Aunque tiene un grupo de actores buenos, la película es un verdadero bodrio que quiere hacerle guiños a la filosofía y al psicoanálisis pero que se queda a gatas para postular una historia completa e impactante. Yo buscaba la forma de que lo que iba ocurriendo me cautivara más que la sola idea de que viniera de una obra de teatro, y no logré hallar nada como para hacer llamar la atención de nuevos espectadores. En otra de las críticas aquí compartidas, dice que se trata de una obra insípida, y es un adjetivo más que preciso para adjudicar a este filme.

Un filme singular. A mi juicio, superior incluso al reconocido Run, Lola, Run. Tiene el aire de una novela contemporánea, de esas alemanas que tanto me gustan, como si fuera un capítulo fantástico de David Safier.
La película se disfruta por partes, todo hay que decirlo. Se hace un poco extenso cuando los personajes persisten en sus virtudes y sus torpezas, pero es genial en su desenlace y en la maravilla visual que concede a quienes la disfrutamos.

Uno tendría que lamentar siempre que muchas cosas sean revividas mucho tiempo después de que han estado de moda. En este filme particular, reflexivo, crítico, agudo, revivo el recuerdo de una canción: el Pata-Pata de Miriam Makeba. Pero ¡cuánto desconocía yo detrás del simple hit de la artista! Como espectador, me veo sorprendido de todo cuanto pasa y de todo cuanto me pierdo. Por fortuna, existen documentales que reivindican el conocimiento y el viaje por la historia. Así es Mama África.

Here Comes The Boom es una particular comedia de superación. Sí, como un libro de esos que tanto vende, esta película sirve para promover valores de voluntad y de fuerza que, por qué no, muchas veces pueden llegar a hacernos falta. Así las cosas, este filme tiene una propuesta para llevar a la gente a pensarse en el pantano y en el fragor de la batalla cotidiana: el trabajo, las enemistades, el pasado, los desafíos que se atraviesan en el camino de la vida diaria. Estoy seguro de que es una película que gusta más de lo que la gente se atreve a reconocer, y que al hacerlo puede enfrentar realmente lo que significa una historia a la que se le acepta que está bien contada.

El mundo gira, esa ya es una obviedad para todos nosotros. No lo fue durante siglos. Recordemos la sentencia galileana de "Y sin embargo se mueve..." cuando la desventura lo llevaba a reducir sus teorías a nada porque "el mundo" pensante de entonces solo confiaba en que éramos el centro inmóvil del universo. El mundo gira y nos demuestra que en sus idas y vueltas puede pasar cualquier cosa, como que aparezca el arte urbano, fenómeno de creatividad extrema en el que la denuncia, los juegos de poder y la sátira pintan de colores las calles, edificios, andenes, techos, todo lo que se atraviese.
Este es un documental hecho desde ese mundo en movimiento, nada se sostiene, todos suben y todos bajan. ¡Excelente!