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5,0
8.446
3
29 de julio de 2011
29 de julio de 2011
14 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
Siendo aún una pitufilla me encantaba esta pitufoserie, y es por ello que no podía dejar de ir a ver el pitufoestreno en cines. ¡Pero qué pitufodesilusión!, ¡valiente pitufada!
En cuanto a la pitufoanimación, la película es casi pitufoperfecta, porque consigue hacer las pitufosituaciones muy pituforrealistas. Pero por lo demás, me ha resultado súperhipermegapitufa. He aquí mi pitufoánalisis sobre los pitufopersonajes más destacados:
- Papá Pitufo: Muy mal, Papá Pitufo, muy mal. Tu pitufoambición ha dejado que conviertas nuestra pitufaldea en Pitufo Nueva Nueva York (valga la pituforredundancia).
- Pitufo Torpe: Ánimo, ¡que tú puedes! Te has pitufado a ti mismo, y has dejado en pitufobragas a Papá Pitufo al cambiar el pitufofinal de la visión.
- Pitufina: En mala pitufohora te han metido en un pitufentro comercial. Deja de ponérsela pitufomorcillona a tus pitucompis, que con tanto pitufomodelito vas a acabar con un pitufobombo.
- Pitufo ¿...?: Tú de donde pitufocarajos sales? ¡No recuerdo a ningún puto pitufo con pitufalda escocesa en la pitufoserie!
- Maese Stinson: Debería haberse quedado usted pitufando en Cómo conocí a vuestra pitufa, porque su pitufoactuación me da bastante pitufena.
- ......: ¿Cómo pituleches se llamaba la pitufa ésta? Eres pitufohorrenda, dedícate a otra pitufocosa, porque tu pitufodulzura me apitufa tela.
Una pitumierda.
En cuanto a la pitufoanimación, la película es casi pitufoperfecta, porque consigue hacer las pitufosituaciones muy pituforrealistas. Pero por lo demás, me ha resultado súperhipermegapitufa. He aquí mi pitufoánalisis sobre los pitufopersonajes más destacados:
- Papá Pitufo: Muy mal, Papá Pitufo, muy mal. Tu pitufoambición ha dejado que conviertas nuestra pitufaldea en Pitufo Nueva Nueva York (valga la pituforredundancia).
- Pitufo Torpe: Ánimo, ¡que tú puedes! Te has pitufado a ti mismo, y has dejado en pitufobragas a Papá Pitufo al cambiar el pitufofinal de la visión.
- Pitufina: En mala pitufohora te han metido en un pitufentro comercial. Deja de ponérsela pitufomorcillona a tus pitucompis, que con tanto pitufomodelito vas a acabar con un pitufobombo.
- Pitufo ¿...?: Tú de donde pitufocarajos sales? ¡No recuerdo a ningún puto pitufo con pitufalda escocesa en la pitufoserie!
- Maese Stinson: Debería haberse quedado usted pitufando en Cómo conocí a vuestra pitufa, porque su pitufoactuación me da bastante pitufena.
- ......: ¿Cómo pituleches se llamaba la pitufa ésta? Eres pitufohorrenda, dedícate a otra pitufocosa, porque tu pitufodulzura me apitufa tela.
Una pitumierda.

7,3
51.991
8
25 de marzo de 2008
25 de marzo de 2008
10 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
Considerada una de las obras más importantes del cine de terror y ciencia ficción, La cosa de John Carpenter no obtuvo el éxito que debía y podía esperarse. Las razones pudieron ser varias, pero seguramente ninguna de ellas fue la calidad de la obra.
La película reúne muchas de las características propias del género, es algo que inevitablemente no se puede obviar, así como vínculos de parentesco con algunas de la generación. Si bien esto es notorio, también lo es que posee una distinción genuina, lo que sólo podía conseguir un gurú del cine de terror como el maestro John Carpenter, único en su especie y experto en el campo de la intriga y el suspense.
Son muchos los atributos que podrían destacarse de La cosa. Para comenzar los escenarios, el inmenso desierto de hielo que es la nieve, un interminable manto blanco donde los protagonistas están indefensos e incomunicados, que contrasta con el interior de la estación del Instituto Científico, con colores industriales y tecnológicos, con la suciedad que trae consigo el ser humano y sus manos. Igualmente sobresalen los efectos especiales, que dotan de un realismo imponente a la cosa, de una apariencia ostensible que se aleja de lo imaginario a causa de la manifiesta visibilidad que se concede al espectador en todo momento. El transcurso de la película, que en un principio no es demasiado prodigioso, se eleva como la espuma hasta alcanzar la compleja sensación que yo denomino "angustia psicológica", cuyos síntomas suelen aparecer en forma de temor opresivo, sufrimiento y náuseas.
Del mismo modo que podría seguir extendiéndome en los innumerables elementos que han provocado mi desorbitado entusiasmo, he de confesar que algunos detalles me han exasperado y, por lo que he podido observar, no he sido la única. Con "detalles exasperantes" me refiero a aspectos insignificantes, irrelevantes para el argumento, pero que joden, y se detectan fácilmente cuando invade el cuerpo el terrible bochorno al que precede la pregunta mental "¿pero se creen que soy tonta?, ¿de veras creen que no tengo una capacidad de análisis tan elemental?". Afortunadamente no abundan en esta ocasión.
Un auténtico placer. Una ensalada de acontecimientos, un primer plato de incertidumbre y un postre repugnantemente sangriento. ¿Quién se resiste?
La película reúne muchas de las características propias del género, es algo que inevitablemente no se puede obviar, así como vínculos de parentesco con algunas de la generación. Si bien esto es notorio, también lo es que posee una distinción genuina, lo que sólo podía conseguir un gurú del cine de terror como el maestro John Carpenter, único en su especie y experto en el campo de la intriga y el suspense.
Son muchos los atributos que podrían destacarse de La cosa. Para comenzar los escenarios, el inmenso desierto de hielo que es la nieve, un interminable manto blanco donde los protagonistas están indefensos e incomunicados, que contrasta con el interior de la estación del Instituto Científico, con colores industriales y tecnológicos, con la suciedad que trae consigo el ser humano y sus manos. Igualmente sobresalen los efectos especiales, que dotan de un realismo imponente a la cosa, de una apariencia ostensible que se aleja de lo imaginario a causa de la manifiesta visibilidad que se concede al espectador en todo momento. El transcurso de la película, que en un principio no es demasiado prodigioso, se eleva como la espuma hasta alcanzar la compleja sensación que yo denomino "angustia psicológica", cuyos síntomas suelen aparecer en forma de temor opresivo, sufrimiento y náuseas.
Del mismo modo que podría seguir extendiéndome en los innumerables elementos que han provocado mi desorbitado entusiasmo, he de confesar que algunos detalles me han exasperado y, por lo que he podido observar, no he sido la única. Con "detalles exasperantes" me refiero a aspectos insignificantes, irrelevantes para el argumento, pero que joden, y se detectan fácilmente cuando invade el cuerpo el terrible bochorno al que precede la pregunta mental "¿pero se creen que soy tonta?, ¿de veras creen que no tengo una capacidad de análisis tan elemental?". Afortunadamente no abundan en esta ocasión.
Un auténtico placer. Una ensalada de acontecimientos, un primer plato de incertidumbre y un postre repugnantemente sangriento. ¿Quién se resiste?

7,6
79.252
8
29 de diciembre de 2007
29 de diciembre de 2007
10 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
En los años 70, los suburbios de Harlem estaban divididos en zonas, las cuales estaban regentadas por gángsters del narcotráfico. Uno de los gordos era Bumpy, tras cuya muerte se produce el descontrol y desamparo de algunos de sus allegados, que quedan huérfanos de poder. Frank, su chófer, tuvo un buen maestro en el negocio y decide hacerse con el mercado.
Ni el frío ni la escasez de dólares fueron impedimento suficiente para acudir a tan ansiado estreno. Efectivamente, mereció la pena esperar para ver en la pantalla grande este film, que bebe del estilo blaxploitation típico de los 60 y 70. Esto último se hace patente no sólo en la caracterización de los personajes, sino en la banda sonora repleta de funky y canciones conocidas, como, por ejemplo, la de la cabecera de "Jackie Brown".
La sensación que produce es, pues, la de ser una película de películas, un cocktail de referencias a obras clave del género de la mafia como "Scarface", a la que recuerda la escena del sofá en el club, o "El Padrino", a la que se homenajea con la escena de la iglesia. Cabe añadir que en ningún momento se torna descarado, sino que la línea que sigue es totalmente elegante y discreta.
Dejando de un lado la fantástica ambientación de la época, de la que los seguidores del movimiento blaxploitation podemos dar fe, el contenido es bastante sencillo y sólido, con una excelente base estructural y de una correlación de sucesos más que correcta. Todo esto logra una estabilidad tan absolutamente perfecta que hipnotiza y no despierta hasta que los créditos nos devuelven a la realidad: que no estamos en América, ni en 1968, ni tampoco Frank existe...y lo que es peor, tampoco existe gente como Richie.
Por fin, Ridley, por fin. Los que te conocíamos por tu faceta rebelde y singular al fin recibimos nuestra recompensa por esos grandes mierdones que hubieron de nacer antes de que engendraras esta violenta pero emocionante historia, hasta que te reencontrases contigo mismo, con lo que te gusta hacer y lo que a nosotros nos gusta ver. Y lo has hecho bien, muy bien, jodidamente bien. Se te agradece además que para el papel de negrata escogieses a Denzel Washington, pero no termino de entender esa obsesión tuya por el penas de la verruga, de verdad que no.
Conclusión: excepcional película para pasar un buen rato de entretenimiento, que en el cine se disfruta el triple y que con un paquete de pelotazos te puede hacer ver las putas estrellas. Así que, para quien quiera empezar el 2008 con buen sabor de boca, a darse prisa, que el 2007 tiene ya un pie aquí y otro allí.
Ni el frío ni la escasez de dólares fueron impedimento suficiente para acudir a tan ansiado estreno. Efectivamente, mereció la pena esperar para ver en la pantalla grande este film, que bebe del estilo blaxploitation típico de los 60 y 70. Esto último se hace patente no sólo en la caracterización de los personajes, sino en la banda sonora repleta de funky y canciones conocidas, como, por ejemplo, la de la cabecera de "Jackie Brown".
La sensación que produce es, pues, la de ser una película de películas, un cocktail de referencias a obras clave del género de la mafia como "Scarface", a la que recuerda la escena del sofá en el club, o "El Padrino", a la que se homenajea con la escena de la iglesia. Cabe añadir que en ningún momento se torna descarado, sino que la línea que sigue es totalmente elegante y discreta.
Dejando de un lado la fantástica ambientación de la época, de la que los seguidores del movimiento blaxploitation podemos dar fe, el contenido es bastante sencillo y sólido, con una excelente base estructural y de una correlación de sucesos más que correcta. Todo esto logra una estabilidad tan absolutamente perfecta que hipnotiza y no despierta hasta que los créditos nos devuelven a la realidad: que no estamos en América, ni en 1968, ni tampoco Frank existe...y lo que es peor, tampoco existe gente como Richie.
Por fin, Ridley, por fin. Los que te conocíamos por tu faceta rebelde y singular al fin recibimos nuestra recompensa por esos grandes mierdones que hubieron de nacer antes de que engendraras esta violenta pero emocionante historia, hasta que te reencontrases contigo mismo, con lo que te gusta hacer y lo que a nosotros nos gusta ver. Y lo has hecho bien, muy bien, jodidamente bien. Se te agradece además que para el papel de negrata escogieses a Denzel Washington, pero no termino de entender esa obsesión tuya por el penas de la verruga, de verdad que no.
Conclusión: excepcional película para pasar un buen rato de entretenimiento, que en el cine se disfruta el triple y que con un paquete de pelotazos te puede hacer ver las putas estrellas. Así que, para quien quiera empezar el 2008 con buen sabor de boca, a darse prisa, que el 2007 tiene ya un pie aquí y otro allí.
23 de junio de 2007
23 de junio de 2007
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
La sensación que me produjo visionar esta película fue vagamente similar a la de "El Padrino". No cuchicheen señores, no se alarmen. No pretendo poner a la misma altura a ambas, porque sería descabellado sólo pensar en la comparación; no obstante, sí prevalece tanto en una como en otra algo que, para mi gusto, es esencial allá donde la mafia haga mella: el honor.
Andy García se muestra elegante y cortés en cada diálogo, mostrando siempre respeto hacia sus compañeros y hacia "El Hombre del Plan", independientemente de la vida que lleve cada uno. Jimmy "El Santo" consigue simpatizar con el público y ponerlo de su parte, con una digna heroicidad en cada paso que da; es cautivador con las mujeres y bondadoso con aquellos que lo necesitan. En definitiva, un personaje que arriesga su vida y lo pierde todo por ayudar a sus compañeros.
La película muestra giros sorprendentes y del todo inesperados, haciéndola más atractiva si cabe. La corta pero fascinante intervención de Steve Buscemi, el despiadado papel de Treat Williams y la tierna historia que encarna Fairuza Balk son piezas clave en un film donde todos los personajes son protagonistas y con vida propia.
Una historia sobre viejos compañeros de la mafia a los que se les encarga una sencilla misión que cambiará sus vidas y las de las personas que les rodean y que hará las delicias de todos aquellos amantes del cine negro y de mafia en las que abundan las palabras groseras y el humor.
Andy García se muestra elegante y cortés en cada diálogo, mostrando siempre respeto hacia sus compañeros y hacia "El Hombre del Plan", independientemente de la vida que lleve cada uno. Jimmy "El Santo" consigue simpatizar con el público y ponerlo de su parte, con una digna heroicidad en cada paso que da; es cautivador con las mujeres y bondadoso con aquellos que lo necesitan. En definitiva, un personaje que arriesga su vida y lo pierde todo por ayudar a sus compañeros.
La película muestra giros sorprendentes y del todo inesperados, haciéndola más atractiva si cabe. La corta pero fascinante intervención de Steve Buscemi, el despiadado papel de Treat Williams y la tierna historia que encarna Fairuza Balk son piezas clave en un film donde todos los personajes son protagonistas y con vida propia.
Una historia sobre viejos compañeros de la mafia a los que se les encarga una sencilla misión que cambiará sus vidas y las de las personas que les rodean y que hará las delicias de todos aquellos amantes del cine negro y de mafia en las que abundan las palabras groseras y el humor.

6,8
20.211
6
26 de enero de 2008
26 de enero de 2008
5 de 8 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Qué tendrá París? Que todo el que la pisa se enamora, que todo el que la respira se emborracha de cursilería. ¿Serán las luces, el color? Dentro de unas semanas, por fin, podré descubrirlo, pero de momento habrán de conformarse sólo con hipótesis.
París es conocida como la "ciudad del amor", y este cocktail de pequeñas historias hacen gala de ello. Desde personas con la más grande de las soledades hasta personas con la más grande de las penas encuentran en París un soplo de aire fresco, una intimidad cercana y extraña. Y es que quizás París no sólo sea un escenario, sino una caja de latón con millones de anécdotas, lugares secretos y caras conocidas; no podría ser de otra forma.
He considerado necesaria esta introducción, y la razón es que no podré ser totalmente objetiva. No obstante, sólo algunos de los cortos han logrado tocar mi fibra sensible; otros me han dejado igual, y los restantes...rien de rien. Estos son los que yo salvaría, sin duda:
- Faubourg Saint-Denis : por la forma.
- Place des Fêtes : porque a veces se llega tarde.
- Quais de Seine : por la belleza.
- Tuileries: porque los Coen están mal de la cabeza.
- Bastille: por el amor, que nunca muere.
Pero con la que me quedo, la que me guardo exclusivamente para mí, es 14th arrondissement , de Alexander Payne, donde una mujer se siente sola y triste y encuentra el amparo en una ciudad que para ella es extranjera.
París siempre ha formado parte de nosotros, de tanto verla y anhelarla se instaló en nuestra memoria, como un amante furtivo lo haría. Es por eso que hoy, después de haberla recorrido una vez más con todos los sentidos a través de "París, je t'aime", no podemos evitar suspirar, como si una vieja foto polvorienta de aquel amante hubiese caído por última vez en nuestras manos.
París es conocida como la "ciudad del amor", y este cocktail de pequeñas historias hacen gala de ello. Desde personas con la más grande de las soledades hasta personas con la más grande de las penas encuentran en París un soplo de aire fresco, una intimidad cercana y extraña. Y es que quizás París no sólo sea un escenario, sino una caja de latón con millones de anécdotas, lugares secretos y caras conocidas; no podría ser de otra forma.
He considerado necesaria esta introducción, y la razón es que no podré ser totalmente objetiva. No obstante, sólo algunos de los cortos han logrado tocar mi fibra sensible; otros me han dejado igual, y los restantes...rien de rien. Estos son los que yo salvaría, sin duda:
- Faubourg Saint-Denis : por la forma.
- Place des Fêtes : porque a veces se llega tarde.
- Quais de Seine : por la belleza.
- Tuileries: porque los Coen están mal de la cabeza.
- Bastille: por el amor, que nunca muere.
Pero con la que me quedo, la que me guardo exclusivamente para mí, es 14th arrondissement , de Alexander Payne, donde una mujer se siente sola y triste y encuentra el amparo en una ciudad que para ella es extranjera.
París siempre ha formado parte de nosotros, de tanto verla y anhelarla se instaló en nuestra memoria, como un amante furtivo lo haría. Es por eso que hoy, después de haberla recorrido una vez más con todos los sentidos a través de "París, je t'aime", no podemos evitar suspirar, como si una vieja foto polvorienta de aquel amante hubiese caído por última vez en nuestras manos.
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