Avasallados por una de las imágenes que junto a la pornochacha y la colegiala tiene una mayor cotización en la zona del cerebro humano (y en la de disfraces del sex-shop) como icono erótico, llega esta cinta de enfermeras con minifaldas imposibles y medias blancas. Dicho cartel promete sangre y carne a partes iguales, dejando a un lado otros pormenores como el guión.

Aún así, uno espera que Nurse 3D dé un poco de juego a nivel de trama, más que nada para poder justificar en parte la colección de desnudos de las señoritas Paz de la Huerta y Katrina Bowden dentro de un interesante thriller; no se consigue. Pese a que genera un cierto interés, la obsesiva relación entre sus protagonistas parece más sacada de una peli de antena 3 de domingo tarde que un intento serio por dotar a la historia de consistencia argumental... Sólo nos queda carne y sangre.

Y en esos apartados la cinta tampoco cumple con las expectativas, como si se esforzara en no rebasar ciertos niveles que pudieran perjudicarla a nivel de taquilla en un país tan tetafóbico como los U.S.A. Sí, veremos a ambas chicas en pelotas en varias ocasiones y a Paz de la Huerta destilando sexapeel por todas y cada una de las impresionantes curvas que la naturaleza (y el bisturí) le ha dotado. En cambio, Katrina Bowden, la Barbie bonita y buena nena, no está tan por la labor de prodigar sus encantos en la pantalla como Paz, y se lo toma con más recato. Pese al atractivo reclamo de la carne, no es suficientemente escandaloso como para enmascarar tan pobre actuación, promovida por el flojo guión a seguir.

Nos queda la sangre, a priori un plato con el que en Hollywood se sienten más cómodos y por tanto más proclives al exceso. Aquí también me dio la sensación de una cierta contención. Si bien tiene sus momentos gore de cara al final, son en general demasiado bruscos y juegan poco con la víctima, evitando unos momentos de diversión que podrían haber dado un plus a la cinta.

En resumen, ¡mucho ruido y pocas nueces! ¿Querías tetas?... bueno... ¿sangre?... bueno... guión...¡de eso nada!

Rul T.
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