You must be a loged user to know your affinity with antonio lopez herraiz
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

7,3
4.625
8
17 de abril de 2022
17 de abril de 2022
Sé el primero en valorar esta crítica
Esto es lo que pasa cuando sientas catedra como
comediógrafo -¿aún se usa ese termino?-, lo que no es para menos cuando tu carrera se forja fogueándose -tanto la de Billy Wilder como la de su habitual Charles Brackett- al guión para Lubitsch ('Ninotchka', 'La octava mujer de Barbazul'): no hay terrenos vetados para el enredo romántico, ni siquiera dentro de la Alemania occidental de postguerra... la ocupada ampliamente por aliados europeo y estadounidenses. No obstante, el más caldeado de los frentes de batalla en el desarrollo de su rodaje fue el de apagar fuegos y limar las asperezas de una soliviantada rivalidad entre la ex estrella (Jean Arthur) semiretirada en su penúltimo trabajo y la ex estrella (Marlene Dietrich) que se encamina al albor de su crepúsculo profesional como una cantante de cabaret investigada por su presunta confraternización con nazis. Y lo cierto es que, en comparativa, es Arthur la que se lleva el gato al agua bordando el papel de una adorable Ninotchka de Iowa.
Entre la cabaretera Dietrich y la congresista norteamericana de Arthur a la que se le encomienda un informe sobre el estado de ánimo de las tropas, le corresponde a John Lund desempeñar de forma ladina el rol de entrometerse en fuego cruzado.
'Berlín Occidente' (1948, Billy Wilder) es un ejemplo formidable de cómo en la primera mitad del pasado siglo, desde cualquier premisa argumental, convertir en oro un triángulo amoroso era tan natural como respirar.
comediógrafo -¿aún se usa ese termino?-, lo que no es para menos cuando tu carrera se forja fogueándose -tanto la de Billy Wilder como la de su habitual Charles Brackett- al guión para Lubitsch ('Ninotchka', 'La octava mujer de Barbazul'): no hay terrenos vetados para el enredo romántico, ni siquiera dentro de la Alemania occidental de postguerra... la ocupada ampliamente por aliados europeo y estadounidenses. No obstante, el más caldeado de los frentes de batalla en el desarrollo de su rodaje fue el de apagar fuegos y limar las asperezas de una soliviantada rivalidad entre la ex estrella (Jean Arthur) semiretirada en su penúltimo trabajo y la ex estrella (Marlene Dietrich) que se encamina al albor de su crepúsculo profesional como una cantante de cabaret investigada por su presunta confraternización con nazis. Y lo cierto es que, en comparativa, es Arthur la que se lleva el gato al agua bordando el papel de una adorable Ninotchka de Iowa.
Entre la cabaretera Dietrich y la congresista norteamericana de Arthur a la que se le encomienda un informe sobre el estado de ánimo de las tropas, le corresponde a John Lund desempeñar de forma ladina el rol de entrometerse en fuego cruzado.
'Berlín Occidente' (1948, Billy Wilder) es un ejemplo formidable de cómo en la primera mitad del pasado siglo, desde cualquier premisa argumental, convertir en oro un triángulo amoroso era tan natural como respirar.
6
14 de marzo de 2022
14 de marzo de 2022
Sé el primero en valorar esta crítica
Llegamos a los 60. El genio chino del mal -aunque doctorado en universidades tan occidentales como los actores que lo interpretan- da de bruces con la era pop por antonomasia: si es que no lo había hecho ya de forma encubierta desde la identidad de un tal Dr. No con los rasgos de Joseph Wiseman en el nacimiento cinematográfico de 007.
Y puesto que amen de monstruo -desde el prisma psicológico, claro- hablamos de un icono de la cultura popular, ¿quién mejor para captar la atención del público yeyé que el rostro -orientalizado, pero reconocible- de quien ya ostentaba la identidad de ser el gran icono terrorífico? El conde Drac... perdón, Christopher Lee se erige como la elección más ambiciosa desde Boris Karloff para andar de nuevo a la bresca con su archienemigo, el agente de Scotland Yard Sir Nayland Smith (interpretado por un Nigel Green emulando en todo momento la expresión, la mirada y hasta en la forma de moverse a Peter Cushing)
¡Londres en peligro! Un pueblo entero envenenado, pétalos de amapola milagrosos, cadáveres en el Tamesis y las conspiraciones secretas de un enemigo que retorna de la muerte -en eso Christopher Lee sentó cátedra- para seguir alimentando la rivalidad entre el bien -gris, pomposo, estiradillo- y un villano megalómano que es más malo que la quina pero por el que es improbable no sentir fascinación cuando sentencia advirtiendo aquello de: "¡el mundo volverá a saber de mí!".
La maldad pura personificada en la más absoluta molonidad no podía perder la oportunidad de acoplarse a la edad de oro del espionaje de aventuras pulp a partir de 1962 (de sobra conocemos qué pasó ese año, ¿no?), o como mínimo lo hace en una recta final a la que antecede un grueso del relato ajustado prioritariamente al folletín policíaco.
Su nombre es Chu... ¡Fu Manchu! Y todo el mundo volvería a saber de él. Con Lee, para ser específicos, en cuatro más.
Pese a sus moderados aciertos un servidor que esto redacta se queda con Karloff.
Y puesto que amen de monstruo -desde el prisma psicológico, claro- hablamos de un icono de la cultura popular, ¿quién mejor para captar la atención del público yeyé que el rostro -orientalizado, pero reconocible- de quien ya ostentaba la identidad de ser el gran icono terrorífico? El conde Drac... perdón, Christopher Lee se erige como la elección más ambiciosa desde Boris Karloff para andar de nuevo a la bresca con su archienemigo, el agente de Scotland Yard Sir Nayland Smith (interpretado por un Nigel Green emulando en todo momento la expresión, la mirada y hasta en la forma de moverse a Peter Cushing)
¡Londres en peligro! Un pueblo entero envenenado, pétalos de amapola milagrosos, cadáveres en el Tamesis y las conspiraciones secretas de un enemigo que retorna de la muerte -en eso Christopher Lee sentó cátedra- para seguir alimentando la rivalidad entre el bien -gris, pomposo, estiradillo- y un villano megalómano que es más malo que la quina pero por el que es improbable no sentir fascinación cuando sentencia advirtiendo aquello de: "¡el mundo volverá a saber de mí!".
La maldad pura personificada en la más absoluta molonidad no podía perder la oportunidad de acoplarse a la edad de oro del espionaje de aventuras pulp a partir de 1962 (de sobra conocemos qué pasó ese año, ¿no?), o como mínimo lo hace en una recta final a la que antecede un grueso del relato ajustado prioritariamente al folletín policíaco.
Su nombre es Chu... ¡Fu Manchu! Y todo el mundo volvería a saber de él. Con Lee, para ser específicos, en cuatro más.
Pese a sus moderados aciertos un servidor que esto redacta se queda con Karloff.

5,0
728
7
11 de octubre de 2021
11 de octubre de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
Partiendo del hecho de que no estoy familiarizado ni iniciado en la franquicia agrupada bajo el epígrafe de 'Police Story' y que por ende desconozco en cuántas de sus entregas más retomaría Jackie Chan al mismo protagonista, creo que me ceñiré únicamente a lo que proporciona este ¿último? episodio de su antología policiaca estrenado hasta ahora -y al que aquí fatuamente se tituló de forma pragmática 'Acción Policial '-. He aquí un vehículo a la medida de su estrella -como ha de ser, por descontado- de los que sólo verás si son producciones de su país o tratándose (como no es éste el caso) de alguna coproducción americana al lado de Stanley Tong. No obstante, y al igual que la penúltima de las 'historias de polis' servida por Benny Chan en 2004 ('New Police Story') o la incursión de Jackie en la filmografía de Martin Campbell ('El Extranjero') al incombustible luchador borracho también le gusta dejar aparcada de tanto en cuando la comedia participando en thrillers de acción cuya espectacularidad física -sin ahorrar costes en pirotecnia- esté pareja a sus posibilidades dramáticas.
Un negociador de la policía traumatizado por la pérdida de su mujer. Un delincuente resentido por la de su hermana. Y un nutrido puñado de víctimas colaterales que son secuestradas dentro de una discoteca. Jackie Chan se contiene en las cucamonas de rigor empecinándose en demostrar que actuar no tiene por qué ser óbice para un crescendo de acción.
Otra muesca rescatable en su carrera contemporánea.
Un negociador de la policía traumatizado por la pérdida de su mujer. Un delincuente resentido por la de su hermana. Y un nutrido puñado de víctimas colaterales que son secuestradas dentro de una discoteca. Jackie Chan se contiene en las cucamonas de rigor empecinándose en demostrar que actuar no tiene por qué ser óbice para un crescendo de acción.
Otra muesca rescatable en su carrera contemporánea.

6,3
12.727
7
13 de agosto de 2021
13 de agosto de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
Lo cierto es que la conjetura que formulo a continuación podría extrapolarse de una forma pareja tanto al circulo de interés de los admiradores de Jason Statham como al de quienes todavía albergaban la esperanza (no infundada) de que Guy Ritchie fuese capaz de recuperar, en parte, el pulso violento, macarra y suburbano de sus comienzos. Y era de cajón suponer que, de suceder tal regresión, sea definitiva o no (posiblemente no, pero disfrutémosla mientras dure), al escocés le acompañara el que, además de un viejo compañero de farras, se ha embarcado, en dirección paralela al viraje palomitero experimentado por el director, dentro de un proceso análogo que le ha transformado en estrella del cine de acción. Lo que nos lleva a reconocer de antemano que ésta es la primera ocasión en que Statham es el que se lleva a Ritchie a su terreno, no al revés.
Porque tratándose de su cuarta (y penúltima) colaboración tras 'Snatch', 'Lock & Stock' o 'Revolver') da la casualidad de que 'Despierta la furia', ante todo, es la reunión entre dos encantadores garrulos brit retozando en adrenalina, plomo, crimen, la razonable ráfaga de humor negro, una somanta de hostias como panes y, en menor medida de lo que acostumbraron, personajes con la lengua demasiado sucia. Por el camino consiguen que a Scott Eastwood se le dé cada vez mejor demostrar que ha dejado de ser un simple enchufado. En la otra cara de la moneda, al pobre Josh Hartnett le toca conformarse con el único personaje irrelevante de la trama.
Un producto de acción y venganzas sin complicaciones. Y por si a alguien le pica la curiosidad, es un remake de la gala 'Le convoyeur' (2004, Nicolas Boukhrief).
Porque tratándose de su cuarta (y penúltima) colaboración tras 'Snatch', 'Lock & Stock' o 'Revolver') da la casualidad de que 'Despierta la furia', ante todo, es la reunión entre dos encantadores garrulos brit retozando en adrenalina, plomo, crimen, la razonable ráfaga de humor negro, una somanta de hostias como panes y, en menor medida de lo que acostumbraron, personajes con la lengua demasiado sucia. Por el camino consiguen que a Scott Eastwood se le dé cada vez mejor demostrar que ha dejado de ser un simple enchufado. En la otra cara de la moneda, al pobre Josh Hartnett le toca conformarse con el único personaje irrelevante de la trama.
Un producto de acción y venganzas sin complicaciones. Y por si a alguien le pica la curiosidad, es un remake de la gala 'Le convoyeur' (2004, Nicolas Boukhrief).

4,7
13.229
7
16 de julio de 2021
16 de julio de 2021
Sé el primero en valorar esta crítica
Faltaría a la verdad si digo que 'Alerta Máxima' recurre al cliché del cine de acción -y muy concretamente, el que encierra al héroe reparteyoyas en un lugar cerrado junto a un puñado de malosos- con un tipo en el lugar y momento equivocados. Y eso es, básicamente, porque para Steven Seagal no existen ni el momento ni el lugar equivocados para descoyuntar brazos.
Pero no me alejo tanto de la realidad si me apresuró a calificar su segunda y última colaboración con su descubridor -amén de inestimable pieza de la dirección del género en los 90- Andrew Davis, como el proyecto de envergadura más ambicioso de toda su filmografía.
Que no se me entienda mal, 'Alerta Máxima' continúa siendo un producto de vocación ahostiadora al 60 %. Pero ante todo es la aproximación de Seagal a la fórmula del espectaculo evasivo practicado por Warner Bros antes y después de los años 90. Y es, de forma irrefutable, el único trabajo de su principal protagonista tan abrumadoramente bien recibido tanto por el público como por la crítica especializada, ¡le gustó a Roger Ebert!
Aunque en justicia hay que repartir sus méritos nostálgicos entre el propio Seagal, una encantadora Erika Eleniak -a la que se le regalan diálogos tan prodigiosos como "¡yo apoyo al feminismo cuando me beneficia!" o "el sitio más seguro de este barco es tu espalda"-, un cabronazo -como siempre- y travestido -como nunca- Gary Busey y el hiperactivo Tommy Lee Jones (tal y como lo conocemos, al menos, en sus puntuales incursiones en el género).
Dicho lo cual, y sin más dilación... ¡Sed bienvenidos al USS Missouri! Nuestro chef, el suboficial Ryback, os ha preparado unas riquísimas galletas.
Pero no me alejo tanto de la realidad si me apresuró a calificar su segunda y última colaboración con su descubridor -amén de inestimable pieza de la dirección del género en los 90- Andrew Davis, como el proyecto de envergadura más ambicioso de toda su filmografía.
Que no se me entienda mal, 'Alerta Máxima' continúa siendo un producto de vocación ahostiadora al 60 %. Pero ante todo es la aproximación de Seagal a la fórmula del espectaculo evasivo practicado por Warner Bros antes y después de los años 90. Y es, de forma irrefutable, el único trabajo de su principal protagonista tan abrumadoramente bien recibido tanto por el público como por la crítica especializada, ¡le gustó a Roger Ebert!
Aunque en justicia hay que repartir sus méritos nostálgicos entre el propio Seagal, una encantadora Erika Eleniak -a la que se le regalan diálogos tan prodigiosos como "¡yo apoyo al feminismo cuando me beneficia!" o "el sitio más seguro de este barco es tu espalda"-, un cabronazo -como siempre- y travestido -como nunca- Gary Busey y el hiperactivo Tommy Lee Jones (tal y como lo conocemos, al menos, en sus puntuales incursiones en el género).
Dicho lo cual, y sin más dilación... ¡Sed bienvenidos al USS Missouri! Nuestro chef, el suboficial Ryback, os ha preparado unas riquísimas galletas.
Más sobre antonio lopez herraiz
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here