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Críticas ordenadas por utilidad
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7,1
14.972
5
4 de abril de 2015
4 de abril de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tiene cosas buenas, una de ellas es que me parece la película de Hitchcock con la fotografía más atractiva hasta ese momento, por fin los exteriores se convierten el escenario fundamental de la película, ya Hitchcock solía sentir un mayor cariño por los frios interiores. Quizás el salir a la calle y el mostrar una fotografía con colores más vivos se deba a que todo lo que ocurre es en Francia, y que ahí el entorno es muy diferente a los Estados Unidos, convirtiendo las orillas del Mediterraneo en un personaje más.
Cómo en tantas otras de este director los diálogos me parecen pésimos, los personajes hablan cómo personajes de una película y no cómo personas reales, pero bueno, eso no es sólo cosa de Hitchcock, sólo algunos pocos como Billy Wilder o Mankiewicz fueron diferentes en ese sentido, es lo que tiene el mundo de los sueños de Hollywood.
Cary Grant no convence, es un personaje que no se funde con su entorno, demasiado extranjero y diferente aunque se nos quiera hacer pensar lo contrario.
Grace Kelly realiza su mejor papel con Hitchcock, uno de los motivos es porque su personaje es muy convincente con su persona, otra que tiene un poco que ver es por algo que dijo Hitchcock a Truffaut, en las entrevistas con el francés le contó que actrices como Marilyn Monroe o Brigitte Bardot no le gustaban porque no tenían una sexualidad que crease suspense. Es decir, que actrices como ellas transmitían una sexualidad implícita que rompía con el suspense de saber si son o no propensas a acostarse con el hombre que aparece en la película.
Grace Kelly le gustaba porque no es una actriz sexual, es una actriz recatada, elegante, y con ella podía crear situaciones sorprendentes como las que aparecen en esta película, siendo un personaje que busca en todo momento acostarse con Cary Grant, aunque después con los demás aparente ser "virginal".
Una de los mayores defectos que tiene esta película es que busca parecer francesa siendo muy estadounidense, eso consigue crear una especie de ambiente “guiri” recurriendo a muchos tópicos sobre los franceses y sin saber si los personajes son americanos, franceses o sevillanos.
Cómo en tantas otras de este director los diálogos me parecen pésimos, los personajes hablan cómo personajes de una película y no cómo personas reales, pero bueno, eso no es sólo cosa de Hitchcock, sólo algunos pocos como Billy Wilder o Mankiewicz fueron diferentes en ese sentido, es lo que tiene el mundo de los sueños de Hollywood.
Cary Grant no convence, es un personaje que no se funde con su entorno, demasiado extranjero y diferente aunque se nos quiera hacer pensar lo contrario.
Grace Kelly realiza su mejor papel con Hitchcock, uno de los motivos es porque su personaje es muy convincente con su persona, otra que tiene un poco que ver es por algo que dijo Hitchcock a Truffaut, en las entrevistas con el francés le contó que actrices como Marilyn Monroe o Brigitte Bardot no le gustaban porque no tenían una sexualidad que crease suspense. Es decir, que actrices como ellas transmitían una sexualidad implícita que rompía con el suspense de saber si son o no propensas a acostarse con el hombre que aparece en la película.
Grace Kelly le gustaba porque no es una actriz sexual, es una actriz recatada, elegante, y con ella podía crear situaciones sorprendentes como las que aparecen en esta película, siendo un personaje que busca en todo momento acostarse con Cary Grant, aunque después con los demás aparente ser "virginal".
Una de los mayores defectos que tiene esta película es que busca parecer francesa siendo muy estadounidense, eso consigue crear una especie de ambiente “guiri” recurriendo a muchos tópicos sobre los franceses y sin saber si los personajes son americanos, franceses o sevillanos.

5,4
3.524
7
30 de marzo de 2015
30 de marzo de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Por lo que he podido leer, parece que con esta película ocurre lo mismo que con todas las adaptaciones de novelas, que muchos se quejan de su fidelidad y de no entenderse si no la has leído, yo sin haberla leído pienso que todo está muy claro, precisamente me parece la película ‘mejor contada’ de todas las de Tran Anh Hung.
Hay tres cosas que ya hacen que “Norwegian wood” valga la pena. Una es la intepretación de Ken’ichi Matsuyama encarnando a Toru Watanabe, el protagonista del film, que está fantástico. Otra es la banda sonora de Jonny Greenwood, guitarista de Radiohead, y que para mí junto a la de “I come with the rain” es la mejor banda sonora que se escucha en una obra de Tran Anh Hung. Por último la fotografía a cargo del gran Mark Lee Ping-Bin, sobre todo porque es la primera vez que me parece que una película de Tran Anh Hung tiene un aspecto puramente cinematográfico y no sólo fotográfico; posiblemente aún podría parecer que sería más bella con imágenes estáticas, pero se percibe que al fin ha sido capaz de conseguir crear belleza con la imagen en movimiento.
Por otro lado pienso que los personajes en general son bastante simples y no están lo suficientemente desarrollados, y también supongo que en la novela será todo lo contrario; pero precisamente pienso que ahí está la clave, en que esto es una película de Tran Anh Hung, por encima de una adaptación de Murakami, y por lo tanto aquí lo que importa no es su narrativa sino su poderío visual y sensitivo, más que nada porque siempre ha sido así con este director.
Hay tres cosas que ya hacen que “Norwegian wood” valga la pena. Una es la intepretación de Ken’ichi Matsuyama encarnando a Toru Watanabe, el protagonista del film, que está fantástico. Otra es la banda sonora de Jonny Greenwood, guitarista de Radiohead, y que para mí junto a la de “I come with the rain” es la mejor banda sonora que se escucha en una obra de Tran Anh Hung. Por último la fotografía a cargo del gran Mark Lee Ping-Bin, sobre todo porque es la primera vez que me parece que una película de Tran Anh Hung tiene un aspecto puramente cinematográfico y no sólo fotográfico; posiblemente aún podría parecer que sería más bella con imágenes estáticas, pero se percibe que al fin ha sido capaz de conseguir crear belleza con la imagen en movimiento.
Por otro lado pienso que los personajes en general son bastante simples y no están lo suficientemente desarrollados, y también supongo que en la novela será todo lo contrario; pero precisamente pienso que ahí está la clave, en que esto es una película de Tran Anh Hung, por encima de una adaptación de Murakami, y por lo tanto aquí lo que importa no es su narrativa sino su poderío visual y sensitivo, más que nada porque siempre ha sido así con este director.

6,8
178
7
4 de febrero de 2015
4 de febrero de 2015
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Graveyard of honor” y otras películas de yakuzas de Fukasaku, Suzuki y otros directores de la época pueden resultar extrañas para alguien acostumbrado al cine de yakuzas de los 90, la otra edad de oro del género.
Fukasaku no fue un director ortodoxo, aunque se le suele poner cómo el referente del estilo clásico de este tipo de cine. Es un clásico porque es seguramente el director que más ha trascendido y el más identificado con el género. Fue un director que rompió una de las normas fundamentales del yakuza-eiga, la honorabilidad del yakuza. Hasta ese momento el cine retrató a los yakuzas cómo personas que sí, mataban a alguno que otro, pero no terminaban de ser mala gente, lo hacían por defender su honor y el de su clan. En algunas otras ya directamente se presenta a los yakuzas cómo aquellos que se encargan de controlar la corrupción, la prostitución y el crimen, una suerte de policías honrados sin placa.
Fukasaku fue quien los presentó como lo que son, mafiosos.
“Graveyard of honor” es una película excesiva, con inclinación hacia el melodrama y lo trágico. El protagonista es un tipo que está muy tocado del ala, no es el arquetipo del yakuza sobrio y contundente.
Fukasaku no fue un director ortodoxo, aunque se le suele poner cómo el referente del estilo clásico de este tipo de cine. Es un clásico porque es seguramente el director que más ha trascendido y el más identificado con el género. Fue un director que rompió una de las normas fundamentales del yakuza-eiga, la honorabilidad del yakuza. Hasta ese momento el cine retrató a los yakuzas cómo personas que sí, mataban a alguno que otro, pero no terminaban de ser mala gente, lo hacían por defender su honor y el de su clan. En algunas otras ya directamente se presenta a los yakuzas cómo aquellos que se encargan de controlar la corrupción, la prostitución y el crimen, una suerte de policías honrados sin placa.
Fukasaku fue quien los presentó como lo que son, mafiosos.
“Graveyard of honor” es una película excesiva, con inclinación hacia el melodrama y lo trágico. El protagonista es un tipo que está muy tocado del ala, no es el arquetipo del yakuza sobrio y contundente.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Rikio se deja llevar por sus impulsos y no cumple esa rectitud para con los miembros de su clan con la que se suele caracterizar a los yakuzas en el cine. Apuñala a sus compañeros, crea una guerra de clanes por pegar a una puta de otro territorio que entró en un bar de su zona, tima a sus socios jugando a los dados, le quema el coche a su jefe por echarle la bronca, etc.
Tras todo esto lo que sorprende es que no lo maten y sólo le pidan que desaparezca durante diez años. No sé si la yakuza en los años 40 fue menos estricta (está ambientada en esa década), hasta llegar a estas películas en las que uno se tiene que cortar el meñique por sentarse antes que su jefe y demás.
Durante ese exilio Rikio empieza a juntarse con yonkis y putas y termina enganchado a la heroína, así que al año de haberse ido vuelve a su clan para robarles y poder comprarse más heroína. Esto es bastante curioso y es una de las cosas a las que me refería que pueden parecer extrañas para alguien acostumbrado al cine de yakuzas actual, en el que es muy raro que un yakuza pase los días mantenido por putas o que se relacione con yonkis, películas actuales en las que pase algo similar sólo están algunas de Miike, pero aún así siguen estando lejos de ese retrato tan miserable de un miembro de la yakuza, que siempre por muy mal que le vaya nunca cae en las drogas ni en la mala vida, sino tan sólo en la perdida del honor y de importancia teniendo que crearse un miniclan con el que combatir a aquellos que le llevaron a esa situación.
En fin, una película muy curiosa y muy potente, quizás demasiado tremendista, pero muy buena.
Tras todo esto lo que sorprende es que no lo maten y sólo le pidan que desaparezca durante diez años. No sé si la yakuza en los años 40 fue menos estricta (está ambientada en esa década), hasta llegar a estas películas en las que uno se tiene que cortar el meñique por sentarse antes que su jefe y demás.
Durante ese exilio Rikio empieza a juntarse con yonkis y putas y termina enganchado a la heroína, así que al año de haberse ido vuelve a su clan para robarles y poder comprarse más heroína. Esto es bastante curioso y es una de las cosas a las que me refería que pueden parecer extrañas para alguien acostumbrado al cine de yakuzas actual, en el que es muy raro que un yakuza pase los días mantenido por putas o que se relacione con yonkis, películas actuales en las que pase algo similar sólo están algunas de Miike, pero aún así siguen estando lejos de ese retrato tan miserable de un miembro de la yakuza, que siempre por muy mal que le vaya nunca cae en las drogas ni en la mala vida, sino tan sólo en la perdida del honor y de importancia teniendo que crearse un miniclan con el que combatir a aquellos que le llevaron a esa situación.
En fin, una película muy curiosa y muy potente, quizás demasiado tremendista, pero muy buena.

6,4
4.846
8
20 de abril de 2020
20 de abril de 2020
Sé el primero en valorar esta crítica
Se habla mucho de la interpretación de Ben Kingsley y con razón, es seguramente lo mejor de la película, pero desde luego no es la única virtud que tiene ‘Sexy Beast’.
Por un lado, todo el reparto al completo es fantástico, destaca Kingsley, pero yo veo a su mismo nivel a Ian McSane (Teddy), su personaje es más frio y por lo tanto menos llamativo, pero es un papel y un personaje extraordinario, y luego el protagonista, su amigo y sus mujeres (Deedee muy atractiva y acertada) todos están muy bien.
Yo soy de la opinión de los que los actores por sí solos no hacen películas, sino que las salvan, es decir, cuanto mejor sean las interpretaciones mejor será la película, e incluso en una mala película con muy buenas interpretaciones esta puede convertirse en buena, pero no llegar a mucho más, creo que tiene más peso el director o incluso la fotografía.
¿Qué quiero decir con esto? Que ‘Sexy Beast’ de por sí ya es una muy buena película, y que gracias a las grandes interpretaciones que tiene se convierte en una gran película.
La ambientación es magnífica, se ven muy pocos lugares, pero cada uno de ellos captura acertadamente el microcosmos donde se mueven sus personajes. Por la parte que me toca decir que los lugares de España que se busca mostrar son muy acertados, no son falsos, es todo bastante auténtico.
Glazer ya muestra una dirección llamativa, que con los años iría a más, y a pesar de parecer una película que no cuenta mucho lo que cuenta sí tiene profundidad y se cuenta con un ritmo muy acertado y una gran fotografía.
Muy interesante, algo efectista, pero funciona, porque ese mismo mundo es algo efectista, igual que sucede con la ambientación, sus personajes también lo son, pero nunca se convierten en caricaturas cómo ocurre con otros directores efectistas como Tarantino que siempre crean personajes que son puro cliché.
Por un lado, todo el reparto al completo es fantástico, destaca Kingsley, pero yo veo a su mismo nivel a Ian McSane (Teddy), su personaje es más frio y por lo tanto menos llamativo, pero es un papel y un personaje extraordinario, y luego el protagonista, su amigo y sus mujeres (Deedee muy atractiva y acertada) todos están muy bien.
Yo soy de la opinión de los que los actores por sí solos no hacen películas, sino que las salvan, es decir, cuanto mejor sean las interpretaciones mejor será la película, e incluso en una mala película con muy buenas interpretaciones esta puede convertirse en buena, pero no llegar a mucho más, creo que tiene más peso el director o incluso la fotografía.
¿Qué quiero decir con esto? Que ‘Sexy Beast’ de por sí ya es una muy buena película, y que gracias a las grandes interpretaciones que tiene se convierte en una gran película.
La ambientación es magnífica, se ven muy pocos lugares, pero cada uno de ellos captura acertadamente el microcosmos donde se mueven sus personajes. Por la parte que me toca decir que los lugares de España que se busca mostrar son muy acertados, no son falsos, es todo bastante auténtico.
Glazer ya muestra una dirección llamativa, que con los años iría a más, y a pesar de parecer una película que no cuenta mucho lo que cuenta sí tiene profundidad y se cuenta con un ritmo muy acertado y una gran fotografía.
Muy interesante, algo efectista, pero funciona, porque ese mismo mundo es algo efectista, igual que sucede con la ambientación, sus personajes también lo son, pero nunca se convierten en caricaturas cómo ocurre con otros directores efectistas como Tarantino que siempre crean personajes que son puro cliché.

6,9
5.053
9
8 de febrero de 2015
8 de febrero de 2015
Sé el primero en valorar esta crítica
Primera película 100% de yakuzas de Takeshi Kitano. Igual que sucede con Takashi Miike se le etiqueta cómo director de cine yakuza junto a otros como Kinji Fukasaku (que sí lo es) cuando en realidad Kitano de sus 16 películas hasta ahora sólo ha dirigido cuatro sobre yakuzas. Lo que ocurre con Miike y Kitano es que en casi todas sus películas aparecen yakuzas, pero un bajo porcentaje de sus películas les tienen como tema principal, son directores que hacen películas con yakuzas, no sobre yakuzas.
El título hace referencia a la sonatina musical; según Kitano con esta película tuvo la sensación de haber alcanzado su primer nivel de aprendizaje como director (lo que para un músico podría ser componer una sonatina), con ella entendió que ya dominaba los aspectos básicos cinematográficos y en adelante podría escoger hacia donde encaminar su carrera en busca de la maestría.
Yo en esto no estoy de acuerdo con Kitano, si en la intención, pero pienso que su primera película, “Violent cop” ya puede considerarse perfectamente cómo una sonatina, y que con “Sonatine” crea su primera sonata por todo lo alto, no es su primera buena obra, las dos anteriores ya lo fueron, “Sonatine” es mucho más, es su primera obra maestra, con la que consigue dominar por completo su faceta cómo director, actor, montador y guionista.
La manera en la que está montada también recuerda a una sonata, en tres partes, la primera en fortissimo (todo el ambiente criminal, la violencia y el ritmo potente), la segunda un scherzo (en el que los personajes están en la playa, juegan y son felices por primera y única vez en la película) y culmina con un adagio (momento en el que todo cobra mucha mayor trascendencia y se ve el resultado de las dos primeras partes).
Kitano está espectacular, una de las mejores interpretaciones de su carrera sin lugar a dudas, está realmente impresionante. Y Susumu Terajima, eso ya son palabras mayores, su primera interpretación por encima del bien y del mal, absolutamente perfecta, la película con la que se empezó a fraguar el coloso en el que se convertiría.
La banda sonora de Hisaishi es también de las mejores de su carrera (inolvidable tema principal), igual que ocurre con la fotografía de Katsumi Yanagishima, directora de fotografía de Kitano excepto en la primera película y que siguió hasta llegar a “Outrage” (otro de los motivos por los que Kitano ha decaido, porque se está alejando de todos los que le hicieron grande, por no estar no está ni Susumu Terajima en “Outrage”, quizás la última clave de su cine aparte del mismo Kitano que aún seguía a su lado).
Todo en “Sonatine” es magnífico, en todos los aspectos es maravillosa, y de nuevo cómo no, en su ambientación y en especial en esas secuencias en la playa, de lo más hermoso que ha filmado Kitano, en cuanto al recuerdo de la infancia, de la juventud, de la felicidad, la alegría de vivir y la amistad.
Una obra maestra repleta de momentos grandiosos, compacta, potente, hermosa, sensible y con un perfecto dominio del tempo.
El título hace referencia a la sonatina musical; según Kitano con esta película tuvo la sensación de haber alcanzado su primer nivel de aprendizaje como director (lo que para un músico podría ser componer una sonatina), con ella entendió que ya dominaba los aspectos básicos cinematográficos y en adelante podría escoger hacia donde encaminar su carrera en busca de la maestría.
Yo en esto no estoy de acuerdo con Kitano, si en la intención, pero pienso que su primera película, “Violent cop” ya puede considerarse perfectamente cómo una sonatina, y que con “Sonatine” crea su primera sonata por todo lo alto, no es su primera buena obra, las dos anteriores ya lo fueron, “Sonatine” es mucho más, es su primera obra maestra, con la que consigue dominar por completo su faceta cómo director, actor, montador y guionista.
La manera en la que está montada también recuerda a una sonata, en tres partes, la primera en fortissimo (todo el ambiente criminal, la violencia y el ritmo potente), la segunda un scherzo (en el que los personajes están en la playa, juegan y son felices por primera y única vez en la película) y culmina con un adagio (momento en el que todo cobra mucha mayor trascendencia y se ve el resultado de las dos primeras partes).
Kitano está espectacular, una de las mejores interpretaciones de su carrera sin lugar a dudas, está realmente impresionante. Y Susumu Terajima, eso ya son palabras mayores, su primera interpretación por encima del bien y del mal, absolutamente perfecta, la película con la que se empezó a fraguar el coloso en el que se convertiría.
La banda sonora de Hisaishi es también de las mejores de su carrera (inolvidable tema principal), igual que ocurre con la fotografía de Katsumi Yanagishima, directora de fotografía de Kitano excepto en la primera película y que siguió hasta llegar a “Outrage” (otro de los motivos por los que Kitano ha decaido, porque se está alejando de todos los que le hicieron grande, por no estar no está ni Susumu Terajima en “Outrage”, quizás la última clave de su cine aparte del mismo Kitano que aún seguía a su lado).
Todo en “Sonatine” es magnífico, en todos los aspectos es maravillosa, y de nuevo cómo no, en su ambientación y en especial en esas secuencias en la playa, de lo más hermoso que ha filmado Kitano, en cuanto al recuerdo de la infancia, de la juventud, de la felicidad, la alegría de vivir y la amistad.
Una obra maestra repleta de momentos grandiosos, compacta, potente, hermosa, sensible y con un perfecto dominio del tempo.
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