Hay cortometrajes y cortometrajes. Hay maneras de hacer las cosas y maneras. Hay historias e historias.

No es un cortometraje normal, está realizada de una manera diferente, una manera de hacer las cosas que lo hace diferente, casi tan diferente como la historia que cuenta. Y todo eso hace que este cortometraje sea un Western con mayúsculas. Una historia que no puede ser considerada clásica pero que merece que a alguien se le hubiera ocurrido antes. Una manera de hacer el cine que ya no se postula, pero que puede renovar el cine (como "The Artist").

Sólo tiene un pero ¿5 minutos? Por favor, queremos que nos contéis la historia desde el principio, que se vea más. No digo hacer un largometraje, pero ¿un cortometraje o mediometraje más largo? Por favor, sería genial para los amantes del western como yo. Quiero más.

Espero que vosotros también pidáis más cuando la hayáis visto.

Un cortometraje/falso documental sobre los vicios alimenticios de un camaleón. Muy divertida para lo que me esperaba. Os la recomiendo. Son tres minutos que están muy bien hechos y muy bien llevados a cabo. Os reiréis.

Es cierto, "El club de la comedia" no es ni un largometraje, ni mediometraje. ni cortometraje, ni serie de televisión. Es un programa de entretenimiento. Sin embargo este es el programa original. El que empezó todo. Los monólogos, al igual que Jazz o el country, no ha cuajado en España. Podemos vernos uno o dos, pero luego nos cansa. Ese fue el gran problema o el gran acierto de este problema. Acortó los monólogos para el espectador español; puso tres o cuatro por programa de una duración inferior a una hora. Asequible para nosotros. Sin embargo no era la clase de humor que los españoles pedíamos (o consumíamos). Esto se vio reflejado en el lugar de emisión, la hora y la audiencia. Hay algunos monólogos míticos de este programa (El macho ibérico), pero no ha tenido mucha suerte. Es una buena ficha para nostálgicos como yo, pero nada más. No intenten ni acercarse a los programas que puedan encontrar.

"Señor, dame paciencia" es una comedia española blanca, sin humor soez ni chistes peliagudos sobre temas candentes en la sociedad. Es una comedia para toda la familia y para todos los públicos. Y como cabria esperar, no hay nada nuevo. Es un copia y pega de otras comedias actuales que han triunfado en taquilla y que hacen que esta comedia también triunfe. Pero un triunfo veloz, ya que cuando acaba el metraje te olvidas de ella tan rápido como es posible.

Si mezclamos la famosa y divertidísima comedia francesa "Señor ¿pero qué te hemos hecho?" y añadimos una pizca de los chistes sobre regiones (que hemos visto en "Cuerpo de Élite" "Bienvenidos al norte" y comedias afines), tenemos "Señor, dame paciencia".

¿Divertida? Sí, te diviertes y te ríes, pero una vez acabada la película te pones a hablar de cualquier otra cosa y no de la película. Eso demuestra su escasa repercusión en nuestras vidas.

"Black Mirror" no es una serie al uso. No voy a descubrir el fuego ahora mismo diciendo eso. Es una serie que aunque la gente no lo crea, ha sido una perturbación en las parrillas televisivas (aunque no se ponga en ninguna televisión y ahora sea todo por internet).

Los espectadores somos masoquistas. Nos gusta sufrir si nos gusta esta serie. Sin embargo, este capítulo es más humanos (si podemos considerarlo así). Es como cuando Narciso Ibáñez Serrador en "Historias para No dormir" hacía capítulos especiales, capítulos que titulaba "Mañana puede ser verdad". Aquí no hay cerdos o cucarachas. No hay gente haciendo cosas malas. Hay hombres cometiendo errores. Unos errores que marcan toda su vida. Errores que te vuelven loco.

Lo siento por la mente perturbada que haya pensado en el guión de este capítulo. Lo siento mucho. Pero a la vez se lo agradezco. Es maravilloso.