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Críticas ordenadas por utilidad
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5,3
256
4
29 de noviembre de 2015
29 de noviembre de 2015
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
La carga es una cinta de carácter histórico ambientada en el siglo XVI que cuenta una historia de rebelión indígena contra el poder español en forma de una curiosa road movie.
La carga se sitúa en 1547 cuando Francisco Tenamaztle (personaje histórica real que defendió a los indígenas de la opresión española) va a ser ejecutado injustamente por la corona española, sólo un testimonio, el de una refinada dama española interpretada por María Valverde, podrá salvarle la vida en el juicio.
La propia María Valverde será La carga en esta película en el que un indio tememe la transportará a su espalda en busca de un barco que la lleve con seguridad hasta el viejo mundo para poder declarar en el juicio. Mientras, otros tratan de buscarla y retenerla para que no lo haga.
La historia, con sus alicientes de persecución, amor, conspiraciones, damiselas engalanadas e indios musculados, fue muy del agrado de los onubenses que le otorgaron el premio del público con sus votaciones después de cada proyección.
Sin embargo, esta Road Movie con la joven Valverde a cuestas de un fornido Horacio García-Rojas, no pasa la criba de una crítica más audaz. Guión simplificado y basado en clichés, personajes estereotipados, acciones forzadas buscando el efectismo y la complicidad con el público, amén de unas interpretaciones volátiles y poco convincentes como los personajes a los que pretenden honrar, convierten a la carga en la que probablemente haya sido la peor película de las 10 de la sección oficial del Festival de Cine Iberoamericano.
A la coproducción México-hispana le queda el consuelo de buscar la taquilla para lo cual cuenta con el tirón de una María Valverde que aunque no está en su mejor papel, luce belleza en pantalla y se mantiene así como una de las actrices con más proyección del panorama interpretativo español.
Si hay algo que se salva en la película, nuevamente es la ambientación. Trajes de época muy bien adaptados, poblados indígenas infestos, centros palaciegos muestras del poder español que se levantan como símbolo del colonialismo… Al menos, parece que estos detalles si están cuidados en una cinta que trata de poner el siglo XVI americano en la mente del espectador. La imbricación de la historia con personajes reales como el mencionado guerrero indígena Francisco Tenamatzle o Fray Bartolomé de la casas, también sirven para tratar de dar credibilidad y sentido común a la historia y acercar las aventuras de esta singular pareja en su travesía por los páramos americanos.
Incluso, el guiño de respetar el idioma náthuatl en algunas escenas entre los indios, es un detalle a agradecer para ahondar en la verosimilitud de una historia que, necesita de estos trucos para tener un desarrollo más acorde a la lógica.
http://www.viveiberoamerica.com/la-carga-road-movie-a-cuestas/
@iberoamericavi
La carga se sitúa en 1547 cuando Francisco Tenamaztle (personaje histórica real que defendió a los indígenas de la opresión española) va a ser ejecutado injustamente por la corona española, sólo un testimonio, el de una refinada dama española interpretada por María Valverde, podrá salvarle la vida en el juicio.
La propia María Valverde será La carga en esta película en el que un indio tememe la transportará a su espalda en busca de un barco que la lleve con seguridad hasta el viejo mundo para poder declarar en el juicio. Mientras, otros tratan de buscarla y retenerla para que no lo haga.
La historia, con sus alicientes de persecución, amor, conspiraciones, damiselas engalanadas e indios musculados, fue muy del agrado de los onubenses que le otorgaron el premio del público con sus votaciones después de cada proyección.
Sin embargo, esta Road Movie con la joven Valverde a cuestas de un fornido Horacio García-Rojas, no pasa la criba de una crítica más audaz. Guión simplificado y basado en clichés, personajes estereotipados, acciones forzadas buscando el efectismo y la complicidad con el público, amén de unas interpretaciones volátiles y poco convincentes como los personajes a los que pretenden honrar, convierten a la carga en la que probablemente haya sido la peor película de las 10 de la sección oficial del Festival de Cine Iberoamericano.
A la coproducción México-hispana le queda el consuelo de buscar la taquilla para lo cual cuenta con el tirón de una María Valverde que aunque no está en su mejor papel, luce belleza en pantalla y se mantiene así como una de las actrices con más proyección del panorama interpretativo español.
Si hay algo que se salva en la película, nuevamente es la ambientación. Trajes de época muy bien adaptados, poblados indígenas infestos, centros palaciegos muestras del poder español que se levantan como símbolo del colonialismo… Al menos, parece que estos detalles si están cuidados en una cinta que trata de poner el siglo XVI americano en la mente del espectador. La imbricación de la historia con personajes reales como el mencionado guerrero indígena Francisco Tenamatzle o Fray Bartolomé de la casas, también sirven para tratar de dar credibilidad y sentido común a la historia y acercar las aventuras de esta singular pareja en su travesía por los páramos americanos.
Incluso, el guiño de respetar el idioma náthuatl en algunas escenas entre los indios, es un detalle a agradecer para ahondar en la verosimilitud de una historia que, necesita de estos trucos para tener un desarrollo más acorde a la lógica.
http://www.viveiberoamerica.com/la-carga-road-movie-a-cuestas/
@iberoamericavi

8,3
22.361
5
1 de agosto de 2012
1 de agosto de 2012
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
He aquí una de esas escasas obras sin la cual el cine de hoy no sería el mismo. En los albores del cine sonoro, Fritz Lang consiguió hacer la primera película que utilizaba el sonido con sentido narrativo y, especialmente el silencio en contraposición al primero. Película con un guión fuerte, con intriga que mantiene la identidad del asesino oculta durante gran parte del metraje, (no así su sombra al más puro estilo expresionista) cuando el silbido lo delata por fin. Goza de algunas escenas memorables hechas en su gran mayoría con el recurso del fuera de campo, sin decir nada nos lo cuenta todo, con imágenes poderosísimas visualmente (un plato vacío, un globo enredado en unos cables eléctricos) aunque especialmente el juicio paralelo que le prepara lo peor de la sociedad y donde se ven las magníficas dotes interpretativas de Peter Lorre, logrando incluso que el espectador llegue a tener cierta empatía con un asesino de niñas.
Gran parte del valor de la película se de debe también al montaje, sorprendente para el año 1931, la película sugiere es reflexiva e inquieta al espectador con un ritmo adecuado, que no envidia nada al de los thrillers actuales, y sobre todo es capaz de bucear en los oscuros rincones de un psicópata y extraer su personalidad, muy ambigua, nada maniquea y bastante esclarecedora.
Si tiene algunos problemas propios de su edad, nadie dijo que inventar la narrativa en el cine fuera fácil y aquí Lang comete algunos ‘pecadillos’, diálogos breves y abruptos, alguna escena-florero, un mal uso de las elipsis, pero en definitiva producto de un estilo de cine que estaba en pañales y que no empañan una gran obra.
http://palomitasconchoco.wordpress.com
Gran parte del valor de la película se de debe también al montaje, sorprendente para el año 1931, la película sugiere es reflexiva e inquieta al espectador con un ritmo adecuado, que no envidia nada al de los thrillers actuales, y sobre todo es capaz de bucear en los oscuros rincones de un psicópata y extraer su personalidad, muy ambigua, nada maniquea y bastante esclarecedora.
Si tiene algunos problemas propios de su edad, nadie dijo que inventar la narrativa en el cine fuera fácil y aquí Lang comete algunos ‘pecadillos’, diálogos breves y abruptos, alguna escena-florero, un mal uso de las elipsis, pero en definitiva producto de un estilo de cine que estaba en pañales y que no empañan una gran obra.
http://palomitasconchoco.wordpress.com

6,6
10.035
4
31 de julio de 2012
31 de julio de 2012
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Demasiado sencilla para las verdaderas complejidades y dimensiones que podría abordar el guion, trata de explicar con un humor llano y carente de estridencias, las diferencias de dos mundos que, axiomas aparte, todo el mundo sabe que son diferentes. Los rasgos cómicos en los personajes y su excesiva teatralización restan fuerza a un guion que no obstante deja algunos buenos sabores de boca. Cuenta con una certera crítica al capitalismo en el propio guión, ya que el símbolo de una botella de Coca-Cola, que los nativos creen que es un regalo de los dioses, genera todo tipo de conflictos en la tranquila vida de estos hombres.
http://palomitasconchoco.wordpress.es
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4
30 de julio de 2012
30 de julio de 2012
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Película familiar, sensiblera, poco atrevida, nada profunda, que apenas araña un retazo complicado como el de la segunda guerra mundial y la persecución de los judios, basando la película en un simple juego de niños, transformándola más en una cinta para los pequeños de la casa, que en una denuncia social, que apenas aparece, pese a lo agrio del tema de transfondo.
Como ya ocurriera en El niño del Pijama de Rayas o La Vida es Bella, ver el conflicto de la mano de un niño, puede ayudar a disimular y dificultar la dureza, los ojos inocentes esconden la crudeza, pero la muestran y enseñan sobre ella, no es el caso, aquí el conflicto apenas aparece, todo es dulcificación, la guerra es una trama secundaria y la principal es el juego de los niños a la guerra cuyo botín son los botones de camisas y pantalones de los integrantes del otro bando, de ahí el nombre de la película.
Toneladas de almíbar, eso es lo que encontrará en una película muy apta para ver en familia pero sin el mayor interés narrativo, con una puesta en escena acartonada, una trama que no avanza porque tampoco da para mucho más (es un juego entre niños tampoco se puede esperar mucho más) y dónde las tramas secundarias (la resistencia de la izquierda francesa al dominio nazi, la persecución contra una niña judía, o la historia de amor entre el profesor y una vieja ‘amiga’ que llega al pueblo, están absolutamente desaprovechadas en función de dosificar más azúcar y estereotipar los momentos no vaya a ser que alguien se sienta molesto. El resultado final es algo bastante artificial, aunque al fin y al cabo bastante agradable e incluso entretenido, aceptable si no se le quiere exigir más a una película, ideal si la quiere ver con su hijo sin necesidad de que usted se aburra.
En el plano técnico cuenta con una bastante aceptable fotografía, aunque en realidad los paisajes resultan demasiado bucólicos, sacados de una postal impresionista, poco originales pero bellos al fin y al cabo.
Y como no también cuenta con el personaje encantador y dicharachero de poca edad que pone la nota de humor (otro topicazo) y que es la portada del cartel de la película pese a que su relevancia en la trama es nula y su personaje es de bufón dentro del grupo.
En fin, de escasa veracidad histórica y sin ninguna intención de análisis la película no tiene otra intención que la de entretener, enternecer al público con diversas escenas (los niños nunca fallan y ablandar un poco el corazón… No es mucho, pero al menos pasará un buen rato.
Como ya ocurriera en El niño del Pijama de Rayas o La Vida es Bella, ver el conflicto de la mano de un niño, puede ayudar a disimular y dificultar la dureza, los ojos inocentes esconden la crudeza, pero la muestran y enseñan sobre ella, no es el caso, aquí el conflicto apenas aparece, todo es dulcificación, la guerra es una trama secundaria y la principal es el juego de los niños a la guerra cuyo botín son los botones de camisas y pantalones de los integrantes del otro bando, de ahí el nombre de la película.
Toneladas de almíbar, eso es lo que encontrará en una película muy apta para ver en familia pero sin el mayor interés narrativo, con una puesta en escena acartonada, una trama que no avanza porque tampoco da para mucho más (es un juego entre niños tampoco se puede esperar mucho más) y dónde las tramas secundarias (la resistencia de la izquierda francesa al dominio nazi, la persecución contra una niña judía, o la historia de amor entre el profesor y una vieja ‘amiga’ que llega al pueblo, están absolutamente desaprovechadas en función de dosificar más azúcar y estereotipar los momentos no vaya a ser que alguien se sienta molesto. El resultado final es algo bastante artificial, aunque al fin y al cabo bastante agradable e incluso entretenido, aceptable si no se le quiere exigir más a una película, ideal si la quiere ver con su hijo sin necesidad de que usted se aburra.
En el plano técnico cuenta con una bastante aceptable fotografía, aunque en realidad los paisajes resultan demasiado bucólicos, sacados de una postal impresionista, poco originales pero bellos al fin y al cabo.
Y como no también cuenta con el personaje encantador y dicharachero de poca edad que pone la nota de humor (otro topicazo) y que es la portada del cartel de la película pese a que su relevancia en la trama es nula y su personaje es de bufón dentro del grupo.
En fin, de escasa veracidad histórica y sin ninguna intención de análisis la película no tiene otra intención que la de entretener, enternecer al público con diversas escenas (los niños nunca fallan y ablandar un poco el corazón… No es mucho, pero al menos pasará un buen rato.
6
26 de noviembre de 2015
26 de noviembre de 2015
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
El escenario de El destierro configura por si mismo gran parte de una película inesperada y valiente que suple con buenos personajes, un guión exigente y dosis de imaginación sus carencias presupuestarias.
El destierro es la historia de un trío sentimental forzado por las circunstancias de la guerra civil en un paraje inhóspito de la Sierra de Guadarrama. Un joven soldado convencido del régimen franquista, otro que combate junto a él pero al que pudieron más las circunstancias que la ideología y una bella e idealista polaca perteneciente al bando republicano terminan por convivir en un lugar perdido de la mano de Dios, en el que el frío se expresa con toda su crueldad y que será a la vez un castigo y un refugio para su extraña relación.
El trío imposible surge en esta película gracias a un potente trabajo de guión vinculado especialmente a la construcción de los personajes. Durante sus 87 minutos de metraje veremos a personajes perfectamente definidos , con todas sus aristas y con una clara evolución en todos ellos que les lleva casi a converger. Mientras la guerra los hace más irascibles y desconfiados, mientras la cercanía de las bombas desata sus peores instintos, el amor los hará más humanos.
Junto a estos tres hay un personaje invisible que se gana su propio peso en la película, el páramo inhóspito donde se lleva a cabo el destierro. Su presencia a través de los soplidos del viento, de la nieve desbrozando la vida, de la claustrofóbica visión del minúsculo fortín empedrado en el que tienen que convivir, condiciona sobremanera las vidas de los tres habitantes y se hace indispensable para el filme. Su logro está en mantener importancia a través de una bella fotografía y unos efectos de sonido que nos alertan de que la ‘nada’ está siempre acechando a los personajes. Al igual que Teo, Silverio y Chlóe, el paraje evolucionará progresivamente con un clima más cálido cuando se acerca la primavera.
Sí que es cierto que, aunque el peso de la película se basa en un guión que cuida muy bien a los personajes, hay ciertas partes de la historia que chirrían más. La evolución individual de cada uno de los personajes parece natural y sólida, pero la acción conjunta de los tres en el todo de la narración se torna más artificial, dejando algunas dudas sobre las acciones que terminan llevando a cabo los personajes. El final resulta especialmente decepcionante con un giro de guión previo poco asumible. De hecho, cuanta menos acción refleja la película más intensa en emociones y en credibilidad resulta.
Del mismo modo, al trío protagonista se le puede entrever un buen futuro en el arte de la interpretación, pero a todos ellos se les nota alguna falta de rodaje que a buen seguro será superada conforme se vayan desarrollando sus carreras. Hay materia prima actoral, pero estos complejos papeles requerían más expresividad en algunas escenas.
El primer largometraje de Arturo Ruiz Serrano, se dibuja así como un prometedor debut, espléndido en algunos aspectos y que en otros peca más de inexperiencia que de incapacidad por lo que habrá que estar atentos a futuros trabajos de este guionista que ha sabido extraer lo mejor de unos personajes realmente brillantes.
http://www.viveiberoamerica.com/el-destierro-multitud-en-la-nada/
@iberoamericavi
El destierro es la historia de un trío sentimental forzado por las circunstancias de la guerra civil en un paraje inhóspito de la Sierra de Guadarrama. Un joven soldado convencido del régimen franquista, otro que combate junto a él pero al que pudieron más las circunstancias que la ideología y una bella e idealista polaca perteneciente al bando republicano terminan por convivir en un lugar perdido de la mano de Dios, en el que el frío se expresa con toda su crueldad y que será a la vez un castigo y un refugio para su extraña relación.
El trío imposible surge en esta película gracias a un potente trabajo de guión vinculado especialmente a la construcción de los personajes. Durante sus 87 minutos de metraje veremos a personajes perfectamente definidos , con todas sus aristas y con una clara evolución en todos ellos que les lleva casi a converger. Mientras la guerra los hace más irascibles y desconfiados, mientras la cercanía de las bombas desata sus peores instintos, el amor los hará más humanos.
Junto a estos tres hay un personaje invisible que se gana su propio peso en la película, el páramo inhóspito donde se lleva a cabo el destierro. Su presencia a través de los soplidos del viento, de la nieve desbrozando la vida, de la claustrofóbica visión del minúsculo fortín empedrado en el que tienen que convivir, condiciona sobremanera las vidas de los tres habitantes y se hace indispensable para el filme. Su logro está en mantener importancia a través de una bella fotografía y unos efectos de sonido que nos alertan de que la ‘nada’ está siempre acechando a los personajes. Al igual que Teo, Silverio y Chlóe, el paraje evolucionará progresivamente con un clima más cálido cuando se acerca la primavera.
Sí que es cierto que, aunque el peso de la película se basa en un guión que cuida muy bien a los personajes, hay ciertas partes de la historia que chirrían más. La evolución individual de cada uno de los personajes parece natural y sólida, pero la acción conjunta de los tres en el todo de la narración se torna más artificial, dejando algunas dudas sobre las acciones que terminan llevando a cabo los personajes. El final resulta especialmente decepcionante con un giro de guión previo poco asumible. De hecho, cuanta menos acción refleja la película más intensa en emociones y en credibilidad resulta.
Del mismo modo, al trío protagonista se le puede entrever un buen futuro en el arte de la interpretación, pero a todos ellos se les nota alguna falta de rodaje que a buen seguro será superada conforme se vayan desarrollando sus carreras. Hay materia prima actoral, pero estos complejos papeles requerían más expresividad en algunas escenas.
El primer largometraje de Arturo Ruiz Serrano, se dibuja así como un prometedor debut, espléndido en algunos aspectos y que en otros peca más de inexperiencia que de incapacidad por lo que habrá que estar atentos a futuros trabajos de este guionista que ha sabido extraer lo mejor de unos personajes realmente brillantes.
http://www.viveiberoamerica.com/el-destierro-multitud-en-la-nada/
@iberoamericavi
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