No es la única película de este tipo (ahí está la biopic de Huracán Carter, o la historia del Conde de Montecristo, aunque no sea real), pero todas juegan con la ventaja que les aporta la injusticia que subyace en ellas. El ser humano es proclive a moverse frente a la injusticia, y eso nos lleva a ponernos del lado del inocente rápidamente. Además, en esta película se consigue mostrar el drama de un modo creíble e interesante, consiguiendo conectar con el espectador en todo momento.
El protagonista no es ningún santo, pero no podemos soportar lo que le ocurre simplemente porque el gobierno necesita un cabeza de turco.
Daniel Day-Lewis hace un gran papel, aunque tampoco quiero olvidarme del actor que encarna a su padre.
Una película recomendable.

De esta película no se pueden esperar grandes maravillas, sirve para echar el rato y poco más.
Los personajes no me convencen demasiado: un policía sobreexcitado, una mujer sin miedo, y un repartidor con suerte.
Existe otro protagonista: la casa. No es la primera vez que vemos una película de casas encantadas, y probablemente no será la última, pero esta no pasará a los anales de la historia, ni será tomada como ejemplo para las generaciones futuras.
También se repite algo que hemos visto en "Disturbia", con el tema de la limitación de movimientos del protagonista.
Lo mejor: que no tendrá secuelas (cinematográficas quiero decir, no hablo de secuelas en el espectador).
Lo peor: que en algún sitio leí que la recomendaban.

Película totalmente absurda, que cuenta una historia que no interesa lo más mínimo.
Considero que los 18 años que he tardado en verla son pocos. Debe ser una de las películas más sobrevaloradas de la historia del cine.
También había oído hablar muy bien de la música de Nyman, pero no me parece nada del otro mundo.
La verdad, no creo que esta película merezca dedicarle más de 6 renglones.
Eso sí, Anna Paquin lo hace bien.
Tiempo perdido.

Me enfrentaba a esta película pensando que se trataba de un film de bajo presupuesto realizado para poblar las estanterías de los videoclubs, pero me alegro de haberme equivocado.
Ya conocía otras películas acerca de la niebla, y me esperaba algún tipo de remake, pero la historia que aquí se nos cuenta tiene personalidad propia.
Los actores no lo hacen mal (aunque me sobra el vecino del protagonista), y alguno consigue hacerse realmente odioso (como la devota religiosa). Debe haber pocas películas donde se demuestre de un modo más claro que la religión es el opio del pueblo y le permite a los seres de pocas luces hallar una explicación a cualquier fenómeno. ¡Hurra por el cajero del supermercado! (ya lo entederéis si la véis).
Pese a haber niño de por medio, gracias al guionista éste no tiene un papel más destacado, lo cual hay que aplaudir.
Los efectos digitales son bastante correctos, y no nos sacan de la narración recordándonos precisamente eso, que son digitales.
El final también me ha parecido bastante bueno, aunque quizás se solventa con demasiada celeridad.
Pese a su duración, es una película que no se hace pesada.
En definitiva, la considero una película más que recomendable que va a pasar a engrosar las filas de mi videoteca.

Me parece una película un tanto aburrida, falta de acción, o de aquello que todos descubrimos en "El padrino", una trama de hampones digna de verse. En este caso me parece descafeinada y sin demasiado interés.
Me quedo con la actuación de Gary Oldman, inconmensurable. Hay pocos actores capaces de hacer creíble su locura como él. También me ha gustado el capo italiano, con su seriedad y su interés porque no le falten al respeto.
El personaje femenino es frío, como le dicen en varias ocasiones, y Sean Penn hace un buen papel pese a que su personaje está falto de matices. Gary Oldman se lo come literalmente.
En general no me ha parecido una película con la que merezca perder el tiempo que se tarda en verla.