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Críticas 234
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
4
6 de julio de 2012
14 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película practicamente no llega a ser tal, es una colección de sketches basadas de humor grueso, totalmente infantiloide, de esas que quieren ir de transgresoras por soltar chistes de caca, pedo, culo, pis.
La película avanza a trompicones, pasa de un sketch a otro, con un pequeño hilo conductor, los sketch van desde los malos a los muy malos, aunque he de reconocer que alguno hace gracia, aunque simplemente sea por una gracia absurda o que el protagonista diga una salvajada, aunque no es preocupeís solamente saldrá ofendido el buen gusto, la crítica política brilla por su ausencia. Su chiste más políticamente incorrecto, y quizás el mejor, es su discurso sobre la democracía, lo más sutíl de la película, una pena que no sea toda así, pese a ello tampoco es una maravilla.

Lo mejor es que no aburre, pero tampoco interesa, el guión mezcla El Gran Dictador con El Príncipe de Zamunda, pero su nivel es el de un especial de nochevieja (solo que con un humor más burdo)
12 de febrero de 2024
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
A la hora de tratar la figura de un artista real, el cineasta se enfrenta a varios modos de hacerlo. 
Generalmente se acude a la biografía, más o menos fiel dentro de sus límites, en la cual se suele desdeñar el arte del artista tratado, relegando el arte a unos breves minutos de rigor, dándole especial importancia a su vida, realizando una película convencional. Lo cual resulta paradójico, pues lo que suele ser más importante es el arte que éste ha creado y no la vida que le ha llevado a crear este arte.

Dupieux decide no hacer una biografía.Se trata, más bien, de un homenaje. Dupieux, aunque sigue fiel a su particular forma de hacer cine, se acerca a la forma en que Dalí haría una película sobre sí mismo, y creo que este estaría encantado con el resultado.

Aquí no veremos la historia de Salvador Dalí, aquí veremos al personaje que él mismo se creó y sus obsesiones: el tiempo, el espacio, el surrealismo, los sueños, la fantasía, el cine, su endiosamiento. Todo esto y más está retratado en la película. Por ejemplo, la firma de lienzos en blanco, que realizó y con la que otros artistas intentaron aumentar el valor de sus propias obras haciéndolas pasar por un Dalí, está realizada de forma soberbia.
Al acabar la película, un neófito en Dalí no sabrá nada de la vida de este artista, pero sin embargo conocerá al personaje, sus obsesiones, su psicología mucho mejor que en la inmensa mayoría de películas biográficas.

Es, por un lado, un tratamiento arriesgado, no es una película convencional, por el otro es puro Dupieux, fiel así mismo, aunque mucho más surrealista de lo acostumbrado, que ya es decir… No es una película para todos, hay que estar dispuesto a ver lo que sea. 

Dupieux sigue creciendo como artista, sus películas son cada vez menos frías, cada vez más pensadas. Sigue siendo perezoso y cinematográficamente pobre, aquí no habrá planos reflexionados, juegos con la imagen o el sonido, más allá de unos, muy interesantes momentos de grabación inversa. Dupieux sigue su estilo sencillo, directo, simple, funcional, con películas rápidas de realizar, de corta duración, simples pero originales. Esta es, por el tema tratado, su película más ambiciosa.

En cuanto a los actores, Daaaaaali!, que tiene tantas aes en el título como personajes interpretan al genial artista, son irregulares, los mejores Baer, Cohen y Lellouche, el peor, sin duda, Marmai que lo interpreta como hace con sus personajes a los que nos tiene acostumbrados, en las antípodas de Dalí. Esta mala interpretación hace ver que no es tan sencillo lo que hacen los otros actores y la gran capacidad que tienen para cambiar de registro. 
Además de Dalí, la obra tiene como hilo conductor a la farmaceútica (o panadera) devenida en periodista interpretada por una maravillosa Anaïs Demoustier. 

Por último hablar de la música, un par de composiciones, similares y repetitivas de Thomas Bangalter, pero alegres, que quedan genial en la película, remiten a la era dorada del cine italiano y sirven, como toda la película, para poner un poco de alegría en la vida de todo cinéfilo…
17 de septiembre de 2016
13 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
El cine de Tran Anh Hung siempre se ha caracterizado por dar un mayor valor a la imagen que a la palabra, aquí es llevado al extremo. No solamente suple la palabra por una, bastante constante, voz en off, haciendo que los escasos diálogos suenen rígidos y encorsetados, carentes de toda naturalidad, también suprime la narración sustituyéndola por la sensación. El espectador se deja arropar por las sensaciones, la belleza, la dulzura...

Eternité posee una gran belleza, desde una impoluta fotografía a unos lugares, jardines y mansiones de ensueño, vestuarios suntuosos, gente guapa, ni siquiera veremos, salvo muy fugazmente, una persona de clase trabajadora que nos estropee, con su fealdad o sus ropas no ricamente elaboradas, la belleza del encuadre. En la película todo es perfecto, gente perfecta que no tiene discusiones ni problemas (salvo el inevitable de la muerte) todos son educados, amables, serviles, ni una mancha se verá, todo es dulce y agradable, idílico, demasiado.

La artificialidad de la propuesta no es solamente su único problema, el mayor será que no consigue que el espectador se adentre en la película, este no puede sentir empatía por ningún personaje, pues nos son ajenos por completo. Simplemente los veremos disfrutar de momentos de dicha y de llanto, pero no sabemos nada de ellos, excepto que tienen hijos y los quieren, no existe ningún conflicto, no hay narración, el espectador se limita a contemplar, como si fuese un cuadro, y a la larga termina por aburrir. Vemos la película a través de los ojos de las mujeres y estas están, lo llega a decir la película, para tener hijos, así que las veremos teniendo hijo tras hijo, abrazándolos, besándolos (creo que es la película con más besos que existe, reto al espectador que se aburra a que intente contarlos), llorándolos,.. no hay, prácticamente, nada más en el film. Mientras los flashbacks van y vienen y el número de hijos crece y crece (pareciera que estas tres mujeres quisieran repoblar un país) el espectador se aburre.

Si la gran virtud de Eternité es querer hacer algo distinto, su gran defecto, sin embargo es muy común al cine actual: Quiere aparentar, quiere crear momentos épicos, de gran belleza, esos momentos que se clavan en la mente del espectador, esos momentos que hacen grande al cine (estilo de Scarlett O'hara jurando que jamás pasará hambre) pero se olvidan de que para llegar ahí hace falta una narración que atrape al espectador. Eternité prescinde de esta y solamente se basa en juntar momentos. El resultado es que se entra en la película y uno se aburre. Lo que se ve en el trailer es lo que encontramos en la película, la escenas duran más, el ritmo es más pausado, pero al salir del cine sentimos lo mismo, hemos visto bellos momentos que serían geniales si la narración nos llevase a ellos, no ha sido así, lástima.
23 de noviembre de 2011
15 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
En pocas películas se ve, como sucede en esta, el poder que posee la atmósfera, puede hacer que una película sea conseguida o no, aquí se intenta pero, por desgracia, no se consigue.

La película transcurre de forma pausada y misteriosa, no sabemos muy bien porque suceden las cosas, los personajes actúan porque sí sin que sepamos el por qué, el público tan acostumbrado a que se lo expliquen todo no obtendrá ese placer en esta película.

Los fallos, quizás crear unas buenas bases para luego enrevesar la historia sin tener al final nada que contar, supongo que esto ya estaba en la novela. Los actores están bien, pero los personajes son fríos y distantes y pecan de planos, especialmente el de Kristin Scott Thomas, aparte de ser minúsculo, debería sentirse una gran pasión, pero simplemente se siente frialdad. El más interesante el interpretado por Joanna Kulig, pero ni si quiera ese personaje dota de personalidad a la película.

El ritmo, moroso, está perfectamente conseguido, dota a la película de ese aspecto de sopor, de movimiento lento y pesado que necesita, aunque a riesgo de aburrir al espectador y es que aunque dura 83 minutos, se puede hacer larga.

Pero el gran fallo es el que no se supiese conseguir dotar a la película de la fuerza y atmósfera adecuadas, un tanto onírica, que hiciese sentir al espectador en un mundo extraño a la vez que convencional en el que cualquier cosa pudiese ocurrir, sentir la angustia, el ahogo, pero no se logra.

Aunque tanto por la parte del director como la de la fotografía, se intenta, y mucho, saben por donde van los tiros, planos extraños, desenfocados, planos detalle, una bombilla que crepita, pero quizás la excesiva iluminación, quizás el carecer del talento necesario, provocan que no se logre esa atmósfera y por tanto se falle en la pieza fundamental de la película. Así como resultar demasiado blanda y no arriesgar más en su realización. Pensar en otros directores, en Lynch, en los Coen de Barton Fink, o en el Verhoeven de El cuarto hombre, y en otros muchos que dotarían a la película de la fuerza y la atmósfera necesarias y entonces no nos importaría no saber lo que ocurre ni porque, disfrutaríamos de la película sin más.

Pero la película, después de una aceptable, aunque fría, primera parte, se vuelve cada vez más lioso, sin ganas de explicar nada, aunque muchas cosas se ven venir, el espectador avezado ya adivina hasta los giros radicales, y se acaba con un final terriblemente mal contado.
3 de febrero de 2012
13 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesante película con cierta originalidad en cuanto a su tratamiento.
Posee un ritmo pausado que la beneficia enormemente, pese a que se puede hacer algo larga debido a su redundancia y que dos horas la hacen demasiado extensa, pese a ello es una película llena de posibilidades muy a tener en cuenta.

Su principal baza es no saber muy bien ubicarla, ya sea por género o por saber qué es exactamente aquello que sucede en el film. El espectador se muestra expectativo sin saber muy bien por donde va a desarrollarse el argumento. Lástima que en su parte final no se sepa bien desarrollar este y desde luego no se sepa darle un buen final, excesivamente acomodaticio e intentando ser cumplidor, pero lejos de la interesante propuesta y dejando muchas lagunas en el camino.

El guión parte de una interesante idea muy bien desarrollada pero estropeada en su parte final.
Los personajes están bien desarrollados, especialmente el protagonista, que logra meternos en su cabeza y comprendamos sus actos, aunque no sepamos qué es exactamente lo que pretende.

Buena dirección, dejando el tiempo a que los acontecimientos se desarrollen, esta es una película de personajes y pese a tener visos de ciencia-ficción o terror o todo lo contrario, resulta rodada con pasmosa . Michael Shannon lleva el peso de la película realizando una estupenda labor, el resto del elenco lo acompaña perfectamente.

Take Shelter es una película pequeña, de ritmo lento, absténganse aquellos que quieran ver algo de acción, resulta muy interesante, pero estropeada un tanto por una parte final carente de la imaginación que requeriría para elevar la película de categoría.
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