Si en la sinopsis ya te dicen que es "Transporter con una mujer como protagonista" te puedes ir haciendo a la idea de que no va a dar para mucho. Y así es.

Las escenas de acción están a años luz de nada que haya hecho Jason Statham, el argumento es mononeuronal, cada vez que la protagonista habla parece una imitación de John McClain y Rambo, los villanos son completamente indefinidos e intercambiables, los cambios de localización continuos entre NYC y Londres son innecesarios...

Le doy un 2 en lugar de un 1 porque al menos no se ha subido a la moda de intentar hacemos creer que una chica delgadita le puede zurrar a un bigardo de 2 metros y 110Kg como si nada.

Resulta como un episodio larguísimo del reality/documental "Crímenes Imperfectos". Me ha parecido un poco bodrio porque por intentar ser fiel a la historia prescinde de elementos muy importantes para construir la tensión (persecuciones, que el malo se te escape, que maten al perro del protagonista, etc.)... sinceramente, me esperaba algo más digno viniendo de Fincher, pero claro, no va a rodar Seven dos veces.

Si la gente va a al cine es porque la vida real es aburrida, no nos des más de lo mismo.

Mezcla Kickboxer con Sensación de Vivir y tienes esto. Como mucho, un Karate Kid con algo de sangre (y maestro afroamericano en lugar de oriental). Eso sí, la música no está mal.

Para ver una buena película de artes marciales, mejor Ong Bak, por ejemplo.

Lo único que la salva de tener un 1 (desde mi punto de vista, claro) es que hay muchas tías macizas en bikini, y eso siempre da puntos.

Por lo demás, ¿qué te puedes esperar de una película basada en un videojuego de lucha? Después de "Mortal Kombat" y "Street Fighter" (que además tenían un trasfondo de cómics importante de donde sacar material) ya teníamos claro que los juegos de lucha no eran un filón para hacer cine de calidad.

Pese a todo, uno le puede dar una oportunidad a esta película porque al fin y al cabo está dirigida por Corey Yuen, que de darle profundidad a los personajes no sabrá, pero de coreografías de artes marciales ha demostrado que entiende un rato, como pudimos comprobar en "Transporter".

Eso sí, si la película tenía algún argumento a parte de "hay un torneo y vamos a darnos de hostias porque sí", hoy ya ni me acuerdo. De hecho, creo recordar que la vi en alemán sin tener ni papa y no lo noté lo más mínimo.

"Ferris Bueller's Day Off" es una chorrada de película, pero ha trascendido a la categoría de culto... ¡Y no lo veo mal, porque el mundo también necesita chorradas de vez en cuando!

Creo que lo peor de la película es el personaje de Ferris. Pretenden mostrarlo como un gamberro adorable y encantador, pero es muy hostiable. Funciona en el cine, pero en el fondo es el amigo listillo y tocahuevos que nadie querría tener. Pese a ello, marcó una tendencia y se ve una clara influencia suya en personajes como Zack Morris o Parker Lewis.

Puso de moda romper la cuarta pared, hasta el punto en que ahora no recuerdo en qué película alguien se gira a hablar con la cámara y otro personaje le reprocha "eh, estás haciendo un Ferris Bueller??" O el mismísimo Deadpool en albornoz durante los post créditos.

La otra gran contribución es popularizar el tema "Oh Yeah!". Canción chorra donde las haya, pero ya asociada para siempre a pasar un buen rato gracias a esta película (¡y Duffman!).

No sé si el chiste de "Todo el mundo conoce al Choflas" se inspiró en esta película, pero si así fue, bienvenido sea.

Mención especial al papelón de Jeffrey Jones. Un buen villano siempre eleva al protagonista y creo que gran parte del mérito aquí es suyo.

En resumen, es una peli ochentera a más no poder que se deja ver casi cuarenta años después.