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España España · Barcelona
Críticas de JorgeRTadeo
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Críticas 76
Críticas ordenadas por utilidad
9
25 de julio de 2006
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Brokeback Mountain es una historia de amor imposible de las de toda la vida, con la diferencia de que lo que separa a los amantes no es la enfermedad, la clase social, la guerra o la rivalidad de las familias, sino la condición sexual de sus protagonistas que una sociedad conservadora no acepta. ¿Y qué le pedimos a las historias de amor? Que emocionen y sean creíbles. Ambas condiciones las logra con creces Ang Lee, con un ritmo pausado, una narración elegante y sutil para una historia sencilla pero contundente y emotiva, además de unas magníficas interpretaciones de los protagonistas. Quizá no sea la obra maestra que muchos se empeñan en ver, pero sí es una muy buena película.
JorgeRTadeo
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8
3 de febrero de 2011
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Limbo, subconsciente, nivel de sueño, proyección, patada, totem, arquitecto... "¿has venido a matarme?"

¿Un sofisticado sinsentido o una obra maestra de la ciencia ficción? En cualquier caso una película que da que hablar, con un final de los que hacen época por controvertido y abierto. Y definitivamente una película cuando menos distinta. En un Hollywood de remakes, secuelas, y adaptaciones de literatura B, Christopher Nolan eleva el cine espectáculo a un nivel conceptual y una complejidad argumental casi inédita en el género en toda la década y se confirma como un cineasta de referencia en el cine actual.

Origen posee además una banda sonora magnífica y un acabado visual impecable, sin echar mano de una tecnología 3D cuya burbuja ha tardado bien poco en pinchar... Una apuesta arriesgada, innovadora y en mi opinión rotundamente ganadora.
JorgeRTadeo
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9
22 de septiembre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El 25 aniversario de su estreno en cines norteamericanos es una estupenda excusa para echar la vista atrás y revisar 'Seven', segundo largometraje de David Fincher tras su discutida aportación a la saga Alien. El filme sentó cátedra dentro del subgénero del thriller de asesinos en serie, en el que proliferaron innuberables obras (cinematográficas y televisivas) cuya estética y mecánica narrativa eran obvias deudoras del thriller de Fincher.

'Seven' es un policiaco neoyorquino que pronto se aleja del icono de 'Sérpico' y el retrato de las entrañas de la gran urbe al estilo 'Taxi Driver' -a las que lanza ciertos guiños en sus primeras escenas- para adentrarse en un territorio igualmente pesimista y opresivo, pero en un sentido más oscuro. El filme nos sumerge directamente en una violenta crónica nihilista, corriente en la que el cineasta insistirá en su posterior 'El club de la lucha', adaptación de la novela de Chuck Palahniuk en la que Fincher repetiría con Brad Pitt.

Pitt interpreta aquí al agente Mills, que aterriza con entusiasmo en el departamento de homicidios de Nueva York para acompañar al veterano teniente Somerset (Morgan Freeman) durante sus últimos días de servicio, en la investigación de un misterioso crimen que apunta al seguimiento de un extraño ritual por parte de su autor. Pronto descubrirán que se encuentran ante un serial-killer cuyos asesinatos vienen inspirados por cada uno de los sieste pecados capitales.

La primera escena nos da una clara pista sobre el devenir de los acontecimientos, pues vemos en el solitario apartamento de Somerset un tablero de ajedrez con las figuras dispuestas, mientras el agente se prepara para afrontar una nueva jornada de un trabajo que ha ido consumiendo su estado anímico. No es el único recurso simbolista de un film en cuyo inicio priman los espacios reducidos y apenas cesa la lluvia, lo que contribuye a crear una sensación opresiva propia del laberinto sin salida en el que parecen deambular los personajes a lo largo del metraje.

'Largo y duro es el camino que desde la oscuridad nos lleva a la luz' es la frase que el psicópata deja en la escena del primer crimen, que resultará tristemente premonitoria. Serán las referencias a la Biblia, a 'La Divina Comedia' de Dante y a 'Los cuentos de Canterbury' las que arrojen luz sobre el enigma y ayuden a los policías a rehacer el retorcido rompecabezas moralista. Pero este viaje hacia la luz y los espacios abiertos que emprende la narración, no hará sino dejar al descubierto aún más sombras y podredumbre.

'Seven' supuso una absoluta revolución en el género policiaco norteamericano, ofreciendo una versión desmitificadora del cuerpo de policía ('demasiados cadáveres quedan sin vengar' dice Somerset durante el filme) y ejerciendo de título fundacional del mal llamado thriller psicológico, género en el que han proliferado demasiadas cintas que copian superficialmente la estética o la dinámica criminal de la película de Fincher, sin capturar ni remotamente su esencia: la de la angustia y la profunda tristeza de ese policía taciturno y hastiado de la violencia irracional que le rodea, que intenta en vano apartar a su novato compañero de caer en su mismo abismo.

Merece también análisis la forma de presentar el personaje del asesino. Como en la magistral 'Zodiac', quizá la auténtica obra cumbre de Fincher, el psicópata es durante la mayor parte de la historia un enigma, una sombra que se oculta tras una cámara o cuya silueta vemos invertida en el reflejo de un charco justo antes de perdonarle la vida al detecive Mills (no sin un motivo insidioso, claro está). De ahí su nombre, John Doe, que coincide con la denominación que se utiliza en Norteamérica para los cadáveres no identificados.

Cuando la identidad del tal Doe sale a relucir, paradójicamente las preguntas se multiplican: las respuestas llevan a más preguntas. Parecemos caminar hacia una resolución pero nos adentramos en el más oscuro callejón sin salida, en una auténtica encrucijada moral difícilmente resoluble. El dilatado clímax en el que los protagonistas conducen junto al detenido al encuentro del último de los cadáveres posee una arrebatadora tensión, y el pulso que le imprime el director a la última baza del gran guion de Andrew Kevin Walker, convierte los instantes finales en una escalada de angustia realmente lograda.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
JorgeRTadeo
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6
23 de septiembre de 2007
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
A veces da la impresión de que Tarantino no aprecia los subgéneros ni la mitad de lo que presume, pues parece actuar como un arrogante corrector que desprecia la serie B y la convierte en un mero contenedor de sus obsesiones y en una excusa para dar rienda suelta a su incontestable estilo visual, que vuelve a quedar de manifiesto en un par de virtuosas secuencias que hacen este 'Death Proof' digerible.

Pero mirando por encima del hombro al subgénero, Quentin se deja por el camino la diversión: siempre ha destacado el cineasta por esos insertos de sus célebres diálogos 'intrascendentes-aunque-ingeniosos' en el momento más insospechado, pero en Death Proof (o al menos en la versión extendida estrenada en Europa) además de contribuir a estirar la cinta hasta las casi dos horas, resultan contraproducentes al entorpecer la poca tensión que pudiera albergar una trama tan escueta como la que nos ocupa.

La última película de Tarantino vuelve a poner de manifiesto la autoindulgencia de un cineasta que mira a los géneros con la arrogancia de un superdotado tan consciente de su talento que convierte su fimografía en un continuo ejercicio de narcisismo, conformándose con aplicar su destreza como realizador a unos guiones que justifican su intrascendencia en el 'homenaje' a los subgéneros. Y así las cosas, es muy difícil que Tarantino trascienda su condición de virtuoso del estilo para convertirse en un director verdaderamente interesante.
JorgeRTadeo
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8
1 de octubre de 2009
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay películas que merecerían verse simplemente por lo arriesgado de su propuesta, pero "The Woodsman" (El leñador), además de poner sobre la mesa con valentía y contención un tema tan escabroso como la pederastia, cuenta con una interpretación extraordinaria de Kevin Bacon.

El actor interpreta a un hombre recién salido de la cárcel tras cumplir condena por haber abusado de una menor, que luchará contra los remordimientos, el aislamiento al que le somete su familia y cualquiera que conozca su pasado, el acoso de un agente de la condicional que no le da respiro, y contra sus propios impulsos (resulta que el apartamento que le han buscado para alojarlo, tiene vistas al patio de un colegio...)

En tiempos de castración química y pérdida de fe en el sistema penitenciario, la directora y guionista Nicole Kassell, apuesta por la tesis de que muchos criminales "llevan en el pecado parte de su penitencia" construyendo un necesario alegato en favor de la reinserción de los penados con escenas de una tensión psicológica extrema que desafían con inteligencia la moral del espectador.
JorgeRTadeo
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