"Ninjutsu gozen-jiai" es un entretenido film japonés familiar que mezcla realidad y fantasía, con unos ninjas magos enfrentados al servicio de dos clanes. La trama sigue al adolescente ninja-mago Torawakamaru del Clan Koga, quien debe descubrir la traición de los cómplices del malvado Clan Ninja Iga y rescatar a la princesa Ueki de un grave peligro. En su aventura, hace amistad con Motoharu, un joven aspirante a ninja que resulta ser el hijo de su principal enemigo.

Al igual que los zombis, que en los años 60 evolucionaron de ser criaturas relativamente pasivas de hechizos vudú en películas como "White Zombie" (1932) a ser asesinos no muertos en "Night of the Living Dead" (George A. Romero, 1968), los ninjas también cambiaron. Pasaron de ser magos de guerra con ropas brillantes a los asesinos enmascarados y sombríos que conocemos hoy.

"Ninjitsu" es un relato de ninjas ambientado en el período de los Reinos Combatientes de Japón, donde los ninjas de Koga sirven al noble Clan Toyotomi, mientras que los malvados de la Montaña Iga trabajan para el cruel señor de la guerra Tokogawa. Este período es la base histórica de la leyenda ninja, con los clanes Koga e Iga ofreciendo mercenarios y espías a cualquier señor de la guerra que pagara por sus servicios. Así, los Koga pueden ser héroes en una película y villanos en otra.

En esta película, los ninjas Koga son presentados como héroes, con una fuerte dedicación al honor, al deber y al perfeccionamiento de sus habilidades marciales y mágicas. En contraste, los ninjas Iga recurren a la traición y el engaño, secuestrando niños para pedir rescate y haciendo trampas en los duelos. El líder del clan Iga es caracterizado como un mal padre, lo que refuerza su maldad. Tanto los ninjas del clan Koga como del clan Iga utilizan principalmente la magia, y en menor medida, el manejo de la espada. Poseen habilidades como transformaciones, teletransportación, telequinesis, visión telescópica y otras capacidades mágicas que varían según la necesidad de la historia. Además, son capaces de pelear con espadas mientras vuelan y permanecer en las nubes para su enfrentamiento final.

La incoherente magia ninja es el motor de esta película, complementada por una entrañable subtrama sobre un niño que anhela ser ninja y ama a su padre, a pesar de su crueldad. Aunque la acción ninja está presente de principio a fin, se aleja de lo que estamos acostumbrados a ver en la actualidad, lo que puede frustrar a algunos espectadores o divertir a otros, entre los que me incluyo. Además, la hermosa fotografía en blanco y negro contribuye a que la poco más de una hora que dura se pase volando, nunca mejor dicho.

"Never Too Late" es una comedia basada en la obra de Broadway homónima de 1962 de Sumner Arthur Long, en la que también actuaron Paul Ford y Maureen O'Sullivan. La obra se representó un total de 1.007 veces hasta su final en 1965, poco antes de su estreno en la pantalla grande en Technicolor.

La historia es simple. Harry y Edith Lambert, una pareja adinerada, viven en una gran casa en Nueva Inglaterra. Harry se queja constantemente, especialmente de su hija Katie (Connie Stevens) y su yerno Charlie (Jim Hutton), quienes viven con ellos. Los jóvenes casados son inmaduros y dependen de la pobre Edith para que se encargue de las tareas del hogar, hasta que ella les anuncia que está embarazada con 50 años. La reacción de la familia no será positiva, especialmente la de Harry que con 60 años no asume nada bien la idea de volver a ser padre.

El planteamiento inicial resulta divertido y uno piensa que está ante una comedia familiar amable y de ritmo dinámico. Sin embargo, conforme avanza la película el tono de comedia se va volviendo agrio, especialmente por el tono que adquiere el personaje de Harry (Paul Ford) que termina por resultar bastante cargante con sus continuas quejas y su carácter posesivo y malhumorado. Maureen O´Sullivan, en el papel de alegre y feliz embarazada cincuentona, es lo más positivo de una película que va claramente de más a menos.

Cuando la Warner adquirió los derechos de la obra, intentó originalmente contratar a estrellas de renombre como Spencer Tracy, Katharine Hepburn y Rosalind Russell. Finalmente interpretarían los papeles Paul Ford y Maureen O'Sullivan, los mismos de la obra original de Broadway.

"Johnny Cool" es un film neo-noir en blanco y negro de bajo presupuesto (500.000 dólares) del director William Asher. El guión de Joseph Landon está basado en la novela "El reino de Johnny Cool" de John McPartland y cuenta la historia de Salvatore Giordano, un mafioso siciliano perseguido por la justicia que es protegido por el gánster exiliado Johnny Colini y enviado a los EE. UU. con una nueva personalidad para realizar una misión de venganza.

Este thriller policiaco de serie B sobre la mafia, producido en parte por el actor Peter Lawford, se caracteriza por su ritmo pausado y carece de comentarios sociales sobre la violencia. La trama, casi desde el principio, resulta bastante confusa y uno no sabe muy bien lo que mueve las acciones de los diferentes y numerosos personajes que aparecen en escena. Henry Silva, un actor conocido por sus papeles de villano en westerns y cine negro de los años cincuenta y sesenta, parece abrumado en sus 103 minutos como protagonista. Su falta de carisma y versatilidad lo convierte rápidamente en un estereotipo del género tras su partida de Sicilia, lo que hace que la relación con la rica y recién divorciada Darien Guiness (Elizabeth Montgomery) resulte poco creíble desde el inicio. A pesar de tomarse su tiempo, incluyendo un intercambio dramático en una habitación de hotel, los personajes permanecen poco desarrollados, generando escaso interés en el público por sus destinos, aunque Elizabeth Montgomery siempre brilla más que Henry Silva.

La fotografía de Sam Leavitt supera a la dirección, aunque carece de originalidad. El final es impactante, pero es lo mejor que se puede decir de "Johnny Cool". ¿Cómo habría sido la película con Lee Marvin o Paul Newman en el papel principal, o bajo la dirección de Arthur Penn o J. Lee Thompson? Las influencias de los cambios en el cine estadounidense de 1963 son evidentes, sin embargo William Asher no era un autor ni un director distintivo; más bien, era un hombre de televisión que trasladó comedias triviales al cine en los años sesenta. Esta falta de identidad es lo que lastra a esta película de serie B, que se apoya principalmente en la violencia para la época, ignorando otros aspectos importantes.

La notable banda sonora de jazz de estilo neo-noir está compuesta, arreglada y dirigida por Billy May, y Sammy Davis Jr. también canta la canción principal, "The Ballad of Johnny Cool" así como "Bee-Bom".

Varios actores de esta película también participaron en el clásico del Rat Pack, "La cuadrilla de los once" (1960): Henry Silva (Johnny Cool), Sammy Davis Jr. (Educated), Joey Bishop (Vendedor de autos usados) y Hank Henry (Conductor de autobús turístico). Aunque Peter Lawford, un Rat Packer, no apareció en pantalla, fue el productor ejecutivo y estuvo en el tráiler. Además, se escucha una grabación de Dean Martin durante la escena de baile en el yate.

"La vie est un roman" es una película extraña que mezcla varios géneros como el drama, comedia, musical y fantasía. Tras el éxito de su colaboración en "Mon oncle d'Amérique", el productor invitó al director Alain Resnais y al guionista Jean Gruault a trabajar juntos en otra película. Crearon un guion original basado en sus intereses personales, que exploraba diferentes actitudes hacia la felicidad en una narrativa de tres niveles.

Esta trilogía de Resnais explora tres planos de existencia: dos temporales y uno mítico, basándose en la idea de que la clave para una vida feliz es la entrega total a la imaginación. En la primera historia, ambientada antes y después de la Primera Guerra Mundial, el conde Forbeck sueña con un castillo extravagante. Al finalizar la construcción, invita a sus amigos a un escape de la realidad mediante una misteriosa sustancia del Lejano Oriente que borra sus recuerdos. Aquellos que la aceptan viven eternamente en el castillo, libres de preocupaciones. La segunda línea de tiempo transcurre en los años ochenta durante un seminario titulado "Imaginación y Educación" en el mismo castillo, donde profesores de diversas escuelas discuten métodos para fomentar la imaginación y creatividad en los niños. Estos dos tiempos se alternan regularmente, intercalándose con la narrativa mítica de un príncipe exiliado que intenta recuperar el trono.

La mayor parte de la película transcurre en un seminario donde se desarrollan situaciones ordinarias entre personajes poco interesantes, quienes representan una idea cuestionable sobre el papel del maestro en el desarrollo de la imaginación y el progreso social. Por el contrario, la primera línea narrativa, con su intrigante historia sobre la destrucción de la memoria en busca de la felicidad incondicional, está poco explotada. Además, el cuento de hadas del príncipe se inserta de manera simbólica (ya que toda la historia fue filmada, lo que dificulta la identificación con los personajes), manteniendo la atención en una trama realista del presente, que resulta ser la más inverosímil.

En definitiva, "La vie est un roman" es un film que algunos calificarán de imaginativo y de atrevida narración pero que a mi, personalmente, no me ha terminado de convencer esa mezcla de géneros que resulta bastante discordante y con un mensaje final que no termina de quedar claro y que, al menos al que esto escribe, le parece bastante incoherente y algo extravagante.

Este cortometraje de siete minutos de duración es la primera adaptación de "Where the Wild Things Are", un libro infantil escrito e ilustrado por el autor estadounidense Maurice Sendak y publicado en 1963. Gene Deitch, un ilustrador, animador y director estadounidense, es coguionista, junto con el propio Sendak, y director de este cortometraje en coproducción con Checoslovakia, país en el que Deitch vivió y se casó con Zdenka Najmanová, gerente de producción en el estudio Bratři v triku, donde él también trabajaba. Posteriormente, en 2009, Spike Jonze hizo un largometraje mezclando animación por ordenador y muñecos reales.

La historia sigue a Max, un niño inquieto y aventurero, que una noche es castigado por su madre y enviado a la cama sin cenar. En lugar de preocuparse, Max, vestido de lobo y guiado por su imaginación, enfrenta sus miedos y emprende un viaje al hogar de los monstruos.

Una historia aparentemente sencilla, sin grandes complicaciones, que oculta una profunda reflexión sobre la ira, la culpa, el abandono, la identidad y la pertenencia, narrada desde la perspectiva de un niño que, como todos, incluso los monstruos, lucha contra sus inseguridades. Con esta narrativa, Maurice Sendak se aparta de los prototipos dominantes en la literatura infantil de su tiempo. Gene Deitch logra una fiel adaptación de la historia.