Un guión ya de por sí bastante tontuelo pero con posibilidades se echa a perder por culpa de una dirección pésima, incapaz de contarnos la historia. Todo va de más a menos, pasando de un prometedor inicio a un mareante final, donde el hilo de la acción se pierde en un montaje pasadísimo de rosca.
Quizás los creadores de este frustrado filme pensaron que sería conveniente tratar de camuflar la tremenda simpleza de la trama con una dirección compleja y postmoderna, pero lo que consiguen es que la mitad de la sala salga con el estómago revuelto y dolor de cabeza.
Y es que lo que realmente mata la película es esa cámara histérica y desquiciada que no para de mostrar primeros planos de caras, ojos, vistas subjetivas desde escafandras de soldador, o incluso de simples botones (por cierto: siempre los mismos botones), y cuando se atreve a mostrar algo más es todo oscuridad y traqueteo salvaje, que puede estar bien para un momento determinado de la acción, pero cuando se convierte en norma aturde y molesta, y en mi caso cabrea.

No se trata de filmar a lo John Ford, pero si uno transgrede las normas tiene que hacerlo con una intención, porque si se hace para ocultar la simpleza, el resultado es una simpleza mal hecha.

En fin, una auténtica lástima, con lo que me gustan a mí las del espacio...

Trataré de definir unos escalones orientativos:

Tenemos películas como "Entrevista con el vampiro", o "Drácula" de Bram Stoker, que podrán gustar más o menos, pero dan la talla.
Un segundo peldaño podría contener productos comerciales más vulgares tipo "Blade" o "Underworld".
Bajando más, quizás algo tipo John Carpenter
Y más abajo aún, entramos en telefilmes o teleseries tipo Buffy cazavampiros.

Bueno: esta película está en este último peldaño. Ojo, no digo entre el tercer y cuarto peldaño: digo EN el cuarto peldaño. No tiene mejor guión, mejor dirección o mejores efectos especiales que un capítulo de una teleserie cualquiera.

Dicho esto, sólo falta aclarar, por evitar equívocos, que tampoco se trata de una película de terror; ni siquiera de sustos. Es tan aburrida o tan apasionante como un capítulo de Embrujadas. Para quien le guste, claro, pero avisados estáis.

Ah: tampoco hay sexo ni destapes de tías cachondas.
Ahora sí creo que he advertido a todo el mundo, je.

El problema es fundamentalmente de guión. Es tan malo, TAN MALO que no hay forma de sacar nada de ahí.
A pesar de todo, actores y director han tirado del bodrio hasta conseguir al menos una estupidez entretenida que se deja ver de un tirón. Toda una proeza.

Visiónese sólo en caso de extrema emergencia.

Señoras y señores, no se acerquen a este espanto ni con un palo de tres metros.
Ahora mismo, no recuerdo una película más mala que esta. Ni siquiera las de Uwe Boll.

Soporífera: no hay más análisis que hacer.