Es una ocasión perdida para defender la opción de la libertad por encima de la seguridad.
El dilema presentado es buen punto de partida, pero el desarrollo de la película la convierte exclusivamente en un film de acción que a lo sumo llega a ciertas conclusiones en función de la práctica, de los aparentes resultados.
Queda fuera de toda consideración el sentido ético en el dilema de la libertad y la seguridad.
Las escenas de acción son buenas y llenas de imaginación.
La película no aburre, no entusiasma, no lleva a pensar.
Es casi nada "con sifón".

Una buena película que cuando comienza parece que está deslabazada en las historias que empieza a colocar delante del espectador.
Poco a poco el nudo va mostrando los diferentes hilos que lo han originado y los caminos que los han entrelazado. Lo hace con soltura sin que lleve en ningún momento a confusión; a lo sumo deja preguntas en el aire que se van contestando en pocos minutos.
Muy interesante la forma de contar la historia.
Únicamente muy al final de la película ésta decae y se convierte en un guiño a la melifluosidad que busca un final menos amargo que la historia que ha venido contando.
A pesar de este punto es una película muy bien contada en la que no te aburres en ningún momento.

Película que teniendo un punto de partida interesante se desliza hacia un relato completamente pastelero, endulzado, sin fuerza humana de ningún tipo y cayendo en la típica bondad entontecida de los creyentes cuando se retrata mal en la pantalla (nada tengo, al contrario, hacia la bondad venga de donde venga).
Por más que Judi Dench siempre estupenda se esfuerce en sacar el increíble papel que le han puesto en las manos no es posible sacar adelante un guión lleno de falsedad, estupidez y contradicciones. Verla actuar a ella puede ser la disculpa para ver la película.
En suma un guión bobalicón que no merece la atención de los espectadores.

Estupenda película, llena de ideología y de opción por la clase trabajadora, colocada en este caso en los escenarios del teatro.
Narración que arrastra a los espectadores de la mano en la lucha por la iusticia, por tirar las condiciones fanáticas de unas gentes sin ganas de pensar, de analizar y de aquellos que se sirven ce esas circunstancias para manejar las condiciones sociales.
El fanatismo integrista que ha aparecido de manera constante a lo largo de la historia, ha llevado a situaciones deplorables a millones de personas por no englobarse en el rebaño.
Este momento histórico es fiel reflejo de esta circunstancia, y la película nos retrata perfectamente a aquello que se enfrentan las personas que necesitan trabajar bajo el capricho y las arbitrariedades de los que poseen el dinero y a la par detentan el poder para manejar los supuestos principios por lo que se rige la sociedad del momento.

Un argumento estupendo, basado en la sensación de que muchas personas tienden a no afrontar la vida y dejarlo todo en las buenas intenciones.
Un guión aburrido, incapaz de expresar lo que pretende, engolando unas historias faltas de interés .
José Mª Rodero está francamente bien con una interpretación muy contenida y dentro de los límites que pide el personaje, cosa que en muchas ocasiones no ha sido así en su carrera cinematográfica, la de una actor estupendo