You must be a loged user to know your affinity with WILLY74
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred
6
26 de noviembre de 2018
26 de noviembre de 2018
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
El veterano Rob Reiner, el responsable de unas notables películas como "Misery ( 1990 )", "Cuenta conmigo ( 1986 )" o "Cuando Harry encontró a Sally ( 1989 )" es el responsable de esta interesante historia que recrea cuatro años en la vida personal y sobre todo profesional del que terminó siendo el 36º presidente de los Estados Unidos, en donde se muestran los entresijos de esos días tan duros que tuvieron lugar después del asesinato de John Fitzgerald Kennedy, y que podría formar parte de un programa doble con "Jackie ( 2016 )", ya que ambas se desarrollan en la misma época y se centran en un personaje dejando de lado al resto. Así en esta película el protagonista absoluto es Lyndon Baines Johnson, lo que se pone de manifiesto en la primera escena con la llegada de Kennedy a un aeropuerto y la cámara no enfoca al que en ese momento era presidente sino al vicepresidente LBJ, y no lo hace en modo de biopic sino que nos muestra únicamente unos años en la vida del personaje, en concreto los anteriores a la muerte de JFK y los primeros pasos como presidente de los Estados Unidos de América. La otra película citada anteriormente hace un seguimiento del mismo periodo del personaje de Jacqueline Lee Kennedy Onassis, que pasó de ser la primera dama del país a la viuda de Kennedy.
La película intenta abordar diferentes asunto y tiene una primera mitad en donde se abusa de los saltos temporales de manera innecesaria, y creo que una narración lineal hubiera sido más adecuada para contar esos años de la década de los 60. Me interesa más la segunda mitad y sus mejores momentos son en la parte final, pero tarda un poco en arrancar sobre todo por esas elipsis desconcertantes e innecesarias.
La película tiene unas cuantas virtudes, en especial la actuación de Woody Harrelson, que vuelve a demostrar su talento interpretativo en géneros diferentes, y en esta ocasión es el encargado de dar vida a LBJ, con unos cambios de registro pasando de unos momentos más dramáticos a otros en donde parece más amable e irónico. Pero el personaje no se termina de desarrollar bien, ya que no termina de ser ni didáctica ni informativa para los que no conocemos a fondo esa etapa política en los Estados Unidos.
La otra actuación destacada es la de Michael Stahl-David, que interpreta a Bobby Kennedy, el hermano de JFK, y el que planta cara al que pasa de vicepresidente a presidente, y que tiene una gran escena dramática. Por contra se desaprovecha la presencia de Richard Jenkins, Bill Pullman y Jennifer Jason Leigh, tres grandes intérpretes que aparecen muchas veces en la película, pero que están casi siempre a la sombra y se van desdibujando poco a poco. El primero interpreta al senador Richard Russell, el segundo al también político Ralph Yarborough y la tercera a Lady Bird, la mujer del protagonista.
También me parece destacada la dirección de Reiner que nos presenta un tono clásico que encaja muy bien en la historia, y que agradezco que no se aborde con ese tono más cercano al cine independiente como la película citada anteriormente y dirigida por el chileno Pablo Larraín. El empleo del maquillaje, sobre todo en los casos de Harrelson y Jason Leigh, me parece excesivo y no me termina de convencer.
La película es fácil de recomendar por su sencillez narrativa, por tener la duración perfecta y abordar unos temas políticos históricos que pueden interesar al público de mediana edad y a los más mayores.
LO MEJOR: La actuación de Woody Harrelson.
LO PEOR: Los saltos temporales durante la primera mitad son excesivos e innecesarios. Algunos personajes secundarios no están bien desarrollados.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
La película intenta abordar diferentes asunto y tiene una primera mitad en donde se abusa de los saltos temporales de manera innecesaria, y creo que una narración lineal hubiera sido más adecuada para contar esos años de la década de los 60. Me interesa más la segunda mitad y sus mejores momentos son en la parte final, pero tarda un poco en arrancar sobre todo por esas elipsis desconcertantes e innecesarias.
La película tiene unas cuantas virtudes, en especial la actuación de Woody Harrelson, que vuelve a demostrar su talento interpretativo en géneros diferentes, y en esta ocasión es el encargado de dar vida a LBJ, con unos cambios de registro pasando de unos momentos más dramáticos a otros en donde parece más amable e irónico. Pero el personaje no se termina de desarrollar bien, ya que no termina de ser ni didáctica ni informativa para los que no conocemos a fondo esa etapa política en los Estados Unidos.
La otra actuación destacada es la de Michael Stahl-David, que interpreta a Bobby Kennedy, el hermano de JFK, y el que planta cara al que pasa de vicepresidente a presidente, y que tiene una gran escena dramática. Por contra se desaprovecha la presencia de Richard Jenkins, Bill Pullman y Jennifer Jason Leigh, tres grandes intérpretes que aparecen muchas veces en la película, pero que están casi siempre a la sombra y se van desdibujando poco a poco. El primero interpreta al senador Richard Russell, el segundo al también político Ralph Yarborough y la tercera a Lady Bird, la mujer del protagonista.
También me parece destacada la dirección de Reiner que nos presenta un tono clásico que encaja muy bien en la historia, y que agradezco que no se aborde con ese tono más cercano al cine independiente como la película citada anteriormente y dirigida por el chileno Pablo Larraín. El empleo del maquillaje, sobre todo en los casos de Harrelson y Jason Leigh, me parece excesivo y no me termina de convencer.
La película es fácil de recomendar por su sencillez narrativa, por tener la duración perfecta y abordar unos temas políticos históricos que pueden interesar al público de mediana edad y a los más mayores.
LO MEJOR: La actuación de Woody Harrelson.
LO PEOR: Los saltos temporales durante la primera mitad son excesivos e innecesarios. Algunos personajes secundarios no están bien desarrollados.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net

7,2
7.766
9
14 de noviembre de 2018
14 de noviembre de 2018
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
La directora italiana de 36 años Alice Rohrwacher no para de cosechar éxitos desde que "Corpo celeste ( 2011 )", su ópera prima en la dirección de largometrajes, fuera seleccionada por el festival de Cannes para formar parte de la sección Quincena de realizadores del prestigioso certamen francés. Sus dos siguientes proyectos fueron seleccionados para la sección más importantes de ese festival francés, y los respectivos jurados premiaron a "El país de las maravillas ( 2014 )" con el gran premio del jurado y con "Lazzaro feliz ( 2018 )" el de mejor guion en la pasada edición.
La presentación de la película en nuestro país ha tenido lugar en el pasado festival internacional de cine fantástico de Sitges, en donde fue premiada con el premio especial del jurado, así como otros dos de jurados paralelos, el José Luis Guarner de la crítica y el del jurado joven.
La historia se desarrolla en una pequeña localidad rural llamada Inviolata en donde un grupo de campesinos trabajan a las órdenes de Nicola, un capataz despótico, que es el encargado de dirigir las tareas diarias en la finca de la Marquesa Alfonsina de Luna. Allí conviven las diferentes personas y vamos viendo esos trabajos diarios en esa región que al principio parece árida, pero que con el paso de los minutos vemos que hay cierto algo de vegetación y un río. En la media hora inicial vamos conociendo a los personajes y sus relaciones personales, y seguimos ese trabajo diario, con dos grandes protagonistas que son los que llevan el peso del relato, los jóvenes Lazzaro y Antonia que se llevan muy bien y que tiene unos caracteres muy diferentes, ya que el muchacho que da título a la película parece tímido y reservado a diferencia de su gran amiga. Toda esa parte inicial me interesa, aunque es verdad que la película tarda algo en arrancar, ya que en los primeros minutos parece que no sucede nada, y durante la primera mitad, tanto por la localización geográfica y por la dedicación a labores rurales, me recordó al anterior trabajo de la directora, " El país de las maravillas ", aunque aquella la familia protagonista tenía panales de abejas y vivía de la Apicultura. Ambas películas comparten la misma actriz protagonista, Alba Rohrwacher, la hermana de la directora.
La película sigue manteniendo un ritmo pausado y un argumento central de cine social, pero con el paso de los minutos el guion va añadiendo nuevos temas que están muy bien desarrollados hasta llegar a un giro central magnífico que hará que lo que hasta el momento era una notable película se transforme en una especie de cuento mágico, siempre manteniendo como elemento de fondo la crítica social a la diferencia de clases, al machismo y la tiranía, y el hartazgo de esos trabajadores que están no soportan ser tratados como si fueran esclavos en pleno siglo XXI. El guion es excelente y es directo y al mismo tiempo enigmático manteniendo la credibilidad de la historia, aunque es verdad que la credibilidad de la segunda parte puede ser cuestionable según si logras entrar en la historia.
Alice Rohrwacher sabe dirigir muy bien, con unos movimientos de cámara que pueden descolocar a los espectadores, y sabe sacar partido de los intérpretes que en algunos casos son desconocidos. A destacar las interpretaciones de Alba Rohrwacher como Antonia, el protagonista y debutante Adriano Tardiolo encargado del papel de Lazzaro y que tiene un cambio de registro de la primera a la segunda mitad. Completan el reparto Natalino Balasso como el tirano Nicola, la veterana Nicoletta Braschi en el rol de la Marquesa Alfonsina y el español Sergi López como Último, un vendedor ambulante. El actor español realiza una gran interpretación hablando en italiano.
La película, además de por su guion, dirección e interpretaciones, destaca por la dirección de fotografía de Hélène Louvart y el montaje de Nelly Quettier. A nivel sonoro y musical el proyecto tiene una banda sonora casi inexistente, aunque en los pocos momentos en los que escuchamos la música de fondo están muy bien insertados, dejando paso durante casi todo el metraje al sonido de la naturaleza, lo que me parece un acierto.
Una película que no es fácil de recomendar tanto por su ritmo pausado como por los temas que aborda, pero puede tener su público sobre todo los aficionados a los dramas sociales y al realismo mágico de directores clásicos como Pasolini o Fellini y otros más modernos como Kusturica y Guillermo del Toro.
LO MEJOR: El guion. La sorpresa del giro central. La dirección.
LO PEOR: Cuesta entrar en la historia en los primeros minutos.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://habladecine.com
La presentación de la película en nuestro país ha tenido lugar en el pasado festival internacional de cine fantástico de Sitges, en donde fue premiada con el premio especial del jurado, así como otros dos de jurados paralelos, el José Luis Guarner de la crítica y el del jurado joven.
La historia se desarrolla en una pequeña localidad rural llamada Inviolata en donde un grupo de campesinos trabajan a las órdenes de Nicola, un capataz despótico, que es el encargado de dirigir las tareas diarias en la finca de la Marquesa Alfonsina de Luna. Allí conviven las diferentes personas y vamos viendo esos trabajos diarios en esa región que al principio parece árida, pero que con el paso de los minutos vemos que hay cierto algo de vegetación y un río. En la media hora inicial vamos conociendo a los personajes y sus relaciones personales, y seguimos ese trabajo diario, con dos grandes protagonistas que son los que llevan el peso del relato, los jóvenes Lazzaro y Antonia que se llevan muy bien y que tiene unos caracteres muy diferentes, ya que el muchacho que da título a la película parece tímido y reservado a diferencia de su gran amiga. Toda esa parte inicial me interesa, aunque es verdad que la película tarda algo en arrancar, ya que en los primeros minutos parece que no sucede nada, y durante la primera mitad, tanto por la localización geográfica y por la dedicación a labores rurales, me recordó al anterior trabajo de la directora, " El país de las maravillas ", aunque aquella la familia protagonista tenía panales de abejas y vivía de la Apicultura. Ambas películas comparten la misma actriz protagonista, Alba Rohrwacher, la hermana de la directora.
La película sigue manteniendo un ritmo pausado y un argumento central de cine social, pero con el paso de los minutos el guion va añadiendo nuevos temas que están muy bien desarrollados hasta llegar a un giro central magnífico que hará que lo que hasta el momento era una notable película se transforme en una especie de cuento mágico, siempre manteniendo como elemento de fondo la crítica social a la diferencia de clases, al machismo y la tiranía, y el hartazgo de esos trabajadores que están no soportan ser tratados como si fueran esclavos en pleno siglo XXI. El guion es excelente y es directo y al mismo tiempo enigmático manteniendo la credibilidad de la historia, aunque es verdad que la credibilidad de la segunda parte puede ser cuestionable según si logras entrar en la historia.
Alice Rohrwacher sabe dirigir muy bien, con unos movimientos de cámara que pueden descolocar a los espectadores, y sabe sacar partido de los intérpretes que en algunos casos son desconocidos. A destacar las interpretaciones de Alba Rohrwacher como Antonia, el protagonista y debutante Adriano Tardiolo encargado del papel de Lazzaro y que tiene un cambio de registro de la primera a la segunda mitad. Completan el reparto Natalino Balasso como el tirano Nicola, la veterana Nicoletta Braschi en el rol de la Marquesa Alfonsina y el español Sergi López como Último, un vendedor ambulante. El actor español realiza una gran interpretación hablando en italiano.
La película, además de por su guion, dirección e interpretaciones, destaca por la dirección de fotografía de Hélène Louvart y el montaje de Nelly Quettier. A nivel sonoro y musical el proyecto tiene una banda sonora casi inexistente, aunque en los pocos momentos en los que escuchamos la música de fondo están muy bien insertados, dejando paso durante casi todo el metraje al sonido de la naturaleza, lo que me parece un acierto.
Una película que no es fácil de recomendar tanto por su ritmo pausado como por los temas que aborda, pero puede tener su público sobre todo los aficionados a los dramas sociales y al realismo mágico de directores clásicos como Pasolini o Fellini y otros más modernos como Kusturica y Guillermo del Toro.
LO MEJOR: El guion. La sorpresa del giro central. La dirección.
LO PEOR: Cuesta entrar en la historia en los primeros minutos.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://habladecine.com
Documental

6,6
564
5
2 de octubre de 2024
2 de octubre de 2024
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un largometraje documental dirigido por la cineasta francesa Mati Diop, que inauguró la sección Zabaltegi-Tabakalera del Festival de San Sebastián , y que ganó el prestigioso Oso de oro en la pasada edición del Festival de cine de Berlín.
Esperaba más de este largometraje, que sigue la senda marcada por su anterior trabajo, el largometraje de ficción "Atlantique", estrenado hace 5 años en esta misma sección. Ambos proyectos tienen cosas en común, como son el Continente africano, el Océano Atlántico, y los fantasmas (en su otra película de manera más evidente, porque era el argumento central de la historia), y en este caso en esa voz en off con fundido en negro de esos monumentos arqueológicos que fueron expoliados por Francia a Benin hace más de un siglo.
La cineasta nos muestra varios momentos de la salida de esas 26 obras originarias de ese país de África, y sobre todo de la llegada a su país de origen, y lo que supuso en su población ese acontecimiento (muchos se posicionan en contra de que únicamente devuelvan una parte insignificante de las casi 7000 que robaron los colonos franceses a finales del siglo XIX).
El título del largometraje viene dado porque 3 de esas estatuas devueltas, quizás las más significativas representan a líderes del antiguo reino de Dahomey.
Me costó entrar en el documental, no consiguió transmitirme casi nada, y se me hizo pesado, pese a su corta duración y que no estaba cansado. Creo que se excede, al menos no conecté con esos momentos, en esos fundidos en negro y la voz en off de las estatuas hablando, aunque entiendo que quería volver a bordar el tema de "los fantasmas" como en "Atlantique (2019)", pero esos momentos me cargaron bastante.
Me quedo con esos debates entre los partidarios y los detractores dentro de los habitantes de Benin de la llegada de las estatuas, y su espíritu crítico por parte de la directora a ese colonialismo y al robo de obras de arte por parte de países poderosos en el Continente africano, aprovechando una época en donde el colonialismo salvaje estaba a la orden del día.
Entiendo que esta largometraje tenga su público, y que guste bastante, pero no fue mi caso. Debe de ser que cada vez estoy más mayor, y me cuesta más conectar con este tipo de proyectos tan independientes, que hace unos años me gustaban mucho más.
LO MEJOR: los debates entre los habitantes de Benin.
LO PEOR: se excede en los fundidos en negro y la voz en off de las estatuas.
Esperaba más de este largometraje, que sigue la senda marcada por su anterior trabajo, el largometraje de ficción "Atlantique", estrenado hace 5 años en esta misma sección. Ambos proyectos tienen cosas en común, como son el Continente africano, el Océano Atlántico, y los fantasmas (en su otra película de manera más evidente, porque era el argumento central de la historia), y en este caso en esa voz en off con fundido en negro de esos monumentos arqueológicos que fueron expoliados por Francia a Benin hace más de un siglo.
La cineasta nos muestra varios momentos de la salida de esas 26 obras originarias de ese país de África, y sobre todo de la llegada a su país de origen, y lo que supuso en su población ese acontecimiento (muchos se posicionan en contra de que únicamente devuelvan una parte insignificante de las casi 7000 que robaron los colonos franceses a finales del siglo XIX).
El título del largometraje viene dado porque 3 de esas estatuas devueltas, quizás las más significativas representan a líderes del antiguo reino de Dahomey.
Me costó entrar en el documental, no consiguió transmitirme casi nada, y se me hizo pesado, pese a su corta duración y que no estaba cansado. Creo que se excede, al menos no conecté con esos momentos, en esos fundidos en negro y la voz en off de las estatuas hablando, aunque entiendo que quería volver a bordar el tema de "los fantasmas" como en "Atlantique (2019)", pero esos momentos me cargaron bastante.
Me quedo con esos debates entre los partidarios y los detractores dentro de los habitantes de Benin de la llegada de las estatuas, y su espíritu crítico por parte de la directora a ese colonialismo y al robo de obras de arte por parte de países poderosos en el Continente africano, aprovechando una época en donde el colonialismo salvaje estaba a la orden del día.
Entiendo que esta largometraje tenga su público, y que guste bastante, pero no fue mi caso. Debe de ser que cada vez estoy más mayor, y me cuesta más conectar con este tipo de proyectos tan independientes, que hace unos años me gustaban mucho más.
LO MEJOR: los debates entre los habitantes de Benin.
LO PEOR: se excede en los fundidos en negro y la voz en off de las estatuas.
8
22 de marzo de 2019
22 de marzo de 2019
11 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si hay un festival imprescindible para los aficionados al cine de animación es el que se celebra cada año en el mes de Junio en la localidad francesa de Annecy, y ser premiada como la mejor película en ese escenario no es nada fácil, ya que compite lo mejor del cine de animación procedente de casi todos los continentes. En la pasada edición la ganadora fue esta propuesta europea que hace unas semanas se acaba de estrenar en Francia, y que por lo tanto opta a los principales premios en la categoría tanto en los César, EFA, y probablemente se cuele en la shortlist de los Óscar. La película tuvo su presentación en nuestro país en el pasado festival de cine europeo de Sevilla y es la ópera prima del director francés de origen camboyano Denis Do.
El cineasta hace un retrato de lo que sucedió en Camboya en 1975, cuando los maoístas Jeremes rojos sitiaron Nom Pen ( la capital del país, en camboyano se llama Phnom Penh ) y obligaron a la población a trabajar para ellos en diferentes campos de concentración, los hombre picando tierra y las mujeres recogiendo arroz, mientras torturaban y mataban a los que se opusieran a sus métodos revolucionarios. Todo eso está muy bien reflejado en este largometraje y comienza precisamente con un prólogo en donde la gente va corriendo por las calles de la ciudad ante la llegada de este grupo de guerrilleros armados. El cineasta que nació en Francia, pero que conoce lo sucedido porque su familia sufrió ese régimen dictatorial, quiere dar a conocer a las nuevas generaciones esos años de sufrimiento, aunque el tema no es novedoso para los aficionados al cine independiente ya que lo hemos visto en los documentales de Rithy Panh.
La película es magnífica en casi todos los aspectos, ya que tiene una gran calidad técnica de la animación y sabe jugar muy bien con los colores de las imágenes e incluso tiene algunos planos en movimiento como el inicial que son un prodigio narrativo, y además cuenta una historia dura y con varios giros sorprendentes, que tiene como protagonistas a un matrimonio, Chou y Khuon, que se encuentran al principio al borde de la carretera, al igual que otras familias, y que intentan huir a la ciudad más cercana, y que van acompañados de su hijo Sovanh, las dos madres de la pareja protagonista, y algún otro familiar cercano. Cuando era difícil que la situación se complicara más es cuando llega la desaparición del niño con la abuela paterna, en una de las primeras escenas, y a partir de ese momento los padres, en especial Chou, además de buscar la supervivencia luchaban por localizar a su niño perdido.
Hay varias escenas de gran carga dramática, en donde el director de manera acertada decide no enfocar de manera directa a los disparos, sino ver la explosión desde el rostro de los protagonistas, para así poder sentir la angustia desde más cerca.
Hay algunos saltos temporales, y el diseño de los personajes también avanza con ese paso del tiempo con el cambio en el rostro, envejeciendo a los protagonistas y en el caso de Sovanh con el crecimiento lógico en un niño que al principio tenía 4 años. A nivel de guion todo encaja bastante bien salvo una situación que me descolocó y termino de comprender que sucede en la parte final de la película, y desde ese momento la película vuelve a aumentar el interés llegando hasta un gran final que me convenció y que retrata bastante bien lo que pudieron vivir algunos ciudadanos camboyanos ( no todos me supongo, ya que algunos tomarían otra decisión o no tendrían la misma fortuna ).
Los otros elementos positivos, porque esta película tiene muchos, son el empleo del sonido en las escenas de mayor acción, y sobre todo la música del compositor Thibault Agyeman con unos ritmos variados y sonidos en algunos momentos orientales que me fascinó y es uno de los motivos por los que conecté con esta historia tan real como dura, y que recomiendo a los aficionados al cine de animación europeo independiente, y a los que quieran conocer lo que sucedió en un país como Camboya hace más de 40 años.
LO MEJOR: La música. El guion y la calidad técnica de la animación.
LO PEOR: Una situación en la parte final que no comprendí.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net
El cineasta hace un retrato de lo que sucedió en Camboya en 1975, cuando los maoístas Jeremes rojos sitiaron Nom Pen ( la capital del país, en camboyano se llama Phnom Penh ) y obligaron a la población a trabajar para ellos en diferentes campos de concentración, los hombre picando tierra y las mujeres recogiendo arroz, mientras torturaban y mataban a los que se opusieran a sus métodos revolucionarios. Todo eso está muy bien reflejado en este largometraje y comienza precisamente con un prólogo en donde la gente va corriendo por las calles de la ciudad ante la llegada de este grupo de guerrilleros armados. El cineasta que nació en Francia, pero que conoce lo sucedido porque su familia sufrió ese régimen dictatorial, quiere dar a conocer a las nuevas generaciones esos años de sufrimiento, aunque el tema no es novedoso para los aficionados al cine independiente ya que lo hemos visto en los documentales de Rithy Panh.
La película es magnífica en casi todos los aspectos, ya que tiene una gran calidad técnica de la animación y sabe jugar muy bien con los colores de las imágenes e incluso tiene algunos planos en movimiento como el inicial que son un prodigio narrativo, y además cuenta una historia dura y con varios giros sorprendentes, que tiene como protagonistas a un matrimonio, Chou y Khuon, que se encuentran al principio al borde de la carretera, al igual que otras familias, y que intentan huir a la ciudad más cercana, y que van acompañados de su hijo Sovanh, las dos madres de la pareja protagonista, y algún otro familiar cercano. Cuando era difícil que la situación se complicara más es cuando llega la desaparición del niño con la abuela paterna, en una de las primeras escenas, y a partir de ese momento los padres, en especial Chou, además de buscar la supervivencia luchaban por localizar a su niño perdido.
Hay varias escenas de gran carga dramática, en donde el director de manera acertada decide no enfocar de manera directa a los disparos, sino ver la explosión desde el rostro de los protagonistas, para así poder sentir la angustia desde más cerca.
Hay algunos saltos temporales, y el diseño de los personajes también avanza con ese paso del tiempo con el cambio en el rostro, envejeciendo a los protagonistas y en el caso de Sovanh con el crecimiento lógico en un niño que al principio tenía 4 años. A nivel de guion todo encaja bastante bien salvo una situación que me descolocó y termino de comprender que sucede en la parte final de la película, y desde ese momento la película vuelve a aumentar el interés llegando hasta un gran final que me convenció y que retrata bastante bien lo que pudieron vivir algunos ciudadanos camboyanos ( no todos me supongo, ya que algunos tomarían otra decisión o no tendrían la misma fortuna ).
Los otros elementos positivos, porque esta película tiene muchos, son el empleo del sonido en las escenas de mayor acción, y sobre todo la música del compositor Thibault Agyeman con unos ritmos variados y sonidos en algunos momentos orientales que me fascinó y es uno de los motivos por los que conecté con esta historia tan real como dura, y que recomiendo a los aficionados al cine de animación europeo independiente, y a los que quieran conocer lo que sucedió en un país como Camboya hace más de 40 años.
LO MEJOR: La música. El guion y la calidad técnica de la animación.
LO PEOR: Una situación en la parte final que no comprendí.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net

4,9
1.172
6
4 de abril de 2019
4 de abril de 2019
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine español va creciendo año tras año sobre todo por la originalidad de sus guiones y por el riesgo formal, y uno de los ejemplos es esta interesante película, aunque algo irregular, dirigida por tres cineastas, Esteve Soler, Gerard Quinto y David Torras, a partir del cortometraje del trío de directores "Interior. Familia ( 2014 )", y con un guion escrito por Esteve con siete historias diferentes sin conexión entre sí, como si fueran cortometrajes con títulos tan diversos como " familia, solidaridad, orden, propiedad, trabajo, progreso y compromiso ", que critican los diferentes estratos de la sociedad actual, en donde no se deja títere con cabeza, con mucha ironía y humor negro, y que recuerda mucho a "Relatos salvajes ( 2014 )". La película se presentó en el pasado Festival de Málaga en donde formó parte de su sección oficial, y aunque se fue de vacío tuvo una buena acogida por parte de la crítica asistentes y del público malagueño.
Además del ingenio de las historias, en al menos tres de las siete, el otro punto fuerte es su reparto, ya que todos están bien, pese a que sus apariciones en algunos casos son breves, conformando uno de los mejores repartos corales del cine nacional de los últimos años. Además tiene unos títulos de crédito iniciales y finales muy bien trabajados, y que recuerdan a nivel visual, guardando las distancias a las películas dirigidas por Stanley Donen o Blake Edwards y con música de Henry Mancini.
Aunque se busca llevar al extremo las situaciones, lo que puede provocar que el público que disfruta únicamente con el cine más convencional no conecte con las historias, seguro que salen satisfechos los fans del humor negro con muy mala leche y en donde se vislumbra de fondo una crítica al sistema social, político, religioso, los desahucios, la familia, el aborto, el mercado laboral, el orden y la racionalidad y el progresismo.
Si tengo que elegir una de las 7 historias me quedo con la primera, con unos padres que levantan a su hijo de la cama para contarle cosas sorprendentes relacionadas con su pasado.
Ese inicio tan potente era difícil de mantener y vuelve a levantar en la parte final con dos grandes momentos, tanto por lo que cuentan como por las interpretaciones, ya que siendo difícil destacar a alguna actuación por encima del resto me quedo con las de Aina Clotet y Nuria Gago, ya que están creíbles en unos personajes incisivos, con una gran carga dramática y que mantienen esa ironía que tienen la mayoría de personajes de esta película. Entre los secundarios de lujo destacan Emma Suárez, Lola Dueñas, Francesc Orella, Àlex Brendemühl, Manolo Solo, Alain Hernández, Sergi López y David Verdaguer. En algunas historias se habla en castellano y en otras en catalán e incluso en algunos casos se mezcla las dos lenguas dependiendo de la escena dentro de la misma historia.
Una película que recomiendo por su originalidad, su crítica social y el humor negro acompañado de unas grandes interpretaciones.
LO MEJOR: El reparto, en especial Aina Clotet y Nuria Gago. El diseño de los títulos de crédito iniciales y finales.
LO PEOR: Algunas historias no funcionan.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net y http://habladecine.com/
Además del ingenio de las historias, en al menos tres de las siete, el otro punto fuerte es su reparto, ya que todos están bien, pese a que sus apariciones en algunos casos son breves, conformando uno de los mejores repartos corales del cine nacional de los últimos años. Además tiene unos títulos de crédito iniciales y finales muy bien trabajados, y que recuerdan a nivel visual, guardando las distancias a las películas dirigidas por Stanley Donen o Blake Edwards y con música de Henry Mancini.
Aunque se busca llevar al extremo las situaciones, lo que puede provocar que el público que disfruta únicamente con el cine más convencional no conecte con las historias, seguro que salen satisfechos los fans del humor negro con muy mala leche y en donde se vislumbra de fondo una crítica al sistema social, político, religioso, los desahucios, la familia, el aborto, el mercado laboral, el orden y la racionalidad y el progresismo.
Si tengo que elegir una de las 7 historias me quedo con la primera, con unos padres que levantan a su hijo de la cama para contarle cosas sorprendentes relacionadas con su pasado.
Ese inicio tan potente era difícil de mantener y vuelve a levantar en la parte final con dos grandes momentos, tanto por lo que cuentan como por las interpretaciones, ya que siendo difícil destacar a alguna actuación por encima del resto me quedo con las de Aina Clotet y Nuria Gago, ya que están creíbles en unos personajes incisivos, con una gran carga dramática y que mantienen esa ironía que tienen la mayoría de personajes de esta película. Entre los secundarios de lujo destacan Emma Suárez, Lola Dueñas, Francesc Orella, Àlex Brendemühl, Manolo Solo, Alain Hernández, Sergi López y David Verdaguer. En algunas historias se habla en castellano y en otras en catalán e incluso en algunos casos se mezcla las dos lenguas dependiendo de la escena dentro de la misma historia.
Una película que recomiendo por su originalidad, su crítica social y el humor negro acompañado de unas grandes interpretaciones.
LO MEJOR: El reparto, en especial Aina Clotet y Nuria Gago. El diseño de los títulos de crédito iniciales y finales.
LO PEOR: Algunas historias no funcionan.
Pueden leer esta crítica con imágenes y contenidos adicionales en: http://www.filmdreams.net y http://habladecine.com/
Más sobre WILLY74
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here