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Críticas ordenadas por utilidad
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CortometrajeAnimación

6,4
110
Animación
8
13 de febrero de 2013
13 de febrero de 2013
1 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Impresionado ante la opera prima de Michael Please. Después de verla solo deseo que siga con esta trayectoria y hasta podría volverse el nuevo Don Hertzfeldt. Stop Motion con papel, las figuras, los insectos o el simple movimiento del césped por el viento son impresionantes, esa fluidez es inaudita, teniendo en cuenta que es su primer corto.
El cortometraje presenta la historia de Peter Eagleman, un personaje que acompañamos desde la infancia hasta la vejez mientras él nos narra sus pensamientos de cada situación vivida. Es interesante los huecos vacíos en la trama que deja el personaje, él explica que no ocurre nada especial en esos momentos pudiéndose saltar muchos años en su vida. Esa parte es esencial para comprenderlo ya que vemos lo que el protagonista ve como esencial, no conoceremos a su mujer y tendremos un breve momento con su hijo, la familia para el personaje no es importante.
Lo dicho anteriormente es mas curioso gracias a un dialogo con uno de los personajes, lo importante es el tiempo que gastas en lo que de verdad te gusta. Fijamos entonces la poca importancia de la infancia del protagonista, centrándonos en la madurez, cuando realmente le gusta lo que esta haciendo, vemos su felicidad a los 45 años. Esto es un arma de doble filo, por una parte es interesante pero hace que el personaje nos importe menos, no conocemos al personaje realmente, solo unos ligeros trazos en nueve minutos, con una duración mas larga podríamos ver mas vida de este protagonista tan peculiar.
Es una obra un tanto difícil, es cierto que puede ser demasiado rápido, así no puedes comprender en su totalidad el corto, eso tiene solución, mirarlo de nuevo. Por cada visionado, el metraje mejora, captas mas metáforas, captas las ideas del autor y la filosofía de una vida que trata la búsqueda del camino a tu felicidad personal. Bella e inteligente, ojo con Michael Please, podría volverse uno de los grandes en menos que canta un gallo.
El cortometraje presenta la historia de Peter Eagleman, un personaje que acompañamos desde la infancia hasta la vejez mientras él nos narra sus pensamientos de cada situación vivida. Es interesante los huecos vacíos en la trama que deja el personaje, él explica que no ocurre nada especial en esos momentos pudiéndose saltar muchos años en su vida. Esa parte es esencial para comprenderlo ya que vemos lo que el protagonista ve como esencial, no conoceremos a su mujer y tendremos un breve momento con su hijo, la familia para el personaje no es importante.
Lo dicho anteriormente es mas curioso gracias a un dialogo con uno de los personajes, lo importante es el tiempo que gastas en lo que de verdad te gusta. Fijamos entonces la poca importancia de la infancia del protagonista, centrándonos en la madurez, cuando realmente le gusta lo que esta haciendo, vemos su felicidad a los 45 años. Esto es un arma de doble filo, por una parte es interesante pero hace que el personaje nos importe menos, no conocemos al personaje realmente, solo unos ligeros trazos en nueve minutos, con una duración mas larga podríamos ver mas vida de este protagonista tan peculiar.
Es una obra un tanto difícil, es cierto que puede ser demasiado rápido, así no puedes comprender en su totalidad el corto, eso tiene solución, mirarlo de nuevo. Por cada visionado, el metraje mejora, captas mas metáforas, captas las ideas del autor y la filosofía de una vida que trata la búsqueda del camino a tu felicidad personal. Bella e inteligente, ojo con Michael Please, podría volverse uno de los grandes en menos que canta un gallo.

5,6
10.247
4
27 de agosto de 2013
27 de agosto de 2013
Sé el primero en valorar esta crítica
Amo a Ricky Gervais. Su trabajo es brillante, es uno de los pocos monologuistas a los que puedo apreciar ademas de enganchar con cada una de sus series. Pero no por ello hay que aplaudir cada uno de sus trabajos. 'Increíble pero falso' es el trabajo mas obvio del actor británico. El problema en general siendo lo mas breve posible, es que nos presentan una realidad en la que la mentira, no se ha descubierto. Por lo tanto todo el mundo tiene que decir la verdad. Pero el absurdo cae cuando todos los personajes dicen que lo que piensan, no la verdad. De primeras no es algo que importe pero el argumento se basa principalmente en lo gracioso de que todos digan lo que piensan. Una cosa es decir la verdad, pero también tienes la elección de callarte y no decir nada. Pero eso desaparece y se vuelve una hora de constantes bromas basadas en una sociedad que dice lo que piensa. ¿Para qué rechazan en la creación de un mundo realista en su realidad? Para dar un argumento de la religión.
La entrada del tema principal de la película tarda una hora en aparecer. Mientras tanto el personaje divaga en la popularidad del mentir. Sin duda la crítica es muy facilona. La acidez de sus series desaparece para un largometraje francamente comercial. No siempre lo comercial es malo, pero en este caso la gracia de Gervais se basa en los momentos incómodos, su humor se basa en esas pausas, si desaparecen para producir muchas risas se pierde. Y todo eso para hacer una crítica leve de la religión, en monologos suyos ha conseguido eso en menos de 10 minutos. Aquí en una hora y media. Por supuesto una trama romántica totalmente necesaria y si esta película flota es por la aparición de muchos secundarios que dan alegría a la película. Una autentica lastima. Siempres nos quedara 'The Office'.
La entrada del tema principal de la película tarda una hora en aparecer. Mientras tanto el personaje divaga en la popularidad del mentir. Sin duda la crítica es muy facilona. La acidez de sus series desaparece para un largometraje francamente comercial. No siempre lo comercial es malo, pero en este caso la gracia de Gervais se basa en los momentos incómodos, su humor se basa en esas pausas, si desaparecen para producir muchas risas se pierde. Y todo eso para hacer una crítica leve de la religión, en monologos suyos ha conseguido eso en menos de 10 minutos. Aquí en una hora y media. Por supuesto una trama romántica totalmente necesaria y si esta película flota es por la aparición de muchos secundarios que dan alegría a la película. Una autentica lastima. Siempres nos quedara 'The Office'.
Documental

7,8
8.309
Documental
8
27 de enero de 2014
27 de enero de 2014
Sé el primero en valorar esta crítica
No nos encontramos ante una obra de no ficción corriente. No es realmente una pieza histórica que nos explicará el antes y el después de la masacre, es un vistazo a las personas detrás de todo ello, ya sean las víctimas, indirectamente, y a los propios asesinos. Los primeros se retratan como unos cobardes que no se atreven a luchar por sus derechos por miedo a las represalias de un gobierno que razona lo necesario que son, para el estado, los gangsters. Los criminales se demuestran orgullosos y presuntuosos ante la villanía que realizaron. Su violencia ha callado a las víctimas y las opiniones que difieren a sus ideales. Lo increíble de este documental, es la capacidad de contar parte de la historia de un país de forma que se vuelva algo universal. La clave de ellos, como antes mencioné, es que el núcleo de la obra son esas personas, no la masacre.
Es interesante como el mundo del cine influencia a nuestros protagonistas. Estos genocidas adoran el cine Hollywoodiense. Cuentan anécdotas de cómo ciertas películas han influido en su manera de matar, e incluso critica algunos asesinatos que considera sucios en algún largometraje. Estos hombres nos explican sus numerosas formas de matar a los comunistas, alguno con una sonrisa de oreja a oreja, con cierto aire nostálgico. Incluso recriminan a los comunistas, ya que ellos los tachan de verdugos, pero ellos se llaman a si mismos salvadores, y las víctimas eran demonios que debían ser erradicados. Repiten ellos cual mantra `la historia la escriben los vencedores´.
Pero “The Act of Killing” no se queda sólo en retratar el orgullo de los genocidas, esto es más grande. Trata sobre el poder del cine. Los gangsters son influenciados por una visión errónea de películas como “Scarface” de Brian de Palma, ellos ya están ligados a este arte. Y cuando se conoce el poder que tiene el séptimo arte, sabes cómo transciende en la vida de ellos lo que puede crear un verdadero juicio de valor. Joshua Oppenheimer aprovecha el poder de la imagen y de las películas para que los propios asesinos retraten sus actos de maldad. El orgullo de ellos les lleva a aceptar sin miramientos, pudiendo ver como estos representan sus asesinatos de la manera más sobrecogedora.
El director es capaz de unir la indulgencia y la empatía. Les da la indulgencia a los torturadores dándoles una versión idealizada de sus actos, dándoles lo que ellos quieren, reafirmar su poder contra su contrario. Destacando plenamente la secuencia de sueño onírico donde las divinidades recompensan al protagonista principal por sus asesinatos. La empatía la reciben cuando ven sus actos en una pantalla, ven de verdad el reflejo de sus actos. Ellos son incapaces de ver el asunto con una perspectiva alejada de su realidad, no pueden empatizar con las víctimas. Por lo tanto la labor de formar ese sentimiento, lo produce el increíble poder del cine. Ellos sentirán sus actos, sobre todo nuestro principal conductor en este infierno, Anwar Congo.
Nombrando el tema de los reflejos, el principio del documental y el final demuestran la evolución de Anwar, uno de los gangsters principales en masacrar a los comunistas. “The Act of Killing” se vuelve el viaje de Anwar en comprender la gravedad de sus actos y superarlos. En el comienzo, nos lleva a una terraza donde estrangulaba a sus víctimas. Él nos explica gozoso como lo hacía, incluso cogiendo a un compañero y enseñando explícitamente su técnica. Pero entonces, nos demuestra algo de su humanidad que parecía desaparecida. Nos habla de cómo fuma marihuana o bailaba, para olvidar lo que hizo. Sus sueños sobre sus actos. El dolor le persigue pero él no quiere entenderlo.
En su viaje representándose a sí mismo, reafirmará sus decisiones, sus asesinatos. Pero al verlos se siente algo incomodo, y cada vez ese sentimiento crece. Como contraposición a su cambio, existe un compañero suyo que esto solamente le hace crecerse, deseando que esto lo pudiesen ver los niños para comprender su historia. Pero Anwar va sintiéndolo, hasta que finalmente el ejercicio de empatía se completa, debe actuar como una víctima en una de las escenas. La negación es tan grande en él que no puede ordenar sus pensamientos, solamente puede sentirlo. El cambio ha ocurrido en su interior, su corazón y su mente están enfrentándose a la realidad de sus actos. Tanto que al final, el reflejo es volver a explicar cómo mataba a los comunistas en esa terraza, con resultados distintos.
El impacto que ha creado todo este documental ha sido algo increíble. Una nominación a los Oscars es el menor de sus logros. Ha cambiado la perspectiva de los ciudadanos de Indonesia creando el debate sobre la situación actual, que aún el gobierno impidiendo su distribución en cines, Joshua Oppenheimer y su equipo ha conseguido distribuir gratuitamente la película en Indonesia. La valentía de estos cineastas ha supuesto un antes y un después en la sociedad y el impacto positivo que ha podido generar este documental es mejor que cualquier premio y cualquier puntuación de un crítico. Ha conseguido hacer sentir al mundo la situación de Indonesia y ha conseguido cambiar la visión de muchas personas. Por ello “The Act of Killing” es única y uno de los mejores documentales de la historia. Debes verlo para creerlo.
Es interesante como el mundo del cine influencia a nuestros protagonistas. Estos genocidas adoran el cine Hollywoodiense. Cuentan anécdotas de cómo ciertas películas han influido en su manera de matar, e incluso critica algunos asesinatos que considera sucios en algún largometraje. Estos hombres nos explican sus numerosas formas de matar a los comunistas, alguno con una sonrisa de oreja a oreja, con cierto aire nostálgico. Incluso recriminan a los comunistas, ya que ellos los tachan de verdugos, pero ellos se llaman a si mismos salvadores, y las víctimas eran demonios que debían ser erradicados. Repiten ellos cual mantra `la historia la escriben los vencedores´.
Pero “The Act of Killing” no se queda sólo en retratar el orgullo de los genocidas, esto es más grande. Trata sobre el poder del cine. Los gangsters son influenciados por una visión errónea de películas como “Scarface” de Brian de Palma, ellos ya están ligados a este arte. Y cuando se conoce el poder que tiene el séptimo arte, sabes cómo transciende en la vida de ellos lo que puede crear un verdadero juicio de valor. Joshua Oppenheimer aprovecha el poder de la imagen y de las películas para que los propios asesinos retraten sus actos de maldad. El orgullo de ellos les lleva a aceptar sin miramientos, pudiendo ver como estos representan sus asesinatos de la manera más sobrecogedora.
El director es capaz de unir la indulgencia y la empatía. Les da la indulgencia a los torturadores dándoles una versión idealizada de sus actos, dándoles lo que ellos quieren, reafirmar su poder contra su contrario. Destacando plenamente la secuencia de sueño onírico donde las divinidades recompensan al protagonista principal por sus asesinatos. La empatía la reciben cuando ven sus actos en una pantalla, ven de verdad el reflejo de sus actos. Ellos son incapaces de ver el asunto con una perspectiva alejada de su realidad, no pueden empatizar con las víctimas. Por lo tanto la labor de formar ese sentimiento, lo produce el increíble poder del cine. Ellos sentirán sus actos, sobre todo nuestro principal conductor en este infierno, Anwar Congo.
Nombrando el tema de los reflejos, el principio del documental y el final demuestran la evolución de Anwar, uno de los gangsters principales en masacrar a los comunistas. “The Act of Killing” se vuelve el viaje de Anwar en comprender la gravedad de sus actos y superarlos. En el comienzo, nos lleva a una terraza donde estrangulaba a sus víctimas. Él nos explica gozoso como lo hacía, incluso cogiendo a un compañero y enseñando explícitamente su técnica. Pero entonces, nos demuestra algo de su humanidad que parecía desaparecida. Nos habla de cómo fuma marihuana o bailaba, para olvidar lo que hizo. Sus sueños sobre sus actos. El dolor le persigue pero él no quiere entenderlo.
En su viaje representándose a sí mismo, reafirmará sus decisiones, sus asesinatos. Pero al verlos se siente algo incomodo, y cada vez ese sentimiento crece. Como contraposición a su cambio, existe un compañero suyo que esto solamente le hace crecerse, deseando que esto lo pudiesen ver los niños para comprender su historia. Pero Anwar va sintiéndolo, hasta que finalmente el ejercicio de empatía se completa, debe actuar como una víctima en una de las escenas. La negación es tan grande en él que no puede ordenar sus pensamientos, solamente puede sentirlo. El cambio ha ocurrido en su interior, su corazón y su mente están enfrentándose a la realidad de sus actos. Tanto que al final, el reflejo es volver a explicar cómo mataba a los comunistas en esa terraza, con resultados distintos.
El impacto que ha creado todo este documental ha sido algo increíble. Una nominación a los Oscars es el menor de sus logros. Ha cambiado la perspectiva de los ciudadanos de Indonesia creando el debate sobre la situación actual, que aún el gobierno impidiendo su distribución en cines, Joshua Oppenheimer y su equipo ha conseguido distribuir gratuitamente la película en Indonesia. La valentía de estos cineastas ha supuesto un antes y un después en la sociedad y el impacto positivo que ha podido generar este documental es mejor que cualquier premio y cualquier puntuación de un crítico. Ha conseguido hacer sentir al mundo la situación de Indonesia y ha conseguido cambiar la visión de muchas personas. Por ello “The Act of Killing” es única y uno de los mejores documentales de la historia. Debes verlo para creerlo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Crítica original en: http://nachogrimfandango.blogspot.com.es/2014/01/the-act-of-killing-la-banalidad-del-mal.html

7,0
41.573
7
9 de enero de 2014
9 de enero de 2014
Sé el primero en valorar esta crítica
Richard Curtis es uno de esas personas en la historia del cine contemporáneo que sabe perfilar una historia de amor. Un romance que se siente tan real como mágico. Sabe jugar con las emociones de los personajes, producir un eco con ellas y hacerlas llegar al espectador. Con comprobar su filmografía puedes señalar películas que han creado escuela como “Cuatro bodas y un funeral”, “Notting Hill” y “Love Actually”. Es importante resaltar sus obras anteriores, ya que “Una cuestión de tiempo” es su obra más personal y pone a juicio a sus anteriores películas.
Con una premisa simple pero a la vez original (las tramas de viajes en el tiempo me fascinan y con esta premisa más) consigue empatizar con el clásico personaje masculino en el cine de Curtis. Pero ya con el primer acontecimiento referente a la utilización de sus poderes, nos enseña que el propio director va a luchar por alejarse de las ideas preconcebidas de su propio cine, del género romántico que él perfiló. Cuando intenta conquistar a la primera chica que entra en su vida, este conoce que aún con sus poderes, no puede forzar al destino ni al amor. Basándonos ya en su temática de viajes en el tiempo (clásico en las películas de este género el demostrar las consecuencias de tus actos) la obra genera varias líneas temporales, pero estas son rápidamente desechadas y arregladas. Con estas premisas, tenemos claro que los viajes en el tiempo son normalizados pasados los minutos de la película y no dejan de ser una metáfora sobre el protagonista y su camino a la madurez, es una película sobre el amor, no sobre viajes en el tiempo, es una mera excusa para desarrollar a los personajes. En Spoiler explico por qué Curtis huye de su cine y me adentró más en la evolución del protagonista.
No siento que este desaprovechado la temática de viajes en el tiempo. Utilizarlo en exceso la perjudicaría más y perdería la pureza que denota la obra. Repito, no es una obra basada en la técnica, es una película de género con esta técnica. “Una cuestión de tiempo” es una representación de un amor puro y meloso. A la vez sobre el proceso del madurar y tomar responsabilidades de tus actos. La química entre los actores es soberbia y su actuación estupenda, los secundarios de Curtis son conocidos por simpáticos y buenos comic-relief. Pero al ser el estilo más puro del director, nos encontramos con su película más ñoña y pastelosa. Yo no he tenido problema en sumergirme en ella, pero seguramente habrá espectadores que la rechacen. Además tiene un ritmo apagado ante el poco conflicto que se genera en ella y cuando ocurren se rechazan rápidamente. Pero si consigue enternecerte y conmoverte, te ha hecho suyo.
Con una premisa simple pero a la vez original (las tramas de viajes en el tiempo me fascinan y con esta premisa más) consigue empatizar con el clásico personaje masculino en el cine de Curtis. Pero ya con el primer acontecimiento referente a la utilización de sus poderes, nos enseña que el propio director va a luchar por alejarse de las ideas preconcebidas de su propio cine, del género romántico que él perfiló. Cuando intenta conquistar a la primera chica que entra en su vida, este conoce que aún con sus poderes, no puede forzar al destino ni al amor. Basándonos ya en su temática de viajes en el tiempo (clásico en las películas de este género el demostrar las consecuencias de tus actos) la obra genera varias líneas temporales, pero estas son rápidamente desechadas y arregladas. Con estas premisas, tenemos claro que los viajes en el tiempo son normalizados pasados los minutos de la película y no dejan de ser una metáfora sobre el protagonista y su camino a la madurez, es una película sobre el amor, no sobre viajes en el tiempo, es una mera excusa para desarrollar a los personajes. En Spoiler explico por qué Curtis huye de su cine y me adentró más en la evolución del protagonista.
No siento que este desaprovechado la temática de viajes en el tiempo. Utilizarlo en exceso la perjudicaría más y perdería la pureza que denota la obra. Repito, no es una obra basada en la técnica, es una película de género con esta técnica. “Una cuestión de tiempo” es una representación de un amor puro y meloso. A la vez sobre el proceso del madurar y tomar responsabilidades de tus actos. La química entre los actores es soberbia y su actuación estupenda, los secundarios de Curtis son conocidos por simpáticos y buenos comic-relief. Pero al ser el estilo más puro del director, nos encontramos con su película más ñoña y pastelosa. Yo no he tenido problema en sumergirme en ella, pero seguramente habrá espectadores que la rechacen. Además tiene un ritmo apagado ante el poco conflicto que se genera en ella y cuando ocurren se rechazan rápidamente. Pero si consigue enternecerte y conmoverte, te ha hecho suyo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Si no existiesen los poderes de viajes temporales tendríamos de primeras; una película del protagonista conquistando a la chica que tiene novio. Misma premisa de “Cuatro bodas y un funeral”. En el siguiente momento que se huye del clásico conflicto, él decide no acostarse con su primer amor, es más, refuerza el amor que siente por su novia actual y le pide que se case con ella, la película huye del conflicto del triangulo amoroso rápidamente y no utilizan la información como un futuro problema de pareja. Sin embargo, todo ese triangulo amoroso podíamos verlo en varios fragmentos de “Love Actually”. Son dos ejemplos de la huida de su cine y una clara renovación para crear una obra más pura basada en la química entre los dos actores. Las consecuencias de los viajes en el tiempo tienen resultados nimios que él soluciona en el presente y toma las decisiones correctas. Cuanto más avanza la obra, el protagonista va abandonando más sus poderes, alcanzando así la madurez, por su cuenta y sin necesidad de ningún poder o truco.

4,9
8.457
5
13 de octubre de 2013
13 de octubre de 2013
Sé el primero en valorar esta crítica
Sofía Coppola puede ser muy criticada. Pero una cosa es cierta, le duela a quién le duela, Sofía hace cine de autor. El debate posible aquí es: Si es de calidad o no. En toda su carrera desde Las Vírgenes Suicidas hasta la que hoy nos ocupa, la directora ha ido afrontando en cada una de sus películas un reto y su cumbre en el cine, aquí estaremos todos de acuerdo, Lost In Translation, es una de las películas más importantes e influyentes del Siglo XXI. Consiguió superarse a sí misma rompiendo las expectativas de su primer largometraje como hizo Tarantino con Pulp Fiction. No solamente eso, sino que ha conseguido desvincularse de su ex marido, Spike Jonze, y su padre, Francis Ford Coppola. Fruto de las sombras de dos grandes viene la directora a marcar tendencia en una industria predominada por hombres, sin duda tiene su mérito.
Desde ahí el estilo de Coppola era claro, influida claramente por el estilo pop y el cine europeo, el cual busca los problemas transcendentales del personaje. Una de sus marcas de la casa es sin lugar a dudas los personajes sacados fuera de su entorno, ya sea María Antonieta, Bob Harris o Charlotte, todos ellos han sido sacados de su círculo y en ese preciso momento, la película comienza. En este caso, un personaje comienza adentrándose en ese mundo adueñado por la fama. Adueñarse de un estilo pop y presentar a unos personajes carcomidos por la estética y la moda, es todo un caramelo para la directora. ¿Pero podrá jugar bien sus cartas?
The Bling Ring se basa en unos adolescentes obsesionados con las celebridades y la fama, esa obsesión les llevara a cometer una serie de robos en sus mansiones. Como dije anteriormente, este proyecto es un caramelo en las manos de Coppola. Se enfrenta a nada menos que a unos personajes vacuos, vacíos que buscan, de manera obsesionada, destacar. Ella con su estilo pop puede hilar los dos conceptos el estilo pop y por supuesto jugar con la cultura de la fama, ya anteriormente vista en Somewhere, no es algo nuevo para ella. Además aprovechando para llevarla a un terreno de crítica es bastante interesante, se mueve entre el halago y la crítica, representado, más en un sentido cercano al documental, la vida de las jóvenes. En algunos momentos de la película busca el dejarse llevar sin intención de juzgar los hechos, pero sin embargo en ciertas ocasiones la directora abofetea al espectador con escenas totalmente críticas, como puede ser por ejemplo el final con la entrevista al personaje interpretado por Emma Watson.
Por todo ello me duele decir, que el fallo entre la unión de todos los conceptos hace caer al producto en su totalidad. En sí paso a paso, todos los elementos funcionan, pero la unión en un largometraje demuestra la falta de tono que se encuentra en el película. De primeras la idea en sí, no sabe si ser una crítica a una sociedad consumista arraigada por el poder de la fama o sencillamente una glorificación de la misma, da igual que Sofía consiga poner bocanadas de crítica en ella si la mayoría del metraje va a regodearse este estilo de vida. No me sirve la justificación de que toda la parte positiva es para abrir paso a la negativa, la película se encuentra sin un núcleo en que girar. Coppola podría hacer funcionar a las dos por separado, pero unidas no tienen un eje de conexión.
Las escenas más cercanas al videoclip funcionan en el contexto en el que nos enfrentemos, claros ejemplos son la primera escena o la escena con la canción “Power”. Luego otros clásicos de la directora son los largos planos de paisajes, que no desentonan y marcan unas imágenes bellas. Por lo general la película tiene un apartado visual cuidado que se da la mano con el estilo de rodar. Pero la repetición de las mismas escenas choca y vuelve anodina el metraje repitiendo una y otra vez el mensaje de la película cuando desde los primeros robos se entendía. Comprendo el utilizar esa repetición para dar a entender su modo de vida, pero no logra cuajar en esta película y acaba por cansar. ¿Y que hay de los personajes?
Los actores hacen un buen papel demostrando el vacío de unos personajes simples. La historia necesita unos personajes planos para demostrar su modo de vida tan vacuo, pero claro, eso no implica que el espectador se interese por ellos. Debes conseguir meter en la historia a ellos, a los que ven tu película, sea para sufrir o para divertirse. Pero si la mayoría de ella se basa en enseñarnos a los personajes deambulando por las escenas sin atrapar a los espectadores, la trama se vuelve aburrida. Los personajes no tienen carisma, excepto Emma Watson que se luce en su rol. Coppola no intenta hacernos entender por qué hacen lo que hacen, vemos un documental durante toda la película, que esta basado en un hecho real sí, pero esto es cine, el cine es una mentira, tergiversa la verdad para hacerla más interesante para el público.
Un ejercicio interesante el de Sofía Coppola, que peca de no saber centrarse en los puntos ni unirlos para crear una buena película. Las escenas por separado funcionan de buena manera, tenía los elementos perfectos para hacerla pero no supo quedarse en su terreno. Si hubiese querido hacer una crítica, debería haber ido a por ella desde un punto marcado en la película (como ocurre en Spring Breakers). Pero si se siente demasiado atraída por el mundo que representa, no lo critiques y quédate en él. El director debe saber que demostrar o quitar, es tan importante lo que se enseña como lo que no. Sofía sigue siendo una niña en el fondo, apasionada por la moda y se siente hipnotizada por los mundos retratados. En una madurez futura, ella podría haber solucionado los problemas que acontecen en la película, pero todavía tiene una carrera muy prometedora para demostrarnos como evoluciona el ojito derecho de Francis Ford Coppola.
Desde ahí el estilo de Coppola era claro, influida claramente por el estilo pop y el cine europeo, el cual busca los problemas transcendentales del personaje. Una de sus marcas de la casa es sin lugar a dudas los personajes sacados fuera de su entorno, ya sea María Antonieta, Bob Harris o Charlotte, todos ellos han sido sacados de su círculo y en ese preciso momento, la película comienza. En este caso, un personaje comienza adentrándose en ese mundo adueñado por la fama. Adueñarse de un estilo pop y presentar a unos personajes carcomidos por la estética y la moda, es todo un caramelo para la directora. ¿Pero podrá jugar bien sus cartas?
The Bling Ring se basa en unos adolescentes obsesionados con las celebridades y la fama, esa obsesión les llevara a cometer una serie de robos en sus mansiones. Como dije anteriormente, este proyecto es un caramelo en las manos de Coppola. Se enfrenta a nada menos que a unos personajes vacuos, vacíos que buscan, de manera obsesionada, destacar. Ella con su estilo pop puede hilar los dos conceptos el estilo pop y por supuesto jugar con la cultura de la fama, ya anteriormente vista en Somewhere, no es algo nuevo para ella. Además aprovechando para llevarla a un terreno de crítica es bastante interesante, se mueve entre el halago y la crítica, representado, más en un sentido cercano al documental, la vida de las jóvenes. En algunos momentos de la película busca el dejarse llevar sin intención de juzgar los hechos, pero sin embargo en ciertas ocasiones la directora abofetea al espectador con escenas totalmente críticas, como puede ser por ejemplo el final con la entrevista al personaje interpretado por Emma Watson.
Por todo ello me duele decir, que el fallo entre la unión de todos los conceptos hace caer al producto en su totalidad. En sí paso a paso, todos los elementos funcionan, pero la unión en un largometraje demuestra la falta de tono que se encuentra en el película. De primeras la idea en sí, no sabe si ser una crítica a una sociedad consumista arraigada por el poder de la fama o sencillamente una glorificación de la misma, da igual que Sofía consiga poner bocanadas de crítica en ella si la mayoría del metraje va a regodearse este estilo de vida. No me sirve la justificación de que toda la parte positiva es para abrir paso a la negativa, la película se encuentra sin un núcleo en que girar. Coppola podría hacer funcionar a las dos por separado, pero unidas no tienen un eje de conexión.
Las escenas más cercanas al videoclip funcionan en el contexto en el que nos enfrentemos, claros ejemplos son la primera escena o la escena con la canción “Power”. Luego otros clásicos de la directora son los largos planos de paisajes, que no desentonan y marcan unas imágenes bellas. Por lo general la película tiene un apartado visual cuidado que se da la mano con el estilo de rodar. Pero la repetición de las mismas escenas choca y vuelve anodina el metraje repitiendo una y otra vez el mensaje de la película cuando desde los primeros robos se entendía. Comprendo el utilizar esa repetición para dar a entender su modo de vida, pero no logra cuajar en esta película y acaba por cansar. ¿Y que hay de los personajes?
Los actores hacen un buen papel demostrando el vacío de unos personajes simples. La historia necesita unos personajes planos para demostrar su modo de vida tan vacuo, pero claro, eso no implica que el espectador se interese por ellos. Debes conseguir meter en la historia a ellos, a los que ven tu película, sea para sufrir o para divertirse. Pero si la mayoría de ella se basa en enseñarnos a los personajes deambulando por las escenas sin atrapar a los espectadores, la trama se vuelve aburrida. Los personajes no tienen carisma, excepto Emma Watson que se luce en su rol. Coppola no intenta hacernos entender por qué hacen lo que hacen, vemos un documental durante toda la película, que esta basado en un hecho real sí, pero esto es cine, el cine es una mentira, tergiversa la verdad para hacerla más interesante para el público.
Un ejercicio interesante el de Sofía Coppola, que peca de no saber centrarse en los puntos ni unirlos para crear una buena película. Las escenas por separado funcionan de buena manera, tenía los elementos perfectos para hacerla pero no supo quedarse en su terreno. Si hubiese querido hacer una crítica, debería haber ido a por ella desde un punto marcado en la película (como ocurre en Spring Breakers). Pero si se siente demasiado atraída por el mundo que representa, no lo critiques y quédate en él. El director debe saber que demostrar o quitar, es tan importante lo que se enseña como lo que no. Sofía sigue siendo una niña en el fondo, apasionada por la moda y se siente hipnotizada por los mundos retratados. En una madurez futura, ella podría haber solucionado los problemas que acontecen en la película, pero todavía tiene una carrera muy prometedora para demostrarnos como evoluciona el ojito derecho de Francis Ford Coppola.
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