Haz click aquí para copiar la URL
España España · Shangri-la. Andalucía
You must be a loged user to know your affinity with Maggie Smee
Críticas 395
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
2
22 de abril de 2017
30 de 38 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tal y como había comenzado la película, una expresiva espectadora (y también maleducada) se reía, vociferando: “¿Pero por qué se cae todo el mundo?” y, al poco tiempo, “¿Pero por qué andan así?”. El jolgorio fue decreciendo, no hizo falta hacerla callar, y la señora en cuestión acabó en silencio, se perdió. Y creo que eso es lo que le puede pasar a la mayoría de los espectadores si la aguantan al completo. En mi caso no fue así, fue peor, ya que “La alta sociedad” me ha supuesto una decepción desde su inicio, porque me veía venir lo que pretendía. Y no es porque tuviera altas expectativas, nunca tengo una idea preconcebida de ninguna película, la verdad, pero en resumidas, desde el principio me resultó una propuesta fallida, considerándola una lujosa “boutade”, nada inteligente, pretenciosa y cargante.

“La alta sociedad” tiene sus defensores entre público y crítica, consiguió llevarse premios en el Festival de cine de Sevilla tras pasar por Cannes, e incluso obtuvo nueve nominaciones en los Césars del cine galo. El planteamiento era muy arriesgado: comedia negra surrealista, con personajes excéntricos y casi caricaturescos, contando con un guión ambicioso al intentar imprimir también cierta crítica político/ social, y, sobre todo una dirección en la que recaía toda la responsabilidad por parte de Bruno Dumont. Y eso es lo que ha ocurrido, que le ha venido muy grande.

En estos casos, cuando llueven palos, como siempre, le caen a los que dan la cara, es decir, a los actores. Y aunque estén todos olvidables no sería justo que ellos paguen los platos rotos. No voy a poner en tela de juicio la profesionalidad de su reparto, es más, han acatado su cometido defendiéndolo a capa y espada, pero repito, su labor acaba resultando grotesca y vomitiva, convirtiéndose más que en unos tocapelotas en unos rompepelotas. A pesar de su envoltorio, como por ejemplo buena banda sonora, precioso vestuario, conseguidos efectos visuales o cuidada fotografía en parajes bonitos hay otros factores, como sus efectos de sonido, que ayudan a la irritación, usurpando efectos creados por el legendario Jacques Tati, pero a mucha distancia de él, mire como se mire.

“La alta sociedad” posee un estúpido sentido del humor, bastante naif y reiterativo, simbolizando el mejor ejemplo de que un film lo levanta o lo hunde su director, y para mí, Dumont la ha cagado a más no poder. Para los que no conozcan demasiado las obras teatrales puede que le encuentren cierto atractivo, lo digo por los comentarios positivos que he encontrado, pero para mí, que me chupado vodevil, comedia surrealista y sobre todo Commedia dell´Arte por un tubo, veo la simiente de donde parte, y todo en el film es un error. Para colmo, Dumont no ha sido capaz de crear el universo necesario para que desenvolviera la acción. Y es que Dumont no es, por ejemplo, un Fellini. Sus personajes oscilan en un espacio vacío, sin identidad, entre chistecito o gracietas de cuarta y no se termina por contar nada, dando vueltas sobre lo mismo durante dos horas. Se podría haber valorado que no es la típica comedia comercial chiclosa, de gusto o de moral dudosa, pero da igual, porque estamos ante una mala película, sin nada de inteligencia e irritante como ella sola.
24 de febrero de 2018
24 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las sorpresas del año ha sido que, en Estados Unidos, “Lady Bird” acceda a muchos premios, algunos de ellos casi inaccesible para mujeres, como por ejemplo en los “Oscars”, concretamente ser nominada en la categoría de mejor dirección. Puede que una de las razones de este “milagro” sea que, entre sus productores, participe Scott Rudin, uno de los más punteros y poderosos de la industria norteamericana, el cual no da puntada sin hilo, y que se ha involucrado tanto en films muy comerciales como en producciones independientes que, casi siempre, contaron con el apoyo de la crítica. Pero, como hemos dicho, sería uno de los motivos, porque sería injusto ignorar otros aciertos.

Greta Gerwig, musa de Noah Baumbach, actriz y colaboradora en guiones, da el salto en solitario como guionista y directora con “Lady Bird”. Como actriz y guionista siempre nos agradó. Una de sus mayores virtudes es que nunca abarcó demasiado como guionista y como actriz su trabajo siempre fue honesto. Y todo eso se refleja en “Lady Bird”, una película “pequeña” tanto en presupuesto como intenciones y sincera. Porque Gerwig conoce bien lo que cuenta. Su estilo, muy típico o propenso a ser neoyorkino, se traslada a la costa oeste, a Sacramento, sin que se produzcan baches o se haya producido un cambio impostado.
Puede que no cuente nada nuevo que no se haya contado en la multitud de historias que nos han narrado la pérdida de la virginidad o el camino a la madurez. Lo principal y destacado en este caso es el cómo. Su guión no decae, toca desde el realismo los elementos que baraja y tanto sus personajes como los diálogos son absolutamente creíbles, alejándose de la mayoría de films idílicos o edulcorados de este género, porque “Lady Bird” aunque erróneamente a algunos les pueda parecer cursi, en el fondo ha jugado con inteligencia la nostalgia, evitando caer en el sentimentalismo barato.

Saoirse Ronan como Lady Bird, Laurie Metcalf como Marion, su madre, quizás el papel más difícil y desagradecido de todos, o Tracy Letts como Larry, encabezan una estupenda elección de actores muy bien dirigidos, y secundados por el resto donde nadie desentona y sobresalen Timothée Chalamet como Kyle, en un papel más breve pero para mi gusto con un resultado más llamativo que en “Call Me by Your Name” y Beanie Feldstein como Julie, la fiel amiga de la protagonista. Según parecen indicar las quinielas, ninguno de ellos se alzará con el “Oscar”. Una pena, sobre todo en el caso de Laurie Metcalf, actriz infravalorada, gran profesional de cine, teatro y televisión, que tiene el mérito de haber interpretado uno de los monólogos más difíciles en cine, concretamente en “J. F. K.: Caso abierto”, tanto por su texto, que estaba plagado de nombres y datos, como por su longitud, uno de los más largos de la historia del cine y que lanzaba del tirón.

De Sam Levy, el responsable de la fotografía, la primera que se me viene a la memoria es “Frances Ha” donde ya coincidieron él y Gerwig y donde hizo un notable trabajo en blanco y negro. Aquí se da a conocer como un buen profesional, que tras sus trabajos televisivos y sus cortos, deja claro que puede tener en cine un hueco. En cuanto a la banda sonora corre a cargo de Jon Brion, músico de respetable carrera que ha colaborado, entre otros, con Paul Thomas Anderson o Charlie Kaufman, también hace un buen trabajo que alterna multitud de temas variopintos que apoyan en todo el momento.

Y que no se confunda nadie. El hecho de ser un film de da la impresión de ser ya visto, incluyendo en la pequeña pantalla, no se trata de un telefilm, en su sentido más peyorativo. La manera de estar rodado y sus virtudes cinematográficas le salvan de la vulgaridad, aunque puede que se trate de una película que se entienda mejor en Estados Unidos que fuera de sus fronteras. La costa oeste y la costa este siguen siendo conceptos bastantes diferentes, aunque por aquí, esto, la mayoría del público, lo desconozca, y es un factor absolutamente importante para la comprensión del film y de la intención de su autora, que lo ha hecho con el mayor respeto y cariño en esta curiosa "ópera prima".
29 de octubre de 2023
28 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Para echarle un poco de cuento, pensé en escribir algún comentario vinculado al cine de terror en vísperas de este Halloween. El escribir sobre “El exorcista: Creyente” da al traste con mi primer objetivo, y lo vi necesario más que por desahogo, por advertencia, porque los más incondicionales y menos exigentes habrán sido quienes en sus pocas semanas de exhibición la habrán ido a ver, pero luego, con el paso del tiempo, irán cayendo como moscas los que sean curiosos, más incautos o los que piensen que al menos les podrá entretener. No sirve siquiera como comedia involuntaria, superándola incluso la mediocre “Reposeída (Repossessed)”.

Se trata de una de las peores producciones (no la voy a llamar película) no ya del género, si no en general, que he visto en mucho tiempo, que se hace eterna y se adentra sin pudor en el terreno del ridículo. Los primeros minutos, que se desarrollan en Puerto Príncipe, parecen augurar algo, no digo bueno, pero algo, aunque sea diferente, ¿algún plagio aunque sea de “Yo anduve con un zombi”? ¿De “Los creyentes” de Schlesinger? No sabía bien... Y mi gozo en un pozo. No hay nada en ella que tenga interés o esté conseguido. Nada.

Tampoco nos vamos a explayar demasiado, no lo merece, pero además dudamos que esa operación de “nuevo rico” de Universal Pictures pagar a la Warner cuatrocientos millones de dólares para quedarse los derechos para rodar varias futuras aberraciones /secuelas de “El exorcista” les resulte rentable. Y ojalá sea así, que no les traiga cuenta. Pagar para hacer basura y estafar al espectador, además de cagarse (más que cargarse) sin piedad en clásicos no tiene nada de creativo. Desde luego, a nivel cinematográfico no tendrá un hueco en la historia del cine, a excepción de los premios Razzie si sus votantes no se olvidan también de ella. Y su predecesora, a sus cincuenta años recién cumplidos, “El exorcista”, le sigue dando un millón de vueltas a este insulto.

“El exorcista: Creyente” carece de un guion medianamente serio o bien construido, es pésimo. David Gordon Green, el máximo responsable de este despropósito, no sabe dirigir, mostrando su torpeza en todo momento. Por eso, Ellen Burstyn, la madre de Regan en la versión de 1973, viéndose el percal, rechazó la oferta por salir en esto. Le ofrecieron el doble y aceptó, donando todo su sueldo en obras benéficas. Ha sido la mejor manera de limpiar su imagen y su dignidad, seguir con su política de ayuda social tan solidaria en la cual lleva metida décadas, porque económicamente no le hacía falta.

El montaje, el sonido... todo en ella es nefasto y el maquillaje de las endemoniadas se acerca más a un maquillaje de dos niñatas pintadas para una fiesta de Halloween de un instituto que a un film de terror, con esas cruces similares en la frente pintadas como con lápices de cera.

No hay ambientes siniestros ni claustrofóbicos. Tampoco hay suspense, no hay tensión. Como mucho se trata de un subproducto casi televisivo para que los “peques” del jardín de infancia se vayan familiarizando con el cine que toca el tema de posesiones.

Todos los vómitos que faltan en la película los puede tener el espectador al recordar esta canallada. Eso sí. Me quedo con los nombres de los cuatro críticos “profesionales” que la recomiendan frente al casi centenar que no lo hace. No sé cuánto les habrán dado, pero no me creo que haya salido gratis. Así que espero que la traición les haya traído cuenta. Y ahora paso al spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
SPOILER

Como ahora estamos en época de “buenismo” y pro- Benetton, no hay solamente una niña blanquita como poseída. Rememorando la nueva versión Disney de “La sirenita”, son dos, también hay una negrita (más protagonista), pero ¿porqué no hay también una latina? ¿Y una albina? ¿Y una asiática? ¿Y qué pasa con las esquimales? ¿Y que tal también alguna indígena?

No hay irreverencias, ni sacrilegios, ni confrontación entre el bien y el mal.

Las posesiones se producen porque sí, de la manera más estúpida, y el exorcismo se hace por ciencia infusa, pintando en el suelo dibujitos innecesarios y atornillando las sillas donde van a sentar a las dos víctimas. Alguno de sus protagonistas, dentro de la misma película, podía haber visto “El día de la bestia” y haber tomado notas para posteriormente ejecutarlo, pero no se sabe de dónde sacan el diseño para el proceso. Podían haberlo buscado por internet o de alguna biblia inventada por ellos... pero se les olvida y lo pasan por alto, o mejor dicho, se lo pasan por los bajos.

¿Para qué sirve un cura que no hace el exorcismo y que se cargan porque sí al segundo de aparecer en el salón? Posiblemente eran muchos “haciendo” el exorcismo y no sabían qué hacer con ese personaje cuando era el fundamental.

Incluso hay un momento en que alguien comenta que huele mal en el salón, pero todo queda ahí... ¿Algún pedo de algún personaje? ¿Alguien plantó un zurullo en el váter y no tiró de la cisterna? ¿Un vano intento de recrear el ambiente pestilente de la versión original?

Anne Dowd es la mejor y está desaprovechada, mal. Su protagonista, Leslie Odom Jr, parece dispuesto a destronar a John David Washington como peor “actor” afroamericano del cine actual. Las niñas fatal, sobre todo la gordita Lidya Jewett. Si quieren hacer carrera (como actriz, claro) les urge meterse en clases de arte dramático. Nadie mejor que Burstyn, miembro fundamental del Actors Studio, para darles el consejo adecuado o enviarlas a Puerto Príncipe y que allí se pierdan.

Linda Blair, por culpa de tanto recauchutarse con silicona, está casi irreconocible, aparece un segundo. Parece más una mindundi de la “jet” marbellí que la propia Blair, qué pena, porque en el fondo la adoro.
Y hay más estupideces y fallos, pero ya me he cansado de enumerarlos. Así pues, para concluir, mi más severa advertencia para evitarla. Incluso para tragar mierda con clase hay que tener pedigrí, como ya quedó demostrado en “Saló, o los ciento veinte días de Sodoma” de Pasolini, y esto carece incluso de lo más básico, de dignidad.
9 de marzo de 2019
28 de 35 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ante tanto “remake”, o sagas inútiles extendidas hasta el aburrimiento, puede que el futuro del cine esté en pequeñas producciones independientes, sin importar su nacionalidad, con reducido presupuesto, pocas pretensiones y contando historias que, si bien juegan con elementos conocidos, están barajados con eficacia a través de una historia, que en resumidas, está bien narrada. Quizás esto parezca poco, pero teniendo en cuenta los tiempos que corren en el que el espectador (y muchos críticos) parece que se conforman con cualquier basura, es un gran logro.


Este podría ser el caso de “La mujer de la montaña”, película islandesa que ha tenido buena acogida en festivales, sea en el de Sevilla, obteniendo el premio del público, o en Valladolid, donde su protagonista obtuvo el premio a la mejor actriz. Para mí, sin duda, la mayor virtud del film es contar con una actriz estupenda para un cometido más difícil de lo que “a priori” pudiera parecer, como es el caso de Halldóra Geirharösdóttir. Su trabajo es notable, aunque se quedara finalmente nominada pero sin galardón en los premios europeos de cine, eso sí, muy bien secundada por el resto del reparto.


En esta ocasión, Benedikt Erlingsson, su director, se ha desenvuelto con eficacia, más que con el guión que ha elaborado junto a Ólafur Egilsson, donde hay algunas preguntas que se nos quedan sin respuestas. Nada importante, pero creo que hubiera podido ayudar a redondear más la película. Lo plantearemos en el “spoiler”.
Sin ánimos de destripar nada, la ejecución de su banda sonora, adquiere más importancia que en muchas producciones, que es quizás uno de sus puntos que más podrían “despistar” al espectador medio. En cambio, su hermosa fotografía es de lo más “esperable” y aprovecha el entorno islandés, en su gran mayoría, para mostrarnos hermosos parajes, ya que también su guión se centra en el ecologismo y en el respeto medio ambiental de sus tierras.


“La mujer de la montaña”, intenta combinar el cine denuncia, el “thriller”, el drama y el cine intimista. Los ingredientes no es que estén bien dosificados, pero en ningún momento estropean la propuesta y Erlingsson consigue que en ningún momento se le venga abajo. Incluso en ella hay varias secuencias de poderosa belleza o en el que el espectador consigue identificarse con lo que se nos cuenta, lo cual, en definitiva, ayuda, a que una vez finalizada, la sensación que nos queda sea de satisfacción. En su contra pues lo que les pasa a muchas películas “modestas”, que su permanencia en cartelera tiene los días contados, y que por muchos será descubiertas a lo largo del tiempo, mientras otras bazofias del “mainstream” disfruten de inmerecidos privilegios al estar más tiempo en exhibición, sin que eso a muchos les importe, ya que se tratan de producciones que rayan en la estafa y cuya única intención es robarle el dinero al espectador con menos gusto o más idiota.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
SPOILER

Nos queda la duda si el personaje de Halla es una activista por tener mucho tiempo libre o porque, tras la frustración de tener que esperar durante años la adopción de una niña ucraniana, pasa a la acción para realizarse como persona. De hecho, una vez que adopte a Nika, ¿seguirá con sus cometidos o al tener su vida plena de otra forma dejará de actuar? Es una pena no saberlo, ya que, aunque no compartamos algunos comportamientos de Halla, no deja de ser un personaje atractivo, con reivindicación justiciera, una ecologista a ultranza que ama su tierra. El que tenga una hermana gemela, Ása, es una oportunidad para ver más aspectos de esa dualidad, es casi el mismo personaje dividido en dos.

No queda muy claro si su lucha provoca que, tarde o temprano, algunos se sumen a la causa. Está en ese aspecto algo desaprovechado su supuesto primo Svenbjörn, con el que tiene esa hermosa secuencia en la que Halla está tiritando y él la sumerge en las aguas calientes de un río proveniente de un géiser. Los seres que la rodean la pueden ayudar porque comparten su punto de vista o porque se trate de una mujer estupenda. Hubiera sido más interesante, al menos para mí, que todos vayan descubriendo lo que esta “loba solitaria” hace por su país y ellos irse sumando a su causa por convicción.

Y aunque no se ahonde demasiado, me gusta que expongan ese intento de manipulación por parte del gobierno de tergiversar la información que se le da al ciudadano. Ocurre tantas veces y en tantos países...
29 de diciembre de 2018
26 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras la proyección de “Lo que esconde Silver Lake” tuve una sensación inusual de embotamiento, tanto argumental como visual, pero en sentido positivo, de hecho aún sigo dándole vueltas. Hacía tiempo que no me ocurría algo así y, también, que no veía una reacción tan dispar entre los asistentes que me recordó al término de “El árbol de la vida” de Malick: mientras una pareja recriminaba el uno a la otra que tenían que haberse metido en otra película, otros algunos salían enojados y tres amigos comentaban tranquilamente la película y todas sus claves... había de todo. Y es que “Lo que esconde Silver Lake” no es apta para el “gran público” que consume sobre todo cine comercial. Para mi sorpresa, este tipo de cine no se suele estrenar en Navidad, aunque entrara en cartelera cual broma el día de los Santos Inocentes, que es cuando las salas proyectan cine familiar a destajo, en muchos casos, de la peor calaña. Al menos yo agradezco el riesgo y la iniciativa de salvar la cartelera navideña.


“Lo que esconde Silver Lake” ha sido para mí un buen film, no del todo rematado, qué pena, con momentos absolutamente arrebatadores, filmada con un lirismo del mejor De Palma, con cierto aire a lo Lynch pero como afectado por Paul Thomas Anderson, Tom Ford, Cronenberg o Jack Smight, rindiendo tributo a Hitchcock y haciendo guiños constantes al cine y a muchos de sus mitos: desde Janet Gaynor, pasando por Marilyn Monroe o James Dean, eso sazonado con el mundo del cómic, de las conspiraciones, de los mensajes secretos en el mundo del arte, la música y la literatura, yendo desde el más puro estilo negro a Pynchon, Auster, J. F Bardin, Westlake o historias que se entrelazan a lo Carver como dirigía el gran Altman. Muchas cosas, quizás demasiados ingredientes, pero creo que aunque haya subtramas o detalles que se le escapen, demasiado bien ha salido su denso guión, con una dirección en la que David Robert Mitchell, tras su “It Follows” rodada hace cuatro años, ha demostrado haber tenido una progresión como autor y como creador sorprendente. Admirable que haya encontrado producción para este inclasificable proyecto. En España hubiera sido impensable que se hubiera llevado a cabo, y encima con un reparto, en la mayoría, no muy conocido, pero que no es impedimento para que todos sus actores se desenvuelvan muy bien, incluso seguro que a más de uno y de una podría significar su descubrimiento, liderados por Andrew Garfield en uno de los papeles más difíciles que ha desempeñado.


Su “look” visual es notable, gracias a un estupendo trabajo de Mike Gioulakis a la fotografía, que inserta breves pero interesantes escenas de animación. En cuanto a la banda sonora, Rich Vreeland, aunque en su comienzo resulte algo grandilocuente luego va como anillo al dedo, con empaque y garra, en la que entrelazan casi un centenar de canciones. Su banda sonora, al menos en canciones, es abrumadora.


El resto, desde el montaje al sonido, hacen un gran esfuerzo por seguir la línea marcada por su “autor”. Ya en el spoiler comentaremos más, pero quiero dejar claro que rompo una lanza a favor de “Lo que esconde Silver Lake”, película tan extravagante como peculiar que me impide recomendarla a cualquiera, porque para mí es un tipo de cine de autor que desgraciadamente, el engancharse a él o el jugar a lo que te plantean no está al alcance de todos. Creo que esto es disculpable entre los espectadores, pero entre los críticos, se supone que “profesionales” o de renombre, es imperdonable que sus pocas entendederas, su sensibilidad de “chichinabo” y su discutible gusto caprichoso o formación de cuarta, les haya impedido ver más allá de sus narices al no defenderla, aunque sea parcialmente, y sigan cobrando un sueldo y disfrutando de un inmerecido estatus entre los espectadores más ingenuos. Por todo ello se trata de una de las buenas películas olvidadas del año, pero que sin duda pasará ser película de culto. Afortunadamente para ellos este es un país sin memoria y con el tiempo cambiarán de opinión, como ha pasado en más de una ocasión, pero para su desgracia para eso está la hemeroteca, para comprobar lo cicateros que fueron en su día.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
SPOILER

A través de sus dos horas y veinte, que al menos a mí no se me hicieron tan largas, hay de todo. Desde momentos en los que el protagonista sigue a un coche, tomándose su tiempo y no en plan videojuego, emulando el cine más clásico, a fallos de raccords (o de continuidad) como por ejemplo en las secuencias donde en la fiesta que asiste Sam en la que le regalan un disco, se ve que lo deja en la mesa, vuelve a aparecer en la siguiente secuencia, que luego vuelve a dejar y luego de nuevo lo vemos...


La secuencia del baño nocturno en Silver Lake, llena de transparencias y trucos digitales, contrastan con el resto de otras secuencias filmadas con menos efectos obvios y con resultados más realistas.


Me llama la atención el que haya ciertos desnudos y hablen de masturbaciones o de follar. Eso la remilgada censura americana lo tiene muy castigado y limitará por supuesto su exhibición en su país de origen.


El motivo de que mi puntuación no haya llegado más alto ha sido su final. Era difícil cerrarlo, lo entiendo, pero dejarlo en el “ahí queda todo y los cabos sueltos que queden de adorno o que sean motivo de reflexión para los más sesudos” me resultó algo de caradura, pero insisto en que demasiado bien ha quedado finalmente.
Por último también acabo de leer entre algún comentario de los usuarios el “trato” que se le da a la mujer en el film que debería generar protestas entre las más feministas. Es una idiotez. Tal afirmación lo que denota es puro prejuicio. En ese sentido, al menos yo, me hubiera indignado si eso hubiera ocurrido. Eso indica la falta de relación de ciertos espectadores con lo que supone un tratamiento negro clásico.
Cancelar
Limpiar
Aplicar
  • Filters & Sorts
    You can change filter options and sorts from here
    arrow
    Bienvenido al nuevo buscador de FA: permite buscar incluso con errores ortográficos
    hacer búsquedas múltiples (Ej: De Niro Pacino) y búsquedas coloquiales (Ej: Spiderman de Tom Holland)
    Se muestran resultados para
    Sin resultados para