Pocas veces (creo) pongo un 10. Puede que recién vista la película sea como las buenas comidas, es decir, tengo el aroma, el sabor en la boca y aún estoy disfrutándola. Rumiándola, diría yo. Pero sinceramente, hace mucho tiempo, pero mucho, que no veía, más bien escuchaba y sentía una película tan buena. Y tan distinta.
De ciencia-ficción, sí, y también de fantasía, de historia y de, porqué no, amor, intriga y tensión. The man from Earth es un conjunto de todo esto a lo largo de una conversación entre amigos.
Más que estar viendo un filme sobre un hombre que asegura tener 14.000 años, cuando uno lo ve la sensación que tiene es la de estar leyendo un libro fascinante. Se necesita poner a trabajar esa imaginación que todos poseemos y que estamos habituados a no engrasar porque lo más normal es que nos lo den todo mascado.
No encontramos efectos especiales, grandes fanfarrias, actores histriónicos ni grandilocuentes, ni escenarios asombrosos.
Aquí hay que currárselo, amigos.
Pero por favor, hagánlo. Vean The man from earth.
Y disfruténla.
Da que pensar, se lo aseguro.