Es Richard Quine un director justificadamente valorado ya que en su haber se cuentan alguna interesantes comedias como "Me enamoré de una bruja" o "La misteriosa dama de negro", sin embargo "Operación gran baile" es una comedia que no acaba de arrancar y de encontrar esa velocidad que toda comedia exige. La trama no es nueva y trata de las venturas y desventuras de un contingente de soldados a la hora de relacionarse con el bello sexo. La presencia de un oficial dispuesto a evitar cualquier modo de divertimento (Ernie Kovacs reputado actor cómico en USA al que personalmente nunca le he visto hacer un papel de mi agrado) que está permanentemente detrás y en conflicto con un simpático Lemmon que es el precursor de la operación que da nombre al film, es la correa de transmisión de toda la trama. No obstante, este conflicto junto con la presencia romántica de la guapa Kathryn Grant no será suficiente para el despegue de historia.

Es cierto que estamos ante una película muy cercana al cine mudo y que, como ya se ha dicho, está rodada de forma muy teatral ya que la trama asi lo permite, pero en cualquier caso la interpretación es tan pesada, tan exagerada, que a mi me resulta absolutamente imposible desprenderme de ella a la hora de juzgar una historia sin duda interesante y que cuenta con el aliciente de un juvenil Fredrich March. Existen numerosas películas de la misma añada que no incurren en este defecto. Lo siento pero mi puntuación viene determinada por la cantidad de veces que miré la hora (y eso que es un metraje muy corto) y lo inverosimil de algunas conversaciones y expresiones.

No deja de sorprender la inmensa cantidad de películas absurdamente románticas que se hacen anualmente. Todas las modalidades de bodas posibles (de amigas, primas, exnovios,...), con viajes en el tiempo, magia, estados de coma y chorradas varias han sido trabajadas en este sub género, pero la verdad es que hay muy pocas de cierta calidad o al menos dignidad. Y esta que nos ocupa no pertenece a este noble colectivo. La excusa pueril que sirva de motor a la historia es la existencia de una agencia de viajes que te permite una inmersión en el "maravilloso" mundo de la escritora Jane Austen y a partir de aquí no hay nada más. Cuatro situaciones de trámite, unos actores sin ninguna convicción, una protagonista insulsa y una situación final mil veces vista, eso es todo. Su única ventaja reconocida es su corta duración y así y todo le sobra la mitad o incluso su mera existencia. Con la inmensa variedad que hay de peliculitas de estas ¿por qué malgastar la vida en esta?