Aunque considere que esta película sea muy buena en muchos aspectos -estando dirigida muy profesionalmente- sigo pensando que no me gustó mucho. El motivo fue que el tema me resultó aburrido y poco atractivo, siendo esto una opinión de lo más personal.

La película trata de un escritor a sueldo, un mercenario de pluma y papel, que le proponen la tarea de terminar lo que su antecesor, muerto misteriosamente, no pudo y es la de finalizar el libro de biográfico de un ex-primer ministro un tanto polémico.

En el transcurso de la película, el escritor va adoptando el papel de un periodista de investigación movido exclusivamente por la curiosidad, con escenas que me recuerdan al “Follonero” y con la única intención de resolver un trama demasiado escabroso. Un trama que realmente resulta impredecible pero, a pesar de los giros que da, no sorprende.

Lo mejor de la película podría decirse que es la ambientación. Es misteriosa, de otra época, como si la isla donde está la casa del ex-primer ministro fuera un castillo y su único acceso sea un ferry; que bien puede recordar, cuando abre la compuerta entre la niebla, a la puerta de un castillo. También acentúa este misterio los exteriores fuera de la isla con sus frondosos bosques de leyenda.

En fin, una película para disfrutarla al momento ya que después dará poco de que hablar aunque en un principio parezca lo contrario –de política me refiero-.

Si un un monstruo tuviera la singularidad de que sus heces fueran a ser películas, con los “Ojos de Julia” tendría que haberse alimentado de tres cosas principalmente: una técnica llena de efectismos, unos giros del guion para sorprender y Belén Rueda.

Tres aspectos en tres platos que podríamos pensar que la digestión del monstruo pudo haber sido buena, pero en el realidad el monstruo pensó que el chef no hizo su mejor trabajo. Los efectismos del primer plato, con tanto adorno, le resultaría que eran un bocado un tanto pesado. Después, comprobaría que los giros de guion del segundo plato estaban algo sosos y no le llegarían ha sorprenderle tanto. Y por último, el plato estrella, con la Belén Rueda notaría que estaba un poco dura y habría tanta cantidad que al final se cansaría.

En fin, que la conclusión del monstruo fue que el chef, inspirado en otros grandes chefs, le faltó soltarse más para elaborar un producto más fresco y más original.

Cualquiera que viera “Winter's Bones” podría decir que se trata de una película ambientada en el salvaje oeste, y es que hay algunos sitios donde el tiempo pasa más despacio y las costumbres son más difíciles de cambiar. Son en estos lugares más aislados, en los que la ley que se impone es la del más fuerte, donde encontramos una delgada línea entre el correcto civismo y la casi propia supervivencia.

Con una argumentación parecida a “Frozen River”, “Winter's Bones”, nos sumerge otra vez en la américa profunda para contarnos la historia de una joven, que teniendo a su cargo a sus dos hermanos pequeños y a una madre enferma, tendrá la difícil situación de saldar la deuda de su desaparecido padre para no perder la casa donde viven.

Aunque tiene como decorado unos paisajes invernales impresionantes, esta película me resultó algo sosa, pues da más importancia a las formas que a la propia historia, y sí es verdad que no aburre al final te deja con poca cosa que poder meditar.

El instinto materno es una de las cualidades más bonitas y nobles que ha dado la naturaleza. Es el instinto que hace que una madre sea capaz de realizar cualquier cosa para la supervivencia de su descendencia. Un ejemplo de esto lo encontré en un artículo y resulta muy característico, pues resuelve el porque de muchas de las acciones cometidas por las dos protagonistas en esta película:

“La agresividad, la sociabilidad y la resistencia al estrés no son los únicos cambios que experimenta el cerebro de las hembras de los mamíferos durante la maternidad. Craig Kinsley, de la Universidad de Richmond, Virginia, EE UU, ha llegado a la conclusión de que la habilidad para conseguir alimentos también mejora notablemente tras el parto. Para comprobarlo comparó las reacciones de un grupo de ratas hembras que nunca habían tenido descendencia con otro que estaba dando de mamar a sus crías. Después de privarlas de comida durante varios días, colocó grillos en su entorno. Mientras las no-madres tardaban 290 segundos por término medio en hacerse con una presa, las que tenían descendencia lo hacían en un tiempo récord de 70 segundos, algo fundamental si tenemos en cuenta que, en el mundo animal, un aumento en la velocidad a la hora de conseguir la comida contribuye a que la prole quede desatendida durante menos tiempo. 'El cerebro de cualquier hembra pone grandes dosis de plasticidad y creatividad al servicio de la reproducción. En otras palabras, las madres no nacen, se hacen', asegura Kinsley.”

En un principio la película puede parecer ser poco atractiva, las protagonistas no son las top-models de las que estamos acostumbrados, ni el guion es complejo ni pone patas arriba un país; pues realmente es una historia sencilla, de superación personal, de bellas ratas que aman a sus hijos y harán lo que sea por ellos, aún teniendo que cruzar los límites de la ley.

Una de las cosas destacable de la película es que, desde el primer minuto, se ha sabido aprovechar el talento de Melissa Leo que ha dado vida a un personaje, como hecho a su medida, de una manera sobresaliente.

En resumen, Frozen River es una película sutil que no tiene intención de levantar polémicas, ni ser demasiado pretenciosa en sus formas, consiguiendo contar la historia dramática de dos mujeres de etnias distintas unidas por un mismo objetivo.

Si alguien me preguntara por esta película y tuviera que responder rápido, diría: “Es parecida a “Matrix” pero más seria”.
Así que, aunque es verdad que parece que a "Origen" se le haya lavado la cara de granos de acné y se le haya llevado a otro nivel, no se puede dejar pasar que el hecho de que estas dos películas sean parecidas, haga que una de las dos falle en algo.
Porque, si el mundo irreal de “Matrix” es la realidad virtual y el de “Origen” son los sueños, ¿por qué se parecen tanto?, ¿no será que la recién llegada falla estrepitosamente en lo que le confiere a lo estético? A mí me parece que sí, ya que si se supone que son sueños, se podría echar de menos algo más surrealismo. Sí, ya se sabe, un poquito de relojes derretidos o elefantes con patas de jirafa. Porque, digo yo, que este concepto no era muy dificultoso para que el espectador lo comprendiera. En pocas palabras, en esta película lo único que se propone en este campo, son un par de escenas; que por cierto, son las que salen en el tráiler.
Supongo que habrá que dejarlo en que estos señores protagonistas son unos profesionales de los sueños y que sueñan lo que les sale de los mismísimos.

Comentando el argumento de la película, decir que contiene dos historias protagonizadas por Leonardo, una de corte sentimental de Cobb y su mujer, y la otra la misión principal que da cuerpo y acción a la película. Dos historias, de diferente registro, que se complementan muy bien y ayudan a entenderse mejor, garantizando así, satisfacer a más público en general. También, se juega mucho con los roles de los personajes, y eso quieras o no, es siempre muy atractivo para caminar sobre seguro. Muy, muy inteligente por parte del director.
Con todo esto, no es de extrañar, que el plato fuerte de esta película sea el guion: un rompecabezas bastante entretenido, que hará que se esté algún rato cavilando y comentando horas después de haberla visto.

En fin, esta película es una de esas que salen cada cierto tiempo, que a pesar de tener poco arte consigue estar entre las favoritas de la gente, siendo siempre un acierto a la hora del ir al cine, gracias a su mezcla perfecta entre argumento y acción.