Según va avanzando la película empiezas a notar un cansancio por la lentitud y falta de acción y ritmo para llegar a un final que si bien es sorprendente no deja de ser muy artificial y manipulado. Es como si al que escribió la historia hubiese empezado por el final y luego fue rellenando para que ese final tuviese una explicación. La interpretación muy buena.

Ventura Pons con su extensa y prolífica carrera nos ha ofrecido de todo, buenas, malas y regulares películas.
En este caso debía estar en estado de gracia porque Año de Gracia le ha salido bordada.
Sin grandes pretensiones pero efectiva, te hace pasar un rato muy agradable y eso ya es más que suficiente.
La Sardà como siempre que se sale del papel, lo borda y está genial. Gran actriz que fué.
Y el muchacho, Alex Maruny muy, muy bien.

La Hepburn se sale del papel vestida por el inefable Hubert de Guivenchy, Cary con su perfecta ironía y elegancia está genial, los secundarios y vaya secundarios fabulosos. La trama no tiene desperdicio, dirigida con ritmo y acción no decae en ningún momento, en fin, nostalgia del cine que se hacía hace unas décadas con el que era una gozada y un gran placer ir al cine. Para verla varias y varias veces. Chapeau!!!
Ah!, y la música del mítico Mancini de sus mejores momentos.

Parece mentira que esta actriz se meta en estos berenjenales cuando no tiene ni la mas mínima idea de realizar guiones y menos de dirigir.
Se ve que la señora Pitt se aburría y decidió escribir un guion pretendidamente intelectual para su propio lucimiento y el de su marido.
A parte de la casa y las vistas que son impresionantes poco más ofrece.
Infumable película, absurda, tonta, aburrida, tanto que la voy a dejar de ver.

Mujer putilla que pone los cuernos a un marido que consiente y luego se carga a los ingenuos por no decir gilipollas amantes.
Todo narrado con un ritmo desigual, amorfo y sin ningún interés.
Ella lo sabe todo y se dedica a proporcionarle las víctimas pues parece que eso le da morbo.
Pero todo contado de una manera tan incoherente que acaba aburriendo al espectador.
Las interpretaciones para nada memorables, ella se dedica a lucir el palmito y el tan inexpresivo como siempre.
Quizás lo mejor sea el final aunque solo sea para ver la palabra FIN