Y mira que pensaba que era difícil de criticar, pero aquí es que ya es malo con avaricia. La gracia de la historia (que la tiene) queda aniquilada por un paupérrimo doblaje. No dudéis ni un segundo verlo en su idioma original, aunque sea subtitulado en arameo. Avisados estáis.

Por lo demás, merece la pena el visionado por lo delirante del argumento. El título lo dice todo. Curiosa.

Frikada de las buenas. El híbrido más raro que he visto en mucho tiempo, para bueno, claro está. Como he dicho en el título, el guión: un 10, no podía ser de otra manera viniendo de la monumental obra de Cervantes. Y en cuanto a las imágenes y argumento, a Welles y Jesús Franco se les ha ido la perola. No obstante, la profundidad visual es considerable. Penetra en nuestra retina de una forma casi mágica, sin saber nunca por qué te gustan las tropelías y barbaridades cinematográficas a las que uno asiste. Si no, atreveros a verla, veréis si no llevo razón.

¡Saludos!

Últimamente ando viendo películas de largo metraje, y, la verdad, creo que no todos los directores saben calibrar la balanza para que una trama no se desinfle en algún momento de la película. A mi me da por prestar atención a otros detalles cinematográficos cuando esto ocurre, lo cual, como dice el refrán, no hay mal que por bien no venga.

No es este el caso de esta inmensa película de Hawks. Te puede gustar más o menos la trama, la veracidad de las escenas, la puesta en escena, ... da igual. Río Bravo te entretiene absolutamente durante todo su metraje.

Gran capacidad la de nuestro amigo Hawks. Toda una muestra de lo que es dominar una cámara, una escena, un montaje, una estructura, en definitiva, un oficio.

El gran cine nunca muere.

Saludos.

Injustamente infravalorado, "Substancia" nos ofrece una interesante metáfora en clave cósmico-poética de aquello que parece regir, no ya el alma humana, sino nuestro universo entero: el amor.

Y es que, sin ser una animación para tirar cohetes, su verdadero encanto radica, no obstante, en la concisión de su idea. Nunca podría haberme imaginado que pudiera llevarse con tanta sutileza a la pantalla esa sempiterna batalla entre amor y racionalidad, aquella unamuniana y vieja disyuntiva "raciocinio-corazón" que alimenta toda y cada una de nuestras tragedias humanas particulares.

Un corto, en definitiva, tan especulativo como abstracto en su planteamiento. Círculos infinitos. Vacíos interestelares. Abismos oscuros y descarnados. Silencios helados. Y en medio de la nada, la materia enamorada. Que cada cual decida con qué corazón se queda.

No le hace justicia alguna la escasa nota que este divertidísimo cortometraje tiene en Filmaffinity, donde una miríada de libros cobran vida, cada cual más variopinto, y se dedican a hacer gala cada uno de su formato y de su contenido: grandes tomos enciclopédicos que imponen su ley, minúsculos libros pero que demuestran que el tamaño no lo es todo, libros ilustrados que presumen de sus fotografías, etc. Como es típico en la animación checa, los objetos se comportan como verdaderos seres humanos gracias al "stop motion", con sus virtudes y sus defectos, conformandose así una no menos interesante metáfora.

Merece la pena verlo. Sin duda, un verdadero tributo a los lectores, y cómo no, un sentido homenaje a este formato imperecedero que llamamos "libro".