El ser humano, históricamente variable, en su fondo incambiable.

Llega a un sitio, mira a su alrededor, y si le gusta se lo queda, así de fácil.
Lo que haya o que se muera o que se largue. Lo que no le guste que cambie o desaparezca.

Fue, es y será así. Y luego encima es tan cachondo que se quejará de las represalias. Pero acabará coronado como héroe, lo merezca o no.

¿Por qué no podría pasar eso en el futuro?

La película es bastante siempre, con un argumento curioso pero que apenas pesa. Con varios fallos considerables, quizás algo larga y en ocasiones soporíferas. Pero entretiene, y bastante, que es lo importante.

Es en momentos cruda, en momentos surrealista, en momentos muy amena, pero en general la definición es entretenida.

Un listón que roza el cielo, una película que jamás olvidará aquel quien la vea.

Es muy difícil cambiar tu mentalidad cuando realmente has forjado tu vida en torno a ella, cuando bebes de esos pensamientos, y solo te sientes libre, vivo y persona en ellos.
Pero todo pensamiento puede cambiar en algún momento, sea por alguna presión, algún factor externo o por la propia compresión de la realidad.

Esto nos muestra esta película, narrada desde dos perspectivas, llamémoslas el veterano arrepentido y el confuso aprendiz, narrada desde una inquietante crudeza. El cambio de un hombre, que por sí mismo descubre su error, busca una corrección y...

Así definiría esta película; directa, sin rodeos.

Y realmente cruda.

Una película con un estilo muy simple, que intenta recrear un hecho tristemente histórico, sin dar demasiadas explicaciones, sin subirse por las ramas, sin añadidos innecesarios.

Una película directa, que nos mantendrá angustiados de principio a fin, que consigue recrear fielmente el pánico, el terror de quienes allí estuvieron.

Aunque lo cierto es que nadie jamás será capaz de imaginarlo siquiera.

¿Qué se siente cuando vas a morir? ¿Y cuando tu acción sabes que será en vano?

Si realmente el avión cayó por lucha interna, por instinto de supervivencia de los pasajeros, ellos son los únicos héroes de ese avión.
Una gran película, que ojalá jamás hubiera tenido un motivo para crearse.

Simplemente brillante.

Si tuviésemos que decir los instantes de amor en el cine, los momentos de pasión, cariños y sexo, uno no sabría por dónde empezar.
¿Por qué? Porque es una seña del cine, y es tal la ingente cantidad de situaciones que cuesta sobresalir.

Y sin embargo esta película lo consigue.


Si tuviésemos que resumirla en una sola palabra esa sería la de naturalidad.

Sin palabras te deja cada tramo, cada situación, es como observar por una ventana el contenido de personas reales, y no de un guión con actores.
Nada se ve sobreactuado, nada se ve fuera de lugar, nada forzado, nada precipitado... todo fluye como una vida real.

Las actuaciones destacables, pero la de Adèle es para quedarse sin palabras, para quitarse el sombrero.
Todo, escenas de risa, de pasión, de sexo, se rabia, de tristeza, increíble el recital de esta chica, cómo se desenvuelve, cómo nos cautiva.

No conocía nada de ella, pero si siempre actúa así esto es un verdadero potencial.

Una película repito, natural, pero también explícita, mostrando diversas caras de la relación.

Lo bueno y lo malo, empezando desde las dudas de sexualidad hasta el arrepentimiento.
Una relación sentimental, sexual, incluso social, diferentes puntos de vista, opiniones... y todo como vuelvo a repetir, natural.

La pega que lastra la nota es la excesiva duración, en parte necesaria y en parte innecesaria.
No podemos acortarla porque entonces todo sí que parecería precipitado, y se perdería su esencia, pero se puede llegar a hacer en algún momento muy pesada.

Hago esta crítica, opinión personal e intransferible, tras haber visto la serie al completo, y sin tener ningún tipo de comparativa con la saga literaria, la cual aún tengo pendiente.

Para mi, yendo al grano y en pocas palabras es una serie increíble de principio a fin. Son ocho temporadas que se pasan volando, y que no contienen un solo capítulo de relleno.

Obviamente, y por las diferencias en ubicaciones, localizaciones de cada casa y demás en ocasiones sí que se notan cambios de ritmo, pero nunca dejan la sensación de que sobren.

La serie cuenta con profundidad, no tanta como se podría esperar, y por momentos se podría considerar un punto "flojo" pero tiene mucha miga, en pasado y presente. Es de agradecer que el recursos de recuerdos o flasback sea prácticamente inexistente, y que el conocimiento se transmita en diálogos, en pergaminos, en relatos,,, como debía ser.

Cuenta con una buena cantidad de personajes, que podríamos escalonar entre los principales, o miembros de las familias en sí, los secundarios, como consejeros, acompañantes o acordes a alguna trama específica, y otros de menos peso pero que también tienen sus momentos.
Podríamos decir que aunque el tronco sean las diferentes casas, la serie no se guía por buenos o malos, ni por motivos de razón o impulsividad. Todos pueden ser bueno, o malos, según como lo mires.

En ese sentido los personajes son geniales, tocando todos los puntos que se podría esperar de una serie bélica y de fantasía.

En lo visual, brilla, en lo sonoro, también. Su banda sonora, que pese a su corta vida ya es un clásico. Sus efectos y maquillaje, ambientación y paisajes, todo queda genial.

Decir también que no recorta en absoluto en violencia, desnudos o mofas, ni en quitar de en medio a quien haga falta, para seguir profundizando en las guerras. Respecto a estas, batallas tendremos muchas, y 2 o 3 se nos quedarán para siempre de espectaculares que son.

En general, me ha gustado mucho y entra a mi top de series favoritas, porque consigue continuamente desplazar nuestras emociones en todo, en tristeza, en rabia, en alivio. Admirar villanos, odiar a héroes, consigue muy bien todo eso.

Hay quien dice que por momentos es muy comercial, quien dice que no profundiza, que por momentos la epicidad de diálogos se extingue... puedo estar de acuerdo, pero en conjunto para mi es un ejemplo perfecto de entretenimiento y un disfrute.

Mi única pega es la siguiente:

-Debido a la magnitud de medios desplazados, de ubicaciones reales de rodaje y ediciones, la serie entre temporadas en ocasiones duraba periodos próximos o superiores al año.
Y eso en actores que representan a niños de entre 10 a 15 años se nota muchísimo. Básicamente quien era un crío de 11 a la temporada siguiente sigue representando a dicho niño, solo que realmente ha cumplido años, y es un contraste curioso, teniendo en cuenta que las franjas temporales que representa la serie quedan un poco confusas.