Siempre me han gustado las películas que transcurren en un tren.
En esta ocasión pasé un buen rato muy divertido y agradable, mantiene el interés y la tensión toda la película, con chispas de humor intercaladas entre tanta acción.
Hackman impecable y bien Anne Archer en su papel de desprotegida-protegida.
No es que sea una gran película pero cumple sobradamente con la intención que está realizada de distraer al espectador de manera muy eficaz.

Es de suponer que es bastante fiel a la realidad ya que todo quedó escrito y detallado.
La exposición de los crímenes de los que se acusa a buena parte de la plana mayor de Hitler. El fiscal de la acusación lo interpreta muy bien Alec Baldwin y magníficamente secundado por Brian Cox en el papel de Goering como principal acusado, aunque personalmente no estoy muy de acuerdo en el trato que se le dispensa pues a veces parece que se le quiere disculpar basándose en su patriotismo.
En general resulta algo extensa pero sería recomendable que la viesen muchos de los actuales pro nazis y de extrema derecha.

No se detiene en puntos medios, refleja la cruda realidad de unos personajes incómodos hasta consigo mismos, egoísmo, falta de humanidad y una búsqueda desesperada del amor, pero no por el amor en sí mismo sino por autocomplacencia y miserablemente. Aunque la víctima real e involuntaria es el hijo, la pareja protagonista también lo es por su propia culpa y falta de escrúpulos. No es una película fácil ni agradable de ver pero mantiene en todo momento la tensión y se la puede calificar de gran cine.

La película es una fiel adaptación del original de A. Christie, muy bien ambientada y con un elenco de actores de primera línea que solo por eso la hacen recomendable. Lo que me pasa es que me cuesta identificar a Poirot con otro actor que no sea David Suchet. Por muy Peter Ustinov que sea nunca es tan idóneo ni creíble que el (último-único) de los Poirot.

Muy bien interpretada como nos tiene acostumbrados Jorge Perugorría rodeado de otros actores muy aceptables, la historia policíaca mantiene su interés y destaca por la buena ambientación habanera, muy realista y actual. Se nota que es un cine con poco recursos como es habitual en el cine cubano pero eso forma parte de la idiosincrasia de este país y lo suple con buena interpretación y buenos diálogos.