La prota es una actriz a la que no le llega el papel soñado y, gracias a una amiga vuelve a casa por Navidad después de un tiempo, con el rabo entre las piernas porque aún no ha conseguido triunfar en Broadway. Allí se reencuentra con sus amigos de infancia, entre los que se encuentra su ex novio, ahora casado y con una hija. La película pasa y todo ok, pero está el tercero en discordia: el amigo que siempre había estado enamorado de ella. Pasan mucho tiempo juntos ya que él le pide que le ayude con la obra teatral infantil de un festival navideño, ves que pegan y dices: '¡¡Ya está, acabará con este!!' Va evolucionando la cosa hacia una incipiente relación y, como en toda película, ha de haber un obstáculo, una pelea, para que luego se arreglen.
Aquí viene mi cabreo. Estando en casa le llega el papel soñado y ha de regresar. Se lo dice a su churri y éste no se lo toma demasiado bien. Le recrimina que se vaya dejando la obra infantil colgada, de paso a él, por ir a perseguir la grandeza que para ella está en Broadway, comprobando así si sigue pensando/queriendo lo mismo que al llegar mientras que para él está en el pueblo, con su familia y amigos alrededor y sin más aspiraciones que la admiración que sienten los niños por ella, por cómo saca lo mejor de ellos. Creo que por lo menos, él tendría que comprender que ella debe ir para darse cuenta de si de verdad quiere esa vida de actriz, lejos de casa o prefiere una existencia más sencilla, como la suya, satisfecho ya con su vida.
El actor me gusta y procuré mirarlo del modo en que estaba enamorado y no quería que ella se fuese ya que él no concibe moverse del pueblo, ni siquiera para visitarla a ella mientras estuviera en el teatro o de gira. Me pareció la escena más egoísta. A mí un chico me dice eso, no comprendiendo mis sueños o necesidades de comprobar si verdaderamente deseo eso antes de tomar la decisión de quedarme, y me voy pitando sin mirar atrás. Por eso, cuando ella llega y ve que es la suplente, decide regresar porque ve que lucha contracorriente, que se siente ella misma y a gusto en su pueblo natal, vuelve para quedar juntos y dar clases a preescolares. Ella habla con él pero es ella la que se disculpa, como si él no hubiera sido egoísta y más bien le da la razón. Vuelve porque quiere y porque lo ama a él. Como las palabras de él quedan sin aclarar entre ellos ya que ella ha regresado para quedarse y se le declara (es una película de Navidad, cursi y no hay más), cuando la ponen en Navidad la veo hasta ahí. Hasta donde ella va a Broadway persiguiendo su sueño, porque no quiero enfadarme con la tv ;) No me da la gana de comprar esa moralidad yankee tan machista en pleno s.XXI. O tuve un mal día al verla o es que me tocó la fibra sensible puesto que yo también estoy luchando por mis sueños y no dejaría a nadie arrebatármelos. Al menos intentaría que nos amoldásemos ambos para estar bien, pero el personaje de él me pareció tan inexorable, tan terco y de mente cerrada, que no me da la gana de ver su reconciliación.

'El Padre Brown' estaba bien pero entre que se han ido los personajes que acompañaban al protagonista, algunos muy necesarios en mi opinión, me ha hecho flojear la serie aparte de la manía que le tengo a cómo acababan los (muchos de ellos, no recuerdo que todos pero sí la mayoría) capítulos pues el padre Brown es un buen hombre pero que no me vengan con gaitas: alguien que ha sido capaz de matar no me lo pongas luego que el padre le dice algo de Dios, que ÉL lo perdonará pero que se entregue, que confiese y el malo se rinde, así sin más. Eso me sacaba de quicio