Guardo un especial recuerdo de esta película porque reúne varios registros, como el final dramático, partes de comedia y una narración fresca y sincera sobre las relaciones sexuales y sentimentales de un joven en Holanda. Me cautivó y despues me sorprendió que Verhoeven hiciera films que en nada se parecen a este de sus comienzos. Aquí encontramos muchas claves de las relaciones humanas heterosexuales retratadas muy fielmente y los sentimientos que despiertan dichas situaciones, así como las transiciones emocionales que las acompañan.

Al igual que en "El cielo protector" aquí nos encontramos con otro director que ha sabido plasmar la belleza del desierto con una inmejorable fotografía, al tiempo que capta también esa poesía que desprende el paisaje árido y hostil combinado con una desgarradora historia de amor, inolvidable. Las estupendas interpretaciones y la maravillosa historia narrada en dos tiempos diferentes te cautivarán sin remedio.

Simpático retrato del tipo obsesivo compulsivo que camina por las aceras evitando pisar los ladrillos negros, entre otras compulsiones que el mago Nicholson nos regala en esta divertida película sin mayores pretensiones, pero que despierta una empatía con el personaje y su modo de vida, que lejos de resultar patético se nos aparece como conmovedor y agradable. Finalmente el amor no sólo es la mejor terapia, sino que puede curar los peores trastornos.

Logra transmitir al espectador una atmósfera terrible en el seno de un humilde hogar común. Con buen pulso nos introduce en una vida de pesadilla encarnada en una adolescente que no pidió venir a este mundo. Con esta historia de hijos no queridos y de tensas y odiosas relaciones entre padres e hijos, el director recrea un mundo muy común como si fuera una película de terror.

Para que los alumnos de cualquier centro de enseñanza comprendan lo que es esta corriente psicológica, nada mejor que proyectarles esta obra maestra del cine. Impecablemente narrada con un estilo original y grandes dosis de modernidad, la película hoy es plenamente vigente. El conductismo psicológico aplicado por una sociedad reformadora a través de sus instituciones, no consigue generar esos sujetos dóciles para el sistema, puesto que el simple esquema de refuerzo y de castigo como experimento con humanos no funciona. Más al fondo está la idea de Hobbes, ¿el humano es o no es bueno por naturaleza y es la sociedad la que lo corrompe?