Equilibrada y elegante. Cuenta una historia, que es un drama terrible, a través de un guion sabiamente dosificado, y aquí el mérito es evidentemente también de la obra de teatro de Carlos Arniches que se toma como fuente. Se deslizan aquí y allá reflexiones sobre la dureza de la vida social en una ciudad pequeña, donde se conoce todo el mundo, o sobre la actitud hacia la vida y los demás, que acaban por agobiar al galán protagonista. Hay una crítica a las costumbres de los años 1950 de la postguerra española, pero no se meten en política, solo a la sociedad en sí, que realmente ha cambiado bastante desde entonces en España, sobre todo en lo que concierne a la presencia de la religión Católica y a la independencia de la mujer.

Quizás la parte de humor socarrón de los amigotes del protagonista sea la parte más floja, o que ha envejecido peor, resulta forzada y como de cartón piedra. Sin embargo, los diálogos que interpretan los actores principales son impecables.

El montaje está muy cuidado. En primer lugar, por el engarce casi al segundo entre imágenes y música, en algunos casos al estilo clásico de Sergéi Eisenstein en, por ejemplo, "Alejandro Nevski" (ver spoiler). Las imágenes y los encuadres son lo suficientemente acertados para dar la sensación de ciudad entre pintoresca, agradable y aburrida, con la presencia constante de iglesias y vecinos impertinentes que se conocen demasiado. El ritmo no decae nunca y las transiciones entre escenas se realizan de manera fluida e ingeniosa. Los actores funcionan todos muy bien, incluso los secundarios, pero hay que destacar sobre todo a Betsy Blair interpretando a Isabel y Elsa Fábregas, actriz de doblaje que puso la voz.

Por todos estos detalles y por muchos otros que creo seguramente irán apareciendo en posteriores visionados de la película, por la cantidad de lecturas e interpretaciones a que se puede prestar y por la temática genuinamente ibérica, yo reivindicaría esta cinta como un clásico del cine español.

* Lo mejor:
El guion, que parte de una obra de teatro
El montaje, especialmente la sincronización de imagen y música
* Lo peor:
El humor de cartón piedra de los amigotes del galán.

Es difícil juzgar hoy (2022) esta película, ya que parece que generó una ola de secuelas tan grande que se agruparon en todo un subgénero. Seguramente hay muchas posteriores que la superan en espectacularidad, capacidad de asustar y guion convincente.

Pero hay que reconocer en primer lugar que esta es todo un clásico y como tal, tiene la virtud de ser equilibrado en sus componentes. Hay escenas e imágenes desagradables, pero su duración o intensidad nunca satura ni cansa. También hay un equilibrio entre los problemas individuales de los personajes, que nunca resultan ni lacrimosos ni pesados, y la desgracia colectiva, que recibe un tratamiento curiosamente aséptico por parte de los medios de comunicación, radio y TV que se integran en la trama de forma muy natural. La proporción entre las duraciones de las diferentes escenas también está muy bien compensada. Y como añadido paralelo, parece que la historia plantea sutilmente un cierto conflicto o crítica al racismo, ya que uno de los protagonistas es negro.

Quizás, la escasez de presupuesto de esta producción tipo serie-B haya contribuido a mejorar la película, ya que cuando hay poco dinero, se agudiza el ingenio y hay que sustituir los recursos rutinarios de la industria del cine por otros, que en este caso han resultado ser muy eficaces.

En fin, una película notable, con evidentes méritos para no ser olvidada y destacar entre las muchísimas de terror que se han producido en el siglo XX y lo que llevamos del XXI.

Nota: 7,5

* Lo mejor:
El equilibrio entre sus componentes
El vestuario
* Lo peor:
La explicación sobre la causa del mal (suele ocurrir en este tipo de películas)

Una buena película de cine negro que introduce de forma proporcionada diversos temas sociales de actualidad como son el racismo o el aborto. El cliché de grupo de policías liderado por el más duro y antipático es bastante convencional y aquí es donde se ven principalmente los préstamos de cine de Estados Unidos, también en las escenas de violencia y persecuciones. Pero el resto tiene un estilo propio europeo o, mejor dicho, nórdico con cierta sensación de limpieza en las localizaciones y escenarios.

*Lo mejor
La trama, de intensidad creciente.
Los personajes bien planteados emocionalmente.
*Lo peor
Las escenas de violencia, son convencionales.

Una película que después de casi 40 años empieza a acusar el paso del tiempo porque el humor que utiliza está algo apegado al contexto de los años 1980 en que se trataba de escandalizar al público mediante chistes soeces, de violencia o sobre muertes. Es demasiado redundante en temas pretendidamente graciosos sobre sexo, guerras o violencia extrema de casquería. El humor flemático y sutil típicamente inglés está también presente, pero en menos ocasiones que el humor obvio y burdo que domina la película.
Donde la película brilla más y se aprecia un gran esfuerzo que obtiene resultados de alto nivel, es en las canciones y sobre todo en las coreografías. Música y letra se combinan con mucho ingenio y casi parecen desproporcionados sus efectivos en cuanto a bailarines y decorados, que recuerdan a las comedias musicales del Hollywood de los años 1940-50.
En la película hay mucha crítica social, con sobresalientes y memorables escenas o números musicales, pero con muchos rellenos de irregular resultado, desagradables o de mal gusto. El conjunto resulta farragoso y la sensación final es agridulce.

*Lo mejor
Las canciones y coreografías.
La crítica despiadada, principalmente hacia la sociedad británica.
*Lo peor
Humor poco gracioso, con violencia y sexo redundantes o gratuitos.
*Nota
6,5

Resulta muy interesante la gradación de las dos tramas paralelas que discurren en la película. Por un lado, la historia bastante previsible del sesentón enamorado de la casi adolescente bailarina, que sufre todo tipo de frustraciones por la maldad de esta. Pero por otro, está la trama surrealista en la que van apareciendo diversos objetos y situaciones con gran contenido simbólico, que son totalmente gratuitos, pero gracias a la maestría de Buñuel, se van desarrollando y misteriosamente se integran en la película de manera orgánica (ver spoiler).
Los diálogos son chispeantes y muy ágiles, no sobra ni falta nada, y en ningún momento decae el interés. También la fotografía y los encuadres son muy atractivos y siempre al servicio de la acción.
Quizás lo único que resulta algo anticuado y quizás senil son las consabidas ironías de Buñuel sobre los santos o la religión católica, aunque en esta película aparecen poco.

*Lo mejor
La trama surrealista paralela.
Los diálogos siempre chispeantes.
*Lo peor
Una ligera tendencia de Buñuel a copiarse a sí mismo, aunque quizás a eso se le deba llamar estilo personal, o surrealismo buñueliano.