Azarías debe de ser uno de los personajes más entrañables y más humanos que ha dado la historia de la literatura y la del cine. Milana bonita dos de las palabras más tiernas. Y qué decir de Paco Rabal, sin desmerecer de ninguno otro de los actores de esta cruel y hermosa película. No hay palabras para describir la ternura infinita que desprende su personaje, su amor incondicional por la milana y por la niña chica...
Esta crítica es una mierda, lo sé. Pero cualquiera lo es comparada con esta maravilla de película. Véanla, es todo lo que puedo decir.

Bien, vaya por delante que en realidad la peli, vista en su conjunto, es una soberana gilipollez, pero le he dado un 6 porque no es tan rematadamente mala como me había temido y porque además me he entretenido viéndola, que no es poco.
Ahora vamos por partes.
- Elena Anaya, sorprendentemente, está bastante bien en su papel. A veces se antoja un poco pedorra, pero supongo que es parte del personaje.
- Antonio Banderas: discrepo de los que le ponen a parir. El hieratismo le sienta bien, que su personaje sea un cúmulo de contrariedades y absurdeces no es culpa suya.
Sigo en spoiler porque no voy a desvelar nada que tenga el más mínimo interés argumental, pero por si acaso.

Una película peculiar y original, sencilla, sin aires de grandeza. Una sorpresa.
Eduard Fernández, como siempre, está inmenso en ese personaje de "loser" mentiroso y manipulador, cabroncete a la par que tierno. Un niño irresponsable incapaz de dar cuenta de sus actos. Uno desearía que le fueran bien las cosas por una vez, porque a pesar de sus continuas meteduras de pata, o tal vez precisamente por ellas, es imposible no tenerle cariño. Y querer abofetearle a partes iguales.
Las actrices están a la altura. La dolida y fuerte abogada (María Morales), la resuelta cuñada (Marta Larralde), la madre elegante e independiente (Petra Martínez), la psicóloga de sobria profesionalidad (Nathalie Poza). Tengo que decir que Michelle Jenner, que ya sé que a todo el mundo le resulta lindísima, guapísima, dulcísima y divinísima, me resulta del todo repelente en su mono-registro de lolita pedorra. Aunque ella también da más o menos la talla con su personaje, celebro que no acapare demasiado metraje porque creo que no hubiera sido capaz de soportarlo.

Recomendable.
Lo mejor: la escena con la psicóloga, de principio a fin. Y las interpretaciones.
Lo que no me gusta es que al principio resulta entrecortada, supongo que a causa de los diferentes "capítulos", pero luego va cogiendo fluidez. La película va ganando a medida que avanza el metraje

La serie es mala pero engancha, engancha pero es mala. Como se quiera. Bien. Lo que es de admirar y de agradecer es que no defrauda: cumple lo que promete, ni más ni menos. Es un culebronazo con todos los ingredientes necesarios para clavarte al sillón y hacerte sentir vergüenza ajena, a partes más o menos iguales.
Creo que lo mejor de la serie es Emilio Gutierrez Caba. El resto de los actores se mueven entre un pasable y un suspenso total. De entre estos últimos merecen mención especial Tristán Ulloa, cuya paleta de matices interpretativos no tiene nada que envidiar a la de un cadáver, y Ángela Molina, que cuando habla no habla sino que plañe, lloriquea, le canturrea por soleares a la Virgen del Rocío. Insoportable.

La coda de esta crítica va dirigida a todos los sopranoadictos, thewireadictos, breakingbadadictos y demás plastas: que sí, que HBO es dios y en comparación las series españolas son una caca de perro pisoteada, pero dejadlo ya por dios, dejad de sacarlas a colación cada vez que escribís una crítica aquí. Es que ¿sabéis qué pasa? Que todos decís lo mismo y ya cansáis un poquito.