Esta ha sido la última película de terror con que me he divertido, la situación que plantea es similar a la de otras tantas que es la de un grupo de personas que tendrá que enfrentarse a un enemigo casi invulnerable.
Pero el punto a favor de ésta es que son familias enteras que de forma un poco temeraria han elegido vivir aisladas en un entorno hostil formando una especie de avanzadilla, parece que estuvieran tentando a la suerte y que estuviera un poco justificado lo que les pueda pasar, siendo este un punto muy a favor para lograr inquietarme.
La ciudad* está muy bien conseguida, la panorámica de ésta desde el aire les salió impresionante y también el plano de la ciudad, todavía de día antes que parte de la población la abandone, está bastante bien, me pareció especialmente acertado el plano de la muchacha esquimal, parece casi documental.

En cuanto a los vampiros, tuvieron el buen criterio de buscarse a un actor con personalidad para encarnar al cabecilla, Danny Huston que recordaba de “Reencarnación”, los demás también están bien elegidos creo, el maquillaje ayuda claro.

*La verdadera ciudad que da nombre a la que aparece en la película es sensiblemente menos cosmopolita, según he podido comprobar en google.

La verdad es que de un tiempo a esta parte las historias de “triángulos sentimentales” no sólo no me interesan sino que además me suelen molestar, pero esta película es otra cosa, no sólo por el modo de mostrar la historia, la cinta está plagada de numerosos flashbacks, cosa que si no se hace bien aburre, pero aquí se nota que el director y guionista están inspirados porque los resultados son satisfactorios, además creo que la elección de Rose Byrne para hacer de desquiciada es un gran acierto, con esa mirada tan “dolorida”, creo que este es el papel que mejor le ha venido, el papel de Diane Kruger lo podría haber interpretado cualquier otra y creo que daría igual.
La historia está contada un poco a la estilo de David Lynch (hay una verdad pero no hay lógica, como digera Kate Winslet en Titanic refiriendose a un cuado de Picasso)
Pero en este caso no he tenido que leer una revista para enterarme de lo que he visto, como me pasó con Mulholland Drive.

Llegada cierta parte de la película no es difícil saber por donde va a ir el resto de la historia, sobre todo vistas tantas películas, además de resultar un poco pretenciosa mezclando tantas cosas.

Le di una oportunidad a la nueva película de Ridley Scott sabiendo que sería difícil que me gustase porque la época en que me interesaban las batallitas en las películas quedó superado más o menos en la época de "Salvar al Soldado Ryan", pero aun así fui a verla porque sabía que iba a haber gente en el cine, para variar, y eso me animó.
La película empieza bien pero luego se centra en la relación entre Josefina y Napoleón, y como no la entendí, porque los dos tienen unas motivaciones que no entiendo, perdí el poco interés que tenía.

Por ahora de los directores famosos que recientemente han hecho películas de más de dos horas y media, como Martin Scorsese o Christopher Nolan, es el único que no consigue que su película sea al menos entretenida.

He de decir que hoy día prefiero ponerme a ver cualquier otro clásico de los 80 como “Poltergeist”, “Regreso al futuro” o “Aliens”, dicho esto.

Lo que mas recuerdo de este film, es el impacto que me produjo oír la música de John Williams en los 40 principales, que era además el tipo de música que buscaba en ese momento, algo sinfónico, algo muy diferente entre tantos temas discotequeros, flipé con la música, oyéndola en mi primera cadena de sonido; un Walkman.

La mejor puesta de sol que he visto en el cine, tal vez haya otras pero fue en esta película donde yo la vi, (es cuando se puede ver a Elliott, a su hermano y a “E.T” disfrazados, antes de la famosa escena en que se les ve volando, están en lo alto de una colina en un camino de tierra, con la urbanización debajo de fondo).

Y el otro “actor”: La típica urbanización americana, que ya se había visto en otras películas, pero Spielberg la redescubre, para utilizarla de nuevo en otros "proyecto"s suyos como en “Poltergeist” o “Regreso al futuro” consiguiendo mitificarlas.