David Fincher, alguien que es director de notable para arriba en estos días, fue quien entregó la primera entrega fallida de la franquicia. Y más que él, fueron las exigencias de la empresa. Disputas que pueden ser típicas, pero que pueden provocar el torturar las buenas ideas de una película hasta matarla. Y es lo que pasa con “Alien 3”. Decepcionante desde el principio, sin el suspense de las anteriores, a un nivel general muy bajo y con una conclusión trágicamente fallida.

Si “La última cruzada” dejó la historia de Indiana Jones bien atada y por todo lo alto, “El reino de la calavera de cristal” lo tenía relativamente difícil para sobrevivir a las expectativas. Y ha demostrado ser hundida sin remisión. Se nota muchísimo una pérdida considerable del disfrute y el auténtico sentido de aventuras de la trilogía original, ahora casi todas las situaciones (incluido el propio Ford siendo el personaje de Jones completamente suyo) son forzadas de manera descarada. Tras un arranque que no impide presagiar cosas buenas, toda expectativa se sustituye por decepción de las dolorosas a todos los niveles en esta innecesaria aventura.

Desde una primera mitad sugerente e intrigante, hasta una segunda mitad absolutamente escalofriante y en completa tensión y sobresaltos, “Tiburón” es uno de los mejores thrillers jamás conseguidos y el que sin dudas sentó las bases para las futuras películas y futuras fórmulas que llegarían a continuación. Steven Spielberg encontró en ella su proyecto más difícil y longevo de rodar, pero también su (quizás) mejor película y mayor reconocimiento en taquilla. Su único defecto, si es que puede considerarse así, es que su primera mitad no es tan excelente o tan apasionante como el suspense en alta mar, a día de hoy insuperable. Aún así, todo un clásico indiscutible y profundamente efectivo.

Un doble episodio alargado que es sin dudas de los mejores de la serie en su conjunto (puente entre la quinta y sexta temporadas), pero que como película independiente baja sensiblemente su nota y su satisfacción general. Si fuese sólo como episodio, su calificación sería de 9. Aunque tiene también mucho mérito el hecho de que como película consiga enganchar y entretener de verdad. Aquí se halla la fórmula para poner episodios dobles o triples en la gran pantalla de una serie y no morir en el intento: una pizca pequeña de desarrollo de personajes más pura energía a raudales.

Puros extras. Esa es la definición perfecta a esto. Útiles y añejos para los fans y otra distracción más, inútil e innecesaria, para quien crea que son cortos autoconclusivos. Pueden tener estilo y buenas pistas, pero ya está.