Película muy esteticista, y que en su desdramatización, resulta un tanto aburrida, a pesar de tener cosas my buenas. Gracias a la moda del budismo, que resulta muy cool a la gente de Hollywood, tenemos una película que refleja, si bien de forma suave, el siniestro régimen de Mao Zedong, el peor tirano en la historia de la humanidad, responsable de la muerte de la muerte de , al menos, cincuenta millones de personas. Su visión del régimen tibetano previo a la invasión china es muy superficial. Me gustaría que alguien hiciera una película tipo "El hundimiento" con Mao, Stalin o Lenin como protagonistas. O Fidel Castro, ¿por qué no?. Y que no la dirija Soderbergh, por favor, que puede ofrecer de ellos una imagen Olof Palme.

Una de las películas más antipáticas de la historia. Con la suficiencia y autoindulgencia propias de la intelectualidad izquierdista de los años 60( y de ahora). El tiempo le ha sentado mal. Vista hoy, está mucho más llena de tópicos que los westerns clásicos a los que pretende desmitificar. Dustin Hoffman se gusta demasiado en su brillante composición. Caricaturesca y simplista, es lo que entiende por humor inteligente la gente que no es inteligente.

Un hombre postrado en cama durante décadas encuentra la forma de llamar la atención sobre su persona convirtiéndose en el Mandela de la muerte digna. Manipulado y empujado a ello por una partida de sinvergüenzas y/o fanáticos, se ve obligado a llegar hasta el final. Ramón Sampedro tenía cualidades que lo hacían merecedor de ser portavoz de mejor causa. Años después, un jovencillo engreído hace una película en plan apología de la eutanasia con estética Telefilme Antena 3 de calidad. El estar hablada en español, por lo del multiculturalismo, la convirtió en obra maestra para la Academia de Hollywood, que le otorgó el Oscar. Cursi, maniquea, con la suficiencia del listo de la clase que no necesita saber más. "Million Dollar Baby", más compleja y ambigua, era infinitamente mejor

Hay que ver los buenos, de buen rollo y simpáticos que eran los progres modernos de los 80, y que malos , aburridos traicioneros y antipáticos que son los burgueses y pequeños burgueses, incluso cuando van de gente de buen rollo. Venir de familia pija o vestir un uniforme de policía marca, aunque aparenten ser gente legal.
Vaya bluff de obra de teatro y de película.

No les gusta la guerra de Iraq. Tampoco la de Afganistán. Desprecian el sistema capitalista y su complejo industrial militar. Hacen de Casandra desde sus mansiones de Beverly Hills y Park Avenue, desde los campus de universidades pijas. No le deben nada al odioso sistema. Reconocen que Bin Laden es un mal tipo, y que Castro se pasa un poco de autoritario, pero la verdadera encarnación del mal es G.W. Bush, con sus dos mandatos, y el Partido Republicano. Son verdaderos demócratas, pero en el fondo les molesta que los cowboys paletos del cinturón bíblico tengan derecho al voto.