You must be a loged user to know your affinity with El Libanés
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred
Cortometraje

5,6
1.111
6
27 de febrero de 2012
27 de febrero de 2012
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mariví Bilbao estaba llamada a armarla en el futuro con su faceta como abuela cañera, no obstante, radio-patio aún no andaba perfilado cuando Borja Cobeaga se plantea una situación muy humorística y también irónica, la primera vez de una anciana tranquila y sosegada.
Precisamente el título de esta crítica es trampa, porque aquí Mariví simplemente descubre lo buena actriz que puede llegar a ser, no en el registro que la ha hecho tan popular, sino como una desvivida mujer de sus pastitas y hogar que acojona aún más al pobre boy interpretado por Aitor Beltrán precisamente por su candidez.
Un corto simple y muy efectivo.
Precisamente el título de esta crítica es trampa, porque aquí Mariví simplemente descubre lo buena actriz que puede llegar a ser, no en el registro que la ha hecho tan popular, sino como una desvivida mujer de sus pastitas y hogar que acojona aún más al pobre boy interpretado por Aitor Beltrán precisamente por su candidez.
Un corto simple y muy efectivo.
7
18 de enero de 2012
18 de enero de 2012
11 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Los Borgia" es la hermana menor de "Los Tudor", con todo lo bueno que eso conlleva... y también lo malo. Neil Jordan crea un producto envasado con el mismo glamour que la dinastía inglesa, nuevamente, la estética, vestuarios y las luminosas calles de la Roma papal, me resultan tan atractivas como irreales, no veo el verdadero aspecto que debieron tener durante el Quinientos.
Todo un actor de la categoría de Jeremy Irons es el encargado de encarnar al mítico Rodrigo Borja, el ambicioso cardenal que logró auparse por todos los medios, legítimos e ilegítimos, para ser seleccionado como Alejandro VI, pese a la feroz oposición de sus más poderosos rivales italianos (Orsini, Sforza...). A pesar de que Irons es un intérprete magnífico, en la primera temporada no llegamos a tener una opinión forjada sobre este hombre de Iglesia debatido entre sus pasiones terrenales y sus proyectos políticos, que incluyen una especie de adelanto de unificación italiana bajo las armas del papado.
Mejor está retratada la incipiente rivalidad de sus dos hijos mayores, César y Juan. El primero, que destaca por una precoz inteligencia y dotes de mando, se siente encarcelado en la carrera eclesiástica que el Santo Padre ha proyectado para él. Por el otro lado, apuesto, irresponsable y cómodo como condotiero, su hijo Juan dirige a los ejércitos pontificios, pese a su absoluta falta de disciplina y control. François Arnaud sobresale como un convincente César y David Oakes batalla bien con el disoluto Juan.
Como fuere, es de agradecer que la serie procura en su primera temporada huir de los rumores más escabrosos sobre esta dinastía, incluso la defenestrada Lucrecia, interpretada por una Holliday Grander de aspecto angelical, es mostrada como una mucha en formación antes que la mujer fatal rescatada por la tradición (en muchos casos, redactados por enemigos acérrimos de los Borgia, por lo que su fiabilidad es, cuanto menos, cuestionable).
Más rigurosa de lo que parece en algunos aspectos (los amoríos del Santo Padre con Julia Farnesio y el hecho de que todo el mundo supiera sin importarle que tenía descendencia reconocida), en otros la serie cae en algunas de las tentaciones de los Tudor, metiendo algún asesinato que no sucedió e inventando un pasado necesario al asesino Michelotto, brazo ejecutor de los enemigos de Alejandro VI y su hijo César.
Conforme avancen las temporadas, podremos determinar hasta qué punto estamos ante una serie que haya sabido captar la esencia de ese clan extraño, fascinante y que fue polémico desde sus días hasta nuestro tiempo.
Habrá que ver como se maneja el morbo y el tedio para no aburrir al espectador ni tampoco hacer violaciones demasiado flagrantes a la diosa Clío.
Amén.
Todo un actor de la categoría de Jeremy Irons es el encargado de encarnar al mítico Rodrigo Borja, el ambicioso cardenal que logró auparse por todos los medios, legítimos e ilegítimos, para ser seleccionado como Alejandro VI, pese a la feroz oposición de sus más poderosos rivales italianos (Orsini, Sforza...). A pesar de que Irons es un intérprete magnífico, en la primera temporada no llegamos a tener una opinión forjada sobre este hombre de Iglesia debatido entre sus pasiones terrenales y sus proyectos políticos, que incluyen una especie de adelanto de unificación italiana bajo las armas del papado.
Mejor está retratada la incipiente rivalidad de sus dos hijos mayores, César y Juan. El primero, que destaca por una precoz inteligencia y dotes de mando, se siente encarcelado en la carrera eclesiástica que el Santo Padre ha proyectado para él. Por el otro lado, apuesto, irresponsable y cómodo como condotiero, su hijo Juan dirige a los ejércitos pontificios, pese a su absoluta falta de disciplina y control. François Arnaud sobresale como un convincente César y David Oakes batalla bien con el disoluto Juan.
Como fuere, es de agradecer que la serie procura en su primera temporada huir de los rumores más escabrosos sobre esta dinastía, incluso la defenestrada Lucrecia, interpretada por una Holliday Grander de aspecto angelical, es mostrada como una mucha en formación antes que la mujer fatal rescatada por la tradición (en muchos casos, redactados por enemigos acérrimos de los Borgia, por lo que su fiabilidad es, cuanto menos, cuestionable).
Más rigurosa de lo que parece en algunos aspectos (los amoríos del Santo Padre con Julia Farnesio y el hecho de que todo el mundo supiera sin importarle que tenía descendencia reconocida), en otros la serie cae en algunas de las tentaciones de los Tudor, metiendo algún asesinato que no sucedió e inventando un pasado necesario al asesino Michelotto, brazo ejecutor de los enemigos de Alejandro VI y su hijo César.
Conforme avancen las temporadas, podremos determinar hasta qué punto estamos ante una serie que haya sabido captar la esencia de ese clan extraño, fascinante y que fue polémico desde sus días hasta nuestro tiempo.
Habrá que ver como se maneja el morbo y el tedio para no aburrir al espectador ni tampoco hacer violaciones demasiado flagrantes a la diosa Clío.
Amén.

6,3
132.193
5
31 de mayo de 2012
31 de mayo de 2012
10 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Pretty Woman" es uno de los clásicos de la comedia romántica de las últimas décadas más reconocibles para todo el público, especialmente a través de su banda sonora, reconocible a 100 kilómetros de distancia. También fue el espaldarazo definitivo para un galán con cierta semejanza física a Cary Grant, Richard Gere, mientras que Julia Roberts logró ascender al título de "novia de América" (algo que aún no me he decidido si es bueno o malo).
Garry Marshall crea el perfecto resumen de lo mejor y lo peor del cine ochentero, incluyendo una revisión algo más subida de tono de la Cenicienta de Disney, en un mundo irreal de lujosos coches, residencias de estrellas de Hollywood y mercenarias del amor que no dan besos por considerarlos demasiado íntimos.
Con alguna escena bien hilvanada y gags afortunados (en el restaurante), con algún secundario de mérito (Hector Elizondo o Jason Alexander), la cinta peca de caer en muchos tópicos frívolos que reflejan algún mensaje mosqueante (el socio de Richard Gere podría ser exactamente igual que él, pero es más bajito y feo y por eso trata peor a las mujeres).
Todo enmarcado con cierto aroma a un San Valentín feliz donde intentas convencerte de que no estás obedeciendo los dictados de los grandes almacenes. No es una mala película, en lo absoluto, pero tampoco veo el cuento de hadas...
Garry Marshall crea el perfecto resumen de lo mejor y lo peor del cine ochentero, incluyendo una revisión algo más subida de tono de la Cenicienta de Disney, en un mundo irreal de lujosos coches, residencias de estrellas de Hollywood y mercenarias del amor que no dan besos por considerarlos demasiado íntimos.
Con alguna escena bien hilvanada y gags afortunados (en el restaurante), con algún secundario de mérito (Hector Elizondo o Jason Alexander), la cinta peca de caer en muchos tópicos frívolos que reflejan algún mensaje mosqueante (el socio de Richard Gere podría ser exactamente igual que él, pero es más bajito y feo y por eso trata peor a las mujeres).
Todo enmarcado con cierto aroma a un San Valentín feliz donde intentas convencerte de que no estás obedeciendo los dictados de los grandes almacenes. No es una mala película, en lo absoluto, pero tampoco veo el cuento de hadas...

5,0
294
6
26 de diciembre de 2014
26 de diciembre de 2014
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
"El chanfle" marcó un antes y un después en uno de los elencos humorísticos mejor ensamblados y combinados dentro de la televisión, el mítico programa "El chavo del 8", uno de los programas referencias de América Latina, de fama mundial. Fruto de su éxito y el de otros shows como "El Chapulín Colorado", Roberto Gómez Bolaños (creador y primer actor de sendas series) se animó a escribir el guión de un film cinematográfico, donde revisaría una de sus grandes pasiones: el fútbol.
A pesar de contar con todas las piezas que les hicieron célebres (Edgar Vivar, Florinda Meza, el inefable Ramón Valdés y sus mil rostros, Carlos Villagrán, Rubén Aguirre...), a "El chanfle" no le funcionan tan bien las fórmulas que hicieron célebres los gags de aquella bonita y mítica vecindad. De todas formas, fue un éxito de taquilla en México para Enrique Segoviano, lo cual permitió que se rodase una segunda parte.
Hay auténticos desperdicios como el escaso papel otorgado a María Antonieta de las Nieves, además de que el humor blanco de Bolaños no encuentra aquí la virulencia ibañezca de sus gags, gran contrapeso de sus series. A destacar la sobresaliente aportación de el Chato Padilla,muchas veces olvidado en los nostálgicos del Chavito (más este año que se nos va, donde falleció el propio Roberto Gómez Bolaños, el pequeño Shakespeare de la televisión azteca), aquí casado con una versión mucho más amable de la entrañable bruja del 71.
Muy interesante para los fans por ser el punto de inflexión que marcó la última colaboración a gran escala de todos los integrantes. Carlos Villagrán/Valentino no se fue a jugar al Real Madrid, pero sí abandonó el elenco para embarcarse en proyectos independientes, acompañado de Ramón Valdés al poco tiempo. Bolaños utilizó a su personaje para expresar algunas de las cosas que estaban pasado en su propia biografía personal.
Film prescindible, pero con los suficientes detalles e intrahistoria para recomendar su visionado.
A pesar de contar con todas las piezas que les hicieron célebres (Edgar Vivar, Florinda Meza, el inefable Ramón Valdés y sus mil rostros, Carlos Villagrán, Rubén Aguirre...), a "El chanfle" no le funcionan tan bien las fórmulas que hicieron célebres los gags de aquella bonita y mítica vecindad. De todas formas, fue un éxito de taquilla en México para Enrique Segoviano, lo cual permitió que se rodase una segunda parte.
Hay auténticos desperdicios como el escaso papel otorgado a María Antonieta de las Nieves, además de que el humor blanco de Bolaños no encuentra aquí la virulencia ibañezca de sus gags, gran contrapeso de sus series. A destacar la sobresaliente aportación de el Chato Padilla,muchas veces olvidado en los nostálgicos del Chavito (más este año que se nos va, donde falleció el propio Roberto Gómez Bolaños, el pequeño Shakespeare de la televisión azteca), aquí casado con una versión mucho más amable de la entrañable bruja del 71.
Muy interesante para los fans por ser el punto de inflexión que marcó la última colaboración a gran escala de todos los integrantes. Carlos Villagrán/Valentino no se fue a jugar al Real Madrid, pero sí abandonó el elenco para embarcarse en proyectos independientes, acompañado de Ramón Valdés al poco tiempo. Bolaños utilizó a su personaje para expresar algunas de las cosas que estaban pasado en su propia biografía personal.
Film prescindible, pero con los suficientes detalles e intrahistoria para recomendar su visionado.
MediometrajeDocumental

6,7
283
7
5 de marzo de 2012
5 de marzo de 2012
9 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Lo cierto es que para los que somos amantes de la canasta, poder disfrutar en calidad cine de los movimientos de uno de los mejores jugadores (si no, el mejor) de la historia del baloncesto, es una pequeña victoria personal que nos lleva a catalogar de manera muy generosa este pequeño documental.
Lo cierto, es que como muchos productos oficiales de la NBA (aunque en este caso es IMAX), este experimento da siempre la sensación de que se van a contar cosas ya sabidas, optando siempre por lo políticamente correcto. Me gustaría aclarar en este momento, que no abogo con este comentario por una crítica descarnada y aireando trapos sucios de ningún jugador de los Bulls o cayendo en la prensa más amarillista.
La dinastía de los jóvenes toros, uno de los mejores conjuntos del siglo XX, comparables a los Lakers de Magic o los Celtics de los 60, entre otros, no necesita ninguna presentación. De cualquier modo, parece que en la película nunca se va a comentar nada de las muchas tensiones de las estrellas del equipo y el entrenador con la polémica figura de Jerry Krause, el GM...
Michael Jordan al máximo es una visión máxima, efectivamente, narrada de forma amena, desde la fraticida pelea con Indiana hasta la inmortal jugada frente a los Utah Jazz de Stockton y Malone. Eso sí, parece que siempre veremos más al jugador que a la persona, entonces, ¿qué méritos, más allá de los deportivos, podemos darle al documental?
De ahí la nota, que como todo, es negociable y discutible...
One second, Michael Jordan to the win...
Lo cierto, es que como muchos productos oficiales de la NBA (aunque en este caso es IMAX), este experimento da siempre la sensación de que se van a contar cosas ya sabidas, optando siempre por lo políticamente correcto. Me gustaría aclarar en este momento, que no abogo con este comentario por una crítica descarnada y aireando trapos sucios de ningún jugador de los Bulls o cayendo en la prensa más amarillista.
La dinastía de los jóvenes toros, uno de los mejores conjuntos del siglo XX, comparables a los Lakers de Magic o los Celtics de los 60, entre otros, no necesita ninguna presentación. De cualquier modo, parece que en la película nunca se va a comentar nada de las muchas tensiones de las estrellas del equipo y el entrenador con la polémica figura de Jerry Krause, el GM...
Michael Jordan al máximo es una visión máxima, efectivamente, narrada de forma amena, desde la fraticida pelea con Indiana hasta la inmortal jugada frente a los Utah Jazz de Stockton y Malone. Eso sí, parece que siempre veremos más al jugador que a la persona, entonces, ¿qué méritos, más allá de los deportivos, podemos darle al documental?
De ahí la nota, que como todo, es negociable y discutible...
One second, Michael Jordan to the win...
Más sobre El Libanés
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here