Es lo que se puede decir tras visionar "La cage aux folles". Una película impensable en España en 1978 y que Mike Nichols aún tardó en versionar para E.E.U.U. casi veinte años con idéntico acierto. Su temática homosexual, sus diálogos ambiguos y sus enrevesadas situaciones la convierten en una apuesta cómica arriesgada para esa época, lo cual demuestra la liberalidad del pensamiento y la mentalidad de los franceses.
Con unos geniales Tognazzi y Serrault - especialmente el segundo en su faceta de travesti -, "Vicios pequeños" (traducción del título al castellano) es una delirante muestra de humor, con unos "puntazos" tremendos. Y si no, atención al sirviente de Renato y Albin como ejemplo de los mismos.
Muy recomendable para pasar un rato divertidísimo.

Aunque me hizo más gracia cuando era un crío, hay que reconocer que "El nuevo caso del inspector Clouseau" es una comedia entretenida y bien construida. No obstante, no lo es como continuación de "La Pantera Rosa" (quienes la hayan visto sabrán por qué no puede ser considerada como una secuela sin más, sino como otra película independiente).
A su favor tiene la introducción de varios personajes que protagonizarán otras de la saga (el comisario Dreyfuss y sus tics, el ayudante Hercules y los ataques sorpresivos de Kato), además de, por supuesto, en esta concreta entrega, la guapísima Elke Sommer.
En su contra, que elevar al cuadrado las torpezas de Clouseau - por muy bien que haga el papel Peter Sellers - puede resultar cansino.
Sin embargo, esta comedia tiene tremendos puntazos como la llegada de Clouseau a la casa donde se ha cometido el crimen (atención a su observación sobre el mayordomo), la colonia nudista o la sincronización de los relojes.
Pero, para mí, lo mejor de todo es el principio y el final. Blake Edwards nos lo cuenta todo y somos incapaces de entenderlo. Primero con las imágenes del genial enredo de las infidelidades nocturnas al son del delicioso tema de Henry Mancini "Shadows of Paris"; y el desenlace al desvelar la identidad del asesino.
Por último, como curiosidad, destacar la aportación en el guión de William Peter Blatty, autor de la novela de "El exorcista".

"Vidocq" es una película de una estética visual peculiar, que confunde al espectador tal vez en algunos momentos con tantos primeros planos, imágenes en movimiento y rostros casi deformados. Sin embargo, no es éste el aspecto que la hace fallar, sino el uso continuado de flashbacks que mezclan personajes, tramas e incluso el desarrollo de las investigaciones que llevan a cabo tanto el protagonista Vidocq (Gerard Depardieu), como el periodista que pretende contar su biografía (Guillaume Canet). Hay algo que la hace atractiva, sugerente y entretenida, y es por ello que se la puede calificar como una película buena, pero sin más pretensiones. El problema, como digo, está en que Pitof altera demasiado el curso de la acción con idas y venidas del pasado y del futuro, lo cual provoca que te pierdas o que te líes en algunos momentos concretos. Puede definirse como una película sorprendente, pero también previsible a veces, lo cual contradice su calidad, pese a su intento de aunar una pequeña parte de la historia de Francia y el misterio de saber quién es el asesino que tiene por rostro una máscara en la que se reflejan sus víctimas.

Basada en hecho reales, "Expreso de Andalucía" tiene poco que envidiar al cine negro norteamericano de aquella época. Un guión magnífico, unos actores que cumplen con creces en su papel y una trama entretenida y que no se hace pesada consiguen que olvides cualquier película mítica del género. Está muy lograda sobre todo esa sensación que vivimos con los artífices del atraco de que, una vez que ya se ha comenzado con el plan, es muy complicado frenar a tiempo (de ahí el título de mi crítica, jugando con el descarrilamiento de un tren).
A excepción de Carlos Casaravilla - a quien ya conocía por aquel taimado chantajista de "Muerte de un ciclista" -, me han sorprendido gratamente las actuaciones de un jovencísimo Vicente Parra y especialmente de esa pareja formada por Jorge Mistral y Mara Berni. El primero, porque se aleja del arquetipo de galán para interpretar un personaje con muchos matices que evoluciona hacia ese descarrilamiento por una razón obvia: La segunda (ver spoiler)
Mi nota: 7,7

Elimino la crítica que escribí sobre esta serie al finalizar su primera temporada, ya que entonces la califiqué como digna, aunque inferior a "Los Tudor". Porque una vez terminada al completo debo rectificar mi error, pues "Isabel" es en su conjunto bastante superior a las producciones históricas españolas hasta ahora vistas e incluso a la canadiense sobre el "Nerón inglés" con la que ha sido comparada (sin desmerecer tampoco su calidad, por supuesto). He aquí las razones que esgrimo para sostener mi tajante afirmación:
1) "Isabel" madura y evoluciona al igual que su protagonista a medida que transcurren las tres temporadas. Lo hace, por ejemplo, evitando los típicos errores en que recaían sus predecesoras nacionales: Solucionando las diferencias de trato entre los personajes con el único uso del vos, independientemente de la edad y rango de los interlocutores, así como prescindiendo de desnudos que nada aportan a la historia, sino que se incluían para intentar subir la audiencia. En eso "Isabel" ha demostrado finalmente no necesitarlos, pese a contar como pareja real con dos actores como Michelle Jenner y Rodolfo Sancho. Y he aquí otro punto a su favor. Si Jonathan Rhys Meyers fue Enrique VIII, ¿por qué ellos no podían interpretar a nuestros Reyes Católicos?
2) El casting es perfecto, desde los principales hasta los secundarios (especialmente aquellos personajes que abarcan más de una temporada).
3) La serie ha logrado acallar a los detractores que argumentaban que el PP la había programado por su carácter patrio y que era una mala elección en estos tiempos de crisis. De hecho, el público ha determinado que desea conocer la historia de España, siempre y cuando esté bien documentada y no resulte tediosa. Y en "Isabel" se explican muy bien las dificultades que tuvo la princesa para acceder al trono, la importancia de la unión entre Castilla y Aragón, la cuestión nazarí, la política matrimonial y territorial de los Reyes Católicos para lograr la unificación y el futuro del Reino, las alianzas y traiciones con otros Estados...
4) La banda sonora de Federico Jusid es una auténtica obra maestra en su totalidad.
5) Y quizá el aspecto más importante. El guión es capaz de profundizar en el aspecto psicológico de cada personaje, así como de que el espectador empatice con unos soberanos que también cometieron errores, humanizándolos en los dolorosos pasajes de sus vidas, que fueron muchos más de los que a priori se creía y que la serie describe llegando hasta el fondo del alma.
Mi nota: 8,7