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Críticas ordenadas por utilidad
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5,7
20.877
6
27 de enero de 2025
27 de enero de 2025
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Gladiator II.
Atrás en el tiempo, quizás bastante lejano en el tiempo quedaron los laureles de Ridley Scott que le hicieron un nombre como director, y justamente Gladiador II no termina siendo la excepción a la debacle larga que carga consigo en estos últimos tiempo, donde pareciera que su última correcta película fue "El último duelo", y como si fuera poco solo discreta, aquí se embarca a una nueva entrega de una de sus creaciones maestras y obra clave del cine épico, nueva entrega que para mi gusto, y seguramente para el de varios, resulta enormemente innecesaria y más si se tiene en cuenta que el cineasta no pasa su mejor momento como realizador y bien podía dejar su propia buena huella en una cuerda floja, que es lo que finalmente termina resultando esta fallida e innecesaria Gladiador II.
El problema con el segundo proyecto de Gladiador, es su inevitable comparación con aquel producto del año 2000 y del mismo Scott, a comparación de aquellos años de estado de gracia suya, parece que esta nueva entrega queda pequeña en absolutamente todos los sentidos, incluso con la paradoja de que quizás esta por lo menos, haya sido superior en cuanto a su presupuesto, pero desde luego que ni siquiera en eso logra prevalecer en los estándares planteados, como si una película épica si, pero de contexturas, presupuestos y magnitudes lejanamente inferiores fuera en esos y todos los distintos aspectos que componen todos esos núcleos constructivos.
Implementa en su entorno un guion que carece de sabiduría para poder volar en los momentos en que lo debería requerir, algo que pronto se torna en predecible sin siquiera poder hacer uso de sus giros argumentales, hecho perjudiciales han sido sus tráiler previos, promociones que develaban ya demasiado información y que resultaban bastante mal manejados para poder captar así la atención del público, un problema grande en sus aspectos de película épica es que en sus pasajes de batallas, estas sola están correctas y no más, y cuando busca asentarse para nutrirse como historia, esta rápidamente es intrascendente y vacua, hecho por el cual solo es un desarrollo que camina, pero que al tratarse de Gladiador, exigiremos que tome un vuelo que no puede encontrar nunca en sus más de dos horas de duración.
En otro de los puntos claves donde cojea de una pierna es en la elección de su elenco, desde un principio no me llenaba de satisfacción la consideración de Paul Mescal y de Pedro Pascal como dúo protagónico, y mis dudas al contrario de disiparse finalmente se han confirmado, un Paul Mescal que carece de porte y de espiritualidad para cargarse semejante magnitud de película al hombro, por más que ni esta contenga tales proporciones, a tal punto de sobrepasar en importancia por sus figuras el mismo Pedro Pascal y hasta Denzel Washington, quien este último termina siendo el más preponderante interpretativamente en todo el film, un relato que si carece de las virtudes energéticas de sus actores, poco quedará de ella al final del viaje.
Una de las ausencias que se hacen notar demasiado y le son imposibles de ocultar, es la falta del talento del grandísimo Hans Zimmer al mando de la banda sonora, en este caso tenemos a Harry Gregson-Williams quien no puede acoplar nunca su sonido a los sucesos y mucho menos darle a esos sucesos una identidad sonora propia, en un intento solo de lanzar notas de epicidad que quedan navegando en el aire sin rumbo, mencionando que las notas de Zimmer en aquella Gladiador del 2000 se zambullía por completo en la historia de manera plena en la guerra hasta que por otros momentos se sumergía en las profundidades de la melancolía que dejaban esas guerras virtuosas a su paso.
Gladiador 2, si no existía estábamos bien y ni siquiera Scott nos la debía, ni siquiera se la debía a si mismo ni a sus fans más acérrimos, otra mancha más al tigre y contando, Ridley no levanta cabeza y aquí es muestra sobrada de eso, un guion que se queda a pie y en contrario de tratar de envalentonar las cosas, las arrastra bastante abajo, por lo que sus deficientes componentes, empezando por las actuaciones, ni siquiera hacen en mínimo esfuerzo (y tampoco lo tienen) para poder darle fuerza a una película que como su antecesora lo marca, se lo hubiese merecido, en El Coliseo de Ridley Scott se filtra agua por doquier hasta inundarlo todo casi por completo, como al fin y al cabo quizás, era predecible.
Calificación: 6.4
Atrás en el tiempo, quizás bastante lejano en el tiempo quedaron los laureles de Ridley Scott que le hicieron un nombre como director, y justamente Gladiador II no termina siendo la excepción a la debacle larga que carga consigo en estos últimos tiempo, donde pareciera que su última correcta película fue "El último duelo", y como si fuera poco solo discreta, aquí se embarca a una nueva entrega de una de sus creaciones maestras y obra clave del cine épico, nueva entrega que para mi gusto, y seguramente para el de varios, resulta enormemente innecesaria y más si se tiene en cuenta que el cineasta no pasa su mejor momento como realizador y bien podía dejar su propia buena huella en una cuerda floja, que es lo que finalmente termina resultando esta fallida e innecesaria Gladiador II.
El problema con el segundo proyecto de Gladiador, es su inevitable comparación con aquel producto del año 2000 y del mismo Scott, a comparación de aquellos años de estado de gracia suya, parece que esta nueva entrega queda pequeña en absolutamente todos los sentidos, incluso con la paradoja de que quizás esta por lo menos, haya sido superior en cuanto a su presupuesto, pero desde luego que ni siquiera en eso logra prevalecer en los estándares planteados, como si una película épica si, pero de contexturas, presupuestos y magnitudes lejanamente inferiores fuera en esos y todos los distintos aspectos que componen todos esos núcleos constructivos.
Implementa en su entorno un guion que carece de sabiduría para poder volar en los momentos en que lo debería requerir, algo que pronto se torna en predecible sin siquiera poder hacer uso de sus giros argumentales, hecho perjudiciales han sido sus tráiler previos, promociones que develaban ya demasiado información y que resultaban bastante mal manejados para poder captar así la atención del público, un problema grande en sus aspectos de película épica es que en sus pasajes de batallas, estas sola están correctas y no más, y cuando busca asentarse para nutrirse como historia, esta rápidamente es intrascendente y vacua, hecho por el cual solo es un desarrollo que camina, pero que al tratarse de Gladiador, exigiremos que tome un vuelo que no puede encontrar nunca en sus más de dos horas de duración.
En otro de los puntos claves donde cojea de una pierna es en la elección de su elenco, desde un principio no me llenaba de satisfacción la consideración de Paul Mescal y de Pedro Pascal como dúo protagónico, y mis dudas al contrario de disiparse finalmente se han confirmado, un Paul Mescal que carece de porte y de espiritualidad para cargarse semejante magnitud de película al hombro, por más que ni esta contenga tales proporciones, a tal punto de sobrepasar en importancia por sus figuras el mismo Pedro Pascal y hasta Denzel Washington, quien este último termina siendo el más preponderante interpretativamente en todo el film, un relato que si carece de las virtudes energéticas de sus actores, poco quedará de ella al final del viaje.
Una de las ausencias que se hacen notar demasiado y le son imposibles de ocultar, es la falta del talento del grandísimo Hans Zimmer al mando de la banda sonora, en este caso tenemos a Harry Gregson-Williams quien no puede acoplar nunca su sonido a los sucesos y mucho menos darle a esos sucesos una identidad sonora propia, en un intento solo de lanzar notas de epicidad que quedan navegando en el aire sin rumbo, mencionando que las notas de Zimmer en aquella Gladiador del 2000 se zambullía por completo en la historia de manera plena en la guerra hasta que por otros momentos se sumergía en las profundidades de la melancolía que dejaban esas guerras virtuosas a su paso.
Gladiador 2, si no existía estábamos bien y ni siquiera Scott nos la debía, ni siquiera se la debía a si mismo ni a sus fans más acérrimos, otra mancha más al tigre y contando, Ridley no levanta cabeza y aquí es muestra sobrada de eso, un guion que se queda a pie y en contrario de tratar de envalentonar las cosas, las arrastra bastante abajo, por lo que sus deficientes componentes, empezando por las actuaciones, ni siquiera hacen en mínimo esfuerzo (y tampoco lo tienen) para poder darle fuerza a una película que como su antecesora lo marca, se lo hubiese merecido, en El Coliseo de Ridley Scott se filtra agua por doquier hasta inundarlo todo casi por completo, como al fin y al cabo quizás, era predecible.
Calificación: 6.4

6,8
17.767
6
26 de enero de 2025
26 de enero de 2025
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nosferatu.
Friedrich Wilhelm Murnau en el año 1922, Werner Herzog en 1979, y ahora en el 2024, es el turno del joven y prolifero director Robert Eggers, como si ya no fuera un desafío para un cineasta que por lo general no suele defraudar, carga a sus espaldas el reto de por lo menos, mantener en pie una película que tiene dos antecesoras que son si acaso, casi obras maestras, Nosferatu, así la tercera versión de esa ya clásico del que, por las propias cuestiones temporales, hemos tenido una versión en blanco y negro, y muda, su versión más acá en el tiempo en el 79, a color y con el sonido ya instalado en la industria del cine, de la versión del director y guionista estadounidense se espera la modernidad de los elementos técnicos y visuales para que pueda plasmar un proyecto aplastante sobre todo en esas condiciones audiovisuales tal como lo demandaría una película de esas contexturas y en estas épocas que corren del séptimo arte.
Lo cierto es que lo que imprime el nacido en Estados Unidos sobre su exegesis, es un ejercicio que juega en plenitud con un estado permanente y completamente pesimista, el derrotismo y la negatividad está impregnada en cada componente en el cual va desarrollando su historia, desde sus textos, sus diálogos hasta una propia atmósfera oscura, carente de luminosidad que se complementa con un filtro azulado que bien puede representar la frialdad de esos contextos, en el cual tampoco le faltará la estación nevada y fría como composición de escena, esa desesperanza es interesantemente trasladada incluso a los compuestos propios del amor, una vía que termina por sucumbir ante las pretensiones de Eggers de teñir ese entorno a la hora de mostrar muerte y desgracia ante cada paso que demos en ella.
Curiosamente la misma estructura desmoralizadora y dramática resulta siendo además su arma de doble filo, su pro y su contra, y es que encuentra un ambiente tan deprimente y desolador, que a veces el propio control de la película se olvida de que está contándola en momentos donde ello mismo se olvida de tener un poco de corazón para comunicarla, esa falta de empuje, de garra tarde o temprano sale a flote para complicarle un poco las condiciones a Nosferatu y le impiden obtener un vinculo armonioso entre la decadencia de su relato y un apogeo digno para poder trasladarlo, sumándole así conflictos constantes, aunque no continuos que la tornan por momentos irregular y que le impiden en esos trayectos tomar un mejor vuelo que le fuera satisfactorio.
No descubriremos nada si decimos que Eggers es un habitué a la hora de crear grandísimos escenarios para sus películas, y aquí no es la excepción, con un diseño de producción enormemente bestial digna del tamaño de tal obra, unas locaciones que hablan muy bien del trabajo arduo que se habrá realizado para lograr meterse de lleno en una película de época como lo es Nosferatu, teniendo a su favor también el certero control de lo técnico como sus juegos de iluminación, sus vestuarios y una preciosa fotografía que le sirve y mucho al largometraje para poder contarse si es que de eso se trata una buena fotografía en el cine cuando hablamos de ella, medio por el cual también tratará de asemejarse a ciertos homenajes a modo de inspiración de las películas de Murnau y Herzog.
Otro elemento que me ha surgido como espectador en medias fallas es la elección de su elenco, sé es sabido que en un principio la elegida para protagonizar Nosferatu, era Anya Taylor-Joy, que por cuestiones que no las sabré, eso no se terminó dando y quien ocupó su lugar pensado fue Lily-Rose Melody Depp, quien me ha dejado a pie en algunas ocasiones de su condición como actriz, mayormente si, me ha cumplido, al punto de hacerme pensar que está incrementando una de las mejores actuaciones de esta temporada, mientras que por otros trayectos y de hecho de los más importantes, me resultó por de más fallida y teatralizada su interpretación, otra cosa que me sucedió con parte del elenco fue con Nicholas Hoult y Aaron Taylor-Johnson, quien sobre todo este último no aporta casi nada a la trama ni siquiera entrega una buena versión interpretativa de si misma, ambos como si no tuvieran el peso necesario y que se demanda de obtener a la hora de actuar semejante film, casualmente quien más me funcionó en ese compuesto, fue el buen Willem Dafoe, quien es el que menos tiempo aparece pero el que mejor se adapta a su personaje y hasta el da un poco de agua en el desierto a la trama cuando esta lo necesita.
Lo fundamental que no me ha gustado demasiado, al menos visualmente es el diseño del propio vampiro, encarnado por un buen Bill Skarsgård quien si, hace un buen papel y se agradece todo lo que habrá trabajado para poder componer su personaje, más que nada a nivel vocal para lograr esas tonalidades, pero su imagen es lo que me ha dejado en principio con más dudas que satisfacciones al momento de verlo, sin olvidar que durante los distintos tráiler que promocionaban la película, a este nunca se lo dejaba ver y solo se insinuaba con su presencia sin permitirnos que lo viéramos plenamente, un toque de marketing certero si hablábamos de nuestras ganas en aumento de saber de que se trataba ese diseño del protagonista, pero que a mi, sobre todo una fundamental pieza de su visual no me ha gustado para nada y me resulta bastante discutible.
Nosferatu tiene por dentro tanta frialdad, tanto abatimiento, que por momentos se le congela el motor fundamental para poder contar una historia, su corazón, y eso le perjudica para aprovechar mejores ocasiones que se le plantean, sumado a un desnivel en sus actuaciones termina esto siendo un proyecto lleno de grises y de baches por todos lados, esperaba bastante más de esta película al decir verdad, un punto de inflexión en el que no me parece mala en absoluto, solo buena a secas, incluso alejadísima de la etiqueta de obra maestra a la que muchos por expectativa hubiesen esperado para catalogar.
Calificación: 6.7
https://x.com/FilmArte00
Friedrich Wilhelm Murnau en el año 1922, Werner Herzog en 1979, y ahora en el 2024, es el turno del joven y prolifero director Robert Eggers, como si ya no fuera un desafío para un cineasta que por lo general no suele defraudar, carga a sus espaldas el reto de por lo menos, mantener en pie una película que tiene dos antecesoras que son si acaso, casi obras maestras, Nosferatu, así la tercera versión de esa ya clásico del que, por las propias cuestiones temporales, hemos tenido una versión en blanco y negro, y muda, su versión más acá en el tiempo en el 79, a color y con el sonido ya instalado en la industria del cine, de la versión del director y guionista estadounidense se espera la modernidad de los elementos técnicos y visuales para que pueda plasmar un proyecto aplastante sobre todo en esas condiciones audiovisuales tal como lo demandaría una película de esas contexturas y en estas épocas que corren del séptimo arte.
Lo cierto es que lo que imprime el nacido en Estados Unidos sobre su exegesis, es un ejercicio que juega en plenitud con un estado permanente y completamente pesimista, el derrotismo y la negatividad está impregnada en cada componente en el cual va desarrollando su historia, desde sus textos, sus diálogos hasta una propia atmósfera oscura, carente de luminosidad que se complementa con un filtro azulado que bien puede representar la frialdad de esos contextos, en el cual tampoco le faltará la estación nevada y fría como composición de escena, esa desesperanza es interesantemente trasladada incluso a los compuestos propios del amor, una vía que termina por sucumbir ante las pretensiones de Eggers de teñir ese entorno a la hora de mostrar muerte y desgracia ante cada paso que demos en ella.
Curiosamente la misma estructura desmoralizadora y dramática resulta siendo además su arma de doble filo, su pro y su contra, y es que encuentra un ambiente tan deprimente y desolador, que a veces el propio control de la película se olvida de que está contándola en momentos donde ello mismo se olvida de tener un poco de corazón para comunicarla, esa falta de empuje, de garra tarde o temprano sale a flote para complicarle un poco las condiciones a Nosferatu y le impiden obtener un vinculo armonioso entre la decadencia de su relato y un apogeo digno para poder trasladarlo, sumándole así conflictos constantes, aunque no continuos que la tornan por momentos irregular y que le impiden en esos trayectos tomar un mejor vuelo que le fuera satisfactorio.
No descubriremos nada si decimos que Eggers es un habitué a la hora de crear grandísimos escenarios para sus películas, y aquí no es la excepción, con un diseño de producción enormemente bestial digna del tamaño de tal obra, unas locaciones que hablan muy bien del trabajo arduo que se habrá realizado para lograr meterse de lleno en una película de época como lo es Nosferatu, teniendo a su favor también el certero control de lo técnico como sus juegos de iluminación, sus vestuarios y una preciosa fotografía que le sirve y mucho al largometraje para poder contarse si es que de eso se trata una buena fotografía en el cine cuando hablamos de ella, medio por el cual también tratará de asemejarse a ciertos homenajes a modo de inspiración de las películas de Murnau y Herzog.
Otro elemento que me ha surgido como espectador en medias fallas es la elección de su elenco, sé es sabido que en un principio la elegida para protagonizar Nosferatu, era Anya Taylor-Joy, que por cuestiones que no las sabré, eso no se terminó dando y quien ocupó su lugar pensado fue Lily-Rose Melody Depp, quien me ha dejado a pie en algunas ocasiones de su condición como actriz, mayormente si, me ha cumplido, al punto de hacerme pensar que está incrementando una de las mejores actuaciones de esta temporada, mientras que por otros trayectos y de hecho de los más importantes, me resultó por de más fallida y teatralizada su interpretación, otra cosa que me sucedió con parte del elenco fue con Nicholas Hoult y Aaron Taylor-Johnson, quien sobre todo este último no aporta casi nada a la trama ni siquiera entrega una buena versión interpretativa de si misma, ambos como si no tuvieran el peso necesario y que se demanda de obtener a la hora de actuar semejante film, casualmente quien más me funcionó en ese compuesto, fue el buen Willem Dafoe, quien es el que menos tiempo aparece pero el que mejor se adapta a su personaje y hasta el da un poco de agua en el desierto a la trama cuando esta lo necesita.
Lo fundamental que no me ha gustado demasiado, al menos visualmente es el diseño del propio vampiro, encarnado por un buen Bill Skarsgård quien si, hace un buen papel y se agradece todo lo que habrá trabajado para poder componer su personaje, más que nada a nivel vocal para lograr esas tonalidades, pero su imagen es lo que me ha dejado en principio con más dudas que satisfacciones al momento de verlo, sin olvidar que durante los distintos tráiler que promocionaban la película, a este nunca se lo dejaba ver y solo se insinuaba con su presencia sin permitirnos que lo viéramos plenamente, un toque de marketing certero si hablábamos de nuestras ganas en aumento de saber de que se trataba ese diseño del protagonista, pero que a mi, sobre todo una fundamental pieza de su visual no me ha gustado para nada y me resulta bastante discutible.
Nosferatu tiene por dentro tanta frialdad, tanto abatimiento, que por momentos se le congela el motor fundamental para poder contar una historia, su corazón, y eso le perjudica para aprovechar mejores ocasiones que se le plantean, sumado a un desnivel en sus actuaciones termina esto siendo un proyecto lleno de grises y de baches por todos lados, esperaba bastante más de esta película al decir verdad, un punto de inflexión en el que no me parece mala en absoluto, solo buena a secas, incluso alejadísima de la etiqueta de obra maestra a la que muchos por expectativa hubiesen esperado para catalogar.
Calificación: 6.7
https://x.com/FilmArte00

5,9
1.889
7
19 de octubre de 2024
19 de octubre de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lake Mungo.
De Australia para el mundo, una de las joyitas más hipnóticas que he visto en el último tiempo del género de terror, reseña por la que tendré que pensar por donde arrancar así como las vueltas que me dejó dando en la cabeza luego del visionado de Lake Mungo, película que tiene tantas aristas, sensaciones y que nos lleva de paseo por distintas lecturas durante su desarrollo de la que luego ella misma se encarga de echar por tierra, logrando una incertidumbre total que la vuelven realmente impredecible, tétrica y desconcertante.
Debo admitir que con tan solo la primera frase que lanza apenas arranca, ya me dieron ganas de huir despavorido de ella, decisión de la que no hubiese estado tan errado de realizar si me quería ahorrar el mal momento que me ha hecho pasar durante su simple hora y 29 minutos, ya que no le hace falta más para escalar a niveles perturbadores y terroríficos tan altos como los que hacía tanto no veía en una película, mechando fases entre la paranoia, lo paranormal y el espiritismo alcanza rasgos que llegarán a cierto punto en el que no sabremos que de lo que estamos presenciando es verídico y que no, aunque por cierto, ambos rasgos alcanzan el mismo grado terrorífico con igual de eficiencia.
Es sumamente interesante que utiliza el concepto de falso documental para desprender su historia, hecho por el cual el contexto principal en el que se moverá no importa demasiado y es una decisión acertada, dirigiéndose casi directamente a los sucesos que de ese principio se desprenden, logra un ritmo tan tranquilo y sin prisa que cada movimiento y cada cosa que vemos tarda en llegar solo para aumentar aun más las probabilidades de inquietud acerca de lo que estamos visualizando, sumando a que los relatos tienen tanta capacidad de envolvimiento que fácilmente es una herramienta que nos va empujando minuciosamente hacia adentro aun en momentos donde ya no quisiéramos adentrarnos tanto en lo paranormal que nos presenta.
Sumergirse en lo expectante del recorrido de su relato implica que enseguida nos obligue a empezar a sacar conclusiones en la misma marcha sobre lo que está transcurriendo, aunque luego se encargue de derrumbar una por una nuestras hipótesis en una segunda estructura que se empezará a dirigirse sobre su final que le otorgan una especie de segunda vida al largometraje, generando un vinculo con ese final que descoloca totalmente y resulta efectivamente impredecible, dejando aun más las características de unificación que posee sobre su historia que nos deja dando vueltas en la mente por un buen rato su resultado completo.
Lake Mungo merece sin dudas poseer mayor nombre dentro del género y que más gente la vea, aunque claro, los que ya la hemos visto nos la pensaremos dos veces antes de darle una nueva revisión, su tratado sobre la muerte, la soledad y el destino son sencillamente exquisitos, película que envuelve y sumerge hacia sus entrañas, film que para los más miedosos como yo, terminaran viéndola de reojo ahí donde se mueve despacio y con insistencia y aunque de todos modos tengamos temor por lo que nos pueda llegar a hacer ver, incluso tendremos temor de siquiera oír en como esta se expresa.
Calificación: 7.6
De Australia para el mundo, una de las joyitas más hipnóticas que he visto en el último tiempo del género de terror, reseña por la que tendré que pensar por donde arrancar así como las vueltas que me dejó dando en la cabeza luego del visionado de Lake Mungo, película que tiene tantas aristas, sensaciones y que nos lleva de paseo por distintas lecturas durante su desarrollo de la que luego ella misma se encarga de echar por tierra, logrando una incertidumbre total que la vuelven realmente impredecible, tétrica y desconcertante.
Debo admitir que con tan solo la primera frase que lanza apenas arranca, ya me dieron ganas de huir despavorido de ella, decisión de la que no hubiese estado tan errado de realizar si me quería ahorrar el mal momento que me ha hecho pasar durante su simple hora y 29 minutos, ya que no le hace falta más para escalar a niveles perturbadores y terroríficos tan altos como los que hacía tanto no veía en una película, mechando fases entre la paranoia, lo paranormal y el espiritismo alcanza rasgos que llegarán a cierto punto en el que no sabremos que de lo que estamos presenciando es verídico y que no, aunque por cierto, ambos rasgos alcanzan el mismo grado terrorífico con igual de eficiencia.
Es sumamente interesante que utiliza el concepto de falso documental para desprender su historia, hecho por el cual el contexto principal en el que se moverá no importa demasiado y es una decisión acertada, dirigiéndose casi directamente a los sucesos que de ese principio se desprenden, logra un ritmo tan tranquilo y sin prisa que cada movimiento y cada cosa que vemos tarda en llegar solo para aumentar aun más las probabilidades de inquietud acerca de lo que estamos visualizando, sumando a que los relatos tienen tanta capacidad de envolvimiento que fácilmente es una herramienta que nos va empujando minuciosamente hacia adentro aun en momentos donde ya no quisiéramos adentrarnos tanto en lo paranormal que nos presenta.
Sumergirse en lo expectante del recorrido de su relato implica que enseguida nos obligue a empezar a sacar conclusiones en la misma marcha sobre lo que está transcurriendo, aunque luego se encargue de derrumbar una por una nuestras hipótesis en una segunda estructura que se empezará a dirigirse sobre su final que le otorgan una especie de segunda vida al largometraje, generando un vinculo con ese final que descoloca totalmente y resulta efectivamente impredecible, dejando aun más las características de unificación que posee sobre su historia que nos deja dando vueltas en la mente por un buen rato su resultado completo.
Lake Mungo merece sin dudas poseer mayor nombre dentro del género y que más gente la vea, aunque claro, los que ya la hemos visto nos la pensaremos dos veces antes de darle una nueva revisión, su tratado sobre la muerte, la soledad y el destino son sencillamente exquisitos, película que envuelve y sumerge hacia sus entrañas, film que para los más miedosos como yo, terminaran viéndola de reojo ahí donde se mueve despacio y con insistencia y aunque de todos modos tengamos temor por lo que nos pueda llegar a hacer ver, incluso tendremos temor de siquiera oír en como esta se expresa.
Calificación: 7.6

5,4
4.828
6
8 de octubre de 2024
8 de octubre de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hermana muerte.
Película que funciona como precuela de "La posesión de Verónica" del mismo director español, Paco Plaza, aquí nos brinda un pantallazo acerca de los cimientos de la hermana ya conocida en su antecesora y darle una identidad bastante más allá de la planteada en su primer proyecto, se percibe algo con bastante más maduración a la hora de la dirección que aquella vez, aunque no en su totalidad termina de engranar, si puede considerarse que es correcta en su unificación como universo.
Desde sus inicios se va tomando su tiempo y su dosificación para ir estructurando la historia, sin apuros de patear directamente hacia el conflicto central, el problema aquí le surge cuando esa parsimonia empieza a estirarse bastante más de la debida, ya que llega un momento en el que necesita soltar esa faceta para pasar a algo más audaz y brindar una mutación más propia del terror que tarda muchísimo realmente en lograrlo, considerando que no pudo sostener sus tiempos y la distribución de estos de acuerdo a la duración que esta emplea.
Teniendo en cuenta que estamos ante una película del subgénero de terror como el Nunsploitation, aquí las variantes no se mueven mucho más allá de lo que ya hayamos explorado al respecto, desde los pasajes lineales por los que irá incursionando hasta escenas calcadas que ya hemos visto muchísimas veces en el cine de monjas, planteando de este modo la inevitable pregunta acerca de su sostenibilidad en el tiempo como derivado del terror, siendo que quizás cueste tiempo hasta que alguien genere vínculos más novedosos al respecto de lo que ya se nos ha sido presentado y sigue realizándose sin cesar en una enorme cantidad y sucesión de proyectos.
Su banda sonora al igual que su historia tiene intereses en intentar explotar en algún momento, aunque esta se va perdiendo con el correr del tiempo a la espera de dicho momento, su diseño de producción es correcto sin más, acompañando a una fotografía con suerte dispar en sus distintos momentos, por etapas muy correcta y eficiente y por otros con mucha sobreexposición y mucha filtración de luz que complican la visual de lo agradablemente estético que debería correr por su cuenta.
Las actuaciones en las que especialmente debe resaltar la de la protagonista, Aria Bedmar, se queda desaprovechada ante la falta de potencia que podría haber destacado en ella, aunque sin el augurio de que esto hubiese sido efectivo para su color interpretativo, se deja esto a un lado para tejer el anticlímax en todo contexto que va perjudicando el interés y la capacidad de sus actrices, cuestión que en sus últimos 15 minutos logra brindarnos algo leve de lo que no había sucedido hasta entonces, aunque ya es demasiado tarde para captar su atención nuevamente.
"Hermana muerte" se consolida y se acopla al universo iniciado con "Verónica", si, pero no va más de eso, le juegan una mala pasada en ahogo constante de permanecer en el mismo lugar atmosférico sin estallar y desde luego que le juega una mala pasada un lugar ya totalmente trillado y sin nada nuevo que regalar como lo es el Nunsploitation, esta precuela como elemento propio se queda con las ganas de brillar y no se permite ser.
Calificación: 6.2
Película que funciona como precuela de "La posesión de Verónica" del mismo director español, Paco Plaza, aquí nos brinda un pantallazo acerca de los cimientos de la hermana ya conocida en su antecesora y darle una identidad bastante más allá de la planteada en su primer proyecto, se percibe algo con bastante más maduración a la hora de la dirección que aquella vez, aunque no en su totalidad termina de engranar, si puede considerarse que es correcta en su unificación como universo.
Desde sus inicios se va tomando su tiempo y su dosificación para ir estructurando la historia, sin apuros de patear directamente hacia el conflicto central, el problema aquí le surge cuando esa parsimonia empieza a estirarse bastante más de la debida, ya que llega un momento en el que necesita soltar esa faceta para pasar a algo más audaz y brindar una mutación más propia del terror que tarda muchísimo realmente en lograrlo, considerando que no pudo sostener sus tiempos y la distribución de estos de acuerdo a la duración que esta emplea.
Teniendo en cuenta que estamos ante una película del subgénero de terror como el Nunsploitation, aquí las variantes no se mueven mucho más allá de lo que ya hayamos explorado al respecto, desde los pasajes lineales por los que irá incursionando hasta escenas calcadas que ya hemos visto muchísimas veces en el cine de monjas, planteando de este modo la inevitable pregunta acerca de su sostenibilidad en el tiempo como derivado del terror, siendo que quizás cueste tiempo hasta que alguien genere vínculos más novedosos al respecto de lo que ya se nos ha sido presentado y sigue realizándose sin cesar en una enorme cantidad y sucesión de proyectos.
Su banda sonora al igual que su historia tiene intereses en intentar explotar en algún momento, aunque esta se va perdiendo con el correr del tiempo a la espera de dicho momento, su diseño de producción es correcto sin más, acompañando a una fotografía con suerte dispar en sus distintos momentos, por etapas muy correcta y eficiente y por otros con mucha sobreexposición y mucha filtración de luz que complican la visual de lo agradablemente estético que debería correr por su cuenta.
Las actuaciones en las que especialmente debe resaltar la de la protagonista, Aria Bedmar, se queda desaprovechada ante la falta de potencia que podría haber destacado en ella, aunque sin el augurio de que esto hubiese sido efectivo para su color interpretativo, se deja esto a un lado para tejer el anticlímax en todo contexto que va perjudicando el interés y la capacidad de sus actrices, cuestión que en sus últimos 15 minutos logra brindarnos algo leve de lo que no había sucedido hasta entonces, aunque ya es demasiado tarde para captar su atención nuevamente.
"Hermana muerte" se consolida y se acopla al universo iniciado con "Verónica", si, pero no va más de eso, le juegan una mala pasada en ahogo constante de permanecer en el mismo lugar atmosférico sin estallar y desde luego que le juega una mala pasada un lugar ya totalmente trillado y sin nada nuevo que regalar como lo es el Nunsploitation, esta precuela como elemento propio se queda con las ganas de brillar y no se permite ser.
Calificación: 6.2

6,3
18.265
4
2 de octubre de 2024
2 de octubre de 2024
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Doctor Sleep.
Bajo la dirección de Mike Flanagan y la adaptación sobre un libro de Stephen King, "Doctor Sueño" resulta ser una suerte de secuela de la icónica "El Resplandor" del año 1980 que fue dirigida por el enorme e histórico Stanley Kubric, aunque este intento por extender ese universo no le hace demasiado honor a semejante obra del género de terror, con muchas fallas y poquísimos aciertos que la dejan catalogada como más bien un capricho, al menos, el deseo de llevarla como proyecto a la pantalla grande.
Al decir verdad, la duración de 2 horas y 32 minutos es demasiado tiempo como para algo que no puede lograr sincronía ni armonía entre lo que va contando y mucho menos generar un ambiente acorde a los efectismos a los que debería de soñar para poder llevarlos a cabo, por una grandísima y casi totalidad de duración parece estar contando dos historias paralelas que poco tienen que ver una con la otra, generando de ese modo una grieta insanable y que se nota a lo rápido que no puede cerrar esos amplios márgenes que separan ambas pestañas.
Entre ambas partes se puede encontrar un puente que intenta unir tales esferas de la mano de la joven actriz Kyliegh Curran, aunque esto sin mucho éxito, ya que se encuentra en el medio de todo y solo se termina generando un tire y afloje constante que va divagando sin el triunfo de poder asimilar una sintonía desde el relato y el impacto de lo que frecuenta, siendo que su texto es flojo para poder realzar la trama y su atmósfera desde el mismo es prácticamente ausente, ya que carece de espíritu para poder encarar esas sensaciones que las necesita y que no las posee.
Cuando a la película se le ocurre realizar fan service, emulando personificaciones de figuras icónicas de aquella maestría de Kubric, el film empieza a rozar la falta de respeto, hacia la misma historia y hacia el mismo Stanley, frecuencias totalmente desacertadas y fuera de lugar que solo permiten incomodar y no brindar un buen pasaje de nostalgia, tomando allí una más, de las tantísimas decisiones incorrectas que se encuentran aquí y de las que abundan para permitir que esto tengo una caída libre sin paracaídas.
Su cuerpo audiovisual le juega suerte dispar, su oye muy bien y se ve muy mal, su diseño sonoro posee una energía y una vitalidad totalmente imponente y avasallante sobre sí misma, resultando un componente lamentablemente desperdiciado, ya que su relato es incapaz que acompañar con contenido ese impacto desde lo que podemos oír, ahora bien, se ve malísima, su fotografía es pésima, escenas con un filtro de sobreexposición que no le hacen honor a lo bien que podría haber logrado si no se inclinaba hacia esos parámetros visuales, haciendo por momento difícil y dañino de ver algo de bastante mal gusto.
"Doctor Sueño" no tiene muchos fundamentos para sostener sus ambiciones, le cuesta funcionar, prácticamente que ni siquiera lograr encender el motor y se cae a pedazos en esa duración de 2 horas y 32 minutos que solo le sirven para demostrar más agonía de ella, algo que intenta funcionar como película pero que hubiese estado mejor si quizás se hubiese inclinado hacia el mundo de las series, desde esa decisión, empieza un rumbo de desaciertos que la hacen caprichosa e innecesaria.
Calificación: 4.9
Bajo la dirección de Mike Flanagan y la adaptación sobre un libro de Stephen King, "Doctor Sueño" resulta ser una suerte de secuela de la icónica "El Resplandor" del año 1980 que fue dirigida por el enorme e histórico Stanley Kubric, aunque este intento por extender ese universo no le hace demasiado honor a semejante obra del género de terror, con muchas fallas y poquísimos aciertos que la dejan catalogada como más bien un capricho, al menos, el deseo de llevarla como proyecto a la pantalla grande.
Al decir verdad, la duración de 2 horas y 32 minutos es demasiado tiempo como para algo que no puede lograr sincronía ni armonía entre lo que va contando y mucho menos generar un ambiente acorde a los efectismos a los que debería de soñar para poder llevarlos a cabo, por una grandísima y casi totalidad de duración parece estar contando dos historias paralelas que poco tienen que ver una con la otra, generando de ese modo una grieta insanable y que se nota a lo rápido que no puede cerrar esos amplios márgenes que separan ambas pestañas.
Entre ambas partes se puede encontrar un puente que intenta unir tales esferas de la mano de la joven actriz Kyliegh Curran, aunque esto sin mucho éxito, ya que se encuentra en el medio de todo y solo se termina generando un tire y afloje constante que va divagando sin el triunfo de poder asimilar una sintonía desde el relato y el impacto de lo que frecuenta, siendo que su texto es flojo para poder realzar la trama y su atmósfera desde el mismo es prácticamente ausente, ya que carece de espíritu para poder encarar esas sensaciones que las necesita y que no las posee.
Cuando a la película se le ocurre realizar fan service, emulando personificaciones de figuras icónicas de aquella maestría de Kubric, el film empieza a rozar la falta de respeto, hacia la misma historia y hacia el mismo Stanley, frecuencias totalmente desacertadas y fuera de lugar que solo permiten incomodar y no brindar un buen pasaje de nostalgia, tomando allí una más, de las tantísimas decisiones incorrectas que se encuentran aquí y de las que abundan para permitir que esto tengo una caída libre sin paracaídas.
Su cuerpo audiovisual le juega suerte dispar, su oye muy bien y se ve muy mal, su diseño sonoro posee una energía y una vitalidad totalmente imponente y avasallante sobre sí misma, resultando un componente lamentablemente desperdiciado, ya que su relato es incapaz que acompañar con contenido ese impacto desde lo que podemos oír, ahora bien, se ve malísima, su fotografía es pésima, escenas con un filtro de sobreexposición que no le hacen honor a lo bien que podría haber logrado si no se inclinaba hacia esos parámetros visuales, haciendo por momento difícil y dañino de ver algo de bastante mal gusto.
"Doctor Sueño" no tiene muchos fundamentos para sostener sus ambiciones, le cuesta funcionar, prácticamente que ni siquiera lograr encender el motor y se cae a pedazos en esa duración de 2 horas y 32 minutos que solo le sirven para demostrar más agonía de ella, algo que intenta funcionar como película pero que hubiese estado mejor si quizás se hubiese inclinado hacia el mundo de las series, desde esa decisión, empieza un rumbo de desaciertos que la hacen caprichosa e innecesaria.
Calificación: 4.9
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