Resumen de la trama: un par de machotes de cartón piedra c8n algo en común: un negocio y una«mujer».
Y ahí vamos,a ver si hacían algo con todo eso. No puedo con la película, seré yo, pero no le veo nada en el fondo, la veo hueca. No me aporta nada, sólo una contestación de cliché tras otra. Todos muy estirados, muy pudientes, refinados, intelectuales y frívolos. No me va todo eso si el engrudo que lo une es querer mostrar ese mundo artificial como algo real. La veo y la veo y nada, es que no me dice nada, está vacía completamente, hueca, hueca, hueca, eca, eca...

Lo peor que he visto hasta esta fecha. Es irritante hasta la náusea. Con un hilo argumental tan hueco que hace eco el mismísimo silencio. No es comedia, no es drama, no es nada, es una hora y media que puedes arrepentirte, os lo aseguro, de haber pasado visionando semejante despropósito.

Si algún día volviesen a hacer una serie similar en España, emigraría al Congo, de verdad. Vaya serie MÁS MALA. Una grandiosa mierda que nos tuvo sin poder respirar durante 8 largos años. Javier Cámara, a pesar de ser un excelente actor, nos tuvo aguantando un personaje abominable durante mucho tiempo, Florentino Fernández interpretando a un personaje que es auténtica basura y del de Guillermo Toledo mejor no hablar. Recuerdo amigos míos absolutamente prendados de la serie (especialmente de Paco) y jamás he llegado a entender qué le veían. Lo único que me hizo soportar algunos capítulos fue ver a Amparo Baró, una actriz como la copa de un pino, interpretando a un personaje no menos peculiar. Gracias a ella mi nota sube al 4. Lo malo es que de la serie la gente sólo recuerde los chistes fáciles, las burdas gracias de siempre. En mi memoria siempre quedará el personaje de Baró, una militante roja hasta la médula que dedicó su juventud a luchar en pro del comunismo cuya carrera se vio truncada por un hombre que le dió por hijos un par de cachos de carne con ojos y obligada a hacer pasteles para sacarlos adelante.

Vaya horror de película, pero horror de mala.... Llegaría a ver unos 20 minutos. Aquello no había por donde cogerlo. Reconozco que no puedo decir mucho de ella, pues no terminé de verla, y el problema es ése: sólo puedo decir de la película que no tiene el más mínimo interés y tufa a refrito desde lejos. Me trago cualquier cosa, pero esto... por favor... prefiero dedicar mi tiempo a fregar el váter, que tardo menos que los 123 minutos que dura esta tortura. De veras: ¡qué mala!

Esto es la historia del por culo que dieron unos malditos pendientes... Pasas la película esperando que ocurra algo, pero jamás pasa nada que realmente se pueda decir que sea mínimamente interesante. Los personajes son de cartón-piedra. Ella, una actriz más bien mediocre y el ritmo es más que lento, insoportable. Es la primera película clásica que veo que me hace reflexionar sobre mi ya antigua afirmación de que con los clásicos "siempre se acierta". Mis gatos vestidos de época dan más juego que estos tres...