Una película con un título tan facilón, no podía ser buena. Esta vez el protagonista que muestra el mismo papel que la serie de televisión, es padre de unos hijos que supuestamente dan problemas. Por determinados motivos se reúnen el pueblo de Sanlúcar de Barrameda, y a partir de ahí se desarrolla una trama sin ningún Tipo de interés.
La película es excesivamente simple y provoca pocas, muy pocas risas. Por el contrario, los momentos lacrimógenos están garantizados.
Es mala.

La película trata de aprovechar el tirón que tuvo El Conjuro 2 dónde aparecía una monja feísima que no pintaba nada, pero que era más pesada que una vaca en brazos y no dejaba tranquila a Lorraine Warren.
El problema aquí es que vuelve a cometer los fallos de Anabelle, la muñeca cansina, y la trama se va por las ramas.
En este caso, parece ser que hay una maldición en una abadía hecha por ordenador, y llegan para investigar una novicia,un exorcista y un francocanadiense...parece el inicio de un chiste.
En fin, se deja ver para echar unas risas porque la trama y el montaje del director es de lo más original. No tiene el menor sentido.

Tras muchos años de espera a una nueva secuela de Parque Jurásico, se nos presenta una nueva entrega como una gran superproducción y millones invertidos en efectos especiales con una campaña publicitaria sin precedentes.
El único problema es que la imaginación se ha acabado, y la crisis del cine americano es cada día más palpable, pues la película es simplona, repetitiva y absurda.
No te quedas con ganas de más al verla, al contrario, te da qué pensar qué se te pasó por la cabeza para ir a verla.
El guión, los personajes, los efectos, etc. están llenos de fallos.

Cuando Stephen Frears se pone a trabajar personajes y atmósferas, sabe como captar como nadie una ambientación que te consigue atrapar. La película en si, basada en la novela de Valerie Martin, procura recrear la historia del Dr Jeckyll pero con un punto de vista totalmente original.
Uno de los grandes aciertos de la película es que no intenta crear un Mr Hyde transformado en un monstruo ni absurdeces por el estilo. Capta a la perfección el tipo de monstruo que pretende mostrar la novela original, y es que como era propio de la filosofía del s.XIX, lo bello se contrapone de forma violenta a lo sublime.
Los actores están en la mayoría de los casos contenidos, y discurren en unos decorados cerrados con una atmósfera espesa, lo que incremente la sensación de claustrofobia.
La recreación de las marcadas clases sociales, los diálogos elaborados y algunos guiños a la novela original dan un punto extra a una película que realmente es bastante modesta.
Los únicos puntos negativos serían algunas escenas finales y algún cabo suelto en el desarrollo de la trama.
Glenn Close está soberbia como siempre, el resto del elenco más modesto.

Sinister dos es una malísima copia, secuela, o lo que sea de la primera parte que resultó ser bastante interesante. Aquí parece que todo se hace a desgana, con unos actores pésimos y desconocidos, una trama de lo más insulsa y absurda, y un guión escrito por un niño de 7 años.
El policía insoportable de la primera película, aquí se dedica a ir en busca de un fantasma, porque ya están otros para que trabajen. Conoce de casualidad a una mujer divorciada con dos hijos absolutamente insoportables que hablan con espíritus. Las cuestiones legales, custodia compartida, corrupción de jueces, etc. están presentes durante toda la película. Es un rollo patatero.
Es pésima y aburrida.
Horrorizado me dejó.