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6,6
27.437
9
9 de diciembre de 2016
9 de diciembre de 2016
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
El 15 de enero de 2009 es una fecha inolvidable para los ciudadanos de Nueva York, ya que en medio de sus actividades cotidianas repentinamente presenciaron como un avión de pasajeros acuatizaba en el río Hudson, una hazaña heroica en la cual no se reportó ni un solo fallecido. Casi ocho años después, el magnífico Clint Eastwood (The Unforgiven, Million Dollar Baby) asume la dirección de un proyecto cinematográfico para recrear los acontecimientos del “Milagro en el Hudson”, el resultado: una película excelente.
“He llevado a un millón de pasajeros… durante más de 40 años en el aire. Pero al final, seré juzgado por 208 segundos”, es la frase que describe de forma perfecta el trabajo de Eastwood, quien tuvo el gran acierto de centrar su historia en la persona: el capitán Chesley “Sully” Sullenberger y no en el acontecimiento, evitando que su trabajo fuera una película más de desastre. En lugar de presentar un breviario de la vida de cada uno de los pasajeros, la cinta relata como el contrariado piloto, quien de la noche a la mañana se convirtió en un héroe nacional, no termina de asimilar lo sucedido, al tiempo en que la investigación de las autoridades aeronáuticas se empeña en demostrar que es todo lo contrario: un piloto descuidado que arriesgó de forma innecesaria 155 vidas cuando bien pudo haber aterrizado en dos aeropuertos cercanos. De esta forma, “Sully” revivirá los hechos una y otra vez para replantearse a sí mismo si actuó debidamente, iniciando un viaje retrospectivo que lo llevará incluso a aquellos años en que inició su pasión por las alturas mientras tiene que lidiar con los pormenores que implica su nueva vida como figura pública.
Es así como el director le da cara a la hazaña, la dota de humanidad, ya que el tema central es el dilema que vive el protagonista, evidente en todo momento. Los recuerdos acerca de la hazaña se presentan con escenas muy bien logradas, mostrando distintas perspectivas de un solo evento que se apoyan de una cinematografía excelente. De esta forma, el espectador se involucra no sólo en el desastre como tal, sino también en los pensamientos de un piloto que está convencido de haber hecho lo correcto a pesar de que la ciencia y una serie de expertos se empeñen en demostrar lo contrario. La conclusión llegará en el momento preciso para culminar con un final tan simple que resulta extraordinario. Su gran mérito: causar expectativa en el público aún cuando éste conoce la conclusión de los hechos.
Tom Hanks es el encargado de interpretar a “Sully”, realizado un trabajo extraordinario como cada vez que recibe la encomienda de llevar sobre sus hombros el peso de una película que girará en torno a su personaje. De esta forma, el experimentado actor es capaz de interpretar las múltiples contrariedades que el piloto enfrenta durante y después del famoso milagro. Por otra parte, destaca Aaron Eckhart (The Dark Knight, Thank You for Smoking) como Jeff Skiles, el copiloto que fue testigo presencial de las hazañas de su capitán, quien en todo momento le brindará su apoyo al ser el primero en considerarlo como un héroe. En cuanto al resto del reparto, la realidad es que cumplen de maravilla como complemento de toda la trama, siendo un poco más relevante el papel de Laura Linney (Kinsey, The Savages) como Lorraine, la esposa del piloto.
Es así como Clint Eastwood anota un éxito más en su enorme carrera como cineasta, demostrando que a los 86 años todavía conserva el talento para realizar películas de alta calidad. De esta forma convierte una historia de desastre en un viaje introspectivo que humaniza las circunstancias, adaptando las propias memorias que el piloto plasmó en su libro Highest Duty a su guión. Por lo tanto, Sully es una película altamente recomendable, dándole rostro a un accidente y apareciendo en cines justo en el momento en que el mundo acaba de presenciar una catástrofe aeronáutica. Sugerencia: verla en pantalla IMAX, puesto que fue filmada para este formato.
Calificación: TÚ DECIDES.
Más reseñas en https://wraparty.wordpress.com
Twitter @wraparty
“He llevado a un millón de pasajeros… durante más de 40 años en el aire. Pero al final, seré juzgado por 208 segundos”, es la frase que describe de forma perfecta el trabajo de Eastwood, quien tuvo el gran acierto de centrar su historia en la persona: el capitán Chesley “Sully” Sullenberger y no en el acontecimiento, evitando que su trabajo fuera una película más de desastre. En lugar de presentar un breviario de la vida de cada uno de los pasajeros, la cinta relata como el contrariado piloto, quien de la noche a la mañana se convirtió en un héroe nacional, no termina de asimilar lo sucedido, al tiempo en que la investigación de las autoridades aeronáuticas se empeña en demostrar que es todo lo contrario: un piloto descuidado que arriesgó de forma innecesaria 155 vidas cuando bien pudo haber aterrizado en dos aeropuertos cercanos. De esta forma, “Sully” revivirá los hechos una y otra vez para replantearse a sí mismo si actuó debidamente, iniciando un viaje retrospectivo que lo llevará incluso a aquellos años en que inició su pasión por las alturas mientras tiene que lidiar con los pormenores que implica su nueva vida como figura pública.
Es así como el director le da cara a la hazaña, la dota de humanidad, ya que el tema central es el dilema que vive el protagonista, evidente en todo momento. Los recuerdos acerca de la hazaña se presentan con escenas muy bien logradas, mostrando distintas perspectivas de un solo evento que se apoyan de una cinematografía excelente. De esta forma, el espectador se involucra no sólo en el desastre como tal, sino también en los pensamientos de un piloto que está convencido de haber hecho lo correcto a pesar de que la ciencia y una serie de expertos se empeñen en demostrar lo contrario. La conclusión llegará en el momento preciso para culminar con un final tan simple que resulta extraordinario. Su gran mérito: causar expectativa en el público aún cuando éste conoce la conclusión de los hechos.
Tom Hanks es el encargado de interpretar a “Sully”, realizado un trabajo extraordinario como cada vez que recibe la encomienda de llevar sobre sus hombros el peso de una película que girará en torno a su personaje. De esta forma, el experimentado actor es capaz de interpretar las múltiples contrariedades que el piloto enfrenta durante y después del famoso milagro. Por otra parte, destaca Aaron Eckhart (The Dark Knight, Thank You for Smoking) como Jeff Skiles, el copiloto que fue testigo presencial de las hazañas de su capitán, quien en todo momento le brindará su apoyo al ser el primero en considerarlo como un héroe. En cuanto al resto del reparto, la realidad es que cumplen de maravilla como complemento de toda la trama, siendo un poco más relevante el papel de Laura Linney (Kinsey, The Savages) como Lorraine, la esposa del piloto.
Es así como Clint Eastwood anota un éxito más en su enorme carrera como cineasta, demostrando que a los 86 años todavía conserva el talento para realizar películas de alta calidad. De esta forma convierte una historia de desastre en un viaje introspectivo que humaniza las circunstancias, adaptando las propias memorias que el piloto plasmó en su libro Highest Duty a su guión. Por lo tanto, Sully es una película altamente recomendable, dándole rostro a un accidente y apareciendo en cines justo en el momento en que el mundo acaba de presenciar una catástrofe aeronáutica. Sugerencia: verla en pantalla IMAX, puesto que fue filmada para este formato.
Calificación: TÚ DECIDES.
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5,7
6.086
7
23 de noviembre de 2016
23 de noviembre de 2016
7 de 11 usuarios han encontrado esta crítica útil
Recordar es vivir, premisa básica que sin duda fue la principal motivación de los estudios DreamWorks para realizar una cinta que tuviera como personajes principales a aquellos monigotes que durante la década de los noventa fueran la sensación entre los jóvenes. En esos tiempos, era común observar a los muñecos de exótico peinado en llaveros, mochilas y demás accesorios. Ahora, la idea fue darles un aspecto más amigable y colorido para atraer a nuevos fanáticos de estos personajes. El resultado: un musical animado de excelente calidad.
La historia desarrollada para estos simpáticos personajes es la siguiente: en un principio los Trolls vivían en total armonía en su propia villa, hasta el día en que fueron capturados por unos ogros llamados Bergens, quienes al ver lo alegres que eran estos pequeños dedujeron que la única forma en la que serían felices era comiéndoselos, para lo cual crearon una festividad llamada “Trollsticio”, un día especial en el cual un Bergen afortunado sería elegido para comer a un Troll y así ser feliz por veinticuatro horas. Después de años de cautiverio, los pequeños logran escapar para crear una nueva villa en el bosque en la cual todo vuelve a ser alegría y felicidad. Sin embargo, todo se acaba cuando la exiliada chef de los Bergens descubre este nuevo lugar y se dispone a volver a capturar a todos los Trolls. Así, todo quedará en manos de la princesa Poppy, quien con ayuda del huraño Branch tendrá que detener a los Bergens y liberar a sus amigos capturados.
La trama es sencilla y fácil de digerir incluyendo además una “sub-historia” relacionada con una Bergen con problemas de autoestima, la cual funciona perfectamente sobre todo para enviar un buen mensaje a los niños. De esta forma, mientras se desarrolla el cuento uno podrá disfrutar de números musicales bastante coloridos con versiones de éxitos de Bonnie Tyler, Diana Ross, Gorillaz, Lionel Richie, entre otros. De esta forma, la banda sonora de la cinta es de excelente calidad, apoyándose sobre todo de las voces de Anna Kendrick y Justin Timberlake (la versión “Troll” de Can’t Stop the Feeling no podía faltar) para los personajes de Poppy y Branch. Asimismo, artistas de la talla de Gwen Stefani participaron para completar un elenco de voces que sin duda hacen que esta película sea bastante amena, siempre y cuando se opte por la versión subtitulada. Cabe señalar que para la versión en español el doblaje quedó a cargo de Belinda y Aleks Syntec.
Es así como, los niños disfrutan de una historia animada y divertida, mientras que aquellos que en su infancia fueron fans de los Trolls podrán recordar buenos tiempos al ritmo de canciones del pasado y presente que seguramente reconocerán al instante. Los personajes no son complejos, son dibujos animados simples sin ninguna pretensión más que divertir y dejar un mensaje de igualdad y felicidad para todos. No hay subterfugios, interpretaciones ni dobles sentidos, por lo que funciona perfectamente para entretenerse, bailar y sacudirse lo amargado por lo menos por un día, por lo que cada quien podrá tener su propio “Trollsticio” sin necesidad de cambiar su dieta.
Calificación: TÚ DECIDES.
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La historia desarrollada para estos simpáticos personajes es la siguiente: en un principio los Trolls vivían en total armonía en su propia villa, hasta el día en que fueron capturados por unos ogros llamados Bergens, quienes al ver lo alegres que eran estos pequeños dedujeron que la única forma en la que serían felices era comiéndoselos, para lo cual crearon una festividad llamada “Trollsticio”, un día especial en el cual un Bergen afortunado sería elegido para comer a un Troll y así ser feliz por veinticuatro horas. Después de años de cautiverio, los pequeños logran escapar para crear una nueva villa en el bosque en la cual todo vuelve a ser alegría y felicidad. Sin embargo, todo se acaba cuando la exiliada chef de los Bergens descubre este nuevo lugar y se dispone a volver a capturar a todos los Trolls. Así, todo quedará en manos de la princesa Poppy, quien con ayuda del huraño Branch tendrá que detener a los Bergens y liberar a sus amigos capturados.
La trama es sencilla y fácil de digerir incluyendo además una “sub-historia” relacionada con una Bergen con problemas de autoestima, la cual funciona perfectamente sobre todo para enviar un buen mensaje a los niños. De esta forma, mientras se desarrolla el cuento uno podrá disfrutar de números musicales bastante coloridos con versiones de éxitos de Bonnie Tyler, Diana Ross, Gorillaz, Lionel Richie, entre otros. De esta forma, la banda sonora de la cinta es de excelente calidad, apoyándose sobre todo de las voces de Anna Kendrick y Justin Timberlake (la versión “Troll” de Can’t Stop the Feeling no podía faltar) para los personajes de Poppy y Branch. Asimismo, artistas de la talla de Gwen Stefani participaron para completar un elenco de voces que sin duda hacen que esta película sea bastante amena, siempre y cuando se opte por la versión subtitulada. Cabe señalar que para la versión en español el doblaje quedó a cargo de Belinda y Aleks Syntec.
Es así como, los niños disfrutan de una historia animada y divertida, mientras que aquellos que en su infancia fueron fans de los Trolls podrán recordar buenos tiempos al ritmo de canciones del pasado y presente que seguramente reconocerán al instante. Los personajes no son complejos, son dibujos animados simples sin ninguna pretensión más que divertir y dejar un mensaje de igualdad y felicidad para todos. No hay subterfugios, interpretaciones ni dobles sentidos, por lo que funciona perfectamente para entretenerse, bailar y sacudirse lo amargado por lo menos por un día, por lo que cada quien podrá tener su propio “Trollsticio” sin necesidad de cambiar su dieta.
Calificación: TÚ DECIDES.
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1 de enero de 2018
1 de enero de 2018
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Quizás aprovechando un poco la euforia causada por el estreno de Wonder Woman a principios de año, llega un biopic inspirado en la vida del creador del icónico personaje. Una vez más la traducción al español del título original falla rotundamente debido a que lo más adecuado hubiera sido nombrarla “… y las Mujeres Maravilla” para darle una mejor referencia al público hispanoparlante acerca del contenido de la película. La directora Angela Robinson (quien tuviera entre sus largometrajes más conocidos al frívolo Herbie Fully Loaded y creadora de la serie de televisión The L World) sorprende gratamente con una cinta que más que enfocarse en los orígenes del cómic, centra su atención en los prejuicios propios de la sociedad estadounidense durante la primera mitad del siglo XX.
William Moulton Marston fue un psicólogo que tuvo entre sus logros más significativos el inventar una de las primeras versiones del polígrafo y que se hizo famoso cuando pensó en una nueva clase de superhéroe, alguien que triunfara con el amor en lugar de la fuerza. La idea del profesor fue moldeada gracias a su esposa Elizabeth, una brillante académica a quien consideraba como un modelo de la mujer liberal de su tiempo, y a Olive Byrne una hermosa joven que vivía con el matrimonio en una relación poliamorosa. De esta forma, el temple de Elizabeth y la sensualidad de Olive inspirarían al profesor para plasmar sus ideas en un personaje de historietas al cual nombraría Wonder Woman.
Dividida en cuatro actos correspondientes a cada una de las nociones del modelo DISC (dominación, inducción, sumisión y conformidad con las normas) desarrollado por el profesor para explicar las respuestas emocionales en los seres humanos, Robinson alterna la encarnizada lucha de Marston por defender a su Mujer Maravilla de la censura americana en los años cuarenta, con la historia de cómo una joven practicante irrumpió en su matrimonio provocando que ambos se sintieran fuertemente atraídos hacia ella. La relación del poco convencional trinomio fue creciendo al punto en que decidieron vivir juntos en una convivencia que causaría escándalo en una sociedad conservadora en la cual ni siquiera los derechos de las mujeres habían sido completamente aceptados. En contra de cualquier canon social, Marston y sus mujeres dan rienda suelta a sus pasiones mientras surgía la idea de una heroína que se presentara como un modelo para las mujeres de la época.
La propuesta de Robinson es interesante al mostrar el trasfondo ideológico que inspiró la creación de uno de los superhéroes más populares de todos los tiempos. No obstante, la película no cumple con su cometido de forma satisfactoria debido a que el relato no logra definirse. Mientras que la relación entre los tres personajes intenta presentarse como algo que debió de causar un gran escándalo en su época, la realidad es que en ningún momento se logra percibir el conflicto ni la intensidad de las emociones de los involucrados. Por otra parte, tampoco se logra percibir a la aparición de Wonder Woman como algo realmente subversivo en una sociedad estadounidense que en ese tiempo se caracterizó por su extremo conservadurismo. Así, el espectador solo puede intuir cómo sucedieron acontecimientos que, dicho sea de paso, en gran parte fueron producto de la imaginación de la directora.
Luke Evans (The Girl on the Train, Beauty and the Beast) es el encargado de encarnar al profesor Marston, cumpliendo sin llegar a ser sobresaliente. Por otra parte, Rebecca Hall (Vicky Cristina Barcelona, Parade’s End) es quien toma la batuta actoral, realizando un magnífico trabajo como Elizabeth Marston. El trío se completa con Bella Heathcote (In Time, The Neon Demon) quien en el papel de Olive Byrne logra destacar para dejar en claro que la relevancia de la cinta descansa en las mujeres detrás del profesor.
Es así como, a pesar de que no se puede decir que sea un trabajo redondo, Robinson demuestra sus facultades como directora adaptando una historia que adquiere relevancia en una época en la cual el cine de superhéroes ha invadido a la industria cinematográfica. De esta forma, el gran acierto de la directora es mostrar al público que detrás de la creación de los populares superhéroes se encuentran historias desconocidas acerca de ideologías y formas de pensamiento que buscaron salir a la luz en ambientes completamente adversos, valiéndose para ello de cualquier forma de expresión, incluyendo las historietas.
Calificación: TÚ DECIDES.
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William Moulton Marston fue un psicólogo que tuvo entre sus logros más significativos el inventar una de las primeras versiones del polígrafo y que se hizo famoso cuando pensó en una nueva clase de superhéroe, alguien que triunfara con el amor en lugar de la fuerza. La idea del profesor fue moldeada gracias a su esposa Elizabeth, una brillante académica a quien consideraba como un modelo de la mujer liberal de su tiempo, y a Olive Byrne una hermosa joven que vivía con el matrimonio en una relación poliamorosa. De esta forma, el temple de Elizabeth y la sensualidad de Olive inspirarían al profesor para plasmar sus ideas en un personaje de historietas al cual nombraría Wonder Woman.
Dividida en cuatro actos correspondientes a cada una de las nociones del modelo DISC (dominación, inducción, sumisión y conformidad con las normas) desarrollado por el profesor para explicar las respuestas emocionales en los seres humanos, Robinson alterna la encarnizada lucha de Marston por defender a su Mujer Maravilla de la censura americana en los años cuarenta, con la historia de cómo una joven practicante irrumpió en su matrimonio provocando que ambos se sintieran fuertemente atraídos hacia ella. La relación del poco convencional trinomio fue creciendo al punto en que decidieron vivir juntos en una convivencia que causaría escándalo en una sociedad conservadora en la cual ni siquiera los derechos de las mujeres habían sido completamente aceptados. En contra de cualquier canon social, Marston y sus mujeres dan rienda suelta a sus pasiones mientras surgía la idea de una heroína que se presentara como un modelo para las mujeres de la época.
La propuesta de Robinson es interesante al mostrar el trasfondo ideológico que inspiró la creación de uno de los superhéroes más populares de todos los tiempos. No obstante, la película no cumple con su cometido de forma satisfactoria debido a que el relato no logra definirse. Mientras que la relación entre los tres personajes intenta presentarse como algo que debió de causar un gran escándalo en su época, la realidad es que en ningún momento se logra percibir el conflicto ni la intensidad de las emociones de los involucrados. Por otra parte, tampoco se logra percibir a la aparición de Wonder Woman como algo realmente subversivo en una sociedad estadounidense que en ese tiempo se caracterizó por su extremo conservadurismo. Así, el espectador solo puede intuir cómo sucedieron acontecimientos que, dicho sea de paso, en gran parte fueron producto de la imaginación de la directora.
Luke Evans (The Girl on the Train, Beauty and the Beast) es el encargado de encarnar al profesor Marston, cumpliendo sin llegar a ser sobresaliente. Por otra parte, Rebecca Hall (Vicky Cristina Barcelona, Parade’s End) es quien toma la batuta actoral, realizando un magnífico trabajo como Elizabeth Marston. El trío se completa con Bella Heathcote (In Time, The Neon Demon) quien en el papel de Olive Byrne logra destacar para dejar en claro que la relevancia de la cinta descansa en las mujeres detrás del profesor.
Es así como, a pesar de que no se puede decir que sea un trabajo redondo, Robinson demuestra sus facultades como directora adaptando una historia que adquiere relevancia en una época en la cual el cine de superhéroes ha invadido a la industria cinematográfica. De esta forma, el gran acierto de la directora es mostrar al público que detrás de la creación de los populares superhéroes se encuentran historias desconocidas acerca de ideologías y formas de pensamiento que buscaron salir a la luz en ambientes completamente adversos, valiéndose para ello de cualquier forma de expresión, incluyendo las historietas.
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7,3
41.257
10
13 de junio de 2019
13 de junio de 2019
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
“I am Iron Man” fue el memorable diálogo final con el cual Robert Downey Jr. dio el banderazo de salida para lo que sería un fenómeno cinematográfico que sin duda ha marcado a la industria durante los últimos años. En aquel ya lejano 2008 nadie podía imaginar que se trataba de la primera de una serie de películas que conformarían a un auténtico titán que en el futuro sería conocido como MCU (Marvel Cinematic Universe). Es así como, durante once años y a través de veintiún cintas, niños y adultos por igual se han maravillado al ver a sus superhéroes favoritos en la pantalla grande, incluyendo a los más populares como Spider-Man, Captain America, Hulk y Thor, y a otros que sin duda se han ganado el afecto del público como Black Panther, Captain Marvel y Guardians of the Galaxy. No obstante, el éxito del productor Kevin Feige no se atribuye únicamente a la genialidad de los personajes que inspiran sus películas, sino a la excelente planeación que ha tenido para configurar un mundo en el cual todas guardan una relación entre sí, logrando crear un todo en el cual directores, actores y guionistas convergen en completa armonía.
Es así como la “Saga del Infinito” cierra con broche de oro en Avengers: Endgame, una cinta que incluso los detractores del género deben de reconocer que se trata de un fenómeno cinematográfico, un suceso de los que pocas veces se repiten en la historia del cine y que está a unos cuantos millones de dólares para batir el récord de Avatar para consolidarse como el filme más taquillero de todos los tiempos. En esta ocasión, y después de haber dejado atónitos a sus admiradores con el estrepitoso final de Avengers: Infinity War, los sobrevivientes al chasquido de Thanos buscarán la forma de revertir la catástrofe en una aventura que, además de rememorar grandes acontecimientos ocurridos en películas anteriores, harán frente nuevamente al “titán loco” en una batalla que de manera épica cierra un ciclo, haciendo un justo homenaje a los Avengers originales y dando paso a nuevos personajes para que tomen el mando de ahora en adelante.
La planeación quinquenal de Feige y compañía logró enganchar a toda una generación con los personajes salidos de la mente de Stan Lee, haciendo que Marvel pasara de ser una empresa que en los noventa apenas y pudo salir de la quiebra pasar a convertirse en una auténtica máquina de hacer dinero y ganar adeptos. No obstante, el futuro del MCU es incierto ya que, si bien no hay duda de que las películas que seguirán mantendrán la calidad acostumbrada, el gran reto será llenar los huecos que dejarán aquellos héroes que se han ganado el cariño del público ahora que ya no regresarán a la pantalla grande. El segundo escollo que enfrentará este universo será la ausencia de los grandes villanos, ya que con la desaparición de Thanos y con Loki deambulando en las plataformas de streaming, será esencial encontrar a una figura antagónica sobre la cual gire la nueva saga.
Considerando lo anterior, así como el hecho de que los recién adquiridos X-Men y Fantastic Four tardarán algunos años en aparecer dentro del MCU, la apuesta más factible es que Spider-Man sea la piedra angular de esta nueva etapa. No obstante, será importante llevar al personaje con cautela y realizar una adaptación que logre dejar satisfechos a sus seguidores, considerando que se trata del superhéroe más popular de Marvel. Así, el universo de Feige corre el riesgo de caer en un letargo difícil de superar, derivado un poco también del hartazgo que podría generar la múltiple cantidad de películas del género que han salido últimamente. Asimismo, la aparición de series en la anunciada plataforma de streaming Disney+ podría desviar la atención de las películas, haciendo que el público se canse de tener que consumir tantos contenidos so pena de no llegar a entender lo que sucede en la pantalla grande. De cualquier forma, el presente indica que Avengers: Endgame pasará a la historia como una de las películas más emocionantes de los últimos tiempos, capaz de llamar la atención de un público tan heterogéneo que se tradujo en un éxito de taquilla que difícilmente se volverá a repetir en muchos años.
Calificación: TÚ DECIDES.
Es así como la “Saga del Infinito” cierra con broche de oro en Avengers: Endgame, una cinta que incluso los detractores del género deben de reconocer que se trata de un fenómeno cinematográfico, un suceso de los que pocas veces se repiten en la historia del cine y que está a unos cuantos millones de dólares para batir el récord de Avatar para consolidarse como el filme más taquillero de todos los tiempos. En esta ocasión, y después de haber dejado atónitos a sus admiradores con el estrepitoso final de Avengers: Infinity War, los sobrevivientes al chasquido de Thanos buscarán la forma de revertir la catástrofe en una aventura que, además de rememorar grandes acontecimientos ocurridos en películas anteriores, harán frente nuevamente al “titán loco” en una batalla que de manera épica cierra un ciclo, haciendo un justo homenaje a los Avengers originales y dando paso a nuevos personajes para que tomen el mando de ahora en adelante.
La planeación quinquenal de Feige y compañía logró enganchar a toda una generación con los personajes salidos de la mente de Stan Lee, haciendo que Marvel pasara de ser una empresa que en los noventa apenas y pudo salir de la quiebra pasar a convertirse en una auténtica máquina de hacer dinero y ganar adeptos. No obstante, el futuro del MCU es incierto ya que, si bien no hay duda de que las películas que seguirán mantendrán la calidad acostumbrada, el gran reto será llenar los huecos que dejarán aquellos héroes que se han ganado el cariño del público ahora que ya no regresarán a la pantalla grande. El segundo escollo que enfrentará este universo será la ausencia de los grandes villanos, ya que con la desaparición de Thanos y con Loki deambulando en las plataformas de streaming, será esencial encontrar a una figura antagónica sobre la cual gire la nueva saga.
Considerando lo anterior, así como el hecho de que los recién adquiridos X-Men y Fantastic Four tardarán algunos años en aparecer dentro del MCU, la apuesta más factible es que Spider-Man sea la piedra angular de esta nueva etapa. No obstante, será importante llevar al personaje con cautela y realizar una adaptación que logre dejar satisfechos a sus seguidores, considerando que se trata del superhéroe más popular de Marvel. Así, el universo de Feige corre el riesgo de caer en un letargo difícil de superar, derivado un poco también del hartazgo que podría generar la múltiple cantidad de películas del género que han salido últimamente. Asimismo, la aparición de series en la anunciada plataforma de streaming Disney+ podría desviar la atención de las películas, haciendo que el público se canse de tener que consumir tantos contenidos so pena de no llegar a entender lo que sucede en la pantalla grande. De cualquier forma, el presente indica que Avengers: Endgame pasará a la historia como una de las películas más emocionantes de los últimos tiempos, capaz de llamar la atención de un público tan heterogéneo que se tradujo en un éxito de taquilla que difícilmente se volverá a repetir en muchos años.
Calificación: TÚ DECIDES.

5,4
19.803
7
1 de enero de 2018
1 de enero de 2018
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si bien no se puede decir que fue excepcional, Jumanji se convirtió en una de las películas más queridas de los años noventa. De esta forma, pasaron más de dos décadas para que los aficionados de la cinta pudieran conocer el paradero del misterioso juego de mesa después de haber sido recogido del mar. La tarea le fue encomendada a Jake Kasdan (Bad Teacher, Sex Tape), decisión que llamó la atención considerando que se eligió a un realizador dedicado al género de comedia para dirigir la secuela de un filme de acción y aventura.
Unos cuantos minutos iniciales le valieron al director para concatenar su trabajo con la antecesora, explicando de manera convincente como el juego embrujado decidió “evolucionar” para convertirse en un cassette de una consola de videojuegos y así llamar la atención de nuevas víctimas. Una vez cumplido con el requisito, la nueva historia puede desarrollarse sin problema: como si se tratara de un remake de The Breakfast Club, mientras cuatro estudiantes con personalidades distintas son puestos en detención en una vieja bodega de la escuela, uno de ellos encontrará la vieja consola cargada con el cartucho de Jumanji, convenciendo a los demás para iniciar una partida. Por arte de magia, serán transportados al interior del videojuego encarnando a sus respectivos avatares, los cuales difieren bastante a como son en la vida real. Atrapados sin remedio, la única manera de regresar a casa será terminando el juego, por lo que tendrán que superar sus diferencias para trabajar en equipo y superar cada nivel hasta llegar al final.
El gran acierto de Kasdan fue no salirse de su línea habitual de trabajo y manejar la película como una comedia de acción. Así, la disparidad entre las capacidades de los avatares con la verdadera personalidad de los jugadores se hará presente en todo momento de formas bastante divertidas. Mientras que la típica niña rara y retraída se convierte en una sensual femme fatale, la chica más popular será un hombre cuarentón pasado de peso, el nerd será un líder musculoso con habilidades ilimitadas y el héroe deportista será un frágil compinche.
El elenco se conforma por Dwayne Johnson (habitual en la saga Fast & Furious) en el papel de Spencer, el inesperado líder del grupo, realizando un buen trabajo en un género al cual está perfectamente habituado. Asimismo, Karen Gillan (Guardians of the Galaxy) convence encarnando a la adolescente confundida que no sabe cómo manejar sus recién adquiridos atributos físicos. Por otra parte, Kevin Hart (Central Intelligence) aporta su talento para la comedia para sacar varias risas en el público como Fridge, el gigantón jugador de fútbol americano que repentinamente se convierte en el miembro más débil del grupo. No obstante, quien se roba la película es sin duda Jack Black (The School of Rock), quien de manera extraordinaria interpreta a Bethany, la chica que pasó de ser la más sexy de la escuela a un hombre sin ningún atractivo.
Inesperadamente, Kasdan logra convencer con la modernización de un ícono noventero, entregando una cinta que entretiene no tanto por su historia sino por el desarrollo de sus personajes. Así, la apuesta de dar un giro distinto a la historia del mítico juego de mesa deja un saldo favorable de risas en el espectador, mientras refleja de manera sutil las crisis características de la adolescencia y resalta lo importante que es dejar de lado las diferencias para trabajar en equipo con tal de conseguir un objetivo común.
Calificación: TÚ DECIDES.
Unos cuantos minutos iniciales le valieron al director para concatenar su trabajo con la antecesora, explicando de manera convincente como el juego embrujado decidió “evolucionar” para convertirse en un cassette de una consola de videojuegos y así llamar la atención de nuevas víctimas. Una vez cumplido con el requisito, la nueva historia puede desarrollarse sin problema: como si se tratara de un remake de The Breakfast Club, mientras cuatro estudiantes con personalidades distintas son puestos en detención en una vieja bodega de la escuela, uno de ellos encontrará la vieja consola cargada con el cartucho de Jumanji, convenciendo a los demás para iniciar una partida. Por arte de magia, serán transportados al interior del videojuego encarnando a sus respectivos avatares, los cuales difieren bastante a como son en la vida real. Atrapados sin remedio, la única manera de regresar a casa será terminando el juego, por lo que tendrán que superar sus diferencias para trabajar en equipo y superar cada nivel hasta llegar al final.
El gran acierto de Kasdan fue no salirse de su línea habitual de trabajo y manejar la película como una comedia de acción. Así, la disparidad entre las capacidades de los avatares con la verdadera personalidad de los jugadores se hará presente en todo momento de formas bastante divertidas. Mientras que la típica niña rara y retraída se convierte en una sensual femme fatale, la chica más popular será un hombre cuarentón pasado de peso, el nerd será un líder musculoso con habilidades ilimitadas y el héroe deportista será un frágil compinche.
El elenco se conforma por Dwayne Johnson (habitual en la saga Fast & Furious) en el papel de Spencer, el inesperado líder del grupo, realizando un buen trabajo en un género al cual está perfectamente habituado. Asimismo, Karen Gillan (Guardians of the Galaxy) convence encarnando a la adolescente confundida que no sabe cómo manejar sus recién adquiridos atributos físicos. Por otra parte, Kevin Hart (Central Intelligence) aporta su talento para la comedia para sacar varias risas en el público como Fridge, el gigantón jugador de fútbol americano que repentinamente se convierte en el miembro más débil del grupo. No obstante, quien se roba la película es sin duda Jack Black (The School of Rock), quien de manera extraordinaria interpreta a Bethany, la chica que pasó de ser la más sexy de la escuela a un hombre sin ningún atractivo.
Inesperadamente, Kasdan logra convencer con la modernización de un ícono noventero, entregando una cinta que entretiene no tanto por su historia sino por el desarrollo de sus personajes. Así, la apuesta de dar un giro distinto a la historia del mítico juego de mesa deja un saldo favorable de risas en el espectador, mientras refleja de manera sutil las crisis características de la adolescencia y resalta lo importante que es dejar de lado las diferencias para trabajar en equipo con tal de conseguir un objetivo común.
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