Previsiblemente la más floja de la trilogía, no será así para sus seguidores o será la peor pero con más nota por el cariño. “El retorno del Jedi”, el episodio final de la trilogía original, abandona los conseguidos destellos de grandeza de la segunda y hunde toda esa preparación operística para dar rienda suelta al facilismo y al humor infantil. Su mayor mérito, eso sí, es acabar la historia como debe y nunca dejar de entretener. Sólo por eso, consigue ser efectiva y sensiblemente digna.

“El imperio contraataca” no sólo es la mejor entrega de la trilogía y la mejor película de “Star Wars” que se ha hecho hasta ahora. Perfecta y muy entendiblemente puede ser considerada casi la mejor película en su género y uno de los mejores clásicos y más inolvidables que se hayan logrado. Todo esto es por saber insuflar de vida y significado a su trama, trascender las meras aventuras entretenidas de la original por unas más importantes y más poderosas aquí, dejando de ser complaciente para preocuparse por calar hondo y trasmitir emociones que contribuyen a la aventura y la hacen tan grande como sus proporciones formales pretendían que fuese. Una grandiosa secuela, madura y adulta.

“Una nueva esperanza” es un reconocido clásico de aventuras, efectivo y galáctico. Y siempre lo será. Pero ni entonces, hace muchos años cuando la descubrí, ni ahora será tan enorme ni de tan maestra calidad como sus fans más acérrimos la colocan. Es un buen entretenimiento, notablemente hecho, de gran factura y con personajes inolvidables. Pero no deja suficiente poso. Entretenida diversión, pero no una obra maestra.

Esta película es sencilla y no será tan inteligente como otras, pero tampoco lo pretende. Su objetivo es la emoción y el corazón. Y los toca por completo. A nivel técnico y actoral, la película es buena, pero su guión y el cómo cuenta la historia es lo realmente magnético de la misma. Es fiel a la historia real en la que se basa y también promete sacar a relucir las lágrimas entre la audiencia. Quien desconozca la historia real se verá incluso más atrapado y emocionado en la película.

Reinventando la historia de sobras conocida de uno de los superhéroes más queridos, dotándola de una mitología inteligente e incluso fascinante en su sorprendente primer tercio, e imprimiendo emoción y tensión en su atmósfera de oscuridad, “Batman Begins” al fin nos presenta un héroe entendiendo sus motivaciones, sus orígenes y sus reglas. Todo ello adaptado al mundo real y cercano, gracias a un guión endiabladamente veraz y a unas interpretaciones carismáticas. La película es de las mejores de superhéroes, la primera de aquella época en dirigirse a un público más adulto y un entretenimiento magnético que pese a no sentirse totalmente al límite aprovechable de su espectacularidad o en la interpretación de varios de sus secundarios (Katie Holmes entre ellos) es incluso capaz de colarte unos cuantos giros inesperados en su recta final. Christian Bale es el mejor Bruce Wayne/Batman que se haya visto en una pantalla hasta ahora y Christopher Nolan el mejor director que el héroe haya tenido hasta el momento (el único que hasta ahora ha sabido aunar su sello personal, rupturas temporales argumentales y tonos sobrios, con lo que los cómics contaban y el personaje requería).