La película comienza por un seminarista sin fe que es enviado a Roma para presenciar diferentes exorcismos que hace un viejo cura (Hopkins). Es un inicio poco prometedor y tedioso, que no obstante despierta algo de interés.
En ningún momento la película da miedo o causa inquietud. En ese sentido, no está nada de conseguida, produce aburrimiento, vergüenza ajena, apatía, somnolencia, etc, pero nunca terror.
Tanto el ambiente, como los personajes no están demasiado conseguidos.

Esta entretenida y anodina película, continua con la primera parte desde donde quedó, siendo ésta, una de sus mayores virtudes, pues cuenta incluso con los mismos actores.
Los sustos aquí están conseguidos y hay momento de cierto miedo, pero poco más.

Partiendo de que se basa en una novela pastelera, hay que decir que la película resulta romántica y amena. Tiene una buena banda sonora y una colección de fotografías y diálogos que invitan a sentarse una tarde de domingo a pasar un momento lacrimógeno y emotivo.
Es una película romántica sin muchas pretensiones, y creo que consigue su propósito sobradamente.
Rachel McAdams está bien, dentro de sus posibilidades y Ryan Gosling está menos odioso de lo normal. Es una pareja que acaba despertando ternura y hasta caen bien. A pesar del horrible inicio de la relación, la película se vuelve más romántica por momentos.

La película parte de una idea muy básica que es que todos los blancos somos malísimos y todos los negros son buenos y maravillosos. No caben medias tintas y se planteaba así desde el primer momento. Además los negros no solamente son buenos, sufridores y trabajadores, sino que sufren la discriminación constante de los blancos que son unos auténticos monstruos.

Este es el planteamiento simplista y absurdo que presenta esta película surgida al calor del Black Live Matter. Es de un racismo que tira para atrás.

En cuanto a su argumento no hay mucho que decir puesto que recuerda películas como el bosque. Es bastante mala

La película Congo es un de esas pelis que siempre que la ponen piensas en lo mala que es, pero lo que entretiene... luego te das cuenta que no. Es mala y aburrida.
Una doctora y un imbécil total, van a África y a buscar a otra gente para no sé qué. Este grupo expedicionario se hace acompañar por una mona parlanchina que bebe martini...si tal cual.
La propia Laura Linney flipaba con semejante despropósito.
A medida que avanza la película la cosa va degenerando aún más, y el ritmo es más lento. Al final el aburrimiento es mayúsculo.
Los efectos son nocivos, los guiones horribles, la trama estúpida...y así se puede seguir todo el día.