Excelente y esclarecedor relato de lo ocurrido en Derry la noche el 30 de enero de 1972. La película, rodada a modo de documental de guerra, tiene varios aciertos: es muy creíble (a eso contribuyen, un muy buen guión, la elección de los actores, el ritmo en el que se va relatando cómo se prepara la manifestación de un lado y del otro de la misma y el modo en que ha sido grabada), muy fiel a los hechos allí acontecidos, y tiene un excelente final, en el que se mezclan la rabia, la impotencia y la sed de justicia, con el relato de las nulas consecuencias para los responsables de la masacre.

En definitiva, la película tiene la gran virtud de hacer participe de su causa a todo el que la vea. Afortunadamente, ese conflicto armado terminó y son las negociaciones y el diálogo los que han contribuido a la paz en Irlanda.

Probablemente sea la mejor adaptación hecha sobre la historia de R. Hood y a ello contribuye bastante un gran Morgan Freeman, que como siempre, llena la película con un personaje inventado en esta adaptación. Falla un poco en la parte antagonista de la película, pero no dejan de ser un poco más de dos horas entretenidas.

La película, en general, es un "peliculón", y desde el segundo uno hasta el final (por cierto, buenísimo, y no digo nada más), desprende ese aroma de las películas de los setenta de Scorsese o Coppola.

Sin embargo, me quiero quedar con dos detalles de la película pero que quedan fuera de ella

1) De Niro es tan grande delante como detrás de la película, porque siendo quien es, el papel que hace es el de esforzado padre (¡ojo! Palminteri, lo borda);

2) Esto es más trivial, pero realmente funciona: Desde que ví la escena en que se habla de que una mujer merece la pena si abre el pestillo de la puerta del coche, lo he intentado varias veces.... y realmente ¡es cierto!

No deja de ser otra película del montón de las películas de palomitas, que aunque en su día se vendió como la enésima vuelta a las películas de romanos, se ha quedado en el camino que separa Britannia de Roma, es decir, en el medio de la nada.

En cuanto a la película en sí me gusta cómo está ambientada, huyendo de esos romanos impolutos de las películas clásicas, pero por lo demás hace aguas por todos los sitios (empezando por el guión en sí, siguiendo por los "cherokees" escoceses y acabando por la dirección e interpretaciones, que están muy justitas.

A decir verdad, la película es mala en líneas generales: sosa, aburrida, sin ritmo, sin gracia y encima demasiado empalagosa.

Sólo una cosa más: no sé si incluir a los actores del cine X español es un homenaje a ese cine, pero si son actores de ese tipo de películas, por algo será......

En fin, el que espere pasar un buen rato, que vea otra cosa, porque realmente no merece la pena (ni siquiera la mitad del reparto de la serie "Aída", que parece que garantiza risas).