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Críticas ordenadas por utilidad
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5,8
67.239
5
22 de octubre de 2008
22 de octubre de 2008
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Resulta triste el hecho de que haya sido Barcelona el escenario que ha sacado lo peor de Woody Allen. La ciudad descrita en la letra de la canción que abre el filme, hermosa, mediterránea, cosmopolita, pasa a un segundo plano para ser un testigo más de las idas y venidas del cuarteto Bardem- Hall-Johansson-Cruz. Hay que ir olvidando reclamos cacareados en prensa desde hace meses del tipo: “poema visual a esa fascinante ciudad” o “Barcelona será una protagonista más de la historia”.
Apenas encontramos diálogos chispeantes, no hay profundidad, el retrato de personajes es simple, arquetípico; solo se salva Penélope Cruz con el rol que más pie da al lucimiento, impregnando su interpretación de sensualidad, pasión, arrebato. Consigue acercarse ora a la genialidad, ora a la locura, sin perder de vista el fino hilo que es frontera entre las dos.
En muchos momentos este espectáculo llega a ser anodino, algo impensable en un filme de Allen; no llega a aburrir, pero sí da impresión de dejà vu en ciertas situaciones y de inverosimilitud forzada en otras. La trama no fluye como debe, en ciertas fases le cuesta avanzar, sensación acrecentada por la repetición innecesaria del por aquí muy conocido tema de Paco de Lucía.
En la confrontación de mentalidades anglosajona vs mediterránea sale perdiendo la segunda, algo lógico dado el mejor conocimiento por parte de Allen de la primera, la cual lleva retratando 40 años; nuestro carácter aquí es solo un pretexto para dar forma a unos personajes que servirán de anécdota exótica y extravagante para Vicky y Cristina cuando regresen a su país.
No sé si en el caso de que este filme hubiera estado ambientado en San Petersburgo me lo habría pasado muy bien viendo a gente bebiendo vodka y teniendo mucho frío. Desde luego, tomando Barcelona como escenario, no me vale con un latin-lover y una morenaza de comportamientos siempre viscerales, no racionales, para ver en él una gran obra, siquiera una lograda comedia.
Gran Woody, ¿por qué nos has hecho esto? ¿Por qué aquí?
Apenas encontramos diálogos chispeantes, no hay profundidad, el retrato de personajes es simple, arquetípico; solo se salva Penélope Cruz con el rol que más pie da al lucimiento, impregnando su interpretación de sensualidad, pasión, arrebato. Consigue acercarse ora a la genialidad, ora a la locura, sin perder de vista el fino hilo que es frontera entre las dos.
En muchos momentos este espectáculo llega a ser anodino, algo impensable en un filme de Allen; no llega a aburrir, pero sí da impresión de dejà vu en ciertas situaciones y de inverosimilitud forzada en otras. La trama no fluye como debe, en ciertas fases le cuesta avanzar, sensación acrecentada por la repetición innecesaria del por aquí muy conocido tema de Paco de Lucía.
En la confrontación de mentalidades anglosajona vs mediterránea sale perdiendo la segunda, algo lógico dado el mejor conocimiento por parte de Allen de la primera, la cual lleva retratando 40 años; nuestro carácter aquí es solo un pretexto para dar forma a unos personajes que servirán de anécdota exótica y extravagante para Vicky y Cristina cuando regresen a su país.
No sé si en el caso de que este filme hubiera estado ambientado en San Petersburgo me lo habría pasado muy bien viendo a gente bebiendo vodka y teniendo mucho frío. Desde luego, tomando Barcelona como escenario, no me vale con un latin-lover y una morenaza de comportamientos siempre viscerales, no racionales, para ver en él una gran obra, siquiera una lograda comedia.
Gran Woody, ¿por qué nos has hecho esto? ¿Por qué aquí?
21 de octubre de 2008
21 de octubre de 2008
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
La dirección clásica de Weir y las muy ajustadas interpretaciones del grupo de chavales y del aquí serio Robin Williams (que empezaba a demostrar lo buen actor que es también fuera de papeles cómicos) hacen que el traslado del emotivo guión de Tom Schulman a la pantalla se convierta en toda una experiencia.
Y esto es porque el filme hace sentir al espectador lo mismo que el profesor Keating logra en sus alumnos, inspirar momentos vitalistas gracias al desafío a los propios miedos, a las inseguridades, a las convenciones sociales. Alcanzar la felicidad. No obstante, también sabe mostrar la vertiente amarga: estos momentos son intensos y dulces, mas breves. De ahí la importancia de la lección que se reitera, la del carpe diem de los clásicos, aprovechar el momento que no se repetirá, aprehender la felicidad mientras se pueda porque irremediablemente acabará desvaneciéndose.
Al fin y al cabo, las lecciones de trigonometría o latín se diluirán en la memoria, pero la camaradería, la lealtad y la independencia de criterio se revelarán indelebles con el paso del tiempo.
Y esto es porque el filme hace sentir al espectador lo mismo que el profesor Keating logra en sus alumnos, inspirar momentos vitalistas gracias al desafío a los propios miedos, a las inseguridades, a las convenciones sociales. Alcanzar la felicidad. No obstante, también sabe mostrar la vertiente amarga: estos momentos son intensos y dulces, mas breves. De ahí la importancia de la lección que se reitera, la del carpe diem de los clásicos, aprovechar el momento que no se repetirá, aprehender la felicidad mientras se pueda porque irremediablemente acabará desvaneciéndose.
Al fin y al cabo, las lecciones de trigonometría o latín se diluirán en la memoria, pero la camaradería, la lealtad y la independencia de criterio se revelarán indelebles con el paso del tiempo.

4,9
13.424
5
11 de julio de 2008
11 de julio de 2008
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hostel II, película hecha para seguir explotando el filón de la primera entrega. Este podría ser todo el resumen del filme. Los inconformistas podéis leer el resto de la crítica en el spoiler.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La única novedad que Hostel II encierra con respecto a su predecesora no radica en que el sexo de los protagonistas sea distinto (aquí femenino, en la primera, masculino; aquí tienen poco; en la primera, bastante). La diferencia sustancial es que ahora se nos muestra el punto de vista de los maltratadores, el mecanismo de asignación de su presa, sus vidas cotidianas al margen de su sádico pasatiempo, y el entramado organizativo que permite que gente adinerada pueda saltarse las leyes sin mayor dificultad, aspecto este que debería resultar aterrador en sí mismo.
Su principal handicap es que en el primer Hostel la intriga pivotaba sobre dos elementos: por un lado, saber si los protagonistas iban a conseguir salir de ese lugar infernal y, por otro, descubrir qué mente perversa se encontraba tras tan macabras brutalidades.
El filme que nos ocupa no resulta interesante por su realización –más de lo mismo, y peor- ni por su trama, que no ahonda en las novedades argumentales ni en las motivaciones de los asesinos.
La única conclusión extraída de su visionado es que el dinero puede comprarlo casi todo, incluso la vida y la muerte. Parece que tanto Eli Roth como Tarantino decidieron rodar esta secuela por si algún día se ven en la misma tesitura que la protagonista y tienen que escapar de un asesino a golpe de talonario (estos chicos son así, cuando se les va la pinza, a saber por dónde salen).
Lo mejor: el baño en sangre virgen de Mme. Bathory.
Su principal handicap es que en el primer Hostel la intriga pivotaba sobre dos elementos: por un lado, saber si los protagonistas iban a conseguir salir de ese lugar infernal y, por otro, descubrir qué mente perversa se encontraba tras tan macabras brutalidades.
El filme que nos ocupa no resulta interesante por su realización –más de lo mismo, y peor- ni por su trama, que no ahonda en las novedades argumentales ni en las motivaciones de los asesinos.
La única conclusión extraída de su visionado es que el dinero puede comprarlo casi todo, incluso la vida y la muerte. Parece que tanto Eli Roth como Tarantino decidieron rodar esta secuela por si algún día se ven en la misma tesitura que la protagonista y tienen que escapar de un asesino a golpe de talonario (estos chicos son así, cuando se les va la pinza, a saber por dónde salen).
Lo mejor: el baño en sangre virgen de Mme. Bathory.

4,8
12.842
5
24 de junio de 2008
24 de junio de 2008
8 de 15 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya peli más mala.
Sandra Bullock y Hugh Grant. Dos de los máximos exponentes del género en que se encuadra esta película, frente a frente. Ambos dando vida a personajes creados a su medida para explotar sus virtudes dentro de dicho género (la primera como una chica inteligente pero torpona y el segundo como un vividor con encanto). Ya era difícil que no levantasen la película, aunque solo fuera apelando al carisma entre ambos. Pues bien, no lo hacen.
Química nula para una historia basada en un guión de lo más pobre que no contiene una sola situación que despierte nuestra complicidad, ni un diálogo con chispa. Qué cosa más previsible.
Y eso que las comedias románticas suelen ser agradecidas a poco que se les imprima algo de ingenio, un poquillo de humor y que a los personajes se les ofrezca algún elemento que para los demás suele resultar absurdo, pero que para ellos tiene un significado muy especial y es símbolo de su relación. Pues nada de eso.
Me sorprende que el director y guionista Marc Lawrence, artífice aparte de este filme de cosas como la serie “Las gemelas de Sweet Valley” o del guión de las dos entregas de “Miss Agente Especial”, fuese capaz de crear y rodar posteriormente la deliciosa “Tú la letra, yo la música”, en la que todos los elementos antes mencionados funcionan a la perfección.
No encuentro en “Amor con preaviso” ninguna virtud destacable.
Sandra Bullock y Hugh Grant. Dos de los máximos exponentes del género en que se encuadra esta película, frente a frente. Ambos dando vida a personajes creados a su medida para explotar sus virtudes dentro de dicho género (la primera como una chica inteligente pero torpona y el segundo como un vividor con encanto). Ya era difícil que no levantasen la película, aunque solo fuera apelando al carisma entre ambos. Pues bien, no lo hacen.
Química nula para una historia basada en un guión de lo más pobre que no contiene una sola situación que despierte nuestra complicidad, ni un diálogo con chispa. Qué cosa más previsible.
Y eso que las comedias románticas suelen ser agradecidas a poco que se les imprima algo de ingenio, un poquillo de humor y que a los personajes se les ofrezca algún elemento que para los demás suele resultar absurdo, pero que para ellos tiene un significado muy especial y es símbolo de su relación. Pues nada de eso.
Me sorprende que el director y guionista Marc Lawrence, artífice aparte de este filme de cosas como la serie “Las gemelas de Sweet Valley” o del guión de las dos entregas de “Miss Agente Especial”, fuese capaz de crear y rodar posteriormente la deliciosa “Tú la letra, yo la música”, en la que todos los elementos antes mencionados funcionan a la perfección.
No encuentro en “Amor con preaviso” ninguna virtud destacable.

6,4
41.116
4
10 de octubre de 2006
10 de octubre de 2006
7 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Cómo, con un director consagrado en el género de acción, una superestrella de Hollywood, un nutrido grupo de grandes secundarios y un presupuesto desorbitado se puede hacer esta película infumable?
Y es que al empezar promete; vale que pretenda ser una suerte de Braveheart –si hubiese sido la mitad de buena que esta, me daría por satisfecho-, pero es que con su desarrollo se convierte en una tediosa aventura ambientada en la Guerra de la Independencia americana, teniendo que tragar por enésima vez con su patrioterismo y contemplando durante un metraje muy excesivo para lo poco interesante que se cuenta las andanzas de este héroe, que en principio llegan a despertar un interés que se va diluyendo conforme avanza la historia.
Y luego está la cámara lenta. ¿Para qué tantísima cámara lenta? ¿Para intentar dar empaque a un guión en exceso reiterativo que prolonga las situaciones inútilmente?
Mel Gibson está por debajo de sus posibilidades, aunque no creo que sea tanto por él como por el libreto puesto en sus manos –y pensar que rechazó Gladiador por esta-. Lo mejor, Tom Wilkinson. El resto de secundarios cumplen sin más gloria –Jason Isaacs no llega a transmitirme el carácter sanguinario que se le pretende-.
En fin, la película pretende tener una dimensión épica grandiosa, pero solo logra convertirse en uno de los peores reflejos que de la mencionada guerra podían haberse realizado con tantos recursos.
Y es que al empezar promete; vale que pretenda ser una suerte de Braveheart –si hubiese sido la mitad de buena que esta, me daría por satisfecho-, pero es que con su desarrollo se convierte en una tediosa aventura ambientada en la Guerra de la Independencia americana, teniendo que tragar por enésima vez con su patrioterismo y contemplando durante un metraje muy excesivo para lo poco interesante que se cuenta las andanzas de este héroe, que en principio llegan a despertar un interés que se va diluyendo conforme avanza la historia.
Y luego está la cámara lenta. ¿Para qué tantísima cámara lenta? ¿Para intentar dar empaque a un guión en exceso reiterativo que prolonga las situaciones inútilmente?
Mel Gibson está por debajo de sus posibilidades, aunque no creo que sea tanto por él como por el libreto puesto en sus manos –y pensar que rechazó Gladiador por esta-. Lo mejor, Tom Wilkinson. El resto de secundarios cumplen sin más gloria –Jason Isaacs no llega a transmitirme el carácter sanguinario que se le pretende-.
En fin, la película pretende tener una dimensión épica grandiosa, pero solo logra convertirse en uno de los peores reflejos que de la mencionada guerra podían haberse realizado con tantos recursos.
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