Estética documentalista, con auténticos chicos de barrio de protagonistas, ofreciendo una imagen falseada de ellos mismos.Recuerda el viejo programa de televisión "Vivir cada día". Un chico maltratado por su padre, un señor con valores de clase media, es rescatado por una angelical familia de imagen izquierdista alternativa. Y es que los valores tradicionales tienen la culpa de todo, son las derechas las culpables de todos los maltratos posibles. Fumarte porros, hacerte tatuajes y votar a Izquierda Unida te vacuna contra la violencia y la intolerancia. Borras del mapa la tradición judeocristiana y la institución patriarcal y la condición humana será perfecta. En fin.

Un joven huérfano, de vocación artística, sobrevive en la Viena de comienzos del XX en difíciles condiciones, viéndose obligado a alojarse en albergues de mendigos. Sin nada que parezca justificarlo, sigue creyendo en sí mismo. La Ópera y las revistas volkisch son su vía de escape a la difícil realidad. Mientras, hace dibujos de los monumentos para vederlos a los turistas y sacar algo. Un director y guionista avezado sabría hacer ver, en la vida cotidiana de este joven, el futuro líder que será.
¿Les parecería tolerable una película así?
A mí, desde luego, no.

Si Mariano Ozores fuera angloparlante y profesara la ideología progre, y le diera a su humor de sal gruesa un barniz intelectualoide para licenciadillos cutres, no sería Mariano, sería Terry, y multiplicándose por varios los Monty Python.

A la suficiencia y autoindulgencia de la izquierda intelectual en general, de las que ya hablé respecto a "Pequeño Gran Hombre", se unen la suficiencia y autoindulgencia de Bertolucci respecto a Bertolucci, mucho mayores, si cabe. Aparte de su destestable contenido ideológico, y del aburrimiento producido por su larga duración, da grima la convicción babosa que subyace en cada plano de la película de estar haciendo la epopeya definitiva del campesinado comunista italiano en la primera mitad del XX. Bertolucci no necesita madre ni abuela, el es su madre y su abuela.

Tendenciosa. Manipuladora. Anacrónica. Cursi. Cine de qualite de izquierda, con la versión políticamente correcta de la guerra civil. Sentimentalismo y buenrollismo. Basado en unos cuentos del escritor oficial Manuel Rivas. Ya sabemos lo malo que fue Franco. La represión y todo eso. Muchas películas se han dedicado a contarlo. ¿Habrá una visión objetiva de la guerra civil en el cine español alguna vez?, ¿se verán los paseos de los milicianos?, ¿el genocidio del clero?.Los anarquistas, como se supone que es el maestro de la película, no estaban por la defensa de la legalidad republicana, sino por otra cosa. Contar otra cosa es mentir.