Se suele hacer apología de la necesidad de ser honestos. Brutalmente honestos. Mostrar el alma aunque implique la crítica despiadada del entorno. Para estos amigos, mostrarse sin velos evidentemente les complica la vida. Todos se conocen y el aval de los años compartidos les hace creer que "el juego" de acceder públicamente a los celulares, no tendría ninguna consecuencia. Los espectadores por supuesto se frotan las manos porque se supone que no habría película si no hubiera conflicto. Lo que parece excesivo es que cada uno oculta demasiadas cuestiones, y se vuelve poco creíble. Pero en definitiva, es ficción. La aventura comenzaría si la cámara girara hacia quienes miran y se los invitara a continuar el desafío...

Imágenes en espacios abiertos que sin embargo oprimen por el peligro que involucran; los contados ambientes cerrados pueden convertirse en jaulas... ocurre que la Muerte vuela, nada, recorre cada lugar bebiéndose la vida de decenas cada día. Logra transmitir la película, el estado de absoluta indefensión de cada uno de los que está en Dunkerque: no existe lugar seguro. Y es terrible. La historia va desarrollándose en distintas y simultáneas temporalidades y esto permite que quien mira, vaya armando el rompecabezas de situaciones. El recurso agiliza la acción para que cada personaje se encuentre con el relato general. Si en "La hora más oscura" se lo ve a Churchill dirimiendo con sus pares cómo salvar a miles de compatriotas; aquí se revela en toda su crueldad la espera desesperada de quienes, como hazaña casi imposible, sólo buscan sobrevivir.

La película no defrauda a quienes buscan el relato histórico, ahí está Mr Winston en todo su esplendor: con ademanes, manera de caminar, pura energía atropelladora e intimidante. El momento histórico es crucial: bisagra para el avance definitivo de Hitler o el comienzo de su decadencia, y cada decisión implica nada más y nada menos que LA VIDA de miles de hombres. El relato es impecable en reconstrucción, mostrando los choques de poder dentro del mismo bando. El tan celebrado trabajo de Gary Oldman es notable,pero tanto esfuerzo en replicar al original, me resulta sobrecargado. Todos los personajes más que "actuar", se mueven en una coreografía acotada y hasta el uso de la cámara alejándose en altura, que en un principio maravilla, ya a la tercera vez no sorprende. Es como que el director no se autocontrola en la cantidad de azúcar y termina empalagando.

Culminación de una saga que fue combinando victorias y derrotas de César como líder. De aquel lejano comienzo con Charlton Heston y su planteamiento filosófico de qué hace al humano superior a los demás seres, mucha agua y argumento ha corrido... pero la esencia es la misma. Vemos exacerbada la crueldad de los humanos y nos emocionamos con las mejores cualidades en los simios. Alguno por miedo será traidor, pero siempre habrá tiempo para una redención. El mensaje está claro: sólo la unión salvará y la esperanza reside en tener memoria.

Jake Gyllenhaal siendo un excelente actor para mí es un misterio cómo no está más reconocida su labor, si ganar premios significa eso. Encara películas que suelen transitar emociones difíciles de encarar e incluso de generar empatía...En este film, su personaje Davis sigue su vida tras una pérdida significativa pero no desde la depresión o la furia esperables, sino de una necesidad IMPERIOSA de DESARMAR su entorno. Literalmente. En una búsqueda de honestidad consigo mismo hay una catarsis en esa necesidad de llegar al límite. Y shockea porque a una persona triste uno la consuela pero él es inabordable y también es difícil acompañarlo.
Una actuación excelente, con una gestualidad y matices de voz ajustadísimos para un rol que muy pocos lo personificarían con esa contundencia.