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Críticas 140
Críticas ordenadas por utilidad
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7
6 de junio de 2022 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
‘Okja’ es probablemente la película con más que decir y más entretenida de todo Netflix, y lo puedo decir con la boca llena lamentando únicamente no haberla disfrutado antes. Conjugar esos dos factores rara vez lleva a buen puerto, pero Bong Joon-ho, director de ‘Parásitos‘ consigue generar una historia llena de personajes memorables que no olvida nunca su propósito primario, hacernos recapacitar en el modelo de consumo desproporcionado en el que vivimos y hacia el que nos dirigimos sin pensar en frenar.

Con una banda sonora que roza la genialidad y que nos acompaña paso a paso la relación que tienen Okja y Mija, dos almas que se encontraron y crecieron juntos durante más de diez años, creando una simbiosis existencial de esas imposibles de romper, disfrutamos de un ambiente muy festivo que se complementa a la perfección con el contoneo de caderas de ‘Okja’ y la sonrisa e inocencia de la protagonista humana. Durante el primer tercio de la cinta la música que nos acompaña es alegre, nos recuerda, en ocasiones, a esas partes inolvidables del ‘Rey León’ en el que Timón y Pumba gozaban la vida en un entorno inalterado por el hombre.

Poco a poco la historia, de la que ya nos han adelantado el final nada más empezar comienza a desarrollarse, acabando la idílica vida de ambas cuando Okja es reclamada por sus dueños allá en una empresa cárnica de Estados Unidos. Es entonces cuando comienza la confusión y el caos se desata. Una niña se transforma, sin quererlo, como toda buena heroína, en la única posibilidad de salvación para Okja. Mija, interpretada por una excepcional Ahn Seo Hyun, corre, salta y amoratona su cuerpo mientras intenta pedir clemencia a un gigante corporativo que solo entiende de números.

Pero si el guion pone el acento en algo es en el circo mediático y social que es la humanidad a día de hoy. Todo es tan real en esta ficción que en más de una ocasión te encontrarás pensando que un animal como Okja podría formar parte de nuestro día cuando menos lo esperemos. ¿Es la historia que presenta Bong Joon-ho una locura? En absoluto. Puede que el director le de un toque de guasa y la lleve al extremo a través de personajes excéntricos, pero sin lugar a dudas dista mucho de ser una distopia inalcanzable.


Del ser humano puedes esperártelo todo, desde lo más bondadoso hasta lo más criminal, y si de algo no nos libramos ninguno es de rodar, día tras día, dentro de la enorme bola que es el capitalismo exacerbado que nos empuja a un consumismo agotador tal y como se refleja en la cinta. Muchos somos conscientes de ello, pretendemos o intentamos generar cambio, pero en la mayoría de los casos queda en un mero intento para limpiar nuestra conciencia, y de eso también habla ‘Okja’ cuando introduce en la mezcla a una joven que lo daría todo por un animal al que quiere sin límites, a una corporación multinacional que solo entiende de beneficios pero que debe blanquear su impacto medioambiental y a un grupo de jóvenes ‘no-violentos’ que luchan por los derechos de los animales, saltándose, en más de una ocasión, sus propias normas y maleando y estirando su credo todo lo necesario para conseguir un objetivo probablemente inalcanzable.

Tilda Swinton, Jake Gyllenhaal, Paul Dano, Devon Bostick, Lily Collins, Giancarlo Esposito, Steven Yeun son todos nombres más que reconocidos en la industria del entretenimiento occidental. Cada uno de ellos es una pieza fundamental e irremplazable en la trama. Tilda Swinton da vida a Lucy Mirando una de esas malvadas de película que se rodea de un halo de falsas verdades y una amplia sonrisa escondiendo a la más cruel de las de Vil. Junto a ella Jake Gyllenhaal sobresale haciendo las veces de doctor/veterinario venido a menos con una personalidad que se zambulle en lo absurdo y se regodea en su propio egocentrismo.


Los jóvenes activistas están liderados por Paul Dano, quien concentra en su persona, a un mismo tiempo, todo aquello que debería ser y no un activista medioambiental. Un joven que se rodea de unos iguales que, como él, no han comprendido muy bien cual es su meta pero si donde está la gloria de que todos conozcan sus hazañas y nombre en pos de la madre naturaleza. Así todos los personajes están llevados al extremo, no de sus capacidades, sino de sus representaciones sociales, y cada uno de los encargados de darles vida cumple y supera todas nuestras expectativas haciéndonos odiarlos en más o menor medida a lo largo del film.

Técnicamente, era complejísimo crear a Okja, y aún así nos enamoramos de sus movimientos, su mirada y casi sentimos su aliento cuando en pantalla corre a toda prisa hacia nosotros. Hay persecuciones imposibles en túneles, dentro del metro de Seúl y una gran marcha festiva en Nueva York. En ningún momento parecen las escenas forzadas a pesar del tamaño de Okja, y eso es clave par creernos la historia.

La crítica mundial es brutal. No importa desde donde veas esta cinta, reconocerás y entenderás el mensaje, y además te darás por aludido sintiéndote ofendido a la par que dolido por la mucha verdad que arroja a nuestras caras. Una vez acabe será imposible no recapacitar en como vivimos, como consumimos y qué estamos dispuestos a hacer. Puede que encuentres más de un paralelismo histórico hacia el cierre de la película, y puedo asegurarte que si lo haces, vas a tardar en sacudírtelo de encima.

¿Cómo puede ser que una joven nos mire a la cara con vergüenza y horror en su mirada y nosotros la obviemos como si de un ente invisible se tratase porque es más soportable vivir en la ignorancia que ponerle remedio a una situación mundial que hace mucho se nos fue de las manos? ‘Okja’, a su manera, pone el acento en uno de los temas más candentes del siglo, habrá que ver si sigue removiendo conciencias y al menos sirve para que nos cuestionemos hacia donde vamos y las consecuencias reales de vivir de la forma en la que lo hacemos.

Para www.magazinema.es
28 de abril de 2022 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dos estudiantes de medicina, tres estudiantes de ingeniería informática y el primo de uno de ellos, jugador profesional del equipo de béisbol de la Universidad de Yonsei, se reúnen bajo el techo de la también universitaria Na Jeong y sus padres. Así comienza ‘Reply 1994‘, y muy pronto sabes que las experiencias que están a punto de vivir y su convivencia diaria están por dejar muchas carcajadas y situaciones que traerán a la memoria más de un recuerdo de aquellos noventa en los que la tecnología estaba a punto de globalizar el mundo con un impacto definitivo en nuestras vidas.

Comienza la era de los mensajes, las largas esperas en cabinas para poder escucharlos y toda una vida por delante que compartir con esa familia que no se escoge, que el azar pone en tu camino y de la que ya nunca te separarás por mucho tiempo o kilómetros que las circunstancias pongan en tu camino. ‘Reply 1994′ es un ‘slice of life’ lleno de risas, lágrimas, aprendizaje y crecimiento que pone en valor a quienes nos rodean algo que queda demasiadas veces en segundo plano invisibilizándose.

Go Ara como Sung Na-jung es la joven perfecta si lo que buscas es alguien alocado, un poco-bastante fangirl, tremendamente intensa pero con un corazón enorme. Un chica que se enamora por primera vez sin saber muy bien como gestionarlo. Como cada vez que nos la encontramos en pantalla Go Ara recrea a la perfección al personaje que se le da. Consigue que a un mismo tiempo queramos zarandearla y abrazarla, siendo su puesta en escena una muy humana y relacionable. Es una mujer con todo por descubrir y aprender mientras se introduce en una vida adulta para la que ni ella ni quienes la rodean están preparados.

El estudio de las relaciones personajes que ‘Reply 1994’ nos deja es minucioso y verdaderamente interesante. Al principio las interacciones pueden parecer exageradas e incluso demasiado cómicas o extravagantes, pero en realidad la vida familiar es un cúmulo de situaciones, gestos y palabras que solo se entienden en ese reducido hábitat que es el hogar. Aún así, ciertamente nadie les quita que son muy personajes, en todo el sentido de la palabra.

Quizá el mayor de esos personajes sea el interpretado por Jung Woo que mientras da vida a “Sseureki” deja una retahíla de situaciones embarazosas y patéticas que con el paso de los episodios son contrarrestadas de forma magistral por momentos de candidez y lucidez muy adultos que le ayudan a salvar los muebles. Íntimo amigo de la familia, es casi un miembro más de la casa de Na-jung. Vive con ellos, come con ellos y siente las pérdidas familiares como propias. Necesitarás paciencia en los primeros episodios para verlo sin ponerte de los nervios, pero poco a poco el personaje se va descubriendo y se hace interesante y muy relevante en la trama general.

Yoo Yeon-seok es “Chilbong”.​ Este personaje no solo cae rendido a los pies de la protagonista, de la que se enamora locamente con solo ver lo divertida y alegre que es. Lo que verdaderamente siente y ya nunca puede dejar atrás es la vida familiar que jamás antes había experimentado. El bullicio y calor de una casa llena, de comidas copiosas rodeado de personas que comparten momentos. Yoo Yeon-seok es puro amor y no podrás evitar acercarte a él deseando verlo en acción. Si viste ‘Mr.Sunshine‘ o ‘Gu Family Book’ sabes a que sensación me refiero, si no las has visto, te las recomiendo encarecidamente.

Por otra parte encontramos a Kim Sung-kyun quien interpreta a “Samcheonpo” y a Son Ho-jun dando vida a “Haitai”. Estos dos jóvenes no podrían ser más distintos en personalidad, pero ambos se encontrarán compartiendo dormitorio y ayudándose el uno al otro mientras por supuesto discuten por todo mínimo detalle. Baro interpreta Bing Geu Re el más joven e inocente de todos los protagonistas. Un joven que nunca ha sabido que quiere hacer con su vida porque nunca le han permitido cuestionárselo. Aquí se verá forzado a elegir, crecer y afrontar las consecuencias de esas acciones. Un gran primer papel de este actor que sobresale con una excelsa actuación quedándose en tu memoria mucho después de terminada la serie.

Do-hee da vida a Jo Yoon-jin una joven que lleva el fanatismo por la música y sus creadores a otro nivel. Muchos diríamos que roza el papel de acosadora nata ya que vive por y para estar a la última de su grupo favorito. Conforme avanzan los episodios se le va dando más protagonismo y margen de maniobra, siendo uno de los personajes que más crece a lo largo del K-drama. Puedo asegurarte que la serie no sería lo mismo sin ella, porque es honesta y real y eso lo hace todo dentro de las dinámicas grupales.

Sung Dong-il es Sung Dong-il y eso de por si ya habla solo. Este actor es uno de los pulmones de Dramaland. Verlo en pantalla es sinónimo de calidad artística y risas, muchas risas. En el papel de padre, una vez más disfrutamos de un personaje con un enorme corazón y paciencia, aunque la justa. Sus interacciones con los jóvenes que viven en la casa son adorables y muy divertidas. Es un personaje que se preocupa por cuidar a aquellos que están bajo su techo, pero que bajo ninguna circunstancia se muerde la lengua lo cual siempre deja unos diálogos rápidos y muy irónicos cuando se encuentra interactuando con el resto de personajes.

Lee Il-hwa es Lee Il-hwa y sencillamente es la mejor y más brillante de todas las estrellas de este K-drama. No hay escena en la que no sobresalga a pesar de tener el papel más recóndito de todos. Es divertida, ácida, cariñosa, atenta y todas las cosas que una madre debe ser, incluso cuando no son tus niños los que viven bajo tu techo. Lo mejor de este ‘Reply’ y de todos los demás es que las madres son mucho más que eso, son seres tridimensionales tratados con entidad propia y eso permite al guion dejar perlas continuas y poner a este personaje y todas las mujeres que eligen su propio destino en el pedestal que merecen, independientemente de que ese destino las tenga en casa, una oficina o el Polo Norte.
4 de abril de 2022 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nos moríamos de ganar de ver a Shin Hye-sun (‘Stranger‘) en un protagónico dramático y la espera ha merecido la pena. La actriz que no ha dejado de sorprendernos con sus actuaciones en K-dramas por fin tiene un buen puñado de minutos en pantalla para mostrar lo que todas sabíamos, que solo había que dejarla brillar. ‘Innocence’ es la prueba irrefutable que demuestra que no importa el género, esta actriz cuenta con una imponente presencia ante la cámara.

En ‘Innocence’ no hay una transformación asombrosa de la protagonista, pero si un despertar, ese que solo te da conocer tu pasado para aceptar tu presente y por fin vivir sin demonios.

Jung-In es ahora una abogada de éxito que siendo joven huyó de una vida de maltrato y abandono para hacerse un hueco en el mundo. Cuando reconoce el nombre de su madre en las noticias regresa a casa en un intento por averiguar que ha podido pasar para que esa mujer a la que hace años no ve, y que creía olvidada, haya sido arrestada por la policía y esté siendo juzgada por asesinato.

A pesar del fondo legal de la trama, ‘Innocence’ no es solo un proceso judicial, es la historia de una mujer que creía haber escapado de su pasado. Es la corrupción y los secretos de todo un pueblo y la escalofriante desigualdad que hay entre clases. Todo ello se entremezcla generando una trama llena de rencor, miedos, avaricia, patriarcado e indefensión.

El cine coreano nos tiene acostumbrados a su buen hacer cinematográfico. Su factura no suele decepcionar, y en ‘Innocence’ la puesta en escena nos introduce de lleno en un pueblo en el que parece nada ha cambiado en las últimas décadas. La gente humilde vive en viviendas desaliñadas y poco seguras. Las ayudas sociales son inexistentes y quienes más necesitan el apoyo del estado son maltratados por el sistema.

Esta película no duda en mostrar como es vivir con una discapacidad o una enfermedad en una tierra donde eso te deja a merced del destino. Todo ello contrasta con la vida de aquellos que a manos llenas roban, especulan y se aprovechan de los resquicios administrativos y los favores personales para llevar una vida de lujo y comodidades a costa del sacrificio de otros.

El guion es excepcional porque nos da mucho más que una película en la que una hija busca salvar a su madre de un sistema corrupto. En ningún momento tenemos esa sensación de heroicidad, sino más bien de lucha continua. A nivel interno cuando la protagonista tiene que enfrentarse a su pasado en un presente que nada se parece a lo que en su mente guarda y donde la demencia lo ha destrozado todo. A nivel externo cuando se ve defendiendo, en un juicio teatralizado, a una mujer que no la recuerda mientras cuida de un hermano cuya discapacidad lo deja aislado socialmente.

Quizá lo más destacable es ver como minuto a minuto la historia se va desarrollando dejándonos sorprendidos en todo momento. Nada es lo que parece en una película que pensamos va a ser lineal y bastante predecible. Sorprende porque es capaz de mezclar géneros sin darnos sensación de batiburrillo o barullo. Disfrutamos de una buena introducción de los personajes, en la que se desvela lo justo para darles cuerpo y para hacer crecer nuestra curiosidad. Se aliña con jerga judicial y con una interesante investigación de los hechos lo que ofrece un sutil toque de thriller investigativo, pero sin perder nunca de fondo su importante mensaje social y su enorme carga dramática.

No te la pierdas, con ella van a volar los minutos en una historia bien contada, que te hará sonreír, llorar, frustrarte y a un mismo tiempo recuperar la fe en la humanidad, o al menos en parte de ella. ¿Qué sistema somete a un ciudadano incapacitado a un juicio del que no es consciente? ¿Cómo puede tratarse con semejante frivolidad un caso tan complejo? ¿Queda algo de humanidad y empatía en nosotros? ¿Sería yo capaz de perdonar? ‘Innocence’ hará saltar estas preguntas y otras muchas.

El reparto es soberbio en su puesta en escena. Todos los participantes nos dejan con buen sabor de boca y creyéndonos cada minuto de historia. Somos capaces de empatizar con unos, llorar por otros y odiar con todas nuestras fuerzas al resto. No hay ninguno de ellos que no merezca la pena analizar. La reflexión es continua si seguimos sus acciones con cuidado, y una vez acabe ‘Innocence’ te darás cuenta que acabas de disfrutar de un puzzle inteligente, bien desarrollado, lleno de momentos clave que parecían nimios pero que han supuesto el corazón del drama.

La realidad siempre supera a la ficción, y por eso no te sorprenderá saber que esta cinta está inspirada en hechos reales ocurridos el 14 de julio de 2015 cuando un grupo de ancianas fueron encontradas muertas o al borde del colapso en el pueblo de Sangju, en la zona norte de la provincia de Gyeongsang tras haber ingerido gaseosa con pesticida. La policía arrestó a una mujer de ochenta años que fue sentenciada a cadena perpetua.

Nota 3,6 sobre 5
Crítica escrita para www.magazinema.es
3 de febrero de 2022 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Acción desde el primer minuto, un romance maravilloso pero a la par trágico y tantos tiros que es imposible llevar la cuenta mientras explotan cosas de fondo es uno de tantos resúmenes que podrían hacerse de ‘Shiri’. Estas palabras pueden no coincidir con el resumen de otros, pero lo que no cambia, le preguntes a quien le preguntes es que ‘Shiri’ es uno de esos grandes éxitos de taquilla que fascinan al público y marcan un antes y después en la industria cinematográfica, en este caso, la coreana.

Corea está dividida en dos naciones. Lee Myung-hyun (Kim Yunjin) es una agente secreto del norte enviada al sur dejando atrás su pasado. Tras cambiar de identidad, entra en Seúl formando parte de una operación que recibe el nombre en clave de Shiri. Un grupo contrario a la unificación del país se apodera de un potente explosivo y planea hacerlo estallar durante un partido de fútbol. En el encuentro, cuyo eslogan es “reunificación de las dos Coreas”, asisten los presidentes de ambos bandos. Yoo Jong Won (Han Suk-Kyu) es un agente secreto del sur encargado de seguir a Lee. Entre ambos surgirá una trágica historia de amor incapaz de superar las diferencias políticas.

Una historia que tiene de fondo el abismo entre las dos Coreas no es nada novedoso, pero si lo es cuando la recargas de traición, agentes infiltrados y mucha acción, tanta que es hasta difícil saber de que lado llueven las balas. Una película arriesgada en su fondo social y político que habla de reunificación y que muestra como no todas las partes implicadas creen que sea lo adecuado nos dejan una línea argumental muy interesante que volverá a usarse en el futuro ya que las posibilidades de la trama son demasiado jugosas aunque predecibles.

Este último adjetivo quizá es el que más o mejor describe a ‘Shiri’. Es una película que hemos visto un millón de veces antes, quizá en otro idioma y con otro país como escenario pero eso no la hace menos espectacular en su presentación y puesta en escena. Aún así hay matices y formas del guion que la hacen coreana, como a nosotros nos gusta. ¿Cuáles son esos matices? Escenas de lluvia a cántaros, personajes que siempre aportan, por pequeñas que sean sus apariciones, giros de guion que te dejan con la boca abierta, incluso cuando la trama está clara de principio a fin, y, por encima de todo, una carga dramática brutal centrada en el personaje femenino interpretado por Kim Yunjin que, mientras da vida a Lee Myung-hyun, pone sobre la mesa el sacrificio individual por el colectivo y la pérdida de identidad asociada al espionaje que te hace desaparecer como persona mientras se crean múltiples presencias que nada tienen que ver con la realidad de quienes tiene que vivirlas.

Una cinta con Choi Min-Sik, Song Kang-Ho y Han Suk-Kyu es, a día de hoy, éxito asegurado. Cuando ‘Shiri’ llegó a los cine coreanos, rompiendo todos los moldes, usando inversión privada (Samsung), estos actores, hoy de renombre, estaban empezando a labrar un futuro prometedor. Verlos juntos en pantalla, siendo tan jóvenes es un lujo que nos hace ver la trascendencia e importancia que el cine coreano estaban por adquirir. ‘Shiri’ es una película que se sacude la censura de los años previos, que juega sin limitaciones y crea libre, siendo por eso, vital su visionado para entender la cinematografía surcoreana, no por nada tuvo más espectadores (6,5 millones) que ‘Titanic’ (4,3 millones).


Los cambios de tempo, una cuidada fotografía y, por encima de todo, un montaje que corta el sentido, donde se permiten licencias y gags es la mezcla perfecta en la que meter a un reparto sin parangón. Espías y agentes de Seguridad Nacional inundan la pantalla defiendo el sentido del honor y la patria. Arriesgando su existencia por una forma de vida que creen la correcta. ¿Serán capaces de llevar a cabo su misión? ¿Podrán nuestros protagonistas parar a tiempo el ataque norcoreano?

You know the fish named Shiri? It’s a [native Korean] fish, living in crystal streams. Though they’re separated with the country divided, someday they’ll reunite in the same stream.” Park Mu-young

Si eres una amante de la acción y todo lo demás es secundario porque tu has venido a pasarlo bien, ver cosas explotar y escuchar tiros tienes que ver ‘Shiri’, porque es todo eso que te encanta en un nuevo escenario. Más de dos horas de metraje de justo lo que querías ver, puro entretenimiento.


Más en www.magazinema.es
19 de enero de 2022 1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
‘Shopping King Louie’ es el nombre en inglés por el que se conoce al K-drama ‘El Rey de las Compras, Louie’. Como siempre, uno no debe dejarse guiar por los títulos o pósters porque de ser así, en Dramaland, no veríamos nada. Esta serie es el abrazo cálido que siempre necesitas después de un drama de esos que te dejan roto con su verismo y sencillo pero cruel acaecer de la vida, y quizá por eso se queda contigo con tan buen recuerdo.

Louie es el rey del estilo, que bien compra, todo le cae bien, y hasta la cosa más horrorosa parece tener un halo de estilo y elegancia en él. Lo suyo es un don y bien sabemos que el dinero no da la felicidad, pero desde luego a el le ayuda a pasar las horas cómodamente. Por el contrario, Bok Shil nunca ha tenido una vida fácil o cómoda, por no tener no ha tenido ni frigorífico, por eso, cuando sus caminos se crucen, sus vidas se pondrán patas arriba.

Jóvenes de mundos opuestos que una vez coincidan ya nunca podrán separarse. ‘El Rey de las Compras, Louie’ es un romance épico, porque todos los romances de Dramaland lo son, y nos encantan por ello. Pero este K-drama le añade el crecer y aprender junto a otra persona, el salto de fe de cuidar y confiar en un extraño que acabará siendo tu mundo, y viceversa. Hay una conexión instantánea, y aunque pudiera parecer que es una relación total de dependencia por parte de Louie, que algunos incluso llamarían tóxica, en absoluto tiene ese fondo. ‘El Rey de las Compras, Louie’ es capaz de dejarnos ver que todos necesitamos a alguien, que a veces, solo necesitamos un hombro sobre el que apoyarnos, y que mientras estemos intentando mejorar, nuestros fallos, no tienen que pesarnos.

Una de pérdida de memoria, por favor
La pérdida de memoria es uno de los clichés más utilizados en la industria, da demasiado juego como para no utilizarlo. Por supuesto, ese juego sube de nivel cuando quien pierde la memoria es un joven multimillonario sobreprotegido deseando de conocer mundo. Solo con esto ya sabes que vas a tener risas, todas las que quieras, y unas pocas más, aunque claro, nosotras nos reímos porque vemos el marrón desde fuera, pero quizá no sería tan divertido si estuviésemos en la posición de Bok Shil y nos diésemos cuenta de que la persona que hemos acogido ni siquiera sabe fregar los platos. Eso es como respirar, por mucha memoria que pierdas hay básicos de supervivencia que deberían quedar ahí de fondo.

Como esta, infinidad de situaciones más que aportan ligereza y mucha diversión al visionado, ya sea por lo extravagante, cómico o surrealista de las situaciones que se dan. Pero, si no te quedas en la superficie, y te adentras un poco más en los personajes, su historia, y te planteas como se sienten, reconoces, rápidamente, un guion y una serie mucho más sólida y seria de lo que a primera vista refleja.

‘El Rey de las Compras, Louie’ tiene candidez e inocencia para dar y regalar. Sus protagonistas pueden no coincidir en nada más, pero si en eso. Son almas bondadosas que coinciden en los momentos más difíciles de sus vidas. No tienen nada, pero lo comparten todo, y así se dan cuenta de que al menos se tienen el uno al otro. Una relación que realza la dignidad del trabajo, el esfuerzo por continuar después de duros golpes que tumbarían al más entero de los humanos, poniendo de relieve la capacidad de dar sin esperar nada a cambio.

Bok Shil rescata a Louie cuando, tirado en la calle, es invisible para el sistema y una comunidad que lo obvia y abandona a su suerte por presentar un aspecto ajado y sucio. Un hombre que ni siquiera tiene nombre. Louie es, literalmente, como un cachorrillo que necesita ser protegido y aprenderlo todo y, que a un mismo tiempo, bulle en su interior con preguntas sobre si mismo para las que no tiene respuesta. Sin casi darnos cuenta se nos lanza a un pozo de emociones imposibles que no esperábamos encontrar cuando empezamos a ver el primer episodio. Juntos crean una nueva vida, intentando recordar y aferrarse al pasado, pero no cayendo en un pozo de miseria o lamento. ‘El Rey de las Compras, Louie’ es un canto a valorar la felicidad presente.

Para la guerra, gente
Por supuesto, este título para el párrafo es sencillamente una frase hecha. En ‘El Rey de las Compras, Louie’ la única batalla que se lucha es la de Bok Shil intentando que Louie deje de comprar compulsivamente dilapidando con ello los pocos ingresos que consiguen. Pero si es cierto que los humanos que les acompañan en este K-drama son esenciales para dar forma a la historia global.

Dentro de ese género romántico y cómico con el que se presenta gran parte de la trama necesitamos personajes secundarios que ocupen los puestos clave de: Kim Ho-Joon (Eom Hyo-Seop), el mayordomo que ha criado al chico rico desde la infancia, Cha Joong-Won, el jefe estrafalario, algo gruñón pero infinitamente cariñoso y atento que da una oportunidad a la protagonista de crecer, porque es capaz de reconocer el talento innato y el esfuerzo, llevado a pantalla por Yoon Sang-Hyun; Jo In-Sung, el vecino, vividor, que pasará sus días con Louie, viendo correr las horas, hablando de la vida y haciendo cosas varias, ninguna de ellas productiva y, por supuesto, un detective, Nam Joon-Hyuk, sabedor de sus puntos fuertes que ayudará desinteresadamente a Bok Shil y Louie mientras buscan a su hermano e intentan averiguar quien es la familia de Louie.

Una azotea es todo lo que necesitas
El hogar de los dos personajes se transforma como lo hacen sus vidas, poco a poco. La habitación en la azotea será el hogar que creen juntos, donde sus nuevos recuerdos y experiencias tengan lugar. Un sitio sencillo que deslumbra por su ubicación. La serie está grabada en Boncheon Hillstate, uno de esos barrios que recuerdan a ‘Just Between Lovers‘ y ‘My ahsjussi‘. Barrios de clase trabajadora, llenos de calles sinuosas e infinitas escaleras que parecen llegar al cielo.
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Nota 3.3 sobre 5
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