Roland Emmerich es el encargado de dirigir una historia, en la que los alienígenas estarán dispuestos a tomar la Tierra por las malas, y no es una temática usada solo en este filme por el director alemán, al que parece que la destrucción del mundo le obsesiona si realizamos un breve repaso de sus obras: “El día de mañana”, la más reciente “2012” que ha sido duramente criticada por promover la alarma social y la mismísima “Independence day” que nos ocupa esta crítica.

He de decir que la película es entretenida pero esta repleta de exageraciones y las mamarrachadas clásicas que tanto gustan en Hollywood.
Tendremos nuestra dosis de acción aportada por Will Smith, también tendremos nuestra parte de “ciencia” en la que Jeff Goldblum como científico de turno, se encargara de demostrar que toda la CIA y la NASA no tienen la menor idea, y que no sirven para nada (zas en toda la boca del contribuyente norteamericano), la parte política de la película se la adjudicaremos a un Bill Pullman que encarna al presidente de los estados unidos.

Para terminar me apropiare de un par de frasecillas y solo diré siento llegar tarde señor presidente pero es que estaba ocupado viendo los fuegos artificiales.

Heretic pasa a engrosar la lista de esas películas que, al principio, no me generaban ninguna expectativa, pero que, para mi sorpresa, me dejan más que complacido.

La película sigue a dos jóvenes misioneras que, durante una tormentosa noche, llegan a la puerta equivocada. Son recibidas por el inquietante Sr. Reed (interpretado por Hugh Grant), quien parece tener sus propios planes para ellas. A medida que la noche avanza, los tres personajes se ven atrapados en un juego de tensión psicológica, donde la fe y la supervivencia se ponen a prueba en medio de un enfrentamiento brutal.

La película examina cómo las creencias religiosas y personales pueden ser desafiadas en situaciones extremas, y hasta qué punto la fe puede ser manipulada o puesta a prueba por la desesperación. La figura del Sr. Reed se convierte en un símbolo de control, donde el juego de poder se centra en la manipulación mental y emocional, llevando a los personajes a cuestionar su propia percepción de la realidad.

Pasar de la fe a la duda a veces solo necesita de un hereje lo suficientemente carismático. ¿Soñamos que somos mariposas o somos mariposas teniendo sueños?

El spin off con mi personaje favorito de mi franquicia favorita de animación.

¿Podía salir algo desastrosamente mal? Muy posiblemente si.

¿Podía salir algo estupendo? Claro que si.

El Ranger espacial Buzz y el resto de la tripulación de su nave se encuentran aislados en un planeta recóndito tras sufrir un accidente. Buzz no cesará en su empeño por cumplir la misión y devolver a su gente al que era su hogar.
Para ello Buzz realizará continuos viajes espaciales intentando alcanzar la velocidad de la luz, consecuentemente pasarán prolongados periodos de tiempo en el planeta mientras él no está (por aquello de la relatividad).

Una película rodeada de polémica, no estoy de acuerdo con politizar todo, pero tampoco estoy de acuerdo con aferrarse a un clavo ardiendo para hacer a algo de menos (en este caso una película).

Claro que tenemos un producto inferior a "Toy Story" (por lo menos en mi opinión), pero es que dudo que ni siquiera se les haya pasado por la cabeza a los propios productores o al director que alcanzarían esas cotas.

Buenos personajes, no me gusta que la voz de Buzz no sea la de Tim Allen, tampoco lo es José Luís Gil en la versión doblada.

En cuanto a apartado técnico siendo un producto Pixar poco malo se puede decir de ello.

A veces lo importante no es acabar la misión sino reconocer que todos necesitamos ayuda y que cualquier sitio puede ser un buen hogar.

Quiero ser breve, ya que no tengo muchas cosas buenas que decir sobre esta serie (por no decir nada).

Argumentalmente, es muy floja. Narra la historia de un padre y una hija de la CIA en su persecución de un terrorista internacional (lo único destacable de la serie es Gabriel Luna).

No es una serie de acción, tiene muy poca y mala acción, al estilo de las producciones de Netflix, todo parece frío y digitalmente prefabricado.
No es una serie de humor, tampoco de espionaje. No está dirigida ni a niños ni a adultos, quiere ser tantas cosas que acaba por ser nada.

La evolución de los personajes es escasa o nula, la dirección no destaca en ninguno de los episodios, los montajes tampoco, y las actuaciones son más bien discretas, siendo generosos.

Los comportamientos de los personajes son más que cuestionables.

Podría haber sido un buen argumento para una película, pero como serie resulta aburrida, repetitiva y excesiva.

Quiero empezar esta crítica exponiendo lo que me hace escribirla, hace poco hablando con un amigo de las recientes películas de la factoría Disney: Maléfica (2014), El rey león (2019), Aladdin (2019) y esta última y que me ocupa, Cruella.
Me preguntaba él acerca de la necesidad de que estas cintas fuesen hechas, si las originales son insuperables, y puede que parte de razón tenga, sobre todo en que las originales suelen estar por encima del nivel de estas adaptaciones.
El porqué hacer algo pudiendo no hacer nada, como se llega de la nada al algo; (en este caso se parte con ventaja pues ya hay un material previo), ¿por qué elegir el Ser y toda la tormenta que conlleva cuando puedes permanecer en el No Ser y la tranquilidad eterna?.

Paso a detallar los argumentos a favor de hacer la película.

Porque la casa del ratón va a ganar mucho dinero.
Tal vez para que Emma Stone deslumbre una vez más, aunque esta vez la otra Emma, la Thompson está dos o tres escalones por encima, que manera de convertirse en un personaje, de dar vida a lo que es solo texto.
Mark Strong uno de mis secundarios favoritos, no tiene demasiado donde mostrarse, pero junto con el resto de los secundarios como Horacio y Jasper está bien.

Banda sonora llena, llena de temazos, Nancy Sinatra, Beatles, Iggy Pop, the Clash, los Rolling y sigue y sigue y sigue, llega un punto que casi llega a saturar la música.
No soy seguidor del mundo de la moda pero hay unos cuantos vestidos bonitos que seguro que le gustan al que sepa apreciarlo.
Giros inesperados en un guion que si bien no es el punto fuerte de la cinta, es aceptable.
Destacar un plano “secuencia” en el que nos presentan la galerías al más puro estilo uno de los nuestros, bravísimo.
Duración excesiva, que no es que sea solo achacable a esta película sino que se esta convirtiendo en un problema de la industria.

Dedicado a mi amigo Vicente y a toda esa gente que prefiere el No Ser antes que el Ser, recuerden que la vieja Cruella también prefería El No Ser (de los cachorros) antes que el Ser, pero por otro lado prefería el Ser (del abrigo) antes que el No Ser.
Tal vez todos tengamos algo de Cruella dentro de nosotros, o no...