhon Leguizamo, no hay nada más por ver. ¿“La mejor película latina después de Amores Perros”? ¡Ey! Cuidado con esos comentarios porque llegan a ser descarados.
Las pobres interpretaciones de sus protagonistas del colombiano estereotípico y ridículo (del que estoy tan saturado), que acompañan personajes con cierto nivel de profundidad, se justifican por un inicio interesante y una atmosfera urbana que llega a ser agradable. Pero se cae a la mitad, con un facilismo por desenlazar la historia que insulta al público, y una reflexión confusa y superficial en donde queda la película, estancada, sin más que decir. Buen intento, pero para nada honesto.
Los largometrajes son construcciones, no intentos de esta, y un ladrillo no basta para soportar un edificio completo.
Las pobres interpretaciones de sus protagonistas del colombiano estereotípico y ridículo (del que estoy tan saturado), que acompañan personajes con cierto nivel de profundidad, se justifican por un inicio interesante y una atmosfera urbana que llega a ser agradable. Pero se cae a la mitad, con un facilismo por desenlazar la historia que insulta al público, y una reflexión confusa y superficial en donde queda la película, estancada, sin más que decir. Buen intento, pero para nada honesto.
Los largometrajes son construcciones, no intentos de esta, y un ladrillo no basta para soportar un edificio completo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Estoy harto que estas muestras de cine comercial, que aunque tengan ciertos destellos de arte como lo es Paraiso Travel, sean las que se entiendan como el cine de mi país, y la gente convencida acá que hay una industria avanzadísima en cine pero a la vez conscientemente cínicos que una película colombiana es meritoria solo por el simple hecho de entrar a competir en cine internacional.
Pero los colombianos, nosotros, no deberíamos tenerle lastima a nuestro propio cine, porque si bien no hay industria, sí hay genialidad, solo que hay que saber buscarla.
Y es extraño y a la vez inquietante que el cine universitario e independiente, sea, en Colombia, mucho más autentico, profesional y honesto que el cine oficial. “La sombra del caminante” de Ciro Guerra (2004) y “Los viajes del viento” del mismo director, son una clara muestra de este particular fenómeno.
Pero los colombianos, nosotros, no deberíamos tenerle lastima a nuestro propio cine, porque si bien no hay industria, sí hay genialidad, solo que hay que saber buscarla.
Y es extraño y a la vez inquietante que el cine universitario e independiente, sea, en Colombia, mucho más autentico, profesional y honesto que el cine oficial. “La sombra del caminante” de Ciro Guerra (2004) y “Los viajes del viento” del mismo director, son una clara muestra de este particular fenómeno.

7,6
128.555
7
8 de abril de 2010
8 de abril de 2010
Sé el primero en valorar esta crítica
Sí, es cierto, después de los 20 minutos podemos empezar a vislumbrar un brillante pero previsible final, y no porque la película nos lo sugiera descaradamente, no, es porque a estas alturas somos un público demasiado acostumbrado a los desenlaces inesperados y contundentes en los psico-thrillers, y sin embargo Scorsese, demostrando una vez más su grandiosa capacidad para romper géneros, agarra esta dificultad, y la vuelve contra nosotros, y de una manera fascinante nos plantea un desenlace pulcramente logrado, donde la línea entre lo probable y lo real es demasiado difusa como para obligarnos, como espectadores, a tender hacia una u otra certeza.
Así mismo el filme cae, por pocos momentos, en la excesiva preocupación por verbalizar y materializar delirios y paradojas que podrían ser exquisitas sutilezas, pero esta falla en la narrativa termina siendo inapreciable frente a la soberbia actuación de Di Caprio, tan llena de metáforas dentro de si misma, la estupenda fotografía, la perturbadora banda sonora y el inquietante pero genial juego de planos –muy digno de Scorsese– que en conjunto generan el tensiónate ambiente en el cual se teje el entramado de la película.
Pese a que sobren varios planos –y otros sean simplemente magníficos– la película logra crear una estructura dramática magistral, que desencadena en una última pregunta verbalizada por Di Caprio que es, personalmente, la reflexión más profunda a la que ha llegado un psico-thriller de esta década hasta el momento
¿Serán capaces de perdérsela?
Así mismo el filme cae, por pocos momentos, en la excesiva preocupación por verbalizar y materializar delirios y paradojas que podrían ser exquisitas sutilezas, pero esta falla en la narrativa termina siendo inapreciable frente a la soberbia actuación de Di Caprio, tan llena de metáforas dentro de si misma, la estupenda fotografía, la perturbadora banda sonora y el inquietante pero genial juego de planos –muy digno de Scorsese– que en conjunto generan el tensiónate ambiente en el cual se teje el entramado de la película.
Pese a que sobren varios planos –y otros sean simplemente magníficos– la película logra crear una estructura dramática magistral, que desencadena en una última pregunta verbalizada por Di Caprio que es, personalmente, la reflexión más profunda a la que ha llegado un psico-thriller de esta década hasta el momento
¿Serán capaces de perdérsela?
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Quizás, el punto por el que más han condenado a Shutter Island es haber tomado partido en el conflicto entre lo real y lo probable más de lo debido, en decirnos al final “bueno, Andy está loco y todo es mentira” y sin embargo, para un publico atento, este es el mejor juego que nos propone este estupendo rodaje, pues el acertijo queda inconcluso, y la respuesta que nos plantea la película no pretende ser total, ni responder todas las preguntas planteadas, al contrario el primer enfoque en el cual se desenvuelve la historia llega a ser tan contundente y verosímil que uno podría decir fácilmente que a Daniels le han atrapado y le han convencido de ser Andy y estar loco, pero a nosotros, o a mi personalmente, no me ha convencido tan fácil y prefiero que sea así, dejarlo incognito, prefiero que la película me siga retando a su manera fantásticamente atrevida, a tomar partido en la brutal reflexión sobre lo que queremos aceptar como real y lo que simplemente se nos impone como tal.
Algunas preguntas al aire…
¿Al final al que llevan al faro es a Andy o a Daniels? ¿Muere como un hombre decente o sigue viviendo como un monstruo? ¿Genial, no?
¿Y no les pareció magnifico el paneo del fusilamiento de todos los generales Nazis? ¿El igenioso seguimiento de la cámara sobre los que abren fuego?
Algunas preguntas al aire…
¿Al final al que llevan al faro es a Andy o a Daniels? ¿Muere como un hombre decente o sigue viviendo como un monstruo? ¿Genial, no?
¿Y no les pareció magnifico el paneo del fusilamiento de todos los generales Nazis? ¿El igenioso seguimiento de la cámara sobre los que abren fuego?
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