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5,5
2.749
8
30 de agosto de 2020
30 de agosto de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras el receso que le supuso en sus más profundas obsesiones la excelsa "Frantz" (2016), François Ozon vuelve por sus derroteros más habituales —y gratificantes, para que negarlo— con "El amante doble". Un genial thriller psicológico, de tintes eróticos, con una sólida Marine Vacth estirando —no se si voluntaria o involuntariamente— su personaje de "Joven y bonita" (2013) para obtener una inesperada prolongación de aquella gran obra. Y es que "El amante doble", según avanza, va adquiriendo además perversas tonalidades de película de terror con filia por lo onírico. Aquí la "Enemy" (2013) de Denis Villeneuve se fusiona con el body horror de David Cronenberg, y todo ello con ramalazos estéticos a lo Pedro Almodóvar.
Venero a Ozon, vaya eso por delante. Como devoto suyo siempre le he afeado al realizador francés cierta tendencia al altibajo narrativo. Con "El amante doble" enlaza ya dos obras sin ese insidioso lastre. Argumentalmente hablando esta adaptación de una novela de Joyce Carol Oates extiende sobre el tapete muchos hilos para entrelazar y, con el debido análisis en frío, es posible que no todos ellos acaben casando. A ello hay que sumarle los plot twist del tercer acto, que a mi me han funcionado. Ozon ha sido capaz de derribar mis posibles conjeturas sobre la trama con quiebros interesantes. Aunque la efectividad de lo anterior va supeditada al grado de conexión con la obra que seas capaz de alcanzar. Asumo que no a todo el mundo le funcionará igual. En fin, peajes asumibles en obras de la enjundia y el riesgo de "El amante doble" que yo he pagado con gusto. Una cinta en la que, además, François Ozon alcanza otro nivel en lo visual, otra virtud muy en la línea "Frantz".
En resumidas cuentas, "El amante doble" pasa a ocupar plaza entre lo mejor de François Ozon.
Venero a Ozon, vaya eso por delante. Como devoto suyo siempre le he afeado al realizador francés cierta tendencia al altibajo narrativo. Con "El amante doble" enlaza ya dos obras sin ese insidioso lastre. Argumentalmente hablando esta adaptación de una novela de Joyce Carol Oates extiende sobre el tapete muchos hilos para entrelazar y, con el debido análisis en frío, es posible que no todos ellos acaben casando. A ello hay que sumarle los plot twist del tercer acto, que a mi me han funcionado. Ozon ha sido capaz de derribar mis posibles conjeturas sobre la trama con quiebros interesantes. Aunque la efectividad de lo anterior va supeditada al grado de conexión con la obra que seas capaz de alcanzar. Asumo que no a todo el mundo le funcionará igual. En fin, peajes asumibles en obras de la enjundia y el riesgo de "El amante doble" que yo he pagado con gusto. Una cinta en la que, además, François Ozon alcanza otro nivel en lo visual, otra virtud muy en la línea "Frantz".
En resumidas cuentas, "El amante doble" pasa a ocupar plaza entre lo mejor de François Ozon.

4,6
17.952
6
30 de agosto de 2020
30 de agosto de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tendrá sus cosas buenas, reguleras y malas, como todo hijo de vecino en esta vida. Pero para defender "Megalodón", que a partir ahora pienso hacerlo, solo he necesitado ese momento en el que el bueno de Jason Statham parafrasea a la Dory de "Buscando a Nemo" (Andrew Stanton & Lee Unkrich, 2003) con el mantra aquel de: «Sigue nadando, sigue nadando». Nunca olvidéis ese mensaje a lo largo de vuestras vidas, niños. Y si lo dice tito Statham, menos.
Jon Turteltaub, ese maestro en entregar películas que solo reciben el calor del público una década después de estrenarse —sí, va por todos aquellos que llevan años pidiendo la tercera de "La búsqueda" (2004), pero poco abrieron la boca tras el lanzamiento de su segunda entrega en 2007— se pasa al cine de kaijus con "Megalodón". Una que enfrenta al actioner por excelencia, Jason Statham, contra un tiburón prehistórico de más de veinte metros. ¿Se puede pedir algo mas?… A ver, sí. Pero yo con eso voy más que servido.
Podríamos, por ejemplo, pedir un reparto de secundarios, no ya de clase A, pero si al menos de clase B, y no esa panda de sujetos que no sabemos de donde los han sacado. También podríamos pedir más cachondeo en la parte final —¡Ay esa sangre y violencia explícita que quitaron para hacer la peli más familiar!—. Derivado de esa etiqueta de cine para todos a la cinta le sobran esos momentos ñoños entre Statham, Li Bingbing y la niña que son de absoluta vergüenza ajena. Pero por lo demás he disfrutado este combate basado en la novela homónima de Steve Alten.
Y para finalizar, normalicemos considerar "Megalodón" superior a, por ejemplo: "Godzilla, rey de los monstruos" (Michael Dougherty, 2019). Y que no os intenten vender lo contrario.
Jon Turteltaub, ese maestro en entregar películas que solo reciben el calor del público una década después de estrenarse —sí, va por todos aquellos que llevan años pidiendo la tercera de "La búsqueda" (2004), pero poco abrieron la boca tras el lanzamiento de su segunda entrega en 2007— se pasa al cine de kaijus con "Megalodón". Una que enfrenta al actioner por excelencia, Jason Statham, contra un tiburón prehistórico de más de veinte metros. ¿Se puede pedir algo mas?… A ver, sí. Pero yo con eso voy más que servido.
Podríamos, por ejemplo, pedir un reparto de secundarios, no ya de clase A, pero si al menos de clase B, y no esa panda de sujetos que no sabemos de donde los han sacado. También podríamos pedir más cachondeo en la parte final —¡Ay esa sangre y violencia explícita que quitaron para hacer la peli más familiar!—. Derivado de esa etiqueta de cine para todos a la cinta le sobran esos momentos ñoños entre Statham, Li Bingbing y la niña que son de absoluta vergüenza ajena. Pero por lo demás he disfrutado este combate basado en la novela homónima de Steve Alten.
Y para finalizar, normalicemos considerar "Megalodón" superior a, por ejemplo: "Godzilla, rey de los monstruos" (Michael Dougherty, 2019). Y que no os intenten vender lo contrario.

6,3
18.887
8
18 de agosto de 2020
18 de agosto de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Y así, queridos niños, es como Max Rockatansky empezó en esto del octanaje. Luego pasó lo que pasó, pero "Locke" fue el origen de todo. Ni un desastre nuclear, ni una pandemia global, ni nada de todo eso que todos imaginábamos. Una canita al aire, eso es lo que prendió la mecha del caos.
Fuera bromas, estoy a muerte con "Locke". Un Steven Knight al que le va la marcha transforma, un culebrón venezolano de tomo y lomo, en algo, quizás no extraordinario, pero si al menos muy diferente. Y no conformándose con eso nos convierte además en expertos en cemento.
Ivan Locke lleva una buena vida, tiene una buena familia y un buen trabajo en el que es valorado. Pero una llamada está a punto de dar un vuelco a su existencia. Y hasta aquí puedo leer. Así desarrolla Steven Knight este atípico thriller que se sustenta en tres pilares fundamentales: una firme realización, con un Knight al que no le tiembla el pulso, dada además la dificultad de desarrollar toda la historia en un único espacio; un sólido montaje, como perfecta mano armada de la realización; y, por descontado, un Tom Hardy estupendo.
No pienso negar que, hasta cierto punto, "Locke" sea un reto. Pero uno que no voy a olvidar.
Fuera bromas, estoy a muerte con "Locke". Un Steven Knight al que le va la marcha transforma, un culebrón venezolano de tomo y lomo, en algo, quizás no extraordinario, pero si al menos muy diferente. Y no conformándose con eso nos convierte además en expertos en cemento.
Ivan Locke lleva una buena vida, tiene una buena familia y un buen trabajo en el que es valorado. Pero una llamada está a punto de dar un vuelco a su existencia. Y hasta aquí puedo leer. Así desarrolla Steven Knight este atípico thriller que se sustenta en tres pilares fundamentales: una firme realización, con un Knight al que no le tiembla el pulso, dada además la dificultad de desarrollar toda la historia en un único espacio; un sólido montaje, como perfecta mano armada de la realización; y, por descontado, un Tom Hardy estupendo.
No pienso negar que, hasta cierto punto, "Locke" sea un reto. Pero uno que no voy a olvidar.

5,4
18.470
6
8 de julio de 2020
8 de julio de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras el pelotazo "Venganza" (Pierre Morel, 2008), y siendo además un producto de la «escuela Besson», el asunto no podía quedarse en una sola y aislada película. Tenía que haber más dosis del iracundo e imparable Bryan Mills moviendo cielo y tierra para poner las cosas en su sitio. Y así llegó "Venganza (Conexión Estambul)", una secuela notablemente inferior, aunque no por ello menos disfrutable, en la que Olivier Megaton reemplazó a Pierre Morel en la dirección.
El mayor punto flaco de "Venganza (Conexión Estambul)" es que pierde mucha contundencia respecto de su descarnada predecesora. Aquí el bueno de Liam Neeson es menos bruto, menos cazurro, y eso le resta mucho disfrute al producto. Un hecho derivado seguramente de dejar el timón de la trama sobre los hombros de Maggie Grace en demasiados momentos del metraje.
Al margen de ello creo que "Venganza (Conexión Estambul)" posee una de las más brillantes ideas para una secuela vistas jamás. Los familiares de todos los masacrados por Neeson en "Venganza" se unen, cual asociación de víctimas de turno, e inician represalias contra este y su familia en plenas vacaciones por Turquía. La idea me parece de Pulitzer.
En definitiva, "Venganza (Conexión Estambul)" se puede disfrutar aun siendo inferior.
El mayor punto flaco de "Venganza (Conexión Estambul)" es que pierde mucha contundencia respecto de su descarnada predecesora. Aquí el bueno de Liam Neeson es menos bruto, menos cazurro, y eso le resta mucho disfrute al producto. Un hecho derivado seguramente de dejar el timón de la trama sobre los hombros de Maggie Grace en demasiados momentos del metraje.
Al margen de ello creo que "Venganza (Conexión Estambul)" posee una de las más brillantes ideas para una secuela vistas jamás. Los familiares de todos los masacrados por Neeson en "Venganza" se unen, cual asociación de víctimas de turno, e inician represalias contra este y su familia en plenas vacaciones por Turquía. La idea me parece de Pulitzer.
En definitiva, "Venganza (Conexión Estambul)" se puede disfrutar aun siendo inferior.
4
17 de abril de 2020
17 de abril de 2020
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La experiencia "Desaparecidos sin rastro" no ha sido tan 'mala' como ese dañino 2'2 en FilmAffinity vaticinaba. Qué no es poco. ¿Masoquista yo?… ¡No!, qué va. Devoto de la Iglesia del Nic Cage del gran poder.
Verdad innegable que "Desaparecidos sin rastro", nueva adaptación de la novela de Tim LaHaye y Jerry B. Jenkins inspirada en la profecía bíblica, ahora con el habitual de la segunda unidad Vic Armstrong a los mandos, parece más producto de unos incompetentes emulando a pequeña escala el cine de Roland Emmerich, sin saber siquiera lo que es, que otra cosa. Y todo ello con esa televisiva y desfasada estética a lo "Walker Texas Ranger", solo que sustituyendo a Chuck Norris por el omnipresente Nicolas Cage. Pero bueno, al final no me ha salido una úlcera ni nada por el estilo por ver este subproducto. Cosa que casi esperaba viendo vuestro dramatismo. Al final "Desaparecidos sin rastro" no va directa a mi lista de peores películas de la historia del cine, para nada premio menor visto lo visto.
Qué una cosa niños. Si queréis acercaros al archiconocido rapto bíblico de manera infinitamente más potable, recuperad la estupenda "Juerga hasta el fin" (Seth Rogen & Evan Goldberg, 2013). Y sin mojigaterias cristianas bienintencionadas de esas que avergonzarían hasta al mayor de los beatos.
Verdad innegable que "Desaparecidos sin rastro", nueva adaptación de la novela de Tim LaHaye y Jerry B. Jenkins inspirada en la profecía bíblica, ahora con el habitual de la segunda unidad Vic Armstrong a los mandos, parece más producto de unos incompetentes emulando a pequeña escala el cine de Roland Emmerich, sin saber siquiera lo que es, que otra cosa. Y todo ello con esa televisiva y desfasada estética a lo "Walker Texas Ranger", solo que sustituyendo a Chuck Norris por el omnipresente Nicolas Cage. Pero bueno, al final no me ha salido una úlcera ni nada por el estilo por ver este subproducto. Cosa que casi esperaba viendo vuestro dramatismo. Al final "Desaparecidos sin rastro" no va directa a mi lista de peores películas de la historia del cine, para nada premio menor visto lo visto.
Qué una cosa niños. Si queréis acercaros al archiconocido rapto bíblico de manera infinitamente más potable, recuperad la estupenda "Juerga hasta el fin" (Seth Rogen & Evan Goldberg, 2013). Y sin mojigaterias cristianas bienintencionadas de esas que avergonzarían hasta al mayor de los beatos.
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